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“La paz significa el respeto al derecho ajeno al desarrollo”

15 de diciembre de 2022 (original el 7 de diciembre)

Discurso de Helga Zepp-LaRouche a periodistas mexicanos, el martes 13 de diciembre de 2022: "La paz significa el respeto al derecho ajeno al desarrollo". Helga Zepp-LaRouche hizo esta presentación en un video de 36 minutos para el Club de Periodistas de México, que se presenta en la categoría "Protagonismo" del sitio web del Club de Periodistas bajo el título "Paz significa Respeto al derecho de los demás a desarrollarse” (en referencia a la famosa máxima de Benito Juárez: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”). En el video Helga repasa con mucha claridad sus diez principios para una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo, que se inspira en el ejemplo de la Paz de Westfalia que puso fin a 150 años de guerra religiosa en Europa.

Discurso de Helga Zepp-LaRouche a periodistas mexicanos. Martes 13 de diciembre de 2022

"La paz significa el respeto al derecho ajeno al desarrollo" 

Helga Zepp-LaRouche: Hola. Estimada Celeste Sáenz de Miera y estimados Club de Periodistas de México: 

Estoy muy feliz de hablarles hoy, 13 de diciembre, y les agradezco una vez más que me hayan otorgado el premio a la “Libertad de Expresión”. Eso significa mucho en estos días, porque esa libertad de expresión está bajo ataque. De hecho, si ven alrededor del mundo, muchos países están tratando de controlar lo que llaman “la narrativa”. Por ejemplo, solo para darles un ejemplo, la Unión Europea (UE), la Comisión Europea acaba de publicar directrices para los profesores en las escuelas, en las que les dicen que deben "pre-desacreditar" las noticias falsas para los alumnos, lo que significa que se supone que deben corregir lo que consideran narrativas equivocadas, las noticias falsas; pero se supone que deben inocular a los alumnos con la narrativa verdadera.

Ahora bien, este es un ataque increíble a la capacidad de los niños de aprender a pensar y hacer un juicio sobre cómo diferenciar entre lo correcto y lo erróneo. Ese es solo uno de los muchos ejemplos, donde se ve que las diversas instituciones, servicios de inteligencia y otros están tratando de controlar la información en las redes sociales.

Así que, la libertad de expresión está bajo un ataque increíble. Y, naturalmente, esto no puede separarse del hecho de que estamos probablemente en el momento más peligroso de la historia mundial. Lo digo porque estamos al borde de una posible Tercera Guerra Mundial, que sería una guerra nuclear. Y si alguna vez se produjera un acontecimiento tan horrible, significaría el fin de la civilización, porque si se produce una guerra nuclear global, los científicos calculan que le seguiría un invierno nuclear global, de unos 10 años. Y en ese tiempo, básicamente todos los que no hayan muerto en las primeras horas morirán de hambre en los años siguientes.

Eso está muy cerca. Y, naturalmente, también estamos muy próximos, a la variante más optimista, de un orden económico mundial completamente nuevo.

Pero primero, permítanme decir un par de cosas sobre el peligro. La razón por la que estamos en tal peligrono se trata de Ucrania; Ucrania es solo un peón. El problema real es que las fuerzas del actual sistema financiero transatlántico quieren mantener el control y, naturalmente, se sienten muy amenazados por el auge económico de China y están tratando de contener a Rusia y de contener a China. Y eso ha estado ocurriendo desde el final de la Unión Soviética, cuando hubo un momento muy esperanzador; en ese momento lo llamamos, una "hora estelar de la civilización", [Sternstunde der Menschheit] porque cuando se derrumbó la Unión Soviética hubiera habido la oportunidad de establecer un orden de paz internacional, que hubiera cambiado toda la dinámica mundial. Pero como ahora sabemos, las fuerzas angloamericanas decidieron tratar de imponer un mundo unipolar y rompieron las promesas que le dieron a Gorbachov, que la OTAN “no se movería ni una pulgada” hacia el Este. En cambio, hubo cinco expansiones de la OTAN y, básicamente, con el golpe de Estado del 2014 en Ucrania, se puso en marcha la escalada actual. Y ahora ni siquiera se permite discutir que hubo una prehistoria antes del estallido de la guerra el 24 de febrero de este año.

