23 de junio de 2024 (EIRNS) — Igor Istomin, el jefe en funciones del Departamento de Análisis Aplicado de Problemas Internacionales de la Universidad MGIMO (Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú) publicó un artículo en el sitio del Club Valdai el 19 de junio que reprodujo el 20 de junio en inglés RT, la cadena rusa de noticias. Istomin plantea de entrada: "A medida que su sustituto ucraniano se enfrenta a la derrota, el bloque liderado por Estados Unidos se vuelve cada vez más imprudente. ¿Adónde nos llevará esta arrogancia?”. 

La respuesta de Istomin es muy inquietante, pero da en el clavo. 

"La posibilidad de una guerra transeuropea está hoy más cerca que nunca desde mediados del siglo 20" responde. La mayoría de las evaluaciones "se basan en el supuesto de que Occidente, a pesar de su agresividad y arrogancia, se guía en sus políticas por un equilibrio racional de beneficios y costes basado en el equilibrio de poder existente", agrega. 

Se trata de una suposición falsa, afirma Istomin. Más bien, cuanto más fracasan sus políticas, más se involucra Occidente en un "creciente aventurerismo". Como resultado, "habiendo fracasado en sus planes de destruir la economía rusa con medidas restrictivas e infligir una derrota estratégica a Moscú a manos de Kiev, Occidente se acerca cada vez más al borde de la confrontación militar directa. Al mismo tiempo, se está volviendo cada vez más insensible a las posibles consecuencias de tal escenario. Como los jugadores de un casino, Estados Unidos y sus aliados están subiendo la apuesta con cada apuesta sucesiva... [Esto] sienta las bases para escaladas preventivas que inviertan las tendencias de confrontación desfavorables para Occidente". 

Istomin piensa que Occidente está considerando "la idea de restringir el acceso de Moscú al mar Báltico, lo que ignora la inevitable respuesta a las amenazas a Kaliningrado... Hasta ahora, los políticos occidentales no han expresado explícitamente la idea de un ataque armado contra Rusia. Por el momento, hablan de subir la apuesta con la esperanza de que Moscú no se atreva a responder... En la práctica, los miembros de la OTAN se están preparando vivamente para una confrontación militar con Moscú". 

Lo que complica las cosas, añade Istomin, es que Occidente ni siquiera está escuchando. "Rusia se enfrenta a la difícil tarea de contener la escalada en un contexto de escasa receptividad a las señales occidentales. Los intentos de transmitir la gravedad de la situación se descartan de plano o se interpretan como manifestaciones de agresividad rusa”. 

El experto ruso concluye su comentario con la advertencia de la trampa que se tiende a Rusia: "Ante semejante adoctrinamiento, existe el peligro de que nosotros mismos caigamos en una exageración similar, intentando forzar al enemigo a abandonar su línea aventurera con demostraciones de resolución aún más arriesgadas. Hasta ahora, la dirigencia rusa ha conseguido resistir estas tentaciones... En particular, esto pone en tela de juicio la validez de las sugerencias, a veces escuchadas, de ataques nucleares con fines de demostración. Es más probable que tales acciones tengan el efecto contrario al previsto por sus autores, es decir, que acerquen en vez de alejar la confrontación militar directa con la OTAN".