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La luz al final del túnel

30 de junio de 2024 (EIRNS) — Después de ver la debacle del dizque debate presidencial entre Trump y Biden del 27 de junio, las personas reflexivas de todo el mundo se están haciendo urgentemente la pregunta decisiva: Está claro que Biden no dirige el gobierno de Estados Unidos, así que ¿quién lo dirige? ¿Quién controla realmente las políticas y acciones del hombre que tiene el dedo en el botón nuclear, mientras Estados Unidos y el Reino Unido intensifican dos guerras (Ucrania y el suroeste de Asia), cualquiera de las cuales podría llevar a una confrontación nuclear con Rusia y China? 

La ex congresista Tulsi Gabbard fue perfectamente contundente: "El problema no es sólo que Biden sea viejo. El problema es que está loco. Sólo un loco no consideraría un holocausto por una guerra nuclear una amenaza existencial, diciendo que 'la ÚNICA amenaza existencial para la humanidad es el cambio climático'. Sólo un orate diría esto, y este orate tiene el poder de lanzar un arma nuclear". 

La comentarista australiana Caitlin Johnstone escribió que "todo el mundo se centra en lo que la actuación de Joe Biden en el debate, aquejado de demencia, dice sobre su capacidad para ganar la reelección, en vez de fijarse en el hecho de que el actual Presidente en ejercicio de Estados Unidos tiene demencia". 

El veterano periodista investigador Seymour Hersh pregunta con urgencia: "Pase lo que pase, tenemos un Presidente, ahora totalmente desvelado, que puede que no sea responsable de lo que haga en la próxima campaña, por no hablar de sus acciones en Oriente Medio y Ucrania... ¿Qué ha pasado con la 25ª Enmienda que autoriza al vicepresidente y a la mayoría del gabinete a declarar incompetente al Presidente? ¿Qué está pasando en la Casa Blanca de Biden?". 

Comentarios útiles como éstos, sin embargo, no apuntan por sí mismos a la solución de la crisis sin precedentes que describen. Esa solución pasa por que Occidente acepte la propuesta del Presidente de Rusia Vladimir Putin del 14 de junio sobre una nueva arquitectura de seguridad euroasiática, que incluye un plan de paz para Ucrania, que ofreció a las naciones de la región, incluidas las de Europa Occidental y la OTAN, como punto de partida para las negociaciones. Hasta ahora, algunas voces importantes de Occidente han aceptado esa oferta, pero se necesitan muchas, muchas más, y muy rápidamente: Putin y otros funcionarios rusos han dejado claro que la oferta no puede permanecer sobre la mesa para siempre, porque las provocaciones bélicas de la OTAN contra Rusia están aumentando. 

La fundadora del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche, dijo a los participantes en la 56ª reunión semanal de la Coalición Internacional por la Paz (CIP) del viernes 28 de junio, que "nuestra tarea es tan urgente como siempre lo ha sido, y cada vez más urgente..... Lo que estamos tratando de hacer es intensificar el proceso de discusión, especialmente entre aquellas personas que entienden por qué esto es tan peligroso; por qué Putin tiene toda la razón cuando dice que estamos justo en el punto de no retorno... Así que ahora mismo estamos intentando ampliar el debate entre esas personas a ambos lados del Atlántico. Esperemos que eso dé lugar a algún tipo de proceso, en el que se reúna un grupo de personas destacadas". 

Zepp-LaRouche añadió que "creo que la luz al final del túnel está ahí; porque podemos ver cómo la mayoría de las naciones están avanzando hacia un Nuevo Paradigma basado en principios completamente diferentes. Por lo tanto, creo absolutamente que estamos en el buen camino en lo que intentamos hacer".

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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