Escritos y discursos de Lyndon LaRouche

LaRouche: Se necesita un Nuevo Bretton Woods

A continuación publicamos el texto completo de la videoconferencia de Lyndon H. LaRouche, desde Francfort, Alemania, con destacados miembros del Colegio de Contadores Públicos de Lima, en Perú, llevada a cabo el 23 de febrero de 2001 y que fue transmitida simultáneamente por la internet.

Presentación

Roberto Alva Sánchez: Damas y caballeros tengan ustedes muy buenas noches. A nombre del Comité de Finanzas del Colegio de Contadores Públicos de Lima tengo el agrado de darles la más cordial bienvenida a esta videoconferencia internacional denominada "El reto de la inversión extranjera, consideraciones en el riesgo país", a cargo de Lyndon LaRouche Jr., conferencista internacional y experto en finanzas.

En esta oportunidad nos acompañan en la mesa directiva, en calidad de panelistas: el doctor Dennis Falvy Valdivieso, decano del Colegio de Economistas de Lima y comentarista político-económico del diario La República; el doctor Luis Lizárraga Pérez, profesor de finanzas de la Universidad de Lima; y el economista Luis Vásquez Medina, director de EIR en Perú.

Con ustedes Lyndon LaRouche, a quien recibimos con un fuerte y caluroso aplauso.

Lyndon LaRouche: Muchas gracias. Como ustedes probablemente habrán observado en la prensa nacional y en otras fuentes que tengan a su disposición, el presente sistema financiero internacional se encuentra en una etapa de desplome. Debido a la naturaleza de la situación, porque no hay decisiones claras de los gobiernos en cuanto a cómo bregar con esta etapa del derrumbe, hay cierta incertidumbre en la dirección a la que se dirige el mundo. Podemos definir opciones, probabilidades, pero no podemos decir nada con certeza, porque la certeza dependerá del tipo de acciones que se tomen.

Por ejemplo, ¿cuál es la situación dentro de los Estados Unidos? Los Estados Unidos fueron golpeados esta vez por una crisis de desregulación en el abasto de energía que ha afectado el suministro de petróleo hasta cierta medida, pero más enfáticamente la distribución de gas y electricidad dentro de los Estados Unidos, afectando a las grandes empresas de servicio público. Hemos tenido un tremendo aumento en el costo de la electricidad, del 400 por ciento y hasta más en algunas áreas. Hay mucha especulación en este campo. Ahora hay medidas en varias partes de los Estados Unidos, de dar marcha atrás y regresar nuevamente a la regulación. Hay una campaña que lleva a cabo la principal confederación sindical de los Estados Unidos, para instar a regresar a la regulación, o sea, volver a reimponer las medidas, las pautas, de regulación federales y estatales que existían antes de que el gobierno de Carter desregulara la electricidad.

Al mismo tiempo tenemos un derrumbe en los mercados financieros. Casi diario, el presidente de la Reserva Federal le inyecta miles de millones de dólares al sistema para evitar que el NASDAQ caiga por abajo de los 2000 puntos. El índice Dow Jones también está bastante endeble.

Se derrumba el importador de último recurso

Tenemos en Alemania, y también en Japón, derrumbes en los mercados bursátiles. Este es un período que se caracteriza por el papel de los Estados Unidos, conocido como el importador de último recurso.

En los setentas hubo una tranformación en la economía mundial, con la decisión del gobierno de Nixon, de agosto de 1972, que estableció un sistema de cambio flotantes. Esto fue un desastre para los países de Centroamérica y Sudamérica, entre otros. Las tasas de cambio flotantes han causado una multiplicación de la deuda existente, y la acumulación de nuevas deudas, ha sido un desastre para la mayoría de estos países.

Pero hemos llegado al momento, en el período reciente, especialmente a partir de los ochentas, en el cual los Estados Unidos dependen más y más de exportar su trabajo a mercados de mano de obra barata en el extranjero, y dependen de estas fuentes mientras cierran sus propias manufacturas.

Así es que los Estados Unidos han estado dependiendo de un gran déficit de su cuenta corriente, de su cuenta comercial. Además de eso, los Estados Unidos han estado viviendo de un tremendo influjo de divisas extranjeras, que entraban en inversiones a corto plazo en el mercado financiero estadounidense, porque las tasas de crédito eran mucho más altas aquí, en los Estados Unidos.

Ahora la economía de los Estados Unidos se está desplomando, el NASDAQ es todo un desastre y el efecto ha sido el desplome de la capacidad adquisitiva de los Estados Unidos y una contracción del flujo de ingresos para la inversión de los Estados Unidos que redunda en un derrumbe de las importaciones de los Estados Unidos, lo que, a su vez, tiene un efecto en Asia, Japón, China y otros países. Por ejemplo, Canadá también ha sido golpeado.

Ahora tenemos un derrumbe en cadena de los mercados internacionales, como resultado del decaimiento del mercado de los Estados Unidos como importador de último recurso para muchos países del mundo. México sufrirá enormemente. Tiene una vulnerabilidad de hasta 40 por ciento en su ingreso total, ya que sus exportaciones en gran medida son a los Estados Unidos. Este es el tipo de crisis que enfrentamos.

Las lecciones de 1929 a 1965

El enfoque que yo le doy al asunto es recomendarle a mi gobierno que cambie su política y regrese a las lecciones que aprendimos en el período de 1929 a 1933. Nos encontramos ahora en una crisis que es un tanto parecida, aunque peor, que la que se experimentó entre 1929 y 1933. Este es el problema. Hoy en día el problema subyacente es peor aun que en esa época. En aquella época, el presidente saliente, el presidente Hoover, colaboró íntimamente con el presidente entrante, el presidente electo Franklin Roosevelt, para emprender un proceso de cambio que produjo un sistema altamente regulado, que poco a poco sacó a los Estados Unidos de la depresión; Iberoamérica también se benefició en parte de nuestra política de "buenos vecinos" en aquella época.

