15 de junio de 2024 (EIRNS) — Este sábado es el primero de los dos días de la conferencia internacional del Instituto Schiller, sobre el tema "El mundo al borde del abismo: ¡Necesitamos una nueva paz de Westfalia!". Con ponentes en cuatro paneles, procedentes de diez países, está diseñada no sólo para revisar la actual situación de emergencia del peligro de guerra nuclear, sino para aportar los conceptos, el coraje y la inspiración para una solución. 

El primer panel se centra en la evidente falta de liderazgo competente en Occidente, y se titula "Europa después de las elecciones europeas". Esto es patente actualmente en la Cumbre del Grupo de los Siete en Italia, donde los principales asistentes, como los “mandatarios” nominales de Francia y Alemania, son todos figuras de adorno sin ninguna representatividad ni autoridad, con la excepción parcial de la Primera ministra anfitriona, Giorgia Meloni. Sus acciones políticas de los dos últimos días reflejan por qué se les considera unos fracasados en sus países. Expresan beligerancia, amenazas y, o bien ignorancia, o bien rechazo a afrontar y cambiar cualquier crisis estratégica, económica o cultural fundamental. Peor aún, sus provocadoras acciones están llevando al mundo hacia la aniquilación nuclear, a menos que se les ponga freno. 

El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, resumió en tres puntos las medidas más orgullosas e ignominiosas del G7, con referencia particular al acuerdo de 10 años que firmó el 13 de junio con el Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, para el apoyo bélico de Estados Unidos. Biden dijo: "Hemos dado tres pasos importantes en el G7 que demuestran colectivamente a Putin que no podemos… No puede aguardar a que, no puede dividirnos, y que estaremos con Ucrania hasta que prevalezcan en esta guerra. En primer lugar, el acuerdo bilateral de seguridad que acabamos de firmar. Segundo, un acuerdo histórico para proporcionar $50.000 millones de dólares en valor de activos soberanos rusos a Ucrania. Y tercero, un acuerdo para garantizar que nuestros esfuerzos en materia de sanciones desbaraten a terceros países que estén suministrando a Rusia sus esfuerzos bélicos”. 

El jueves 13 en Bruselas, los dirigentes militares de las naciones de la OTAN se reunieron para conferenciar sobre nuevas medidas contra Rusia. Este fin de semana se realiza en Suiza una dizque conferencia de "paz", con la supuesta propuesta de paz de Zelenski, de la que Rusia fue excluida desde el principio, lo que significa que no hay base siquiera para iniciar negociaciones para alcanzar un cese al fuego y un acuerdo. 

Por encima de toda esta locura, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, dio ayer un importante discurso ante funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores, entre ellos el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, y otros dignatarios. Hizo un vigoroso repaso de los asuntos mundiales y regionales, centrándose principalmente en los antecedentes históricos y en el papel "arrogante y temerario" que ha jugado Occidente, Estados Unidos en particular, y que llevaron a Rusia a lanzar su operación militar especial (OME) en Ucrania. Analizó ampliamente la necesidad de una nueva arquitectura de seguridad global y euroasiática, explicó cómo se ha destruido Europa a sí misma por su "dependencia crítica y creciente de Estados Unidos" y los "trágicos" resultados derivados de la "diplomacia de la OTAN". 

Sin embargo, destacó por qué hay motivos para la esperanza. Informó sobre la aparición del nuevo orden mundial multilateral y de instituciones como el BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái, y otros elementos de los nuevos "cambios en todo el sistema que ciertamente inspiran optimismo y esperanza". 

El Presidente Putin presentó los términos en los que Rusia está abierta ahora mismo a las negociaciones sobre Ucrania. Pero su presentación incluyó la advertencia de que "el egocentrismo y la arrogancia de los países occidentales nos han llevado hoy a una situación muy peligrosa. Nos estamos acercando peligrosamente a un punto de no retorno". 

De este modo se pone de manifiesto la advertencia y el llamado a la acción que se hizo el 12 de junio en Washington D.C. en la conferencia de prensa de emergencia del Club Nacional de Prensa, "El peligro de guerra nuclear es real y hay que detenerlo", auspiciada por el Instituto Schiller. Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller, habló, junto a tres expertos en inteligencia militar de Estados Unidos, haciendo un llamado a los ciudadanos para que se activen inmediatamente. Intervinieron Scott Ritter, ex inspector de armamento de la ONU y ex oficial de inteligencia de la Infantería de Marina de EU; el coronel (ret.) Richard H. Black, ex jefe de la División de Derecho Penal del Ejército de EU en el Pentágono (opiniones ajenas al Departamento de Defensa o a sus organismos); y el coronel (ret.) Lawrence Wilkerson, ex jefe de gabinete del Secretario de Estado de EU Colin Powell. 

Difunde el alerta. Asiste este fin de semana a la conferencia internacional del Instituto Schiller.