2 de junio de 2024 (EIRNS) — La reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN, del viernes 31 de mayo, fue como una competencia para ver qué gorila se golpea más duro el pecho para amenazar a Rusia y China. Los líderes occidentales, tras descubrir de repente que sus elocuentes discursos sobre la inminente victoria de Ucrania no están haciendo nada para ganar la guerra, se encuentran ahora en una lucha desesperada por salvar a un ejército ucraniano al borde de la derrota. 

El Secretario de Estado de Estados Unidos, Tony Blinken, anunció que "tomaremos medidas concretas para acercar a Ucrania a la OTAN y asegurarnos de que haya un puente hacia la adhesión, un puente que sea fuerte y esté bien iluminado". Por su parte, el secretario general de la OTAN, Stoltenberg, exhortó a los miembros a aguantar la carga a más largo plazo: "Debemos mantener al menos este nivel de apoyo al año, durante el tiempo que sea necesario". 

Luego, los nuevos miembros de la OTAN Finlandia y Noruega salieron con que también ellos van a permitir los ataques ucranianos en territorio ruso. Y para no quedar atrás ni mucho menos, el ministro de Asuntos Exteriores de Lituania llegó a decir que Ucrania tiene derecho a atacar Bielorrusia, si se encuentran allí posiciones militares rusas. 

EIR documentó la semana pasada que estas acciones flagrantes, si continúan, están llevando al mundo directo al precipicio de una Tercera Guerra Mundial nuclear. El Presidente de Rusia, Vladimir Putin explicó la semana pasada cómo todos estos misiles occidentales de largo alcance que está utilizando Ucrania, así como la mayoría de los drones, requieren infraestructura de satélites y técnicos occidentales para operarlos, por lo que la barrera entre Ucrania y sus controladores occidentales se está volviendo inexistente. Como dijo un antiguo analista del Pentágono y teniente coronel de la Fuerza Aérea estadounidense: "Es chocante y aterrador. Creo que ya está claro que Estados Unidos está luchando contra Rusia por medio de Ucrania en Ucrania. Si se vuelve nuclear, el mundo entero se convierte en un objetivo legítimo". 

Mientras tanto, los síntomas de un imperio moribundo pueden verse en el horror que se desenvuelve en Gaza, y en la absurda e irritante e  respuesta qu le han dado los líderes del mentado orden basado en reglas. Un día después de que Israel introdujera sus carros de combate en Rafah, la última "zona segura" para los civiles palestinos (cruzando literalmente todas las supuestas “líneas rojas” trazadas por el gobierno de Biden) el Presidente Biden anunció un irrisorio "plan de paz" que sólo garantiza la perpetuación del conflicto en la región. El plan de Biden no sólo no deja ninguna opción para un Estado palestino, sino que se enmarca en el contexto de que la región debe unirse contra su supuesto enemigo común, Irán, ¡para librar la próxima guerra! 

En este contexto, la atención de población estadounidense se la roba el circo de obscenidades en torno a la condena del ex Presidente Trump (por pagar a una prostituta con la cuenta de banco equivocada) que además ha dejado perfectamente claro a los estadounidenses y a los ciudadanos de todo el mundo cómo trata el "Occidente democrático" a sus propios oponentes, y no porque Trump representa una alternativa, que no es el caso, pues Trump representa simplemente la “otra cara” de la misma moneda imperialista. Pero entonces, ¿quién se dejaría sermonear por una nación paria como esta? ¿Qué clase de peligro supondría que el mundo estuviera "dirigido" por una amenaza tan irracional? Después de este juicio que incluso los expertos anti Trump admiten que fue una manipulación sin precedentes de la jerga legal, Estados Unidos queda todavía más lejos del por sí proceso unipartidista antidemocrático controlado por el complejo financiero militar dominante. 

En contraste con esto, la posibilidad de una apertura democrática se manifestó en la conversación entre el ex inspector de armas de la ONU Scott Ritter y la candidata independiente de LaRouche al Senado de Estados Unidos por Nueva York, Diane Sare. Ritter contó una anécdota sobre cómo solían invitarle a clubes de la élite política dominante, a puerta cerrada llenos de viejos mohosos y malolientes con puros, hablando de lo importantes que eran. Pero algo está cambiando en el país y fuera de él, y estos clubes están desapareciendo. El mundo está asistiendo a la desaparición de todo tipo de "clubes" exclusivos del viejo sistema, ya sean los medios de comunicación heredados, los grupos de planificación, el mundo académico, etc. Y al mismo tiempo, están naciendo nuevos centros de influencia, como el BRICS, con un interés genuino en el bien común de sus pueblos, y eso no se puede detener. 

"Esta es una revolución justa y está funcionando", dijo Ritter. Sare necesitaba 45.000 firmas válidas de votantes neoyorquinos para obtener el estatus en la boleta electoral para su campaña al Senado de Estados Unidos, y sus voluntarios recogieron 70.000. Vale la pena el esfuerzo. Los imbéciles del club pueden ponerlo difícil, pero se están volviendo irrelevantes. 

En estos momentos críticos de la humanidad, es urgente que la población despierte para hacer que Occidente cambie de rumbo, y se oriente en la cooperación el Sur Global para emprender un desarrollo común, y evitar el abismo de una guerra catastrófica. Es urgente crear una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo-, y podría iniciarse convocando una conferencia internacional de paz que parta de la intención de tener en cuenta los intereses de todas las naciones. Es una opción mucho mejor que la guerra global.