Logramos pasar la Segunda Guerra Mundial exitosamente en el sentido económico. Cuando murió Franklin Roosevelt, se abandonaron algunas de sus medidas, especialmente su política extranjera. Sin embargo, durante 1945–1965 los Estados Unidos cooperaron estrechamente con Europa Occidental bajo el sistema de Bretton Woods, dentro del cual, los Estados Unidos mantenían su mercado de exportación de bienes a Europa Occidental, ayudando a su vez a Europa Occidental a construir su economía con cooperación estadounidense. Así, ambas partes del mundo se beneficiaban enormemente y algunos de estos beneficios se trasladaban también a los países de Iberoamérica.

En 1965–1966 hubo un cambio. En los últimos 35 años nos hemos ido alejando del modelo económico de 1933–1965, a un nuevo molde, a una nueva pauta de desreglamentación, de liberalización, y la globalización que despegó a partir de 1989–1990, con el desplome de la Unión Soviética.

En tanto potencia internacional, nos encontramos ahora en una situación en que no existe la estructura de la soberanía nacional y otros instrumentos con que antes contábamos, para ayudar a defendernos del desempleo en masa y cosas por el estilo.

La solución obvia, ya que tenemos que apoyarnos muchas veces en la historia pasada para guiarnos en cualquier acción de emergencia, es regresar a las lecciones aprendidas en el periodo de 1933 a 1965. Podemos restaurar algunas de las medidas políticas que funcionaron entonces. Podemos salir de cualquier depresión, con algunas dificultades claro, pero podemos salir de ella y obtener un movimiento ascendente. Pero la interrogante es cómo va a responder el nuevo gobierno de Bush, que es una nueva administración, a una situación que exige acción, precisamente de un tipo contrario a la política con la que estaba comprometido cuando fue elegido.

Tenemos un movimiento en Europa. Europa está en busca, en el continente europeo, está abierta la posibilidad de cooperar con Rusia y países del Asia. Tales como el grupo Asean más tres. Las naciones del Asean con India, China, Japón, Corea, Rusia. Europa depende en gran medida de los mercados euroasiáticos para sobrevivir, es decir, la Europa continental en el período de posguerra, por ejemplo Alemania recientemente exportaba cerca del 40 por ciento de su producto nacional total y este margen de ingresos alemanes ayudó a sostener todo el mercado europeo continental. Esto ha estado en caída libre últimamente y los europeos luchan para sobrevivir y deben encontrar mercados extranjeros de largo plazo para exportar bienes. El principal mercado para Europa es Eurasia, China y el Asia en general. Por consiguiente, esa iniciativa de cooperación por parte de Europa Occidental, Rusia y el grupo Asean más tres, es algo en marcha, pero hasta ahora los Estados Unidos se oponen. Por ejemplo en el gobierno de Bush, China y Rusia son vistos como sus principales adversarios políticos o competidores y esto tiende entonces a obstaculizar el deseo de colaboración. Pero eso es la situación en general.

Por consiguiente yo diría y destacaría, al menos desde mi punto de vista, ¿cuáles son las alternativas relativamente optimistas? Obviamente si esto sigue como va, tendremos un desastre internacional y habrá sufrimiento en todas partes del mundo. . . un sufrimiento que puede llegar a ser incalculable. Los efectos políticos pueden llegar a ser incalculables. Quién sabe hasta dónde puede llegar esto. Por tanto mi respuesta a la situación es qué podemos, qué debemos hacer en condiciones óptimas y cuál debe ser nuestra política.

Podemos conjurar las pautas negativas

En general, mi política es la siguiente: El mundo está organizado actualmente entre los Estados Unidos como potencia principal, que se ha vinculado muy estrechamente con el grupo angloamericano, o sea Canadá, el Reino Unido, Australia, Nueva Zelandia y los Estados Unidos; y, por otra parte, Europa Occidental, que tiene una orientación un tanto diferente que los Estados Unidos y las potencias del mundo angloparlante. Rusia está tratando de reconstruirse y puede jugar un papel clave en las relaciones entre Europa y Asia. Africa está casi destruida. Hay una situación, de desintegración económica en general en América del Sur y América Central.

Mi criterio es que si recuperamos por fin nuestros cinco sentidos, los Estados Unidos buscarán fomentar la cooperación con un bloque de naciones, en Europa occidental, Rusia, China, India, y todo un grupo de naciones en el macizo euroasiático, con una perspectiva a 25 años de cooperación a largo plazo con bajos costos de crédito, para fortalezer la economía asiática y usar al mismo tiempo el macizo euroasiático como mercado para desarrollar europa occidental. Los Estados Unidos deben cooperar con eso.

En tales condiciones hay una parte del mundo prácticamente destruida que es el Africa al sur del Sahara, y también América del Sur y América Central. Son regiones distintas claro, pero yo creo que si los Estados Unidos cambian su orientación política hacía el mundo en general y si regresamos al tipo de política de la que es ejemplo la política del "Buen Vecino" de Franklin Roosevelt, o lo que quería iniciar el presidente Kennedy con la Alianza para el Progreso, podemos entonces conjurar las pautas negativas en América Central y del Sur muy fácilmente, con cosas tales como obras de desarrollo e infraestructura a gran escala.

México, por ejemplo, necesita ferrocarriles urgentemente. México va a necesitar ayuda para salir de esta dependencia de sus exportaciones de mano de obra barata a los Estados Unidos. Tiene una gran población, es la segunda nación de Iberoamérica por sus dimensiones, y la tenemos en la frontera con los Estados Unidos. La estabilidad y el bienestar del pueblo y de la nación mexicana debe ser una preocupación importantísima para los Estados Unidos.

