28 de junio de 2024 (EIRNS) — El debate presidencial de anoche en CNN puso de manifiesto la evidente realidad a la que nos enfrentamos hoy en día: El cambio necesario para la crisis existencial de hoy no va a venir de los líderes políticos de ninguno de los dos principales partidos de Estados Unidos. Elige uno que sea "mejor" si quieres, pero sólo mientras estés dispuesto a arriesgar la potencial extinción de la humanidad por tu "sabor" político preferido. La realidad es que sólo una idea nueva que desafíe las desastrosas ideologías fracasadas del mundo transatlántico actual puede tener la oportunidad de sacarnos del borde de una amenaza de guerra global. 

En Europa, el jueves 27 de junio, los halcones de la guerra redoblaron y triplicaron en la Cumbre de mandatarios de la Unión Europea que se llevó a cabo en Bruselas su estrategia de guerra contra Rusia. Úrsula von der Leyen fue elegida de nuevo presidente de la Comisión Europea, y Kaja Kallas, Primer ministro de Estonia, será el nuevo diplomático principal de la Unión Europea (UE), en sustitución de Josep Borrell como Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores. Estas elecciones, junto con la anterior elección del Primer ministro de Holanda, Mark Rutte, como nuevo secretario general de la OTAN, indican un mayor endurecimiento de la postura europea frente a Rusia. Los tres están implacablemente comprometidos con las políticas de guerra y supresión de la disidencia interna; Kallas es particularmente notorio por el odio que le tiene a Rusia. Además, Ucrania firmó un nuevo pacto de seguridad con la Unión Europea, que "consagrará el compromiso de los 27 Estados miembros de proporcionar a Ucrania amplio apoyo, independientemente de cualquier cambio institucional interno", como escribió Zelenski en su cuenta de X. En otras palabras, para que los acuerdos sean “a prueba de Trump”, o de cualquiera otro posible disidente. 

Mientras tanto, las relaciones con Rusia se han ido a pique tras los ataques del 22 y el 23 de junio contra sus estaciones de radar de alerta temprana y el bombardeo con bombas de racimo del pasado fin de semana a una playa civil en Crimea utilizando misiles de fabricación estadounidense y guiados por Estados Unidos. Los funcionarios del gobierno ruso siguen advirtiendo de las desastrosas consecuencias si no se cambian estas políticas, en donde destaca el viceministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Ryabkov, quien advirtió que la situación se está acercando al "punto de no retorno". 

Pero las soluciones existen. Lo que hace falta es la fuerza y la potencia necesarias para aportar nuevas ideas a las mentes de quienes sufren bajo el peso de las viejas ideas que fracasan. Helga Zepp-LaRouche, por ejemplo, ha señalado que los mayores problemas del mundo pueden resolverse si Occidente decide colaborar en asociación con los países de Rusia, China, el BRICS y el emergente Sur Global. 

Emblemático de este potencial es la colaboración en la exploración espacial y el desarrollo científico y tecnológico que son legado común de la humanidad. Como la misión china Chang'e 6, que regresó a la Tierra el 25 de junio, por primera vez en la historia de la humanidad trayendo muestras de suelo lunar de la cara oculta de la Luna. El subdirector de la Administración Espacial Nacional de China subrayó el 27 de junio que esta misión, que calificó de "viaje de innovación", se llevó a cabo con una importante colaboración internacional, y que las próximas misiones Chang'e-7 y Chang'e-8 pretenden ampliar significativamente dicha colaboración con socios de todo el mundo. De forma similar, el 26 de junio Rusia anunció la creación de un centro científico y educativo internacional para la industria nuclear y afines, cuyo objetivo es formar a cientos de miles de estudiantes tanto rusos como del resto del mundo. Así pues, la ciencia y la tecnología pueden aprovecharse, y de hecho se aprovechan, como método tanto para desarrollar las economías como para establecer relaciones de colaboración entre las naciones. Imaginemos lo productivas que podrían llegar a ser estas actividades si, en lugar de malgastar su economía en un complejo militar-industrial asesino de masas, Estados Unidos destinara un complejo humanitario-industrial a este tipo de iniciativas creativas y productivas. Mucho más allá de un simple cese al fuego en los conflictos que están en marcha, este es el tipo de nueva arquitectura que el mundo necesita hoy. 

La reunión de la Coalición Internacional por la Paz abordará este viernes 28 de junio la cuestión de los próximos pasos para construir un movimiento internacional por la paz. El mundo se mueve a gran velocidad: la propuesta de paz de Putin del 14 de junio sigue circulando, las elecciones en Francia de este fin de semana probablemente tendrán resultados explosivos y la cumbre de la OTAN será poco después, del 9 al 11 de julio. Por lo tanto, organiza y aporta al mundo el liderazgo que tan desesperadamente necesita.