3 de abril de 2024 (EIRNS) — Alastair Crooke, director del Foro de Conflictos con sede en Líbano y ex alto diplomático británico, en un artículo publicado el 28 de marzo para el portal de la cadena de noticias libanesa Al Mayadeen, titulado “The Crocus City Concert Hall Atrocity: No Going Back” (La atrocidad de la sala de conciertos Crocus: No hay vuelta atrás), cuestiona el hecho de que a pocas horas después de la masacre en la sala de conciertos Crocus del 22 de marzo, tanto la Unión Europea como Estados Unidos podían asegurar al mundo entero, con toda certeza, que Ucrania no estaba implicada, incluso sin una investigación. 

"¿Por qué la Unión Europea y Estados Unidos son tan inflexibles, sobre quién está detrás de la atrocidad de la sala de conciertos Crocus, que no van a esperar a que se investigue? A los 55 minutos del ataque, el portavoz de Estados Unidos dijo que Ucrania no estaba implicada. Ahora Estados Unidos dice, definitivamente, que sólo el ISIS estuvo implicado”, plantea Crooke de entrada. 

"¿Por qué están tan seguros los Estados occidentales? Es muy inusual que los servicios de inteligencia se pronuncien en menos de una hora. Aunque ahora se conocen los autores materiales, la pregunta clave sigue siendo: ¿Quién está detrás del atentado? Las cosas no son siempre lo que parecen". 

Crooke revela que el ISIS-Khorasan, al que los británicos, Estados Unidos y Europa han atribuido exclusivamente el atentado del 22 de marzo en las afueras de Moscú, "opera desde hace algunos años, más bien como un 'atajo' que se extiende de Turquía a Siria; a Afganistán e Irán. Es una franquicia en cuyo nombre se cometen actos terroristas, se recaudan fondos y se preparan recursos". Y agrega que "detrás del ISIS se han situado ciertos Estados musulmanes -y sus patrocinadores occidentales". 

Crooke desbarata el caso de que quienes ejecutaron la matanza en Moscú de 144 ciudadanos rusos, sean en realidad seguidores ideológicos de ISIS: "Los detalles de los autores detenidos y su modo de operación, sin embargo, no se ajustan a la idea de que sean partidarios ideológicos de ISIS. Pueden haber sido ostensiblemente islamistas en sentido amplio, pero en realidad eran mercenarios motivados por el señuelo del dinero. Los reclutas del ISIS esperan y obtienen el martirio. Estos hombres simplemente se subieron a un coche, queriendo escapar. En una operación del ISIS, habrían continuado la masacre hasta morir abatidos". Crooke sirvió durante varias décadas en el Servicio Secreto de Inteligencia británico (MI6), llevando a cabo operaciones delicadas, y sabe cómo se hacen estas operaciones. 

Crooke considera que la matanza de Moscú es consecuencia del creciente giro de Occidente hacia el uso de la guerra asimétrica. "Cuando se hizo evidente que los esfuerzos militares convencionales de Ucrania eran un fracaso, una serie de halcones en los EE.UU. y Europa rápidamente pasaron a cantar las alabanzas de la guerra asimétrica contra Rusia y su propia población civil. 

"Esta asimetría comenzó lentamente: algunos ataques aleatorios con aviones no tripulados que causaron poco daño. Esto luego se aceleró a misiles disparados contra los centros de Belgorod matando a civiles; luego se convirtió en un ataque contra un avión de transporte ruso Ilyushin que transportaba prisioneros; y luego se trasladó a ataques con drones contra refinerías rusas y guerra naval con drones contra Crimea”, explicó. 

Crooke concluye: "Todavía no está probado, pero el temor que atormenta a Occidente debe ser que, ya sea directamente, o incluso muy indirectamente, salga a la luz que pueden encontrarse como cómplices del terrorismo de masas refugiándose bajo una franquicia del ISIS-K”.