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Nadie gana un juego suicida nuclear: debe ganar la humanidad, no la brutalidad

28 de mayo de 2024 (EIRNS) — Los ataques temerarios e insensatos contra los sistemas de alerta de misiles de las fuerzas estratégicas rusas ponen en riesgo la destrucción de la vida humana en el mundo entero. La política de Rusia sobre el uso de armas nucleares incluye como una de las condiciones, un "ataque del adversario contra sitios críticos gubernamentales o militares de la Federación Rusa, cuya interrupción vulneraría las acciones de respuesta de las fuerzas nucleares” (énfasis nuestro). Atacar el sistema diseñado para avisar del lanzamiento de misiles nucleares es una locura; ahora podría darse la circunstancia de que las fuerzas estratégicas rusas percibieran un ataque nuclear y tuvieran un margen de tiempo extremadamente corto para decidir no lanzar el contraataque inherente a la disuasión nuclear. 

La agencia de "inteligencia" militar ucraniana se ha atribuido el intento de ataque a otra instalación de radar, a 1.800 km de profundidad dentro de Rusia, cerca de Kazajstán. ¿A los intereses de quién sirven? Desde luego no al pueblo de Ucrania, que vive bajo los caprichos del Zelenski cuyo mandato presidencial ya expiró. ¿Le preocupa que los horrores que se están infligiendo a Rafah distraigan la atención de su conflicto perdido y sin esperanza? 

¿Comprenden lo que está de por medio quienes juegan a ver quién lanza primero un ataque nuclear suicida? 

Las respuestas del embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoly Antonov, a las preguntas de Newsweek del 5 de mayo de 2022 ofrecen una respuesta todavía pertinente: 

"Es evidente que la actual generación de políticos de la OTAN no se toma en serio la amenaza nuclear. A este respecto, me gustaría citar a los líderes soviéticos y estadounidenses que pasaron por la Segunda Guerra Mundial y supieron por experiencia personal lo que es la sangre y el tormento de millones de personas. 

"El cuaderno del mariscal Rodion Malinovsky, [que fue] ministro de Defensa de la U.R.S.S. (1957-1967), dice: Necesitamos urgentemente intelectuales militares. No sólo oficiales altamente educados, sino personas que dominen la cultura avanzada del corazón y el espíritu, una perspectiva humanista. El arma moderna de tal poder destructivo no puede confiarse a una persona hábil que sólo tenga un puño firme. Para empuñarla se necesita una cabeza clara capaz de prever las consecuencias, así como un corazón sensato, es decir, un poderoso instinto moral". 

"Por su parte, John F. Kennedy, entonces Presidente de Estados Unidos, tras la crisis del Caribe comentó sobre las relaciones con la U.R.S.S.: 'Si no podemos poner fin ahora a nuestras diferencias, al menos podemos contribuir a que el mundo sea seguro para la diversidad. Porque, a fin de cuentas, nuestro vínculo común más básico es que todos habitamos este pequeño planeta. Todos respiramos el mismo aire. Todos queremos el futuro de nuestros hijos. Y todos somos mortales". 

Los esfuerzos de esta publicación por dar a conocer ampliamente el peligro existencial del momento actual, a través del comunicado de prensa "El ataque ucraniano a un radar ruso de alerta temprana amenaza con desencadenar una guerra mundial nuclear" deben amplificarse internacionalmente, y debe asumirse un nuevo paradigma para el mundo, antes de que se acabe el tiempo. Helga Zepp-LaRouche tuvo la oportunidad de expresar tal visión en su entrevista en Global Times publicada el 22 de mayo.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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