Celso Amorim aboga por una diplomacia inteligente para abordar la compleja crisis venezolana
8 de agosto de 2024 (EIRNS) —En declaraciones que hizo al programa Estúdio i, del periódico O Globo, el 7 de agosto, el principal asesor en política exterior del Presidente de Brasil, Lula da Silva, y ex ministro de Asuntos Exteriores, Celso Amorim, advirtió de la gran complejidad y peligrosidad de la situación venezolana. Venezuela está tan dividida, dijo, que sólo una diplomacia firme y comprometida con la promoción del diálogo entre las dos partes, que conduzca a alguna forma de pacificación y mediación, tiene posibilidades de éxito. Olvídese de poses de línea dura o ultimátums, advirtió; eso no funcionará.
Amorim le dijo a Estúdio i que "tenemos que encontrar una solución a esto". Debido a la profunda división del país, la retórica debe moderarse para contribuir al proceso de pacificación. "No se trata de endurecer [nuestra posición], sino de hablar con la verdad... para tratar de crear un diálogo. Venezuela es un país muy dividido, y si no hacemos las cosas de la manera correcta, la posibilidad de que la situación empeore es muy grande... La situación es tan compleja, tan difícil, y la división tan profunda", advirtió, "que debemos tener la capacidad de pasar a un diálogo profundo que incluya a ambas partes".
El diplomático brasileño dijo temer el estallido de un "grave conflicto" en el país. "No quiero utilizar la expresión 'guerra civil', pero la temo, por lo que creo que la gente debe trabajar para lograr un entendimiento. Eso requiere conciliación, y la conciliación requiere flexibilidad por ambas partes". Recordó a su público que "sean cuales sean los resultados de las elecciones, Maduro seguirá siendo Presidente durante los próximos seis meses".
Los medios noticiosos brasileños informaron el 7 de agosto que el Ministerio de Asuntos Exteriores había estado trabajando en la organización de una llamada telefónica para ese día o el día siguiente, en la que participarían el Presidente de Brasil, Lula da Silva, el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. La llamada no se llevó a cabo. Pero Amorim hizo hincapié en que incluso más importante que la llamado con Maduro, es la relación que Brasil, Colombia y México han forjado en la búsqueda de una solución pacífica a la crisis venezolana, destacando la importancia de su declaración conjunta del 31 de julio y su abstención, en la Organización de Estados Americanos, de votar una incendiaria resolución que atacaba a Venezuela y pretendía avivar las tensiones regionales. Subrayó además que cualquier intento de imponer una solución a Venezuela desde fuera del país está condenado al fracaso.
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