11 de junio de 2024 (EIRNS) — En las elecciones al Parlamento Europeo ganó el voto antibelicista, aunque no lo suficiente como para revertir las políticas de la Unión Europea (UE) a corto plazo. Ha provocado un terremoto político en Francia y Alemania, el eje conductor de la Unión Europea. Este terremoto, sin embargo, no se extenderá al Parlamento Europeo, donde, a pesar de sus pérdidas, la "gran coalición" favorable a la guerra, compuesta por el Partido Popular Europeo, los Liberales y los Grupos Socialistas, sigue teniendo mayoría. A nivel nacional, sin embargo, donde tanto el partido de Macron, como el gobierno alemán de coalición "semáforo" fueron aplastados, el resultado muestra un fuerte apoyo a los opositores a la guerra. 

El partido de Macron obtuvo sólo la mitad de votos que su rival directo, el derechista Rassemblement National (Agrupación Nacional) de Marine Le Pen, con un 6% frente a un 32%. Macron ha convocado elecciones anticipadas en Francia, con la esperanza de repetir el truco habitual de llegar a la segunda vuelta, donde esperaría reunir el voto contra el RN. Pero es un riesgo, porque su candidato podría ser derrotado en la primera vuelta. 

En Alemania, la coalición gubernamental perdió masivamente, y ahora está en el 31%; la Alternativa para Alemania (AfD) es ahora el segundo partido más grande del país, y el más grande en los cinco estados de Alemania del Este; y el nuevo Bündnis Sahra Wagenknecht (BSW) el partido de Sara Wagenknecht obtuvo un buen resultado, con más del 6%. Se trata de un claro voto antibelicista. Desgraciadamente, el fuerte voto a favor de la Democracia Cristiana, CDU/CSU (30%), demuestra que los medios noticiosos siguen lavando el cerebro a una gran parte de los votantes. 

El resultado italiano, en el que la coalición gubernamental aumentó su voto, es una singularidad que aún puede "explicarse" como un voto contra la UE, en parte. El gobierno de Meloni, de hecho, a pesar de apoyar la política de guerra de la UE y la OTAN, se ha opuesto al mentado “Acuerdo Verde” ecologista. 

La participación electoral en general fue baja, con un 51% en promedio, a pesar de que algunos picos en Alemania superaron el 60%. 

El Parlamento Europeo carece de poder real, ya que no tiene capacidad de iniciativa legislativa, sino que sólo puede votar los proyectos de la Comisión, y no puede disolverse antes de la legislatura. Una vez en vida, puede decidir sobre la composición del próximo gobernante dictatorial, la Comisión de la UE. El funcionamiento es el siguiente: el Consejo de la UE (los jefes de Estado o de gobierno) se reunirá primero y propondrá un candidato a Presidente de la Comisión. El PE votará a continuación (hasta ahora, siempre ha votado al candidato propuesto por el Consejo de la UE). Así, aunque el ganador de las elecciones, el Grupo del Partido Popular Europeo (PPE), tiene como candidata a Úrsula von der Leyen para un segundo mandato, no está garantizado que el Consejo de la UE vaya a respaldarla: El italiano Mario Draghi sigue postulándose en segundo plano. 

Esto se complica: Aunque 12 miembros del Consejo de la UE son conservadores, el mecanismo de votación exige una mayoría del 55% (15 países de 27) que represente al menos al 65% de los ciudadanos de la UE. Eso significa que Scholz y Macron (más los demás socialistas y liberales), pese a haber perdido legitimidad popular, aún tienen peso. Sin embargo, tendrán que llegar a un arreglo. Y aunque la "coalición Úrsula" tiene un margen minúsculo pero suficiente, no será suficiente, si hay el mismo porcentaje de "fuego amigo" que hace cinco años. Por último, los socialistas han expresado su malestar por la apertura de von der Leyen a las facciones de la derecha. No se descartan sorpresas.