10 de abril de 2024 (EIRNS) — La Comisión de Investigación oficial de Rusia, que actualmente rastrea las operaciones entre bastidores involucradas en el atentado terrorista del 22 de marzo en la sala de conciertos Crocus a las afueras de Moscú, informó ayer que han "establecido que los fondos, que fluyen a través de organizaciones comerciales, incluido el conglomerado de petróleo y gas Burisma Holdings, que opera en Ucrania, se han utilizado en los últimos años para llevar a cabo ataques terroristas en Rusia”. Así lo explicó la portavoz de la comisión, Svetlana Petrenko. Añadió que los investigadores están estableciendo las conexiones entre los terroristas y "comisarios, organizadores y patrocinadores extranjeros". Otros atentados de este tipo que se están estudiando son la explosión de los gasoductos Nord Stream el 26 de septiembre de 2022 y el asesinato de personalidades públicas en Rusia. 

La cadena rusa de noticias RT informó que "la Fiscalía General de Rusia también ha dicho que seguirá las pruebas que conducen a 'personas y estructuras situadas en Estados Unidos, Alemania, Francia y Chipre'". 

Esto provocó el inmediato descargo del consejero de Seguridad Nacional de EU, Jake Sullivan, quien declaró ayer a los periodistas: "No tiene sentido. Rusia sabe que fue el ISIS quien cometió el atentado en Moscú, nosotros sabemos que fue el ISIS quien cometió el atentado en Moscú; advertimos a Rusia de un inminente atentado terrorista en Moscú, y todo lo demás es ruido”.