8 de abril de 2024 (EIRNS) — Desde el asesinato de siete trabajadores socorristas de la Cocina Central Mundial en Gaza el 2 de abril, a manos de las Fuerzas de Defensa de Israel (DFI) existe una presión relativamente "repentina" y generalizada en los círculos políticos y jurídicos del Reino Unido para que se detenga la venta de armas a Israel. El número de jueces, juristas y expertos legales que han firmado una carta abierta al Primer ministro, Rishi Sunak, exigiendo la suspensión, ha aumentado a 800. Pero según un estudio realizado el mes pasado por el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI), en el período 2019 a 2023, el 99% de los sistemas de armamento fueron exportados a Israel desde Estados Unidos y Alemania. Estos son los países que deben tomar esta medida para ayudar a forzar un alto al fuego en Gaza, y abrir la puerta al Plan Oasis de desarrollo económico en toda la región para traer la paz. 

Los fabricantes de armas de Estados Unidos fabrican el 69% de los sistemas militares suministrados a Israel, y los de Alemania suministran el 30%, según el estudio del SIPRI al que hace referencia el Washington Post del 7 de abril. El diario señala que la ayuda militar de Estados Unidos es en gran parte en forma de subvenciones en el marco del programa de Financiamiento Militar Extranjero, que Israel utiliza para comprar armas y servicios estadounidenses, mientras que las exportaciones de armas de Alemania a Israel se venden, pero "el gobierno alemán ha hecho de la aprobación de la exportación de armas de fabricación alemana para Israel una prioridad". Las exportaciones de armas de Alemania a Israel en 2023 se multiplicaron por diez respecto a las de 2022, alcanzando los $354 millones de dólares. 

Estados Unidos no forma parte del Tratado de las Naciones Unidas sobre el Comercio de Armas, que prohíbe las transferencias de armas que puedan utilizarse para infringir el derecho internacional. Alemania sí es signataria. La entonces Canciller Angela Merkel, en 2008, declaró evidentemente que el apoyo militar a Israel era una "razón de Estado" para Alemania, lo que le ha llevado a colocar esa “razón de Estado” por encima de las responsabilidades que les impone ese tratado de la ONU, según la reseña del Washington Post.