9 de julio de 2024 (EIRNS) — En su viaje de regreso desde Berlín, el 7 de julio, el Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, le reiteró a los periodistas su decisión de invitar al Presidente de Siria, Bashar al-Assad, a Turquía para platicar sobre la restauración de las relaciones. 

"Ahora estamos en un punto en el que en el momento en que Bashar Assad dé un paso para restablecer las relaciones con Turquía, mostraremos el mismo enfoque", dijo Erdoğan el 7 de julio. 

"En el pasado nosotros no éramos adversarios. Nuestras familias estaban en contacto", dijo Erdoğan. El se refería a su reunión en el sudoeste de Turquía a donde Assad llevó a su familia de vacaciones, luego de haber asumido la Presidencia de Siria en el 2000. Erdoğan y su familia recibieron a la familia de Assad de nuevo durante sus vacaciones en el 2008. Los disturbios del 2011, que derivaron en una guerra civil, cambiaron la actitud de Turquía respecto al régimen de Damasco, y los dos mandatarios rompieron el vínculo que tenían hasta ese momento, salvo para ir a una sesión fotográfica de grupo con dignatarios de países árabes musulmanes, durante una cumbre en Riad en el 2023. 

"Extenderemos nuestra invitación y, por voluntad de Dios, queremos devolver las relaciones turco-sirias al mismo nivel que en el pasado a través de esta invitación. Puede ser en cualquier momento", dijo. 

A su regreso de la Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), que se llevó a cabo en Astaná, Kazajistán, el 5 de julio, Erdogan manifestó su disposición a invitar a Assad a Turquía, y añadió que el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, estrecho aliado de Assad, podría contribuir a la mediación. "Nosotros, conjuntamente con el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, podemos tener una invitación para Bashar al-Assad", dijo Erdoğan a los periodistas. "Si el señor Putin puede venir de visita a Turquía, esto podría ser el comienzo de un nuevo período", en las relaciones de los dos países. 

La declaración de Erdoğan respondía a preguntas sobre los disturbios contra los refugiados sirios que se produjeron en varias ciudades turcas el 1 de julio. Se sospechaba que los disturbios eran, en realidad, una provocación contra la nueva política abierta de Erdoğan hacia Siria, según un informe del periódico Daily Sabah. 

La acusación de una posible provocación debe tomarse en serio, porque el mes pasado, como informó este servicio de prensa, Assad emitió una declaración en la que decía que su país estaba interesado en mejorar las relaciones con Turquía. En respuesta a esta declaración de Assad, Erdoğan emitió una por separado en la que confirmaba que él también estaba interesado en que los dos países reanudaran las relaciones.