Pero ahora ha sucedido algo increíble, y es que la ex canciller alemana, Angela Merkel, ha dado dos entrevistas increíbles, una a Der Spiegel y la otra a la revista semanal Die Zeit en las que admitió que realmente ella nunca —y obviamente también Francia— nunca tuvo la intención de cumplir con los Acuerdos de Minsk, y de esa manera confirmó lo que el ex Presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, había dicho hace apenas una o dos semanas, es decir, que nunca tuvieron la intención de implementar los Acuerdos de Minsk, y solo estaban usando este tiempo para desarrollar a las fuerzas armadas ucranianas al nivel de la OTAN. Y eso fue básicamente lo que confirmó Merkel.

Ahora, eso es increíble. Creo que esto es muy serio, porque significa que, básicamente, ¿cómo se le puede creer algo a un político de Occidente? Y, como saben, se suponía que Alemania y Francia eran los garantes de los Acuerdos de Minsk, y siempre los criticamos diciendo que no estaban haciendo nada para imponerlos. Pero ahora resulta que todo era una farsa.

Obviamente, el Presidente Putin de Rusia dijo que ahora piensa que Rusia cometió un error al no haber intervenido militarmente en el Donbás en el 2014, y había elementos de línea dura en ese momento que básicamente lo habían presionado para que lo hiciera. Y Putin estuvo determinado en negociar y creyó en las promesas de Alemania y Francia de que habría un Acuerdo de Minsk.

Creo que esto es realmente increíble, y solo significa que todos los ataques a la gente que dijo que la historia de Ucrania es más complicada, y no es solo Putin quien es el malvado, estas personas están justificadas ahora, y creo que esto se debería discutir de manera apropiada en los medios internacionales.

Esta situación sigue siendo muy peligrosa, porque hay algunas personas frívolas en posiciones militares oficiales que recientemente han hecho comentarios relativamente a la ligera sobre el empleo de armas nucleares. Varios funcionarios rusos ahora han dicho que hay que reconsiderar toda la doctrina de Rusia, de que Rusia solo usará armas nucleares si está en juego la existencia del Estado ruso, porque mientras tanto, Estados Unidos ha movido una gran cantidad de armas nucleares tácticas a Europa, muchas de ellas a Alemania, y los bombarderos estratégicos solo tardan unos minutos en transportar estas armas nucleares al territorio de Rusia y, por lo tanto, estamos, de nuevo, en una situación como la que existía a principios de los 1980 con la crisis de los misiles de mediano alcance, los Pershing 2 y los SS-20. Y en ese momento, había cientos de miles de personas en las calles, advirtiendo que estábamos al borde de la Tercera Guerra Mundial.

Ahora esta gente no está en las calles, y eso es un problema muy grande. Y también se puede comparar la situación con la Crisis de los Misiles Cubanos, porque la proximidad de estas armas nucleares al territorio de Rusia es de solo unos minutos, e imagínense lo que diría Estados Unidos si los rusos o los chinos tuvieran armas nucleares a lo largo de la frontera mexicano-estadounidense.

Porque estamos en esta situación increíblemente peligrosa, que, por cierto, la motiva el hecho de que el sistema financiero del mundo transatlántico está llegando a un estallido final, que se puede ver por la hiperinflación y la gran paradoja que tienen los bancos centrales: si no hacen nada y continúan con la emisión cuantitativa, aumentará la hiperinflación; si tratan de luchar contra la inflación mediante la restricción cuantitativa, amenazan a muchas empresas endeudadas a que se derrumben, y con la fuga de capitales de los mercados emergentes. Así que están vacilando, de un lado a otro, pero no hay solución dentro del sistema.

Esta es la razón por la que propuse hace mucho tiempo que debemos abordar este problema de una manera fundamental y sugerí una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo, que debe tener en cuenta los intereses de seguridad de cada país del planeta, porque si no, si no se hace eso, no funciona. El punto de referencia histórico es obviamente la Paz de Westfalia, que puso fin a 150 años de guerra religiosa en Europa. Y después de la Guerra de los Treinta Años, que fue el punto álgido de esa guerra, la gente se dio cuenta de que si continuaba, no quedaría nadie para disfrutar de la victoria, todos estarían muertos, y esa es una situación que se compara a la de hoy.

La Paz de Westfalia fue sumamente significativa, porque estableció varios principios absolutamente importantes, que fueron el inicio del derecho internacional de los pueblos.

