3 de abril de 2024 (EIRNS) — Ayer se cumplieron 42 años desde que Argentina recuperó en 1982 las Islas Malvinas, que Gran Bretaña ocupó ilegalmente y reclamó como suyas, rebautizadas Falklands, en 1833. En respuesta al audaz acto de Argentina, Gran Bretaña envió una fuerza naval, en un despliegue fuera del área de la OTAN, para castigar y aplastar a Argentina por atreverse a recuperar lo que le pertenecía. 

Hoy, el desafortunado Presidente Javier Milei pronunció un discurso para conmemorar esta fecha, durante el cual se refirió a la "implacable demanda de soberanía" del país sobre las islas, pero en ningún momento mencionó el nombre de Gran Bretaña, el enemigo histórico de Argentina. ¿Contra qué país luchó Argentina? ¿Contra Polonia? 

Como dijo ayer el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, "todavía estamos esperando que quien hoy es Presidente de la nación le diga a nuestro pueblo que no se puede honrar" a los que lucharon o cayeron en la guerra "y tener como ídolo a Margaret Thatcher". Milei admira mucho a Thatcher, quien como Primera ministra en 1982 "dio órdenes traicioneras de matar a soldados argentinos", recordó Kicillof. 

Milei dijo a su público, notablemente reducido, que ahora es el momento de forjar una "reconciliación con las fuerzas armadas", cuya reputación alegó se ha "ensuciado" durante años. Para que un país soberano sea respetado, dijo, debe hacer dos cosas: primero, debe ser "protagonista en el comercio internacional", y segundo, "debe tener unas fuerzas armadas capaces". 

Y luego añadió este chiste: Los dirigentes de un país deben ser respetados, porque, de lo contrario, "nadie tomará en serio las exigencias de un moroso en serie", en referencia a todos los gobiernos "kirchernistas" peronistas anteriores, a los que culpa de todos los problemas económicos del país. Se presenta a sí mismo como uno de los líderes mundiales más respetados.