16 de abril de 2024 (EIRNS) — La gran interrogante, al menos públicamente, es si Israel tomará represalias por el ataque iraní del sábado 13 de abril por la noche con drones y misiles. Se rumorea que Israel sí tomará represalias, la única pregunta es cómo, con quién y cuándo. El gobierno de Biden ha señalado hasta ahora que no respaldará una represalia israelí contra Irán. 

En un comentario publicado el domingo 14 en el semanario de la City de Londres, The Economist, argumenta que la forma de evitar un ataque de represalia israelí es que Estados Unidos encabece una coalición internacional para enfrentarse a Irán, tomando como modelo de cómo hacerlo, la Guerra del Golfo de 1991. En esa guerra, en resumen, el Presidente de Iraq, Saddam Hussein, calculó que, si Israel entraba en la guerra, se rompería la coalición árabe que estaba formada, en alianza con Estados Unidos y Gran Bretaña, contra Iraq. Saddam Hussein intentó provocar una respuesta israelí disparando misiles Scud contra Israel, pero Estados Unidos logró contener al entonces Primer Ministro de Israel, Yitzhak Shamir. 

The Economist reconoce que el Irán de 2024 no es el Iraq de 1991. No obstante, alegan: "Cuando se trata de atacar a Irán, Israel dispone de los aviones y buques cisterna de reabastecimiento necesarios, por no hablar de aviones no tripulados, misiles y submarinos. Pero cuanta más ayuda reciba de Estados Unidos, más poderoso será el golpe que pueda asestar". La lunática lección que el portavoz de la City londinense pretende sacar de 1991 es la siguiente: "cuanto más se vea a las potencias exteriores enfrentarse a los enemigos de Israel, más probable será que el propio Israel actúe con moderación". Como señaló Lyndon LaRouche en 1978, con relación al inicio de la Primera y la Segunda Guerras Mundiales, "los británicos, en su infinita sabiduría, calcularon mal”.