El primer principio al que llegaron fue que, por el bien de la paz, hay que tener en cuenta el interés del otro. Y creo que no les estoy diciendo nada nuevo, porque ese fue el principio que también puso de relieve uno de los más grandes Presidentes de México, Benito Juárez, quien dijo que la paz significa el respeto al derecho ajeno, tanto con respecto a los otros individuos, como también con respecto a las otras naciones. Y este es un principio muy importante, porque cuando se tiene en cuenta el interés del otro, se puede construir un orden de paz. Eso fue la Paz de Westfalia. Si no se hace eso, como en el caso del Tratado de Versalles, donde, a pesar de la complejidad de las razones por las que se llegó a la Primera Guerra Mundial, básicamente se dijo que Alemania era la única parte culpable, y naturalmente eso condujo a los pagos injustos de reparaciones de guerra, que condujeron a la hiperinflación, que llevó a la depresión, lo que llevó a la Segunda Guerra Mundial. Entonces, si no se es justo en la solución para la paz, eso llevará a nuevas guerras.

El segundo principio de la Paz de Westfalia fue la idea de que, por el bien de la paz, hay que perdonar los crímenes cometidos por uno y otro bando. Porque si siguen diciendo, “tú me hiciste esto, yo te hice esto”, será un ciclo eterno y no pondremos fin a la guerra.

Y el tercer principio, que fue muy importante, es que en la reconstrucción de posguerra, el papel del Estado es muy importante. Eso llevó al cameralismo y a toda una escuela de economía física que también tenemos que considerar.

Nosotros tuvimos varias conferencias en el Instituto Schiller sobre esta idea, y si ven las conferencias y la lista de oradores participantes, que es bastante impresionante, durante los últimos dos años y medio, se puede ver que estamos formando una alianza de personas que están considerando seriamente este enfoque. Y, naturalmente, muchos de ellos me pidieron que elaborara cómo sería, realmente, esa nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo. Y si bien, no pretendo ser la única que puede definir eso, hice un borrador, sobre Diez Principios que creo que se deben respetar, si uno quiere tener tal arquitectura de paz internacional. Y quiero mencionarlos, y quiero animarlos a leer el texto, porque creo que sería muy provechoso para el esfuerzo de mantener la paz y superar este peligro actual de guerra, si hubiera una discusión en los medios de comunicación, en el sistema educativo por los profesores, los funcionarios electos, ex funcionarios electos, y que muchos países contribuyeran para decir, ¿puede la humanidad realmente darse principios que hagan posible nuestra supervivencia factible?

Y soy muy optimista de que se puede hacer, porque somos la especie humana, tenemos una razón creativa, pero requiere una discusión mucho más amplia que solo nosotros podemos iniciar y, por lo tanto, quiero que vean estos principios, y si están de acuerdo con ellos, mucho mejor: publíquenlos. Si tienen comentarios, se los agradecemos: Vamos a tener una sección en la página del Instituto Schiller, donde nos gustaría publicar dichas contribuciones. (schillerinstitute. com/blog/2022/11/30/ten-principles-of-a-new-international-security-and-development-architecture/)

Quiero decirles cuáles son estos principios, al menos en forma breve, y por favor léanlos detenidamente.

El primer principio, cómo debería ser una arquitectura de seguridad y desarrollo de este tipo, dije, que debe ser implementada por una asociación de Estados nacionales perfectamente soberanos, el principio de soberanía. Hoy en día, obviamente eso no es así, porque tenemos instituciones supranacionales que le quitan la soberanía a las naciones, como en el caso de la Unión Europea, y ahí, se puede ver que no funciona, porque, históricamente, déjenme decir esto muy brevemente: El principio de soberanía fue un concepto muy importante que había que desarrollar. No ocurrió originalmente, porque en Europa, por ejemplo, se tenía el Papado, que es global; luego estaban los imperios, el imperio romano y otros imperios, e incluso las monarquías nacionales tardaron mucho en imponer sus derechos contra esa estructura supranacional, el papado y el imperio. Y fue recién en el siglo 15, debido al primer Estado nacional con Luis XI en Francia, que hubo un Estado nacional soberano que se caracterizó por el hecho de que el nivel de vida de la población se duplicó en los 20 años del reinado de Luis XI. Porque, por primera vez, se estableció el principio de que no solo contaban las élites, la casta dominante, la nobleza y sus privilegios, sino que por primera vez hubo el principio de que se suponía aumentaría el bien común por medio de la ciencia y la tecnología, e iba a aumentar el crecimiento de la población urbana.

