12 de julio de 2024 (EIRNS) — "Nuestra política hacia China es un desastre para la seguridad y la prosperidad de Estados Unidos", escribió el senador republicano de Kentucky Rand Paul en un artículo publicado el 24 de junio en la revista en línea Responsible Statecraft. Se refería específicamente a la política del Presidente Biden y el secretario de Estado Tony Blinken, pero era obvio que su polémica se aplica igualmente a la política anti-China que domina s todo el Partido Republicano, ya sea el ala Trump o anti-Trump. 

"El Presidente Biden parece contento de sacrificar las relaciones pacíficas y los beneficios del comercio con China por las ventajas políticas a corto plazo que conlleva insistir en que China sea un enemigo de Estados Unidos", señala el senador Paul. 

El Presidente y su Secretaria de Estado están "regañando, reprendiendo, sancionando" a China, y la acusan de ser la responsable de prolongar la guerra en Ucrania (lo cual es el colmo del cinismo). "Hablando de hipocresía.... Washington obstruyó un posible acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania en marzo de 2022. Estados Unidos ha perpetuado la guerra armando a Ucrania con decenas de miles de millones de dólares en armas y equipos, todo mientras admite que China no envía armas a Rusia", señaló. 

Condenó la "temeraria belicosidad" mostrada por Biden al afirmar falsamente que Estados Unidos está obligado a defender Taiwán. "El pueblo estadounidense debería ser consciente de los costos que podría tener que pagar por la actuación de tipo duro del Presidente Biden", advirtió. "Un juego de guerra reciente estima que las tres primeras semanas de una intervención estadounidense en favor de Taiwán costarían la vida de unos 3.000 soldados estadounidenses, dos portaaviones, entre 10 y 20 buques de guerra y entre 200 y 400 aviones de guerra. En sólo tres semanas, Estados Unidos sufriría la mitad de bajas que en 20 años de guerra en Irak y Afganistán... Sus repetidas pretensiones de que Estados Unidos luche en una guerra contra otra potencia nuclear sin molestarse en preguntar al pueblo estadounidense, a través de sus representantes electos en el Congreso, si creen que vale la pena pagar los costos, es inexcusable". 

El senador Paul propone un enfoque totalmente distinto: "China está preparada para seguir siendo una formidable potencia económica y militar. Si queremos asegurarnos de que nuestros hijos y nietos hereden un Estados Unidos seguro y repleto de oportunidades económicas, debemos perseguir una relación de trabajo estable con China, guiada por el respeto mutuo y la diplomacia de buena fe”.