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La verdad frente a la "narrativa"

8 de julio de 2024 (EIRNS) — Si no fuera tan extraordinariamente peligrosa, la actual crisis estratégica sería casi cómica. 

La OTAN tendrá su cumbre en Washington, DC, del 9 al 11 de julio, para coordinar la siguiente escalada de su campaña para acabar con Rusia, bajo el pretexto de la guerra de Ucrania. Entre los mandatarios de esa reunión de gala estará el Presidente Biden, balbuceante y desorientado, cuyo deterioro cognitivo recién se puso en plena exhibición pública ante el mundo entero. Otro, el francés Macron, acaba de recibir una de las palizas electorales más impresionantes de la historia moderna, y aun así se pavoneará en el escenario, posiblemente mascullando para sí mismo "Qu'ils mangent de la brioche" (¡Que coman pastel!). Y un tercero, Keir Starmer, del Reino Unido, llegó al poder hace 72 horas gracias a poco más que el odio casi universal a sus oponentes conservadores. 

Aparte de un importante grupo de disidentes antibelicistas en torno al Primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, todos ellos jurarán lealtad al "orden basado en reglas", que nunca se ha definido y que de hecho no existe; y se comprometerán a destinar cientos de miles de millones de dólares más de mortífera ayuda militar a Volodímir Zelenski de Ucrania, quien ni siquiera es el Presidente legal de Ucrania en este momento, ya que su mandato presidencial expiró el 20 de mayo de 2024, puesto que las nuevas elecciones previstas para el 31 de marzo fueron canceladas debido a la ley marcial. 

Las instituciones del ancien régime se están desmoronando ciertamente, más rápido de lo que se puede decir "nunca renunciaremos a nuestra burbuja de derivados". 

Se trata de un edificio de guerra sostenido por poco más que la "narrativa" de que "Putin quiere reconstituir la Unión Soviética" y "Putin invadirá el Báltico luego si Ucrania cae", afirmaciones patentemente falsas que no resisten una revisión directa de las declaraciones públicas del Presidente Putin en las últimas décadas, por no mencionar el hecho esencial de la historia moderna reciente. 

En la reunión del viernes 5 de julio de la Coalición Internacional por la Paz (CIP), la fundadora del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche, lanzó un amplio desafío para hacer frente a esta mentada "narrativa": 

"Creo que también tenemos que hacer un trabajo en profundidad. Creo que lo que estamos viviendo ahora es un gigantesco esfuerzo por sustituir la realidad por narrativas. Y yo creo en Platón, creo en Sócrates y en el diálogo socrático. No creo que nadie tenga la patente de la verdad, pero creo que el diálogo socrático es un método para llegar a la verdad. Si acabamos en un mundo en el que todos los bandos se limitan a defender sus narrativas, la verdad se pierde... 

"Creo que tenemos que lanzar un reto a los historiadores, periodistas, periodistas de investigación y otras personas preocupadas por la verdad histórica para que reconstruyan cómo hemos llegado a este punto de una posible Tercera Guerra Mundial. Cómo perdimos una oportunidad histórica increíble que existió hace más de 30 años con la unificación alemana, el derrumbe de la Unión Soviética, que naturalmente para la gente que vivía allí no fue algo bueno, fue el derrumbe de su sistema. 

"Putin ha dicho que considera el final de la Unión Soviética como la mayor catástrofe del siglo 20, o algo así. Siempre se interpreta erróneamente que Putin quiere reconstituir la Unión Soviética. No es eso lo que ha dicho. Lo dijo porque los años siguientes del período de Yeltsin vieron el desmantelamiento de las capacidades industriales rusas de 1991 a 1994, una caída a sólo el 30% de su capacidad anterior. Eso llevó a un colapso increíble de la curva demográfica. Perdieron un millón de personas al año, porque la tasa de mortalidad aumentó en comparación con la de natalidad. A eso se refería Putin; las circunstancias en las que se derrumbó la Unión Soviética llevaron luego al colapso de la década de 1990, y eso es lo que él llama esta catástrofe. 

"Creo que ahora mismo todo está bajo el control de la 'narrativa': hay que hacer creer a la gente que la paz es imposible; que Rusia debe ser derrotada, y que por tanto lo importante es una victoria en el campo de batalla. Ese es el camino seguro hacia la Tercera Guerra Mundial. 

"En Alemania, por ejemplo, ya ni siquiera está permitido decir que lo que está ocurriendo en Ucrania no es una guerra de agresión no provocada por parte de Rusia. Si dices eso, como ha señalado uno de los oradores anteriores, te pueden meter en la cárcel o arrestar o castigar de alguna manera importante". 

"Creo que esto es el fin de la democracia, la muerte de la libertad, y creo que tenemos que luchar por la veracidad histórica. Y, por lo tanto, me gustaría lanzar un reto a todos los participantes en este proceso de la CIP para que ayuden a reconstruir lo que realmente ocurrió desde 1989, desde que cayó el Muro. ¿Cuáles fueron las oportunidades? ¿Cómo se perdieron? ¿Por qué se perdieron? ¿Qué se hizo en su lugar? Porque creo que una reelaboración racional de esa historia es un ingrediente importante para que podamos volver a analizar; porque sólo si se analiza lo que salió mal se puede pensar seriamente en lo que hay que hacer para remediarlo".

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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