En la misma época, en el siglo 15hubo los escritos de Nikolaus of Kues [Nicolás de Cusa], uno de los más grandes pensadores universales, que estableció por primera vez por escrito los principios del Estado soberano, en su libro Concordantia Catholica. Y allí desarrolló, por primera vez, que se necesita una relación jurídica recíproca entre los gobernados y el gobierno. Y eso está mediado por los representantes que son elegidos, y estos representantes son legalmente responsables, tanto ante los gobernados como ante el gobierno. Así que el sistema representativo es la única forma en que el individuo puede participar en el gobierno. Porque una democracia pura no funciona, eso ya lo reconocieron Platón y Tucídides, quienes encontraron que la cara opuesta de la moneda de la democracia es la tiranía. Así que, la democracia básica no funciona, porque no se le puede preguntar a un millón de personas sobre cada decisión, y eso se convierte en una anarquía y un caos, y luego, naturalmente, surge un tirano.

Obviamente, esta idea representativa es muy importante: requiere que los ciudadanos del Estado estén educados, porque solo los ciudadanos del Estado educados pueden hacer cumplir ese principio. Y esa es la calamidad de muchas de las democracias en el Occidente en este momento, que formalmente son democracias, pero carecen de una ciudadanía educada, entre otras cosas, porque se han impedido severamente la libertad de expresión y la libertad de prensa.

Por eso hago hincapié en el principio de la soberanía, porque, especialmente en tiempos de crisis, es solo el Estado nacional soberano el que puede proteger el interés del bien común. Ese es el primer principio.

El segundo principio, digo que la primera prioridad de estos Estados nacionales debe ser que trabajen juntos para superar y acabar con la pobreza. En un momento en que 2.000 millones de personas, exactamente 1.700 millones de personas según el Programa Mundial de Alimentos, están amenazadas por la hambruna, en palabras de David Beasley, el director del Programa Mundial de Alimentos; cuando 1.700 millones de personas están amenazadas con la hambruna mundial y otras 2 mil millones de personas carecen de agua potable, es muy claro que se les ha privado de sus derechos humanos de la manera más obvia, porque la pobreza es una violación muy severa de los derechos humanos. Y creo que la colaboración conjunta de todas las naciones para trabajar juntas para superar la pobreza, como lo ha demostrado China, se puede hacer. China sacó a 850 millones [de personas] de su país de la pobreza extrema, y la clase media está creciendo; actualmente se estima que es de alrededor de 400 millones, para llegar a 600 millones muy pronto, eso es algo que se puede hacer en todos los países del llamado Sur Global.

El tercer principio es la idea de establecer un sistema moderno de salubridad en todos los países de la Tierra. La pandemia ha demostrado que solo los países que cuentan con sistemas de salud funcionales realmente pueden hacer algo para proteger la vida de sus ciudadanos. China fue nuevamente el país que más hizo, y se podía ver que en el caso de Estados Unidos y Alemania y otras naciones europeas, que la privatización del sector salud fue la razón básica por la que les fue tan mal en la lucha contra el COVID. Un sistema de salud decente también es extremadamente importante para la longevidad. Si alguien muere antes de tiempo de enfermedades para las cuales ya existen medicamentos, ¿cuántas personas en el sector en desarrollo mueren de enfermedades que podrían tratarse fácilmente si existiera un sistema de salud moderno? Ese es el tercer principio.

El cuarto principio es que dado que somos la especie creativa, la única especie creativa conocida en el universo hasta el momento, es un derecho fundamental que todo ser humano pueda desarrollar al máximo su potencial creativo. Para eso se necesita la educación universal, y naturalmente se necesitan las circunstancias para adquirir el conocimiento de la historia universal, de las lenguas, de las ciencias naturales, de las artes. Pero sin esa educación, las personas no tienen la oportunidad de desarrollar al máximo el potencial innato que todos tenemos dentro de nosotros.

Por lo tanto, el quinto principio es la cuestión de cómo financiar todo eso. Naturalmente, se necesita un sistema de crédito donde todo el propósito de ese sistema de crédito es lograr lo que acabo de exponer en estos primeros puntos. En otras palabras, el bien común, y que el hombre debe ser el centro de la economía, no la maximización de las ganancias de una pequeña élite. Un punto de referencia es la forma en que [el Presidente] Franklin D Roosevelt concibió el sistema de Bretton Woods. Sé que a muchos países del sector en desarrollo no les gusta el sistema de Bretton Woods, pero es porque no saben cuál fue la intención de Roosevelt, que murió en el momento equivocado, por lo que el Bretton Woods fue implementado por [Winston] Churchill y [Harry] Truman. Ellos mantuvieron la estructura colonial, mientras que la intención de Franklin D Roosevelt, su idea era que el objetivo principal del Bretton Woods sería superar la pobreza y aumentar de manera generalizada los niveles de vida en el sector en desarrollo.

