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El gobierno de Milei comienza a destripar el sector nuclear argentino

30 de marzo de 2024 (EIRNS) — En una medida que ha conmocionado a la comunidad científica, el jueves 28 de marzo la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) de Argentina se vio obligada a cerrar dos de sus proyectos de vanguardia a partir del 1º de abril debido a que el salvaje recorte presupuestario del gobierno de Milei hizo imposible que la CNEA continuara financiándolos o pagara los salarios de sus trabajadores. La directora de la CNEA, la física Adriana Serquis, escribió una mordaz carta al Secretario de Energía, Eduardo Chirillo, en la que documenta el incumplimiento por parte de su departamento de los fondos prometidos. 

En el recorte se va el prototipo CAREM-25, un pequeño reactor modular que lleva en construcción desde 2014, y el reactor de investigación multipropósito RA-10, que está completado en un 90%. . El CAREM es un reactor de agua a presión de 25 MW; fue diseñado y construido por personal argentino con tecnología nacional y es motivo de gran orgullo nacional. Después de que 100 trabajadores tuvieran que ser despedidos del proyecto, éste fue inmediatamente clausurado. Esto trunca las esperanzas de la CNEA de exportar el CAREM, para el que existe un mercado internacional creciente, en especial en los países en desarrollo, donde lo ideal es ubicarlo lejos de los grandes centros urbanos. 

El reactor de investigación multipropósito RA-10, ubicado en el Centro Atómico Ezeiza, es el más moderno del mundo en su tipo. Cuando esté en pleno funcionamiento, previsto para 2027, cuadruplicará la producción de radioisótopos para investigación y uso médico, con el fin de satisfacer tanto la demanda nacional como permitir la exportación. Además, podrá producir silicio dopado para la transmutación de neutrones, muy demandado para la producción de chips informáticos de alta potencia, y tiene otras muchas aplicaciones científicas. 

"Matar el futuro" fue el titular de la reseña del diario El Ciudadano del 28 de marzo. Eduardo Gigante, ingeniero industrial y experto en energía, dijo que estos dos proyectos representan "más de 70 años de industria nuclear argentina" y advirtió que "este error le costará caro al país”. 

En declaraciones de Adriana Sarquis para el diario Río Negro, explicó que estos hechos han provocado mucho temor entre el personal, lo que podría llevar a la gente a dejar sus trabajos para buscar empleo fuera del país, donde podrían ganar 10 veces más que en la CNEA. "Estamos preocupados. Todo el personal es calificado y elegido para cumplir funciones muy particulares. Empieza a haber mucho temor. Yo no estoy dispuesta a firmar ningún despido". La industria nuclear “siempre fue una política de Estado, y se esperaba que lo siga siendo”, dijo Sarquis. Pero “no nos dan una respuesta. Ni siquiera nos pidieron un presupuesto: Nosotros lo mandamos igual”, agregó.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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