12 de julio de 2024 (EIRNS) — La declaración de la cumbre de la OTAN, emitida tras la reunión de jefes de Estado del Consejo del Atlántico Norte que se llevó a cabo el 10 de julio, es un documento excepcionalmente polémico que prácticamente declara enemigos de la Alianza no sólo a Rusia, sino también a China, Corea del Norte e Irán, a los cuales se debe reprimir. Su crimen, al parecer, es que todos ellos violan el "orden internacional basado en reglas" que la Alianza asume que tiene que hacer cumplir. Incluso podría decirse que la declaración codifica la declaración del Presidente Joe Biden en una entrevista el 5 de julio con ABC News de que "yo dirijo el mundo". 

Rusia es, por supuesto, considerada el criminal número uno. ¿Por qué? Porque "Rusia pretende reconfigurar fundamentalmente la arquitectura de seguridad euroatlántica". La declaración dice además que "la amenaza en todos los dominios que Rusia plantea a la OTAN persistirá a largo plazo". Aparte de la "invasión" a Ucrania, el otro gran crimen de Rusia es su "retórica nuclear irresponsable y su señalización nuclear coercitiva", junto con el despliegue de armas nucleares en Bielorrusia. Estos crímenes "demuestran una postura de intimidación estratégica", dice la declaración. Culpa a Rusia del colapso de la arquitectura internacional de control de armamentos y no proliferación, y deja de lado el hecho de que fue Estados Unidos quien abandonó el Tratado ABM (contra misiles balísticos), el Tratado INF (sobre misiles de alcance intermedio) y el Tratado de Cielos Abiertos. El tercer delito de Rusia son sus "agresivas acciones híbridas contra los Aliados, incluso a través de sustitutos, en una campaña en toda la zona euroatlántica". 

Juntos, estos presuntos delitos significan que se debe contener y constreñir a Rusia. "Estamos decididos a constreñir y responder a las acciones agresivas de Rusia y a contrarrestar su capacidad de llevar a cabo actividades desestabilizadoras contra la OTAN y los Aliados", promete la OTAN. "Para nuestra próxima Cumbre, desarrollaremos recomendaciones sobre el enfoque estratégico de la OTAN hacia Rusia, teniendo en cuenta el cambiante entorno de seguridad". 

Corea del Norte e Irán "están alimentando la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania proporcionando apoyo militar directo a Rusia, como municiones y vehículos aéreos no tripulados (UAV), lo que afecta gravemente a la seguridad euroatlántica y vulnera el régimen mundial de no proliferación”. 

Pero China es el verdadero gran objetivo en Asia. "La RPC [República Popular de China] se ha convertido en un facilitador decisivo [sic] de la guerra de Rusia contra Ucrania a través de su llamada asociación 'sin límites' y su apoyo a gran escala a la base industrial de defensa de Rusia. Esto aumenta la amenaza que Rusia representa para sus vecinos y para la seguridad euroatlántica", alega la declaración. "Hacemos un llamamiento a la RPC, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con la responsabilidad particular de defender los propósitos y principios de la Carta de la ONU, para que cese todo apoyo material y político al esfuerzo bélico de Rusia". 

Además, "la RPC sigue planteando desafíos sistémicos a la seguridad euroatlántica. Hemos observado actividades cibernéticas e híbridas maliciosas sostenidas, así como de desinformación, procedentes de la RPC. Pedimos a la RPC que mantenga su compromiso de actuar con responsabilidad en el ciberespacio". 

Al final de la declaración se adjunta un "Compromiso de ayuda a la seguridad a largo plazo para Ucrania", una herramienta obvia para inducir la "lealtad" a la Alianza. "Hoy afirmamos nuestro compromiso inquebrantable con Ucrania como Estado soberano, democrático e independiente", dice. "Ucrania requiere nuestro apoyo a largo plazo... Afirmamos nuestra determinación de apoyar a Ucrania en la construcción de una fuerza capaz de derrotar la agresión rusa hoy y disuadirla en el futuro". Eso incluye los 40.000 millones de euros de ayuda prometidos en la declaración y todo tipo de apoyo militar.