19 de abril de 2024 (EIRNS) — A menos que se aborde la contradicción fundamental que se manifiesta en conflictos como el de la OTAN y Rusia o la matanza de Gaza, es imposible una paz duradera. Una pequeña "buena noticia" puede aparecer de un día para otro, y puede representar un punto de apoyo para cambiar el rumbo general de la historia, pero la situación es fundamentalmente de peligro creciente. 

Aunque la votación del Consejo de Seguridad sobre el ingreso de Palestina en las Naciones Unidas fracasó sin sorpresa (debido al veto de Estados Unidos), el hecho de que doce naciones votaran a favor de la resolución a pesar de la enorme presión de Estados Unidos refleja el potencial de un cambio fundamental en el mundo. Rusia anunció que los doce votos a favor (el Reino Unido y Suiza se abstuvieron) representaban un nivel histórico de apoyo mundial al pueblo palestino, pero advirtió de que el veto estadounidense aumenta el riesgo de guerra. Brasil planteó la cuestión del desarrollo económico como pilar necesario de una paz duradera. Mientras tanto, Israel denigró descaradamente al Consejo de Seguridad calificándolo de "consejo terrorista" y dio las gracias al Presidente de Estados Unidos Joe Biden por reconocer la "verdad". 

Israel sigue planeando su respuesta a la respuesta de Irán al bombardeo israelí de la instalación diplomática iraní en Damasco. Irán ha advertido de que si Israel ataca las instalaciones nucleares iraníes, las propias instalaciones nucleares israelíes serán entonces blanco directo de sus ataques. El curso preferido de Israel, la escalada para evitar política y emocionalmente enfrentarse a su estrepitoso fracaso militar y moral en sus seis meses (y sigue) de guerra, lleva al mundo al borde del abismo, que levanta el espectro de un conflicto regional más amplio que podría incluso ver el despliegue de las no declaradas, pero muy reales armas nucleares de Israel. 

Es de esperar que no se llegue a eso. Pero, ¿se puede confiar en que Netanyahu responda con cordura? ¿Puede Joe Biden, o quienquiera que dirija la política estadounidense, responder con cordura? 

Un paso necesario para alcanzar la madurez política consiste en darse cuenta de que, en los más altos niveles de liderazgo del extenso mundo transatlántico, simplemente no hay adultos en la sala. 

El hecho de que nos estemos ahogando en un marasmo de "líderes equivocados" como Joe Biden, Mike Johnson, Ursula von der Leyen, Olaf Scholz y David Cameron, se debe al fracaso de los propios ciudadanos a la hora de asumir la responsabilidad de elaborar -y hacer realidad- una visión de los próximos cincuenta años de vida en este planeta y más allá. ¿Cuánta energía mental se ha malgastado en cuestiones secundarias insignificantes e irrelevantes, mientras que las economías de los países de la OTAN se han vuelto más bursatlizadas, más ecológicas y menos productivas? ¿Cómo se han utilizado cuestiones sociales de segundo orden para dividir a la gente y ocupar nuestros pensamientos mientras la promesa de la caída de la Unión Soviética se perdía en los esfuerzos por mantener la hegemonía anglo-estadounidense, incluso a costa de una guerra nuclear? 

Frente a esta tendencia a pensar con estrechez de miras, el movimiento LaRouche se ha mantenido centrado en los conceptos más necesarios, fueran o no reconocidos siquiera como temas del momento. Hoy, el concepto de Puente Terrestre Mundial que promueve el Instituto Schiller ya se está haciendo realidad. Hoy, la perspectiva del Plan Oasis promovido por Lyndon LaRouche hace medio siglo muestra el camino a seguir para Oriente Medio. Hoy en día, el énfasis del movimiento LaRouche en el imperio financiero angloamericano moderno como motor del conflicto, incluido el establecimiento del escenario para los interminables combates en Oriente Medio, debe encontrar una mayor comprensión en la comunidad mundial. El colapsado sistema financiero transatlántico es el principal motor del conflicto. ¿Se reorganizará? Y ¿sobre qué base? 

Hoy, los candidatos de LaRouche Diane Sare y José Vega están trabajando con equipos de voluntarios para recoger firmas que les permitan, a ellos y a estas ideas, figurar en la papeleta electoral en Estados Unidos. 

¿Vas a asumir la responsabilidad por el futuro? ¿Serás el adulto que falta en la sala?