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La crisis más grande
de la historia moderna

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Sábado 8 de mayo, 13:00 horas (hora del Este de EU)

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LaRouche: ¡Hay que imponer la enmienda Glass-Steagall en el Senado, ya!

7 de mayo de 2010 — La senadora demócrata de Washington, Maria Cantwell, y el senador republicano de Arizona John McCain introdujeron el 6 de mayo una enmienda al proyecto de ley de reforma financiera del senador Dodd, la cual exige de modo explícito que se apliquen las medidas propias de la ley Glass-Steagall al sistema bancario; de este modo, la senadora Cantwell y McCain han creado la apertura estratégica decisiva y necesaria para derrotar al sistema imperial británico, que ahora está estallando en una desintegración total. Si se aprueba la enmienda, va a transformar totalmente el proyecto de Dodd, y será un paso gigantesco para llevar a cabo la reforma del Sistema Americano al estilo de Franklin Roosevelt, que Lyndon LaRouche ha propugnado prácticamente solo durante su carrera.

"Esta enmienda es la amenaza más seria al imperio británico que anda desatado sobre el planeta hoy día", dijo LaRouche el 6 de mayo. "Se tiene que apoyar el proyecto de ley plenamente, sin subterfugios. Si no apoyas esto, quiere decir que no te importa la civilización".

"La cuestión no está en el proyecto de ley en sí; la cuestión es de política: Es el único acceso que tenemos para ganar una reforma a la Glass-Steagall. Y sin una reforma a la Glass-Steagall, no hay esperanza para la supervivencia de Estados Unidos. Así que cualquiera que no apoye está expresión de la Glass-Steagall, en este proyecto de ley, no es un ciudadano leal de Estados Unidos".

Este acontecimiento es tan urgente para Estados Unidos y la civilización en general, que la gente debe tener una idea clara de lo que se proponen los autores. Por ello incluimos el comunicado de prensa entero que emitió el despacho de la senadora Cantwell el 6 de mayo de 2010.

Cantwell, McCain procuran restaurar las salvaguardas Glass-Steagall para separar la banca mercantil de la banca de inversión. La enmienda limitaría el tamaño de la banca y las amenazas sistémicas a toda la economía.

WASHINGTON, DC, 6 de mayo — Los senadores Maria Cantwell (demócrata de Washington) y John McCain (republicano de Arizona) introdujeron hoy una enmienda bipartidista para separar la banca mercantil de la banca de inversión. El cambio que se propone en la reforma financiera y la legislación bancaria que se debate ahora en el Senado, también lo patrocinan los senadores Ted Kaufman (demócrata de Delaware), Tom Harkin (demócrata de Iowa) y Russell Feingold (demócrata de Wisconsin). La enmienda restaura las salvaguardas según el modelo de la Ley Glass-Steagall de 1933, que protegen los depósitos bancarios para que Wall Street no los utilice en la especulación riesgosa. La enmienda se basa en la Ley Cantwell-McCain de Integridad Bancaria que se introdujo en diciembre de 2009.

"Los bancos gigantes ponen su dinero en esquemas riesgosos, de riqueza rápida a la Wall Street, en vez de invertir en el ciudadano común", declaró la senadora Maria Cantwell. "Hay tanto dinero respaldado por los contribuyentes estadounidense que se va a la especulación en mercados oscuros que ha desviado el capital de crédito de nuestros bancos comunitarios y pequeños empresarios que dependen del crédito para crear y ampliar el empleo. Esto está asfixiando a Estados Unidos y es por ello que hay respaldo bipartidista para restaurar las salvaguardas importantes que por décadas protegieron a los ciudadanos después de la Gran Depresión. Es hora de regresar a la separación entre la banca mercantil de la banca de inversión de Wall Street".

"Me quiero asegurar de que nunca le carguemos al contribuyente estadounidense un costo de otros $700,000 millones de dóalres o hasta máspara rescatar a la industria financiera", dijo el senador John McCain. "Si las grandes instituciones de Wall Street quieren participar en transacciones riesgosas, pues bueno. Pero no les debemos permitir que lo hagan con depósitos que tienen garantía [del gobierno] federal. Es hora de ponerle un alto a los excesos de Wall Street financiados por los contribuyentes. Ninguna institución financiera en particular debe ser tan grande que su malogro cause la ruina de nuestra economía y destruya millones de empleos estadounidenses. Este país recibiría major trato si limitamos las actividades de estas instituciones financieras".

"No es coincidencia que nuestro sector financiero se salió totalmente de control en cuanto se derogaron las prohibiciones de la Glass-Steagall en 1999. Al consolidar la banca mercantil, la banca de inversión y las aseguradoras en una sola compañía financiera, las instituciones crecieron tanto y se volvieron tan relacionadas entre sí que eran demasiado grandes para arruinarse", dijo el senador Tom Harkin. "Para mi es claro que regresar a las regulaciones de la era de la Glass-Steagall ayudará a acabar con el problema del demasiado grande para arruinarse y va a restaurar el orden en nuestro sector financiero".

La enmienda presentada hoy prohíbe que los bancos mercantiles se afilien de cualquier manera con bancos de inversión y viceversa; impide que oficiales, directores y empleados de un banco mercantil funjan como oficial, director o empleado de un banco de inversión y viceversa; prohíbe que los bancos mercantiles participen en cualquier actividad de seguros; y establece la fecha de un año desde su promulgación como el límite para que casas financieras hagan la transición y separen sus operaciones bancarias mercantiles de las de inversión.

Empezando en 1933, la ley Glass-Steagall estableció un muro entre la banca mercantil y la de inversión para proteger el dinero de los cuentahabientes de que lo ponga en peligro la especulación de Wall Street. Por casi 60 años, este muro cortafuego mantuvo la integridad del sistema bancario; impidió el usufructo personal y otros abusos financieros, y limitó la especulación en las bolsas de valores. Pero desde su revocación, los bancos han mezclado la actividad bancaria y la bursátil, usando lagunas legales de la Ley y de otros estatutos para a la vez vender productos financieros como las acciones, los fondos mutuales y las colocaciones de acciones a sus consumidores. Cuando estos megabancos fallan bajo el sistema actual, el ciudadano contribuyente paga por las pérdidas doblemente.

Los bancos más grandes se vuelven cada vez más grandes en los rescates y las fusiones. Aunque hay 7.000 bancos mercantiles en Estados Unidos, solo cinco de ellos poseen más del 50 por ciento de los activos bancarios de nuestra nación. Esas mismas cinco organizaciones poseen del 95 por ciento del riesgo bancario en el mercado de derivados.

Bajo la enmienda, las grandes firmas financieras que actualmente operan tanto bancos mercantiles como casas de inversión tendrán que tomar una decisión sobre si quieren concentrarse en la actividad bancaria mercantil o la de inversión. En la mayoría de estas instituciones, tanto los bancos de inversión como los bancos mercantiles tendrán gran valor independientemente y serán rentables para sus accionistas. Al separar los bancos mercantiles de los bancos de inversión, la enmienda pone fin a la especulación con el dinero de los cuentahabientes, y regresa la inversión al ciudadano común.

 

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