29 de mayo de 2024 (EIRNS) — El Parlamento de Georgia anuló ayer decisivamente el veto del 18 de mayo de la Presidente de Georgia, Salome Zourabichvili, y restableció la Ley de Transparencia de la Influencia Extranjera, que exige que cualquier ONG u organización de medios de comunicación que reciba un mínimo del 20% de su financiamiento de fuentes extranjeras, se registre como "organización que vela por los intereses de una potencia extranjera". La Presidente tiene ahora cinco días para refrendar el proyecto de ley. Si no lo hace, el presidente del Parlamento podrá promulgarlo como ley. 

Los edios noticiosos extranjeros, desde la BBC de Londres y Reuters hasta el New York Times, informaron siguiendo el ritual (otro término para “mentir”) de que alrededor del 80% de los 3,7 millones de georgianos se oponen a la ley. Muestran a manifestantes frente al Parlamento enfrentándose a la policía (como lo hicieron en 2013 en la Plaza Maidan, antes del golpe de febrero de 2014). Pero cuando se trató de la votación, 84 de los 150 parlamentarios votaron por la promulgación de la ley, y solo 4 parlamentarios que “velan por los intereses de potencias extranjeras” votaron por sostener el veto. Los demás diputados se abstuvieron o no estuvieron presentes. Así pues, sólo el 2% de los diputados georgianos votaron a favor de mantener el veto. 

Esto no detendrá las operaciones de la “revolución de color” de la Unión Europea y la OTAN, que están aumentando sus esfuerzos para derrocar a este y otros gobiernos, como el de esta nación del Cáucaso meridional fronteriza con Rusia, que los angloestadounidenses habían tratado de incorporar a la Unión Europea y la OTAN, como hicieron con el golpe neonazi del 2014 en Ucrania.