29 de mayo de 2024 (EIRNS) — La Asamblea Parlamentaria de la OTAN concluyó ayer una sesión de tres días con una declaración que ratifica lo dicho por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a favor de un enfrentamiento nuclear con Rusia. Además del llamado a los miembros de la OTAN "para que afirmen claramente que su objetivo estratégico es la victoria de Ucrania" y de que envíen con urgencia más y más armas, cada vez más pronto, el punto central fue que los miembros levanten las restricciones sobre el uso de armamento para que puedan ser utilizadas para golpear más profundamente dentro de Rusia. 

Se trata de un juego tonto y peligroso, ya que en el mundo real, Occidente no puede movilizarse para producir el armamento necesario sobre el terreno y Ucrania no tiene el personal necesario para utilizar esas armas si estuvieran disponibles. Ahora se juega con drones, misiles de largo alcance y F-16 con capacidad nuclear, como parte del juego de “quién se raja primero a lanzar un ataque nuclear”. 

El Presidente de Rusia, Vladimir Putin respondió ayer, dejando claro que no se deja engañar a la ligera. En primer lugar, recordó una época en la que trabajó con Stoltenberg y "no padecía ninguna demencia. Si habla de la posibilidad de lanzar ataques contra territorio ruso con armas de largo alcance de alta precisión", sólo un tonto no sabría que esos ataques los llevan a cabo especialistas altamente cualificados" con "herramientas de inteligencia basadas en el espacio" que participan en el desarrollo de tales sistemas. "Pero esta tarea no está siendo preparada por militares ucranianos, sino por representantes de países de la OTAN. Así que estos representantes de países de la OTAN, especialmente en Europa... deberían ser conscientes de con qué están jugando". Putin piensa que es la OTAN contra la que están peleando. ¿Qué probabilidades hay de que la astucia geopolítica le atrape en el "juego" de los enfrentamientos nucleares y las fanfarronadas? 

La movilización iniciada tres días antes por la fundadora y dirigente del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche —cuando salieron a la luz los informes del intento de cegar los sistemas rusos de radar de alerta temprana— ha hecho sonar la alarma y está cobrando fuerza. Como explicó ayer en la televisión por satélite Loveworld News 24 emitida desde Sudáfrica): "Así que lo que hicimos, con el Instituto Schiller, fue decir inmediatamente, vamos a verificar esto, porque es de una naturaleza tan increíblemente importante, que tenemos que contar con expertos militares. Entrevistamos a unos 7 u 8 expertos militares, entre ellos, los mejores expertos de Occidente, como Ted Postol, que es probablemente el experto en el campo de la tecnología nuclear y los cohetes, y varios otros de Francia, de Alemania, y todos confirmaron que se trata de un paso adelante extremadamente peligroso hacia la Tercera Guerra Mundial. Y publicamos este comunicado para advertir al mundo de que es así". 

Alemania e Italia dieron a Stoltenberg un rápido "de ninguna manera". El Ministro de Asuntos Exteriores de Hungría advirtió de que la locura que promueve Stoltenberg (a instancias de quién sabe quién) conduce a una tragedia indecible. Cada vez más gobiernos del mundo se horrorizan ante el Estado cliente de Estados Unidos, Israel, que asesina palestinos con un temerario desprecio por la vida humana. Alemania también ha anunciado que detendrá a Netanyahu si se aprueba la orden de detención del Tribunal Penal Internacional (TPI). El vecino del norte de EU, Canadá, pidió el fin inmediato del asalto israelí. Ni siquiera una mención a la liberación de los rehenes, sólo la necesidad inmediata de poner fin al horror de una vez por todas. El vecino del sur, México, anunció su solicitud de unirse a la demanda de Sudáfrica en la Corte Internacional de Justicia, acusando a Israel de genocidio. España, Noruega e Irlanda han reconocido hoy oficialmente a Palestina. Eslovenia tenía previsto sumarse a la iniciativa española, pero anunció su intención de reconocer a Palestina dentro de unos días. 

Y dos de los países más grandes del mundo, Brasil y China, ambos miembros fundadores del BRICS, han ofrecido una vía para salir del infierno nuclear, pidiendo a otras naciones que respalden su programa de paz de 6 puntos para detener las hostilidades entre Rusia y Ucrania. La propuesta se hizo pública tras las conversaciones "en profundidad" entre Wang Yi, ministro de Asuntos Exteriores de China, y Celso Amorim, asesor del Presidente de Brasil, en Pekín el 23 de mayo, en la conferencia titulada "Entendimientos comunes entre China y Brasil sobre la solución política de la crisis de Ucrania". 

El último de los seis puntos puede sorprender a algunos: "Debe oponerse a dividir el mundo en grupos políticos o económicos aislados. Las dos partes piden esfuerzos para mejorar la cooperación internacional en materia de energía, moneda, finanzas, comercio, seguridad alimentaria y seguridad de la infraestructura crítica, como los oleoductos y gasoductos, los cables ópticos submarinos, las instalaciones eléctricas y energéticas y las redes de fibra óptica, con el fin de proteger la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro mundiales”. 

Esa iniciativa, sumada al bien desarrollado Plan Oasis de LaRouche, representa el camino de un optimismo sólido y fundamentado, un camino para salir del infierno de la confrontación termonuclear. En lugar de pensar lo impensable, es hora de razonar, y hacer posible lo razonable.