Y la condición del hemisferio. . . Veamos a toda la región, América Central y del Sur. Tenemos una región con inmensos recursos naturales que están desaprovechados por la falta de desarrollo de la infraestructura necesaria para aprovecharlos. Tenemos una población relativamente reducida en América Central y del Sur en comparación con otras partes del mundo y grandes recursos desaprovechados.[FIGURE 4]

Así pues que obviamente, con un programa de largo plazo, a 25 años, más o menos, con tasas de interés muy bajos y crédito a largo plazo, podemos establecer la cooperación para obras de infraestructura a largo plazo, en obras hidráulicas, de energía, etc, que sirvan de estímulo para fomentar el desarrollo del sector privado en la industria y la agricultura. El potencial, como deben saberlo, es enorme. El potencial de Perú, por ejemplo, es inmenso, pero requiere este tipo de cosas.

Yo creo que estos son las consideraciones positivas. Mi preocupación y mi trabajo internacional, tratando con las naciones en Eurasia, y en Europa con gobiernos o medios gobernamentales en Europa, por ejemplo en Italia. En el caso del esfuerzo por el nuevo sistema Bretton Woods, lo que pretendemos es juntar las mentes, ya sean en el gobierno o en el sector privado, para esta alternativa a la catástrofe actual, que no cabe duda, es una catástrofe; y esperar que incorporando estas fuerzas intelectuales y demás, en torno a una comprensión de lo que el mundo necesita. Cuál es el problema, cuáles son las opciones, cuáles son los antecedentes. Podemos entonces inducir a los gobiernos a sentarse a la mesa y a consertar el tipo de acuerdos que darían pié a un nuevo sistema Bretton Woods.

Por ejemplo, si las naciones que en cierto sentido son las propetarias del sistema del Grupo de los Siete (G-7), ahora G-8, como le llaman, que son las propetarias del Fondo Monetario Internacional, son sus amos, por consentimiento y participación de otros países, si estas naciones como parte responsable, los dueños, los gerentes del FMI, se ponen de acuerdo, podemos efectuar cambios drásticos en el mismo FMI. Estos cambios drásticos deberían remontarse seguramente a las normas de antes de 1958, de regulación bajo el antigüo sistema monetario con la idea de mantener un flujo de crédito barato, de largo plazo y a tasas de cambios fijas, o por lo menos, converger rápidamente hacía las tasas fijas. En esas condiciones puede haber prosperidad muy rápidamente.

Nuestra mejor esperanza, yo creo, es mantener éste tipo de discusión en que se tratan estas alternativas, estos temas. Hacerlo tanto internacionalmente como en el seno de cada país. Tanto en el sector privado como oficialmente. Y esperar, que con el fortalecimiento, con el fomento de un concenso en pro de la recuperación internacional, podamos persuadir a los gobiernos, conforme se agudiza la crisis, a que tomen el tipo de medidas de emergencia que devuelvan éste proceso a una base más saludable.

Gracias.

Mandeville, libre comercio y las raíces de la corrupción

Dennis Falvy Valdivieso: Buenas noches, doctor Lyndon LaRouche. Escuchando su exposición, que evidentemente en poco tiempo abarca usted decenas de años no solamente en los aspectos económicos sino de los aspectos políticos y sociales, quiero ir al punto. Lo que me interesa es mi país. No me interesa tanto lo que pasa en estas enormes fuerzas denominados Grupo de los Siete, que casualmente son los países que pelearon en ambos bandos en la Primera y Segunda Guerra Mundiales. . .

Usted defendió al gobierno de Fujimori. Usted tenía un par de variables a su favor, según lo poco que he oído de usted. Fujimori combatía al narcotráfico y a Sendero Luminoso. Yo no voy a entrar a lo segundo porque evidentemente había que combatir a Sendero Luminoso. Siempre me quedó la duda con lo del narcotráfico; sobre todo con un embajador norteamericano que está acá en el Perú todavía, de quien todavía muchos de nosotros tenemos sospechas que ha tenido una relación con la CIA, y con nuestro desgraciadamente famoso Vladimiro Montesinos, al cual usted ya debe de conocer, por lo menos por los cables que deben ir a su poder.

Bueno, yo no lo he escuchado en estos minutos hablar de la corrupción, extendida y globalizada por un lado, y tampoco lo he escuchado a usted hablar, cuando en el año 1971 se fue al demonio el Bretton Woods, y aparecieron los productos derivados. . . ¿Usted cree que retornando a sus ideas, vamos a poder desarrollar a países como el nuestro si no hay un combate frontal a la corrupción? . . .

¿Es algo saludable para una economía como la peruana? Usted ha señalado que el Perú tiene inmensas riquezas posibles de ser descubiertas o potenciadas, yo, señor, no estoy de acuerdo con usted. Usted puede tener las riquezas más grandes del mundo, pero si la corrupción está inmersa en los políticos, está inmersa en los medios de comunicación, está inmersa en los periodistas que se venden por un plato de lentejas, las riquezas seguirán ahi. Porque yo como economista sé que cuando no hay oferta, otros se aprovechan de los demás.

LaRouche: El problema de la corrupción. Cualquiera que esté involucrado en la contabilidad —como la mayoría de ustedes lo están— sabe mucho de lo que es el problema de la corrupción. Si uno tiene una economía que físicamente es saludable, una economía en la cual las ganancias vienen de los aportes del aumento de la capacidad productiva de la fuerza de trabajo de esa economía. Si por otra parte uno tiene una economía que no es una economía que está creciendo, que no está aumentando la capacidad física, el nivel de vida, la inversión en la capacidad de producción, la infraestructura, entonces ¿de dónde viene la ganancia?

Ustedes saben, como contables, que hay dos tipos de ganancias: uno es ganancia física, donde uno puede ver que hay un aumento en la riqueza física que se crea, en la cual para que la entidad obtenga una ganancia depende de la contribución que aporte para aumentar la riqueza. Hay otro tipo de ganancia, que es la ganancia meramente financiera.