Entonces, ese es un punto de referencia, y muchos países del Sur Global, del BRICS, de la Organización de Cooperación de Shanghái y de la Unión Económica Euroasiática y otras organizaciones del Sur Global ya están en este momento en el proceso de crear un nuevo sistema de crédito, una nueva moneda internacional; así que esto está en marcha.

El sexto principio tiene que ver con lo que se supone que debe hacer este sistema de crédito. Es decir, crear las condiciones para un verdadero desarrollo del Sur Global, siempre comenzando con la infraestructura básica y luego pasando a la industria y la agricultura. Para eso, la Nueva Ruta de la Seda es ahora mismo la propuesta práctica sobre el tapete, y el Instituto Schiller ha trabajado durante mucho tiempo en las propuestas de cómo la Nueva Ruta de la Seda puede convertirse en el Puente Terrestre Mundial; para conectar a todos los continentes con túneles y puentes, para que sea realmente un nuevo orden económico mundial, que haga posible que todos los seres humanos del planeta tengan un nivel de vida digno.

El séptimo principio; ahora nos movemos más hacia los fundamentos filosóficos de estos pasos más concretos: se debe superar la geopolítica. La geopolítica fue el motivo fundamental de las dos guerras mundiales en el siglo 20, y es el peligro de que ocurra la Tercera Guerra Mundial. Por eso deberíamos prohibir las armas nucleares, porque son tan destructivas y mortales que no deberían tolerarse en absoluto. Y también otras armas de destrucción masiva.

El octavo principio: para superar la geopolítica, la gente tiene que aprender a pensar en términos de la humanidad única; no pensar en términos de nación contra nación, bloques de grupos de interés contra otros grupos, sino pensar primero en la humanidad única. El Presidente de China, Xi Jinping, lo ha planteado con sus palabras, cuando dice que debe haber "una comunidad compartida para el futuro común de la humanidad". He sugerido que se debe aplicar el pensamiento de Nicolás de Cusa, quien desarrolló como uno de sus conceptos más innovadores la idea de la Coincidentia Oppositorum (la Coincidencia de los Opuestos) lo que significa que siempre hay un Uno superior, que la razón humana puede conceptualizar, que está por encima de los Muchos, y que tiene un poder superior a los Muchos.

Ahora bien, si la gente entiende que hay que poner a la humanidad única en primer lugar, pues entonces hay que hacer que se capacite para que no piense en "mi interés contra tu interés", volviendo a la frase de Benito Juárez, "el interés del otro implica el interés de todos los demás", es decir, la humanidad única. O sea, el análisis filosófico de Nicolás de Cusa sobre la coincidencia de los opuestos, que es un gran tema en sí mismo, es una manera muy útil de llegar a eso.

El noveno principio que he propuesto es que tenemos que darle algo de profundidad a esta nueva arquitectura de seguridad y desarrollo. ¿Cómo podemos darnos principios que sean, en cierto modo, irrefutables? Creo, y lo he pensado durante mucho tiempo, que la única manera de poner al mundo en orden eventualmente, es si aplicamos la legitimidad del universo físico, que es la realidad, al orden político, económico y social en la Tierra. Esta es una idea que no es nueva. En la filosofía europea, por ejemplo, siempre ha habido la idea de que existe algo como la ley natural. Y la ley natural se halla, según esta tradición, en el orden de la Creación; está por encima de la ley dada por el hombre. Está incorporada en el orden de la Creación. Y una idea similar se encuentra en muchas culturas importantes. En India se dice que en la Tierra tenemos que implementar el orden cosmológico; en China, se llama el Mandato del Cielo, que debe guiar a la política. Fundamentalmente, la idea es que debemos estudiar la legitimidad del universo físico. Lo bueno es que gracias a la ciencia moderna, sabemos cada vez más acerca de esta legitimidad.

