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Cumbre EU-Japón-Filipinas: Prepárense para derrotar a China

16 de abril de 2024 (EIRNS) — Mientras que Estados Unidos con la OTAN sigue empujando a los ucranianos a continuar la guerra que ya han perdido contra Rusia, con la intención de causar el mayor daño posible a Rusia a pesar de las enormes pérdidas sufridas por Ucrania y los ciudadanos ucranianos, la mentalidad bélica de la OTAN se dirige ahora a repetir el proceso en Asia. La cumbre que se llevó a cabo esta semana entre el Primer ministro de Japón, Kishida Fumio, el Presidente Joe Biden y el Presidente de Filipinas, Ferdinando Marcos, Jr. con el objetivo de crear la estructura inicial de una "OTAN asiática", estaba claramente dirigida a detener el asombroso desarrollo de China mientras se inflige el mayor daño posible a su economía, o incluso provocar otra gran guerra contra otra potencia nuclear. 

China no se deja engañar por la palabrería de "negociaciones" y "cooperación" que acompaña al ruido de sables. El editorial principal del diario semioficial chino Global Times del sábado 13, bajo el título "La reunión anti-China, un paso más cerca de formar una mini-OTAN en Asia-Pacífico", comienza así: "Las autoridades chinas expresaron el viernes [12 de abril] su firme oposición a la cumbre de Estados Unidos, Japón y Filipinas en Washington, en la que el grupo se comprometió a reforzar los lazos militares para hacer frente a las 'amenazas de China', ignorando sus actos que vulneran la paz y la estabilidad regional. Los analistas calificaron la cumbre trilateral de ‘reunión anti-China’, que da un paso más hacia el objetivo estadounidense de formar una mini-OTAN en Asia-Pacífico. Sin embargo, con la disparidad de cálculos entre los aliados de Estados Unidos y la capacidad suficiente de China, el ‘férreo’ compromiso de la alianza no parece tan sólido como la determinación de China de salvaguardar la soberanía y la estabilidad regional". 

China emitió quejas oficiales a los tres gobiernos. El Global Times informó de boca de un analista: "Desde la perspectiva de sus objetivos estratégicos, Estados Unidos no quiere ver una Asia unida. A falta de su propia fuerza, el gobierno de Biden ha tratado de movilizar a los países con poder marítimo en Asia, como Japón, Corea del Sur y Filipinas, para contener a los países con poder terrestre, como China y Rusia, lo que sirve a su objetivo de ser la potencia dominante en el juego del poder marítimo en la región Asia-Pacífico. Bajo el manto de la moralidad, provocar conflictos fuera de su territorio para mantener la hegemonía de Washington, es un importante entorno exterior para que las élites políticas estadounidenses duerman bien por las noches". 

La declaración oficial de la cumbre trilateral no oculta la intención: Según una declaración conjunta difundida por la Casa Blanca, los tres países expresaron su "grave preocupación" por las acciones de China para salvaguardar su soberanía, que califican de "comportamiento peligroso y agresivo" en el Mar de China Meridional, y por los "intentos de cambiar unilateralmente el statu quo por la fuerza o la coerción en el Mar de China Oriental”. 

Tampoco se oculta el objetivo de formar una OTAN asiática más amplia. Se está debatiendo la posibilidad de que Japón se una a AUKUS, el pacto militar entre Australia, el Reino Unido y EU; la agencia japonesa de noticias Kyodo News informó el 31 de marzo que Estados Unidos está haciendo preparativos para mantener conversaciones trilaterales con líderes japoneses y surcoreanos en julio, cuando se celebre la cumbre de la OTAN en Washington. 

Estados Unidos trató de encubrir la intención militar anunciando su intención de "desarrollar el Corredor Económico de Luzón como el último corredor económico de la Asociación para la Infraestructura e Inversión Global (PGI, por sus siglas en inglés) del G7 y el primero en la región Indo-Pacífica", un plan de infraestructuras aún sin definir para la región de la gran Manila, descrito únicamente como "inversiones coordinadas en proyectos de infraestructuras de alto impacto, como ferrocarriles; modernización de puertos; cadenas de suministro de energías limpias y semiconductores; y agroindustria para seguir conectando e impulsando el crecimiento económico en cada centro” (una burda maniobra para emular la Iniciativa de la Franja y la Ruta, pero sin ningún contenido aparte de la retórica publicitaria). 

El ex Presidente de Filipinas Rodrigo Duterte, en una entrevista con el Global Times publicada el 12 de abril, señaló que uno de los aspectos de la capitulación de Marcos ante las exigencias de Estados Unidos fue la cancelación virtual de los proyectos de la Franja y la Ruta que estaban en marcha para Filipinas. En cuanto a la Asociación del G7 para la Infraestructura Global, como dice el refrán, esperemos a ver "que se le vea el queso  a la tostada”.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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