El problema que tenemos aquí es que en el siglo 17, a principios del siglo 18, había un individuo de nombre Bernard Mandeville, a quien se le considera el santo patrón de la Sociedad Mont Pelerin, sociedad muy influyente fundada en la Gran Bretaña y vinculada a Friedrich von Hayek y a Milton Friedman. Von Hayek, al igual que Bernard Mandeville previamente, promueve la corrupción. Mandeville decía que la riqueza provenía de la maldad y que había que permitir la legalización de la maldad para que hubiera un beneficio. Este es el fundamento del pensamiento radical monetarista.

Las raíces de la corrupción hoy en día, es que es difícil para un empresario, bajo el sistema que ha prevalecido a partir de 1971, que estos empresarios puedan obtener una ganancia en el ingreso de aumentar la riqueza física per cápita o por kilómetro cuadrado de un país. Pero mediante varios trucos uno puede lograr ganancias. Estas se llaman ganancias financieras, y ese es el problema con una economía desregulada, un sistema librecambista totalmente radical. Bajo este tipo de condiciones, el empresario no puede crear riqueza física, digamos en la industria o en la agricultura, se debilitan esas capacidades cuando no se desarrolla la infraestructura. Cuando la gente busca las ganancias, entonces, la forma de encontrar las ganancias es donde dijo Mandeville. Si no la puedes obtener de ninguna otra forma, búscala en la maldad.

Mi perspectiva es que a una economía proteccionista —del tipo que tenían los Estados Unidos en sus mejores momentos, el tipo de sistema que recomendaba Federico List, en sus propuestas para la economía nacional—, es la que promueven de forma selectiva aquellos que están contribuyendo a la economía nacional, debe dársele tratamiento favorable. Mientras que no se les debe proteger a aquellos que están sacando las ganancias de la especulación o de fuentes oscuras.

El problema con esta corrupción viene fundamentalmente del hecho de que hemos abandonado el proteccionismo. Hemos abandonado el orgullo en el desarrollo, y hemos hecho más lucrativo, más fácil de obtener grandes cantidades de dinero, mediante medios irregulares.

Si uno quiere hablar de corrupción, no voy a entrar en detalles, pero en los más altos niveles de los Estados Unidos, en los más altos niveles de los partidos políticos estadounidenses, hay corrupción mucho más grande que cualquier corrupción que usted pueda encontrar en Perú. Y viene de los más altos niveles.

Por ejemplo, el caso de la especulación con los precios de los energéticos, lo que está ocurriendo en California que está causando una crisis política de tremenda envergadura. Esto es corrupción. Hay entidades como la Enron que se dedican a la especulación y no producen absolutamente nada. Pero se meten al mercado y con la especulación impulsan un aumento de los precios hasta del 400 por ciento. ¡Es un saqueo! Dos grandes entidades en California, la Pacific Gas & Electric y la Southern California Edison, ahora están al borde de la bancarrota simplemente porque se las ha saqueado por este tipo de maniobras. Esto sí que es corrupción pura. Pero en los Estados Unidos es una forma de corrupción que es legal.

Y creo que la clave, entonces, es reconocer este hecho. Que se ha dicho varias veces en la historia, que uno tiene que establecer una pauta moral, en términos de lo que uno promueve y lo que no promueve en la economía nacional. En las regulaciones del Estado, en la política impositiva, en la política de contabilidad. Uno tiene que establecer esta pauta proteccionista y decir: `Aquellos que aportan, que contribuyen al beneficio del pueblo, como empresarios, como trabajadores, como agricultores, a esos hay que alentarlos a producir y a invertir y en ampliar la productividad. Aquellos que viven como parásitos, de la especulación financiera, como la especulación con los derivados —que debe en mi opinión, declararse totalmente ilegal, porque tenemos más de 400 billones de dólares de derivados financieros que flotan en el mundo versus un producto mundial físico de cuando más 43 millones de dólares—.

¿Cómo vamos entonces a enfrentar un derrumbe de una burbuja financiera de 400 billones de dólares en derivados, versus 42 millones de dólares en producto nacional mundial, que se esta viniendo abajo?

Entonces el asunto de la corrupción. No se meta a la corrupción pequeña, vaya a la corrupción del sistema, que nosotros por nuestra negligencia, con el libre comercio, con las políticas de la Sociedad Mont Pelerin le hemos dado licencia, le hemos dado una patente. Hemos castigado a la gente que hace trabajo honrado, que son industriales honrados, empresarios honrados que aportan algo a la economía nacional. Y mientras no hagamos esta distinción moral entre quién hace algo útil y quién es un parásito, no vamos a detener la corrupción.

Y cuando tenemos una condición como la de hoy día, cuando las economías del mundo son pobres en términos físicos, entonces la gente que desea enriquecerse encuentra que la forma de enriquecerse es a través de la corrupción, y no del trabajo honrado.

Fujimori y la soberanía nacional peruana

El moderador anunció que Patricio Ricketts Rey de Castro, ex ministro de Educación y periodista de renombre, y el ingeniero Alejandro Indacochea, profesor del Centro de Negocios de la Pontificia Universidad Católica del Perú, se han sumado al panel.

Dennis Falvy Valdivieso: Le quiero hacer una pregunta muy simple, y muy clara. Usted, en los escritos que hemos leido, alababa a Fujimori porque según usted era la única persona que combatía al narcotráfico. Nuestros pobres indicios, porque son pobres, porque nuestra tecnología es todavía muy pobre, no es como la suya de satélite, nos indican con unos videos, que el asesor de Fujimori, llamado Montesinos, realmente lavaba dinero, y estaba relacionado con el narcotráfico. De eso hay indicios suficientes como para decir que eso es una realidad. También hay indicios para decir que a éste señor lo auspiciaba la CIA. . .[FIGURE 2]

Mi pregunta señor es ¿por qué usted se equivocó y creyó que era. . . un [don] nadie, era un pobre chinito ingenuo que no sabía nada de negocios, cuando también hay indicios que Fujimori estaba relacionado con este lavado de dinero y con aviones presidenciales que iban a Rusia, a la mafia rusa a entregar cocaína por armas. Quisiera una respuesta concreta si usted fuera tan amable.

