24 de julio de 2024 (EIRNS) — El saliente jefe de la política exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, decretó el lunes 22 que las próximas reuniones de los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa de la Unión Europea no se celebren en Budapest, como sería normal que ocurriera, dado que Hungría es el país que ostenta la presidencia semestral de la UE, sino que tengan lugar en Bruselas. Esto pretende "transmitir una señal, aunque sea simbólica", para castigar al Primer ministro Viktor Orbán por su "misión de paz" sobre Ucrania del 2 al 11 de julio cuando viajó a Kiev, Moscú, Pekín, Washington y Mar-a-Lago. Borrell dijo que los miembros del bloque rechazan enérgicamente la afirmación de Orbán, "con una sola excepción", refiriéndose al vecino de Hungría, Eslovaquia. (Eslovaquia y Hungría son los únicos miembros de la Unión Europea y de la OTAN que limitan con Ucrania, por lo que se vieron afectados de forma inmediata por el golpe del 2014 y la guerra subsecuente). Borrell acusó además a Orbán de "descalificar" la política del bloque y añadió que sus acciones deben tener "consecuencias formales". 

Radicales como la ministra de Asuntos Exteriores de Finlandia, Elina Valtonen, que planteó la cuestión de si la Unión Europea era la institución adecuada para ser miembro de ella, incluso plantearon abiertamente la expulsión de Hungría de la UE. El Primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, que ha apoyado a Hungría, es también un objetivo probable de los llamados a la expulsión. 

A principios de este mes, la presidente de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, canceló una visita planeada de comisionados de la UE a Hungría como protesta a las acciones tomadas por Orbán. También rebajó el nivel de la representación de la Comisión en las reuniones informales durante el semestre en que Hungría ostentará la presidencia de la UE.