7 de abril de 2024 (EIRNS) — El violento asalto a la embajada de México en Quito, Ecuador, la noche del 5 de abril para capturar al ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, ha sido objeto de condena universal en Iberoamérica y más allá, incluso por parte de gobiernos no particularmente amigos de México. La violación del derecho internacional y de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas es tan flagrante, que no puede ser ignorada. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha hecho un llamado formal a la Presidente de Honduras, Xiomara Castro, presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), para que "convoque una cumbre extraordinaria del grupo para tratar el grave asunto de la violación de la Convención de Viena". 

En toda Iberoamérica, prácticamente todos los gobiernos emitieron una declaración. Incluso los gobiernos derechistas de Argentina, Uruguay y Paraguay consideraron inaceptable la violación de la Convención de Viena. Los Presidentes de Bolivia, Cuba, Venezuela, Colombia, Brasil, Honduras, Guatemala, Panamá, Perú y Chile emitieron declaraciones expresando su solidaridad con México y condenando la acción de Ecuador. El gobierno de Nicaragua rompió relaciones diplomáticas con Ecuador. El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, instó a los gobiernos mexicano y ecuatoriano a dialogar, pero también convocó una reunión del Consejo Permanente de la OEA para abordar la crisis. 

Según informó ayer EFE, el servicio español de noticias, el ex Presidente Rafael Correa, exiliado en Bélgica, denunció que "ni en las peores dictaduras se ha violado la embajada de un país. No vivimos en un Estado de derecho, sino en un Estado de barbarie con un improvisado [Presidente] que confunde la patria con una de sus haciendas bananeras". El Presidente de Ecuador, Daniel Noboa, es el vástago del hombre más rico de Ecuador que dirige la mayor empresa bananera del país.