30 de marzo de 2024 (EIRNS) — Estados Unidos está uniendo al mundo, pero en su contra. Este ha sido el mensaje enviado por el resto del mundo en respuesta a los múltiples funcionarios estadounidenses que han restado importancia a la Resolución 2728 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada el 25 de marzo y que exige un alto al fuego durante el período del Ramadán, quienes la calificaron como "no vinculante”. La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, utilizó ese término al explicar el motivo de la abstención estadounidense en la votación. John Kirby, de la Casa Blanca, y Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, hicieron lo mismo, los dos emplearon ese término varias veces en sus comparecencias ante la prensa. Pero el mundo se alinea ante este absurdo argumento: ¿por qué iba Estados Unidos a vetar repetidamente resoluciones que, de todos modos, no son vinculantes? 

"Esta resolución tiene que aplicarse", dijo el secretario general de la ONU, António Guterres. El portavoz alterno del Secretario General de la ONU, Farhan Haq, explicó en su conferencia de prensa del 25 de marzo: "Como siempre me han dicho, todas las resoluciones del Consejo de Seguridad forman parte del derecho internacional. Así que, en esa medida, son tan vinculantes como lo es el derecho internacional". Hablando en nombre de los diez miembros del Consejo de Seguridad que patrocinaron conjuntamente la resolución, el representante de Mozambique ante la ONU, Pedro Comissario, declaró: "Todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas son vinculantes y obligatorias". 

Incluso el Reino Unido dijo que debía implementarse, en tanto que Francia celebró "la adopción de la Resolución 2728. Más de cinco meses después del inicio de la crisis en Gaza... ya era hora de que, por fin, el Consejo de Seguridad actuara. Ya era tiempo de que estableciera un alto al fuego... Después del Ramadán, que termina dentro de dos semanas, tendrá que establecer un alto al fuego permanente". El embajador de China, Zhang Jun, reiteró el parecer de su país: "Tanto si votamos en contra el viernes pasado como si votamos a favor hoy, nuestro voto se ha basado en nuestra posición y propuesta coherentes... Pero para los millones de personas de Gaza que siguen sumidas en una catástrofe humanitaria sin precedentes, esta resolución, si se aplica plena y eficazmente, aún podría traer una esperanza largamente anhelada. Las resoluciones del Consejo de Seguridad son vinculantes". El Representante Permanente de Rusia, Vassily Nebenzia, concluyó sus contundentes declaraciones el 26 de marzo diciendo: "Confiamos en que todas las partes y los miembros de la ONU implementen en su totalidad la Resolución 2728 del CSNU... Esperamos que no se quede en meras ‘palabras sobre papel’, como las que la precedieron. Es nuestro deber como Consejo de Seguridad garantizar el estricto cumplimiento de la resolución 2728 y que sus disposiciones sean implementadas sobre el terreno". 

Es difícil imaginar una yuxtaposición más clara entre el derecho internacional y uno de los dos principales defensores mundiales de un "orden basado en reglas". 

Es posible palpar el potencial de un cambio a nivel global en la política y en la propia arquitectura de la seguridad. En todas partes se reconoce la necesidad de reformar las instituciones de financiamiento y desarrollo. 

La gran interrogante es: ¿Se unirá la OTAN anglo-estadounidense al consenso mundial cada vez mayor, o se opondrá al nuevo paradigma que está emergiendo, para reclamar que su hegemonía no desaparezca? Sin asegurar un cambio en este ámbito político, el exterminio nuclear de la especie humana se hace cada vez más probable. 

La Coalición Internacional por la Paz (CIP), creada gracias a los esfuerzos de Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller, busca generar ese cambio. En la reunión del 29 de marzo de la CIP hablaron cuatro miembros de la organización estadounidense Veteranos Profesionales de la Inteligencia por la Cordura (VIPS, por sus siglas en inglés), dos importantes personalidades de Francia, país cuyo Presidente quiere enviar soldados directamente a Ucrania, y un dirigente político estadounidense que ha sido miembro del Congreso, fue candidato a la Presidencia y actualmente aspira a ser elegido como independiente para la Cámara de Representantes. 

El 13 de abril, el Instituto Schiller llevará a cabo una conferencia por Internet sobre el "Plan Oasis: La solución LaRouche para la paz mediante el desarrollo entre Israel y Palestina y para todo el Sudoeste de Asia”. Esta intervención programática, económica, científica y cultural ilustrará el modo en que un nuevo paradigma hace posible la solución de diferencias aparentemente insalvables. 

El viejo orden mundial se está hundiendo como el Titánic. ¿Lograrán sus pasajeros abandonarlo a tiempo? ¿Se verán obligados a renunciar a su empeño de arrastrar al resto del mundo junto con el barco que naufraga?