5 de junio de 2024 (EIRNS) — Tanto el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, como el jefe del Estado Mayor de la Defensa de Gran Bretaña, almirante sir Tony Radakin, están jugando un juego engañoso y muy peligroso al desestimar la dura advertencia del Presidente de Rusia, Vladimir Putin, de que la continuación de las actividades de la OTAN, y Gran Bretaña, como el ataque al sistema de radar de alerta temprana de Rusia en Armavir, Orsk y otros lugares, con la excusa de permitir que Ucrania ataque territorio ruso, conducirá a una guerra nuclear. 

De hecho, la descalificación de la advertencia de Putin como de "nada nuevo" es casi tan peligrosa como los ataques militares de la OTAN, Gran Bretaña y Estados Unidos, ya que impide a la población de las naciones occidentales saber lo cerca que están del Armagedón nuclear y tomar medidas para detenerlo. 

En un comentario que hizo al margen de la reunión de Ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN, que se llevó a cabo el 31 de mayo en Praga, Checoslovaquia, Stoltenberg dijo: "Esto no es nada nuevo. Desde hace mucho tiempo, cada vez que los aliados de la OTAN prestan apoyo a Ucrania, el Presidente Putin intenta amenazarnos para que no lo hagamos". Y añadió: "Y una escalada... bueno, Rusia ha escalado al invadir otro país". 

El almirante Tony Radakin le dijo a la cadena de noticias Sky News el 3 de junio: "El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, no quiere una guerra con la OTAN. Putin no quiere una guerra nuclear. Y tenemos una enorme superioridad debido a la fuerza de la OTAN". En lo que constituye una cínica distorsión de la historia, Radakin dijo: "Tenemos que cuidarnos mucho de distinguir entre las amenazas realmente graves y profundas de finales de la década de 1930 y cómo luego entramos en una guerra mundial, y no utilizar un lenguaje suelto de que estamos, ahora, de alguna manera en la cúspide de una guerra mundial". Con la típica mentira británica con una mueca rígida, Radakin agregó: "el mundo se ha vuelto un poco más peligroso. Pero debemos estar tranquilos por todo lo que tenemos preparado". 

El empeño de la OTAN, Gran Bretaña y Estados Unidos en contar cuentos chinos de que, hagan lo que hagan, la guerra no va a estallar -olvídense de lo que diga Putin, es una estrategia de guerra en sí misma.