19 de abril de 2024 (EIRNS) — El periodista estadounidense de The Intercept, Ken Klippenstein, publicó el texto de dos cables diplomáticos estadounidenses que muestran los esfuerzos de Washington para impedir que las naciones del Consejo de Seguridad de la ONU voten a favor de admitir a Palestina como Estado miembro de las Naciones Unidas. (Aunque por lo visto no fueron muy eficaces). 

El cable enviado directamente por el Secretario de Estado Antony Blinken está lleno de argumentos detallados para oponerse a la membresía de la ONU. 

Incluyen una reiteración de que "la paz sostenible en la región sólo puede lograrse mediante una solución de dos Estados", pero insisten en que esto sólo puede ocurrir "en el contexto de un acuerdo de normalización entre Israel y sus vecinos." Un voto a favor de admitir a "Palestina" (comillas en el original) sólo "pondría en peligro los esfuerzos de normalización y distanciaría aún más a las partes". 

Luego de ofrecer algunas zanahoras podridas ("Somos muy buenos en diplomacia y conseguiremos que las cosas salgan bien sin la intromisión de la ONU") vienen los palos: "Hemos advertido al presidente Abbas que la acción en la ONU en pos del estatus de Estado miembro palestino podría desencadenar otras consecuencias. Entre ellas: vulnerar la capacidad de Estados Unidos para fomentar el apoyo financiero internacional al nuevo gobierno palestino”. Y hay más amenazas semejantes con repercusiones financieras. 

Estados Unidos también amenazó con montar una rabieta si no se sale con la suya en la ONU, lo que "haría más difícil para Estados Unidos continuar con nuestro sólido compromiso actual con la ONU". No sólo se amenaza con retirar el financiamiento a la Autoridad Palestina, ¡sino también con poner fin a todo financiamiento a la misma ONU! 

El hecho de que, aparte del veto de Estados Unidos, los únicos votos no positivos fueran las abstenciones del Reino Unido y Suiza, demuestra lo inútiles que son las narrativas para dar “línea” cuando la realidad tiene tanta fuerza.