Por ejemplo, los grandes telescopios, el telescopio Hubble y, más recientemente, el telescopio espacial James Webb, nos brindan una visión increíble de cómo se ve el universo. El telescopio Hubble ya nos mostró que hay más de 2 billones de galaxias. ¡Guau! Creo que esto es absolutamente impresionante porque da la idea de que se puede estudiar esta legitimidad, y se pueden sacar conclusiones sobre nuestra vida en la Tierra cuando se hace eso. Naturalmente, otras áreas como la biofísica o la perspectiva increíble de la ciencia de la fusión termonuclear y lo que eso haría si pudiera implementarse comercialmente en la Tierra, en términos de la seguridad de materias primas, en términos de la seguridad energética. Pero también, cómo funciona el Sol, cómo funcionan los procesos en los plasmas controlados. Todo eso nos dará una idea de las leyes del universo y puede guiarnos en términos de cómo debemos organizar nuestras vidas políticas.

Por último, el décimo punto es probablemente el más importante, y estoy segura que también es el más controvertido. Porque básicamente digo que el hombre es esencialmente, fundamentalmente bueno, y por lo tanto, puede autoperfeccionar infinitamente tanto la  capacidad creadora de su mente como la belleza de su alma y su carácter, a través del estudio, del descubrimiento y de la educación estética.

Esa es una imagen fundamentalmente optimista del hombre, que no todas las personas comparten. Pero estoy totalmente convencida de que en ese punto también tenía razón Nicolás de Cusa, porque decía que el mal no es una cosa que subsiste por sí misma, sino que es la falta de desarrollo. Realmente creo eso. Si se le da a cada niño la posibilidad de tener un hogar digno, de tener una familia amorosa, de tener acceso al tipo de educación que optimice todos los potenciales implícitos que tiene ese niño, no hay razón para que la gente se vuelva malvada, codiciosa, desagradable o lo que sea, sino que apreciarán su propia creatividad más que todas las cosas contra las que luchamos hoy. Si observamos a las personas realmente creativas, por ejemplo, lean los diálogos entre Federico Schiller y Guillermo de Humboldt, o Albert Einstein y Max Planck, y verán que la relación entre los seres humanos puede convertirse en una relación en la que el uno ama al otro por el potencial creativo que expresa y viceversa; y hay una relación realmente humana.

Entonces yo creo que eso es absolutamente factible, y me pregunté muchas veces si Federico Schiller por ejemplo, en honor de quien hace 38 años se nombró al Instituto Schiller, porque creo que la imagen del hombre que tiene Federico Schiller es tan noble, que yo pensé que debería tener un impacto en la política. Pero Schiller pensó que la Era de la Razón estaba por llegar, y muchos de los humanistas del siglo 18 y principios del 19 también lo pensaron. Me pregunté muchas veces ¿por qué no sucedió eso? Porque aprecio mucho las opiniones y puntos de vista de estos humanistas. Llegué a la conclusión de que la razón fue que la ciencia y la tecnología y la industria aún no estaban lo suficientemente desarrolladas para superar la pobreza de las colonias. Por lo tanto, ni siquiera se planteaba, y las ideas más nobles de gente como Leibniz o Schiller estaban en el dominio de las ideas, pero la base material aún no existía.

Pero ahora, creo que sí, gracias al progreso científico y tecnológico, tenemos la posibilidad de superar la pobreza para siempre. No hay razón para que un solo ser humano pase hambre o muera prematuramente por falta de medicamentos. Básicamente, podemos construir un mundo donde también, si observamos los recientes avances tecnológicos en la inteligencia artificial y la digitalización, si estas nuevas áreas se utilizan para el bien común, darán a las personas la libertad de dedicar más tiempo a su desarrollo creativo, y el aprendizaje permanente, la investigación permanente y la creatividad serán cada vez más normales.

Entonces, creo que la idea es luchar por la idea de que la gente vea que el desarrollo es la clave de todo; que el desarrollo es el nombre de la paz. El desarrollo es el nombre para vencer el mal, y no estamos atados a un mundo maniqueo en el que siempre coexistirán el mal y el bien, sino que eventualmente podemos hacer que la vida de la humanidad esté en coherencia con la legitimidad del universo. Por lo tanto, si actuamos ahora con decisión, tendremos un futuro muy brillante por delante.

Les agradezco una vez más por darme la oportunidad de presentarles estas ideas. Si de alguna forma las encuentran aceptables, únanse a nosotros y ayúdennos a crear realmente el nuevo orden económico mundial que esté a la altura de la dignidad de la humanidad.

Muchísimas gracias.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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