LaRouche: Primero que nada, siempre opero a nivel internacional sobre las bases de respetar la soberanía nacional, como verá por lo que he escrito, y lo que han escrito mis colaboradores, fuí muy crítico de ciertos aspectos de la política económica del presidente Fujimori. No estuve de acuerdo con la política de liberalización, aunque entendí que sí se le impuso desde cierto punto por nuestro gran amigo norteamericano, como usted diría, ¿no?. Yo no pensé que esto fuera positivo para Perú pero siempre, pese a eso, defendí la soberanía de Perú, como lo hago hoy en día. Por tanto, no me meto en el asunto soberano de un país. Critico de forma objetiva, dependiendo de lo que se requiera. Creo que es un área bastante obscura y no me siento muy entusiasmado de comentar sobre este tema porque hay ciertos mitos y ciertas realidades.

Yo he estado bregando con agentes de inteligencia durante muchos años, así que sé algo sobre el tema. Hay que reconocer que la CIA opera en Perú, por ejemplo bajo los auspicios del Departamento de Estado, es el brazo de inteligencia del Departamento de Estado. Hay otros brazos de inteligencia de los Estados Unidos, que no operan bajo el auspicio del Departamento de Estado y también funcionan en Perú. También al tratarse de operaciones contra las drogas —las operaciones contra las drogas en todas partes del mundo son muy sucias, al igual que las operaciones de drogas son muy sucias—. En las operaciones de inteligencia contra drogas lo que hace la gente es tratar de penetrar las redes de narcotraficantes ¿Cómo penetra uno una red narcotraficante? La forma en la cual, por ejemplo, la policía investiga el hampa organizada, la forma en que lo hacen es que penetran las redes que están investigando, usan dinero sucio. A veces en operaciones de narcotráfico procesarán drogas como modo de poder llegar a los niveles más altos, a los capos si se quiere.

Así es que esto tienen el efecto de una operación contra las drogas de los Estados Unidos. Podrían involucrarse incluso en el tráfico de drogas y con dinero sucio, esto no me sorprende para nada, así se hace. Yo no llego a grandes conclusiones sobre el hecho, porque son cosas que todavía no se han definido.

En el caso de Fujimori, lo que pasó aquí en el caso de [la toma de] la [casa] del Embajad[or japonés], lo apoyé fuertemente porque habían fuerzas en los Estados Unidos, dentro del gobierno, que tomaron una posición contraria. [Fujimori] actúo con coraje y valentía en esa situación, y lo apoyé en ese asunto y defendí la soberanía del Perú, aunque yo tenía ciertas reservas sobre sus otras medidas, pero tenía que respetarlo como presidente y lo respeté mientras defendía la soberanía de su país, aunque yo tuviera otros puntos de vista divergentes con él, pero yo no me meto en los asuntos internos de un país.

La economía del Bienestar Común

Luís Lizárraga Pérez: Muy buenas noches doctor LaRouche. Nuevamente estamos con usted, en una segunda reunión. Quisiera recordar que el año pasado, todavía cuando los Estados Unidos estaba en el auge —bursátil sobre todo—, usted pronosticó la caída de la bolsa y el riesgo económico que esto significaba. Efectivamente ésto se ha dado, sobre todo en el NASDAQ, donde hemos visto caídas del más del 50 por ciento. Los problemas de la bolsa europea, la caída de los niveles de la tasa de interés internacional y todo esto ha generado una disminución que usted ya pronosticó el año pasado.

La inquietud nuestra, como decía antes el doctor Falvy es nuestro país. Nosotros vemos que a nivel de América Latina en general, la comunidad de naciones en particular, sobre todo en nuestro país en especial, pese a que todavía algunos indicadores económicos como es la inflación, devaluación y algo de PIB, etc, se mantienen a niveles razonables. Sin embargo, la recesión mantiene un nivel muy alto la tasa de desempleo y subempleo en nuestro país. . .

¿Cuál es su recomendación? ¿Cuál es su visión? ¿Qué nos puede usted comentar con respecto a la situación [d]el país? Aparte de estos problemas económicos, estamos, como bien lo han dicho, en un problema preelectoral, en un problema de cierto caos. En un problema donde estamos sorprendidos por todo lo que ha ocurrido, y que se avecina un nuevo régimen electoral. ¿Cuál sería su visión y su recomendación para que nuestro país, dentro del entorno y contexto mundial que hay actualmente de niveles de riesgo en nuestros países, en países llamados "emergentes"?

LaRouche: Primero que nada uno tiene que entender, como todos ustedes saben que el mundo es injusto y que las relaciones entre los Estados hoy en día es injusta. Bajo esas condiciones ¿qué debe hacerse? . . .

Primero que nada, la forma en que uno puede lograr el desarrollo que [Perú] requiere en la economía moderna empieza fundamentalmente con la infraestructura básica de la economía; obras de gran envergadura para el manejo de ríos, de aguas; desarrollo municipal, crear la infraestructura en la cual se fundamente una economía. Esto es, inversiones en la infraestructura, que en general toman de 20 a 25 años antes de poder empezar a contar con los beneficios. Son inversiones a largo plazo, que toman 25 años como mínimo para construir un sistema de carreteras. Para construir un sistema de aguas hay que pensar en términos de los réditos que van a venir en 25 años. El período de una generación, desde el momento del nacimiento de un niño hasta que llegue a su madurez. Así que esto requiere tasas de interés muy bajo, tipos de interés muy bajos, no requiere tanto de emprestitos, sino que requiere de créditos.

