13 de abril de 2024 (EIRNS) — En tanto que se desenvuelve en Europa el efecto devastador de la política monetaria deflacionista y los altos precios de la energía, el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) se reunió el 11 de abril y decidió mantener las tasas de interés sin cambios. La tasa de interés de las operaciones principales de refinanciación, y las tasas de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito (mecanismos utilizados por el BCE para dar dinero a los bancos) se mantendrán sin cambios en el 4,50%, 4,75% y 4,00%, respectivamente. Sin embargo, la presidente del BCE, Christine Lagarde, declaró que, aunque una minoría quería bajar las tasas de interés, aceptaban la opinión mayoritaria de esperar hasta junio, siempre que la inflación se mantenga bajo control. (En realidad, las señales de los mercados de materias primas, donde los precios siguen subiendo, sugieren que esto podría no ser así para junio). 

Mientras tanto, debido a las elevadas tasas de interés y a la inflación, el mercado inmobiliario alemán ha bajado un 19% en el primer trimestre de 2024, en donde el sector inmobiliario comercial se ha comportado peor que el de la vivienda, según un comunicado de prensa del 8 de abril de la empresa inmobiliaria especializada Jones Lang LaSalle (JLL). En una ciudad como Fráncfort, centro financiero de Alemania, los grandes inversionistas apenas han comprado oficinas o locales comerciales en lo que va del año. De enero a marzo, sólo hubo ocho transacciones, la cifra más baja en 14 años. Los inversionistas internacionales han desaparecido. 

Según JLL, el volumen total de inversiones en Fráncfort ascendió a unos 120 millones de euros en el primer trimestre, alrededor de un 65% menos que en el mismo periodo de 2023 (340 millones de euros). El año pasado ya se había producido un desplome, hasta situarse en torno a los 1.500 millones de euros de facturación, en contraste con los 5.200 millones de 2022. 

En el frente de las manufacturas, la empresa siderúrgica e ingeniería industrial Thyssen-Krupp anunció que eliminará progresivamente el 15% de su capacidad actual, de 11,5 millones de toneladas, y se orientará hacia los 9.000-9.500 millones de toneladas en el futuro. Aún no está claro lo que esto implica para los 13.000 puestos de trabajo de la principal planta de producción de la empresa en Duisburgo, pero sin duda podrían desaparecer unos 2.000 empleos.