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Biden no sabe si viene o va

5 de julio de 2024 (EIRNS) — Contrariamente a todo lo que se lee en los medios noticiosos, la última persona que sabe si Biden será el candidato demócrata en noviembre es el propio Joe Biden. No es él quien dirige hoy la Casa Blanca, ni su esposa Jill, ni su hijo Hunter, ni su hermana Valerie, por muy influyentes que sean personalmente. No es así como se toman estas decisiones sobre la Presidencia de Estados Unidos. 

Joe dice que él se queda. Se lo dijo al personal de la campaña en una conferencia telefónica a mediados de semana, según una persona familiarizada con los comentarios que cita el diario Washington Post: "Permítanme decir esto tan claramente como sea posible y tan simple y directo como pueda: Voy a hacer campaña. Soy el candidato postulado por el Partido Demócrata. Nadie me saca de la contienda. No me voy a ir. Estoy en esta campaña hasta el final, y vamos a ganar porque cuando los demócratas nos unimos, siempre ganamos". 

La vicepresidente Kamala Harris, que al parecer también estaba en la llamada, dijo que Joe se queda: "No nos echaremos para atrás. Seguiremos el liderazgo mostrado por nuestro Presidente. Vamos a luchar y vamos a ganar". 

Varios gobernadores demócratas hablaron con Biden y luego salieron desafiantes a contarle a la prensa, según informó el diario británico The Guardian: "Los gobernadores lo apoyan" (Tim Walz, de Minnesota). "Dijimos que lo apoyaríamos... y lo vamos a apoyar" (Wes Moore, de Maryland); y, lo más inverosímil fue, "confiamos plenamente en sus capacidades" (Kathy Hochul, de Nueva York). 

Pero eso no es lo que dicen las grandes fortunas que financian las campañas, ni es la línea editorial de la prensa de la casta dominante angloamericana. "La comunidad de donantes de mucho dinero, mientras tanto, se ha vuelto abrumadoramente en contra de Biden, según personas familiarizadas con las conversaciones", informó el Washington Post. "Varios de los principales donantes del partido se unieron al coro el martes en las conversaciones telefónicas con Pelosi y Schumer para manifestar que la situación actual no era sostenible y que se necesitaba designar un nuevo candidato, según dijeron personas familiarizadas con la llamada". El periódico The New York Times tenía la misma línea: "Donantes importantes del partido han estado llamando en privado a miembros de la Cámara de Representantes, senadores, súper PACs, a la campaña de Biden y a la Casa Blanca para decirles que creen que el Sr. Biden debería renunciar, según demócratas familiarizados con la discusión". 

El diario Financial Times, vocero de la City de Londres (el centro del sistema financiero transatlántico en bancarrota), otra vez dejaron ver con precisión que Biden no es la persona que va a detener a Trump: "La presión sobre el Presidente aumentó el miércoles [3 de julio], con los nuevos llamados desde dentro del partido para que se retire y las encuestas que muestran una fuerte caída en el apoyo a su candidatura en los últimos días... El miércoles, el congresista demócrata por el estado de Arizona, Raúl Grijalva, fue el segundo miembro de la Cámara que pide públicamente a Biden que suspenda su candidatura a la reelección... El miércoles, los mercados de apuestas se inclinaron de manera notable a favor de Harris, dándole más probabilidades de ganar las elecciones que a Biden”. 

Un segundo artículo del Financial Times no deja lugar a dudas: "Entrevistas con donantes, asesores y personal de operaciones del partido, hechas a raíz del debate del jueves, han revelado una convicción cada vez mayor de que Biden ya no está en condiciones de disputarle la presidencia a Donald Trump y debería dejar paso a un candidato más joven.... 'No se puede dirigir el país con un teleprompter', dijo el asesor de un destacado donante de Biden". 

El semanario The Economist de Londres publicó un artículo editorial el 4 de julio con el titular siguiente, "Why Biden Must Withdraw" (Por qué Biden tiene que retirarse). "Su incapacidad para argumentar contra un oponente débil fue desalentadora. Pero la operación de su campaña para negar lo que decenas de millones de estadounidenses vieron con sus propios ojos fue lo más tóxico de todo, porque su deshonestidad provoca desprecio".

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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