Un país no debe pedir prestado a otro país, sino que necesita créditos para comprar cosas en el extranjero para su propio desarrollo interno. Eso es lo que requiere Perú. Y Brasil también lo requiere. Pero este tipo de proyectos es fundamental. Un sistema de crédito a plazo de 25 años, digamos al 1 por ciento, que era lo que teníamos bajo el viejo sistema monetario del Fondo Monetario Internacional (FMI), y al mismo tiempo alentar otros proyectos de créditos e inversiones privadas, pero para construir una carretera hay que enviar a la gente para construirlo. Se puede desarrollar la industria privada para ayudar a llevar a cabo [ya sea] este proyecto hidraúlico, este proyecto de carretera ó ferrocarril.

Proyectos de infraestructura, que podríamos decir que representarían el 40 por ciento del total del ingreso de la producción nacional, debían meterse en la infraestructura para mantener la economía. Este fué el caso por ejemplo bajo [el gobierno de Franklin Delano] Roosevelt, en la recuperación que tuvimos en 1933 hasta el período de la depresión, en proyectos como la administración del Valle del Tennesse. El resultado era que por cada dólar que se invertía en este tipo de desarrollo infraestructural aparecían como un dólar y cuarto adicionales como inversiones en el sector privado. El Perú tiene una buena idea, ustedes mismos como contables de este tipo de cosas que se requieren, saben como funciona esto. No es muy difícil darse cuenta o que se percaten ustedes como contables experimentados. Si tienen crédito a bajas tasas de interés que permita desarrollar proyectos para el beneficio nacional, que beneficien la infraestructura y que también den el ímpetu para las inversiones privadas en el mercado, eso ayuda. Ese es el tipo de proyectos que yo propongo.

Yo esperaría que llegaran a un acuerdo para la reconstrucción del hemisferio, un acuerdo de reconstrucción del hemisferio en el cual los Estados Unidos ayudara a sus vecinos del sur en este tipo de proyectos. Crear algún tipo de facilidad para este tipo de cosas que son transnacionales; por ejemplo, los proyectos de ferrocarriles, de [redes] hidráulicas, de carreteras, son transnacionales, van a beneficiar a una nación en particular pero también benefician a todas las naciones. Este debe ser el tipo de cosas que hagamos en el futuro.

En cuanto a la economía física a la que usted se refiere en su segunda pregunta, con frecuencia la gente que no son contadores cometen un error, y todo el que piensa como economista o contador sabe que con frecuencia uno mide el desempeño en términos de dinero y cuando uno de mete en esta área de los derivados, por ejemplo, uno se da cuenta de lo que podría dar ganancias —en términos de dinero— a lo mejor no benefiaría a la economía física. Por tanto, la economía tiene que ver fundamentalmente con cosas físicas: la educación de la fuerza de trabajo, que aprendan los principios científicos en las escuelas —por ejemplo, en las escuelas primarias, en las escuelas secundarias, en las universidades—, involucra el desarrollo de la técnica científica y es la aplicación de estas técnicas a través de bienes de capital y demás a través de las fuerzas de trabajo que resulta en un aumento en el rendimiento por encima de la inversión.

Así que, debemos prestarle más atención a ver el lado alineal de la economía. Por ejemplo, acabo de escribir un ensayo que se publicará próximamente, sobre las lecciones de Vladimir Vernadski quien fué el que desarrolló la biogeoquímica [véase Executive Intelligence Review del 2 de marzo de 2001] Tenemos tres principios de ciencia física que vienen de Vernanski. Uno es el proceso no viviente, estos son sujetos de[l estudio] de la física normal. Pero, entonces, sabemos que los procesos vivientes no vienen de los procesos no vivientes. Tienen principios físicos distintos, y son eficientemente principios físicos. Por ejemplo, la gran parte del área de la tierra que nosotros ocupamos, a la que Vernadski denomina biosfera, está compuesta por oceános. ¿De dónde vienen los oceános? Los océanos fueron creados por los procesos vivientes. ¿De dónde viene la atmósfera? Viene de procesos vivientes ¿De dónde viene la gran parte de los minerales, y otras cosas que usamos? De los procesos vivientes, es resultado de éstos.

Y también encontramos que, además de la biosfera, los procesos cognoscitivos del hombre, la capacidad de descubrir principios representa un nivel aún superior de principios físicos con el que podemos aumentar la tasa de crecimiento de la biosfera en relación al planeta como un todo.

Y son este tipo de cosas, que requerimoes en el caso, por ejemplo, de una infraestructura para poder vivir. Tenemos que hacer que el desierto floresca. Tenemos que convertir a los desiertos en áreas fértiles. Tenemos que construir ferrocarriles. Tenemos que construir sistemas de transportes, de energía. Tenemos que pensar en esto en términos de una extensión de la biosfera para crear las condiciones de vida bajo las cuales pueden funcionar las empresas. Sin esta infraestructura no pueden funcionar, así que debemos pensar más y más en términos más profundos, filosóficos, sobre como funciona una economía verdaderamente y no solamente suponer cómo funciona una economía en términos de un informe de cobntaduría, que nos informa de ciertas cifras financieras. Eso necesariamente no dice la verdad de cómo funciona ni el por qué.

El interés común es primordial

Luis Lizárraga Pérez: Quisiera que amplíe el tema. Una de las labores que tienen los contadores públicos autorizados es la revelación de información para fines tributarios. Esta tributación genera los recursos fiscales. Sin embargo, gran parte de los recursos fiscales que tiene nuestro país, se tienen que derivar hacia la llamada deuda externa. Nuestra deuda externa peruana aproximadamente fluctúa entre los 30 a 32 millones de dólares. De los cuales un 30 a 32 por ciento está concentrada en bancos privados. . . y el otro 30 por ciento al llamado Club de París.

Mi pregunta concreta es: ¿Qué opina usted del tremendo efecto que tiene para nuestro país el servicio a la deuda externa? Y ¿qué posibilidades ve usted a nivel mundial para aliviar, o disminuir, este servicio de la deuda externa de modo que pueda el país usar estos recursos para la inversión interna?

