10 de junio de 2024 (EIRNS) — La reunión de la Comisión de Coordinación y Cooperación de Alto Nivel China-Brasil (COSBAN), que se llevó a cabo en Pekín los días 5 y 6 de junio, logró justo lo que decía ese titular del informe de la Presidencia de Brasil sobre la reunión. El vicepresidente brasileño Geraldo Alckmin llevó consigo a Pekín una delegación de otros seis ministros del gabinete y 200 empresarios brasileños, que tuvieron numerosas reuniones con sus homólogos chinos. Funcionarios de ambas naciones subrayaron que la asociación estratégica que se ha desarrollado entre ellas a lo largo de sus 50 años de relaciones es buena para ellas, y también para el resto del mundo. 

"En un momento de gran inestabilidad internacional, de conflictos armados en diversas regiones del planeta, las relaciones entre Brasil y China se caracterizan por la previsibilidad y la estabilidad", afirmó Alckmin en la apertura de la sesión plenaria de la COSBAN. El vicepresidente de China Han Zheng, que copreside la COSBAN, coincidió en que las turbulencias en las relaciones mundiales hacen imperativo "poner energía en traer paz y desarrollo al mundo". En el saludo que transmitió el Presidente Xi Jinping a Alckmin antes de su reunión del 7 de junio, señaló que la coordinación entre China y Brasil en el ámbito internacional había "salvaguardado eficazmente los intereses comunes de todos los países en desarrollo". 

La profundización de la cooperación económica fue el tema principal de las diversas reuniones que tuvieron Alckmin y los ministros de Planificación, Agricultura, Desarrollo Social, Emprendimiento y Desarrollo Agrario y de la Oficina de la Presidencia que le acompañaron a Pekín. Alckmin dijo al Presidente Xi Jinping que, al sacar a cientos de millones de personas de la pobreza, "China es una inspiración para nosotros". Brasil está especialmente interesado en la inversión china en los programas de reindustrialización y desarrollo de infraestructuras de Brasil. 

La mayor noticia del viaje, en opinión de EIR, no son los acuerdos comerciales, de inversión y de préstamos firmados, sino el anuncio de que la construcción de un ferrocarril transcontinental vuelve a estar en la agenda de Brasil. Rui Costa, Jefe de Gabinete de la Oficina de la Presidencia, declaró al diario chino Global Times en una entrevista exclusiva el 5 de junio que "Brasil está impulsando la construcción de un ferrocarril transnacional que uniría los océanos Pacífico y Atlántico a través de Sudamérica..... Damos la bienvenida a más empresas chinas para que participen. Facilitará el comercio entre Brasil y China, así como con Asia, al reducir el tiempo de transporte". 

Este proyecto es el gran cambio necesario para impulsar el desarrollo del continente sudamericano. Los gobiernos de Brasil, Perú y China habían firmado un acuerdo en 2015 para construir ese ferrocarril "bioceánico", pero los intereses financieros angloamericanos lo bloquearon con su golpe de facto contra la entonces Presidente Dilma Rousseff. Pero el mundo ha cambiado. Rousseff dirige ahora el Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS, el Presidente Lula da Silva ha vuelto al poder y el gobierno y los intereses empresariales de Perú consideran que un ferrocarril transcontinental es el siguiente paso necesario tras la apertura del complejo portuario y logístico de Chancay, Perú, que está construyendo la naviera china Cosco Shipping.