10 de abril de 2024 (EIRNS) — El ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, que fue secuestrado violentamente por la policía de la Embajada de México en Quito, donde se le había concedido asilo, fue trasladado el lunes 8 de urgencia al hospital naval de Ecuador en Guayaquil tras ser encontrado inconsciente en su celda de la prisión de máxima seguridad conocida como La Roca. El gobierno del Presidente Daniel Noboa tardó varias horas en emitir un comunicado en el que alegaba que Glas se había negado a comer la comida de la prisión durante las 24 horas anteriores, lo que le provocó una brusca bajada de tensión. Fue atendido por personal médico en el hospital y regresó a prisión tres horas después, según informó el diario argentino Página 12. 

Algunos medios noticiosos difundieron versiones de que Glas había intentado suicidarse con antidepresivos y sedantes, pero no hay confirmación de que fuera así. El equipo legal de Glas emitió un comunicado de prensa alertando a la "comunidad nacional e internacional" de que los derechos humanos de su cliente están siendo violados flagrantemente y que "su vida corre peligro". Impedido de ver a Glas en el hospital, su abogado Vinicio Tapia advirtió que Glas ha permanecido incomunicado desde su secuestro la noche del 5 de abril, negándosele las visitas de sus abogados o de sus dos hijos. En una entrevista con la agencia francesa de prensa AFP, otra abogada, Sonia Vera, advirtió que la vida de Glas corre "mucho peligro en manos del Estado. Creo que en cualquier momento lo pueden matar", dijo a Página 12. 

El Presidente de Ecuador, Daniel Noboa, sigue insistiendo en que fue culpa de México que su embajada fuese allanada, porque México, y no Ecuador, había violado la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas al conceder asilo a alguien contra quien se había emitido una orden de arresto. Es decir: ¡México se buscó el problema! Obligado a admitir que ahora existe una "situación compleja y sin precedentes", Noboa afirmó, no obstante, que tuvo que atacar la embajada para "defender la seguridad nacional, el estado de derecho y la dignidad de [los ecuatorianos] que rechazan cualquier tipo de impunidad para criminales o narcoterroristas". Dijo que está dispuesto a "resolver cualquier diferencia con México", pero "no se negocia con la justicia". 

La canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, dijo que su país está abierto a restablecer relaciones con México, pero lo acusa de haber incurrido en "provocaciones" e "incumplimientos" al otorgar asilo a Glas, informó el diario argentino La Nación.