25 de julio de 2024 (EIRNS) — El Primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, después de dos días esperando conseguir reuniones con el Presidente Biden, el ex Presidente Trump o cuando menos con la vicepresidente Kamala Harris, se lanzó con todas sus consignas y mentiras de siempre en su discurso ante la reunión conjunta del Congreso de Estados Unidos. Declaró que no se requería nada menos que la "victoria total" sobre Hamás y que la oposición en Estados Unidos a su guerra contra Gaza era de "idiotas útiles”. Quienes critican las acciones de Netanyahu son partidarios de Hamás. "Increíblemente, muchos manifestantes anti Israel, muchos eligen estar con el mal. Están con Hamás. Están con violadores y asesinos... Para que triunfen las fuerzas de la civilización, Estados Unidos e Israel deben permanecer unidos... Cuando nos mantenemos unidos ocurre algo muy sencillo: Nosotros ganamos, ellos pierden". Su discurso estuvo dirigido claramente a los creyentes acérrimos en "Eretz Yisrael" (el Gran Israel), tanto los israelitas como entre los “cristianos sionistas” del Congreso presentes. 

Declaró: "Israel luchará hasta que destruyamos las capacidades militares de Hamás y su dominio en Gaza y traigamos a todos nuestros rehenes a casa. Eso es lo que significa la victoria total. Y no nos conformaremos con menos". Para nada mencionó los supuestos intentos de Washington de mediar en un cese al fuego y la liberación de los rehenes. 

Las familias de los rehenes estadounidenses retenidos en Gaza emitieron un comunicado conjunto en el que se declaraban "profundamente decepcionadas" por el discurso de Netanyahu, ya que "no se comprometió con el acuerdo sobre los rehenes que está ahora sobre la mesa, a pesar de que los altos funcionarios de defensa e inteligencia de Israel le han pedido que lo haga". 

Más de 60 legisladores demócratas boicotearon el discurso y, lo que es digno de mención, también lo hizo el compañero de fórmula de Trump, el senador J.D. Vance (republicano de Ohio). Dijo que la necesidad de hacer campaña es más apremiante. Una demócrata que asistió fue la representante palestino-estadounidense Rashida Tlaib (demócrata de Michigan), que se sentó y mostró a Netanyahu un pequeño cartel en blanco y negro en el que se leía: "Criminal de guerra" y "Culpable de genocidio".

El senador Richard Durbin (demócrata de Illinois) se negó a asistir, y declaró: "El ataque de Hamás del 7 de octubre no fue provocado y fue cobarde, y su retención continuada de rehenes es inadmisible. Sin embargo, la ejecución por Israel de su guerra en Gaza bajo la dirección del Primer ministro Netanyahu, con 39.000 palestinos muertos y 90.000 heridos, es una estrategia brutal más allá de cualquier nivel aceptable de autodefensa... Apoyaré a Israel, pero no me pondré de pie y vitorearé a su actual Primer ministro en la Sesión Conjunta de mañana". 

El representante republicano de Kentucky Thomas Massie publicó en X: "El propósito de que Netanyahu se dirija al Congreso es reforzar su posición política en Israel y acallar la oposición internacional a su guerra. No me apetece ser un apoyo, así que no asistiré".