5 de abril de 2024 (EIRNS) — La jefa del Comando Sur de Estados Unidos, la general Laura Richardson, visitó Argentina entre el 2 y el 4 de abril para asegurarse de que el gobierno de Milei esté bien insertado en las estructuras geopolíticas y de defensa de la casta gobernante anglo-estadounidense y que se pueda contar con él para actuar en consecuencia. Así, uno de sus objetivos fue la relación de Argentina con China. La incorporación de las fuerzas armadas y las agencias de seguridad argentinas a la agenda regional del Comando Sur en su lucha contra el "fundamentalismo islámico" y el narcotráfico, y el fortalecimiento de la coordinación militar estadounidense con las fuerzas británicas y de la OTAN estacionadas en las Islas Malvinas (que los británicos llaman Falklands) también están en la agenda de Richardson. Vino preparada para ofrecer equipamiento militar y $625 millones de dólares para la "cooperación en seguridad". 

Estos asuntos surgieron durante su jornada de reuniones del 3 de abril con el jefe del Estado Mayor, Nicolas Posse, el ministro de Defensa, Luis Petri, el jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier Xavier Isaac, y la ministra de Asuntos Exteriores, Diana Mondino. Milei no se reunió con ella. Richardson les habría agradecido por "enfriar" la relación estratégica integral del país con China, según informó el diario Clarín. La acompañó en sus reuniones el omnipresente embajador estadounidense, Marc Stanley, quien denunció públicamente, justo antes de la llegada de Richardson, que China tenía una presencia militar "secreta" en su estación de espacio profundo en la provincia patagónica de Neuquén y se preguntó por qué los argentinos lo permitían. 

La estación espacial de Neuquén, que forma parte del programa lunar chino, ha sido una obsesión de Richardson desde hace un par de años, y volvió a sacar el tema durante su visita. Justo antes de su llegada, el gobierno de Milei anunció que está considerando "inspeccionar" la estación espacial para ver si ha habido alguna violación de su contrato de 50 años. El viaje de Richardson a la ciudad de Ushuaia, en la provincia más meridional de Tierra del Fuego, también se centró en la actividad china en la región; hizo comentarios sobre "pesca ilegal" y el "robo de recursos naturales". Se reunió con oficiales de la Armada en la base naval de Ushuaia para informarse sobre los planes de esa institución de construir un Polo Logístico Antártico, de gran interés para el Comando Sur, y para saber también qué se está haciendo para "salvaguardar las rutas marítimas", presumiblemente de los chinos. 

Según varios medios de Tierra del Fuego, la presencia de Richardson en la región provocó gran tensión. Tenía previsto reunirse con el gobernador Gustavo Melella, un peronista acérrimo que ha buscado inversiones chinas para su provincia. Pero, durante su discurso en la tradicional ceremonia del 2 de abril en Ushuaia para conmemorar a los veteranos y caídos en la Guerra de Malvinas de 1982, Melella anunció: "No vamos a recibir formalmente, oficialmente ni de ninguna otra manera a la Jefa del Comando Sur de Estados Unidos porque realiza ejercicios militares con Gran Bretaña en el Atlántico Sur", informó el diario El LItorial. Este sentimiento es compartido por muchos en la región. 

Ante el rechazo de Melella a Richardson, Milei decidió que volaría a Ushuaia con su círculo íntimo (la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el ministro de Defensa, Luis Petri, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y la hermana del Presidente, Karina, que es secretaria general de la Presidencia) para reunirse con Richardson en su lugar, el 4 de abril. Uno de los temas de la agenda iba a ser la estación espacial de Neuquén. Dada su idolatría por Margaret Thatcher, Milei no sería más bienvenido en Ushuaia que Richardson.