LaRouche: Hace algunos años hicimos un estudio sobre la deuda del Centro y Sudamérica, y observamos en este estudio —tomando el punto de partida del año de 1971 cuando Nixon cerró el sistema de cambios— que los países de Iberoamérica han pagado con creces cada centavo que pidieron prestado de los países extranjeros y que [de hecho] recibieron. Lo que ocurrió, la forma en que sucedió fué a través del siguiente método: el Club de Londres, por ejemplo, organizaba un ataque contra una moneda de un país iberoamericano, declaraban a ese país en inclumplimiento a través de guerra financiera y entonces venía alguien y traía al FMI y le decían: `Vamos a negociar para sacarlos de esta bancarrota y lo que debes a hacer es devaluar tu moneda'. Por supuesto, este país devaluaba su moneda y decía: `Devaluamos la moneda, por lo tanto vamos a pagar la deuda al mismo tipo de cambio en que pagamos antes. Lo pagaremos en nuestra moneda nacional. Pagaremos en nuestra moneda nacional'. Pero le decían: `No, no, si nosotros devaluamos vuestra moneda en el mercado internacional, aumentaremos su deuda para compensar esa devaluación a los acreedores internacionales'.[FIGURE 5]

Si se ve la deuda de los países iberoamericanos se va a dar cuenta ¡que estos países han pagado más de lo que verdaderamente pidieron prestado! Si no se hubiera atacado financieramente, fundamentalmente por parte del Club de Londres de especuladores financieros, no se tuviera este desastre.

Ahora pasemos al segundo aspecto de este asunto. Hemos llegado al punto en que las obligaciones —las obligaciones financieras totales internacionales—, nunca se podrán pagar. Todo el sistema internacional está en bancarrota. Si tuvieran delante de ustedes los libros se darían cuenta. Deben tener una idea de cómo lucen estos libros. ¡Están en bancarrota!

¿Qué tenemos entonces? Tenemos una economía real. Naciones reales, producciones reales, tenemos gente real. No podemos cerrar. Uno tiene que regresar a un principio llamado principio de equidad, el principio del Bienestar General. El modelo es algo que se desarrolló en tiempos de [Franklin Delano] Roosevelt. Se llama Capítulo 11 de la Ley de la Bancarrota. En el capítulo 11 de la Ley de Bancarrota de los Estados Unidos se reúne a los acreedores de una institución en bancarrota y se introduce a un tercero en las negociaciones, llamado el "Bienestar Común" o el "interés común" o bienestar general. El bienestar general es primordial. NI los acreedores, ni los deudores, el principal interés es el interés del público porque la obligación del gobierno es defender el bienestar general de todo el pueblo y de su posteridad.

Así que, lo que tendremos que hacer —porque esta bancarrota va a ocurrir, el derrumbe viene, eso es inevitable—, en vez de tener una bancarrota caótica mediante la repudiación de deudas ¿por qué no hacerla de forma ordenada? Por eso que quiero una nueva conferencia del Brenton Woods para ayudar a organizar el capítulo 11 de ley internacional de bancarrota.

Yo lo que haría sería simplemente borrar todas estas obligaciones de derivados. Nadie paga nada, nadie debe nada, se borra todo de los libros. Si organizamos la deuda que queda pendiente como se organizaría cualquier deuda en un procedimiento bancario común y corriente. O sea actuar siempre para proteger el "bienestar general" como lo que los Estados Unidos adoptó en el capítulo 11 de la ley de bancarrotas de Roosevelt.

Eso es lo que tendremos que hacer, no podemos dejar que los países cierren sus puertas, tenemos que enfrentar el hecho que gran parte de la deuda es ilegítima, se fundamenta en acuerdos artificiales, no fue deuda que se contrajo honradamente y la gente está sufriendo. Y decimos entonces paguemos lo que podemos pagar y no podemos pagar más, porque no podemos cerrar a la nación y no podemos abandonar al pueblo. Así que veamos hacia el futuro en vez de ver hacia el pasado como cuando uno organiza cualquier reorganización de bancarrota uno trata de salvar a la firma, a la empresa, uno reorganiza con arreglos mediante los acreedores y el deudor y llegar a un acuerdo amistoso porque estamos viendo hacia el futuro.

El pasado está muerto y eso es lo que tenemos que hacer. Este es un sistema injusto. No debía haber ocurrido. No debimos haber permitido que ocurriera lo que ocurrió en 1971. Nunca debió haber ocurrido lo que ocurrió en los Azores en 1972. Nunca debió haber ocurrido lo que ocurrió en 1975. Hemos cometido un error. El mundo cometió un error. La gente que estaba al mando cometió un error, tenemos que reorganizar.

Las drogas: amenaza estratégica contra Perú

Alejandro Indacochea: Buenas noches señor LaRouche. Tengo que confesar que después de haber recibido la invitación para participar en esta videoconferencia, al entrar a su página de la internet, quedé bastante preocupado. Quedé bastante preocupado cuando internacional[mente] se da un boletín de alerta seguridad que dice: "Ahora viene la narcodemocracia del 1 por ciento", [y que] con Fujimori cae el único gobierno que de veras estaba peleando contra el narcoterrorismo en toda Iberoamérica. . . que se está encarcelando a los líderes militares. . .

Después de haber reconocido su trayectoria, sus opiniones sumamente interesantes sobre lo que significa la arquitectura, la inestabilidad en el sistema financiero mundial, llegue a la conclusión de que usted no tiene evidentemente la información del país. No está informado. Usted acaba de comentar que es muy respetuoso y prefiere no ingresar a temas internos. Pero al cambiar esto a nivel internacional, usted sí está ingresando a un tema interno que es el de nuestro país, nuestra soberanía, y nos está dando una imagen distorsionada que no es cierto. Se está confundiendo a la opinión internacional, ¿Por qué? Porque nadie va a poder solucionar, plantear un problema, que no lo ve, o que lo ve totalmente confundido.

