5 de julio de 2024 (EIRNS) — La Asociación Internacional de Permutas y Derivados (ISDA, por sus siglas en inglés), que ostensiblemente regula los derivados y las permutas (swaps), se sintió obligada a publicar la semana pasada unas directrices para el cierre de los contratos de derivados. En un documento titulado “Framework to Prepare for Close Out of Derivatives Contract” (Marco para preparar el cierre de un contrato de derivados) publicado el 27 de junio, la ISDA recomienda que las empresas "estén adecuadamente preparadas para cualquier posible evento de estrés futuro". Destaca que "los recientes episodios de tensión han puesto de manifiesto que la liquidación de una cartera de derivados es ahora mucho más compleja como consecuencia de las reformas normativas". 

Se considera que esta medida inusual refleja la preocupación (¿pánico?) de que la burbuja mundial de derivados esté a punto de estallar, quizás desencadenada por un "acontecimiento geopolítico", como advirtió recientemente el Banco Central Europeo, o por un colapso bursátil, o ambas cosas. 

Un acontecimiento geopolítico podría ser el inevitable impago de Ucrania, que podría producirse ya en agosto, si no se llega a un acuerdo con los tenedores de bonos privados. La decisión reciente de inyectar un préstamo de $50.000 millones de dólares, respaldado por los futuros ingresos de los activos rusos, podría ser demasiado tarde y demasiado poco. 

En cuanto al mercado bursátil, Ed Yardeni, jefe de investigación de Yardeni, advirtió de la burbuja de los valores de las firmas de Inteligencia Artificial (IA) en una nota a los clientes el 2 de julio. Jim Covello, de Goldman Sachs, había advertido en un informe que el sentimiento de los inversionistas sobre los valores de IA podría volverse negativo, informó Investor's Business Daily. Por su parte, Capital Economics busca más incautos e insiste en que la burbuja no estallará antes de 2025.