Yo lo invitaría a que venga al Perú en este momento, y que vea directamente el nexo con el narcotráfico y la corrupción de las instituciones. Donde prácticamente nos hemos quedado sin clases dirigentes. Donde ha habido una frustración colectiva. . .

No es ahora lo que más nos preocupa la crisis económica o la crisis financiera. . .

LaRouche: Nunca me ha preocupado mucho el que Perú fuera una fuente de problemas para el mundo en cuanto al asunto del narco. Me preocupa más la amenaza que representa el tráfico de narcóticos contra el Perú, ahí es donde está el problema.

Veamos la amenaza estratégica que se presenta contra el Perú. Tenemos la desintegración virtual del Ecuador y la dolarización de su economía. Tenemos la situación en Colombia, un país vecino que tambien es parte de este problema y que ahora está fuera de control. Tenemos una operación en marcha para destruir al Brasil, para desintegrarla. Tomar la parte de Brasil que es más cercana a la frontera de Perú, para convertirla en un hilo de terrorismo desnacionalizando. Esa área del Amazonas de hecho.

Así es que la amenaza contra el Perú no viene tanto desde adentro. La historia del narcoterrorismo en Perú es bien conocida, es un problema bien conocido, muy peligroso que la fuerzas militares del Perú mantuvieron bajo control durante varios años y conozco estas cosas. Sé como funcionan y para entender estas cosas hay que ver como funcionan estas operaciones. No es cuestión de generalidades, hay que saber con qué está uno bregando. Esto no es algo endémico, no viene desde abajo hacia arriba sino que viene desde arriba y desde abajo, se organiza internacionalmente. No es un problema de la nación como tal. Es un problema que le cae encima a la nación. Es una amenaza contra la nación y la principal amenaza contra el Perú de parte de los narcotraficantes viene de afuera del Perú, no de adentro del Perú, aunque puede convertirse en un problema serio dentro del Perú.

El peligro es que se podría tener una situación fronteriza incontrolable, en la que ya sea Ecuador, Colombia y partes de Brasil se convierta en nido de peligros para las fronteras y para el Perú como un todo.

Usted tiene razón. El problema fundamental está en gran parte con los Estados Unidos. Radica, por ejemplo en el Diálogo Interamericano. ¿Quiere hablar del principal promotor de drogas? Es el Diálogo Interamericano. Es la gente que insiste que no se debe tomar ninguna medida contra el narcotráfico. Que insiste que debe legalizarse las drogas, en base a este concepto de Mandeville, es decir, que el bien viene de la maldad, a través de la liberalización. Estos son los peligros. Y entonces, tenemos un interés poderoso representado por Grasso , presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York, que fue a abrazar a Reyes en Colombia. Tenemos este problema. El padre del actual presidente de los Estados Unidos, estaba metido hasta las narices en este asunto con la operación de Irán-Contra.

Lo que pasó con Perú, lo que recibió Perú eran centavitos comparado con lo que esta gente recibió. Se usó el dinero de la droga. Empiezan con unos cuantos dólares para el peruano, llega a los narcos en Colombia, llega a través de la cadena hasta que se multiplica 30 ó 40 veces cuando llega hasta arriba. ¿Qué pasa con este dinero? Entra, por ejemplo a la mafia rusa a través de Islas en el Caribe, donde estos gángsters estaban cambiando drogas por rublos. Se tenían ejércitos como en Afganistán, en Pakistán. Guerras enteras que se financían con el dinero de las drogas.

Tenemos un problema parecido en Africa. No es un problema de los países como tales. Ellos no crearon el problema. Sin el consentimiento de las potencias angloamericanas no podría haber ocurrido. Y la responsabilidad moral descansa más en mi propio gobierno que en cualquier otro gobierno peruano. Pudimos haber hecho otra cosa. Seguro, teníamos a [nuestro] embajador Jordan allá que se oponía al tráfico de drogas. El general McCaffrey es un hombre honrado —encargado de la guerra a las drogas en los Estados Unidos. Pero miren lo que proponía McCaffrey, miren sus esfuerzos y compárenlos con lo que estaban haciendo sus superiores. Las políticas y pautas de Al Gore, el ex vicepresidente. Las pautas del gobierno de Bush.

Así que, hay un problema. Pero el problema de las drogas en Perú no viene principalmente de por adentro, sino que viene de afuera. El peligro es la amenaza contra el Perú que viene por las fronteras, como las de Ecuador, las de Colombia y las de Brasil. Si se desestabiliza a Brasil —y hay una campaña para desestabilizar a Brasil en estos momentos, hay una campaña para derrocar al actual gobierno de Brazil, si derrocan a ese gobierno y si el Foro de São Paulo toma el poder una vez que lo derroquen, vamos a tener a toda la región en crisis.

Así que la verdad sí, mi país es el principal responsable porque tenemos el poder y no lo hemos empleado de una forma correcta y apadrinamos esto con el Diálogo Interamericano. El Departamento de Estado por una parte defiende a McCaffrey, pero por otra parte defiende a los narcotraficantes. Mi país sí es responsable. Yo lo sé y estoy haciendo algo en cuanto eso. Pero, mi perspectiva es, pongamos toda la verdad sobre el tapete.

¿Quiénes son los desestabilizadores?

Alejandro Indacochea: Entonces hay un problema denominado narcoglobalización, en el cual coincidimos. El problema de derivados es lo que implica el movimiento del sistema financiero, y sin duda me encantaría conversar eso en otro momento.

Pero sí me siento frustrado, porque usted no me ha respondido a la pregunta central. Usted está influyendo en lo que es la soberanía peruana en este momento. Esto es desestabilización. Acá no hay ninguna campaña desde el exterior. Yo me rehuso a creer que ahorita hay una democracia del 1 por ciento en el país. O sea, me temo que usted tiene la información global general, pero no conoce la situación actual peruana. Sospecho que usted no cuenta con toda la información, todo lo que esta sucediendo. Si usted fuera un ciudadano peruano; si estuviera preocupado y se diera cuenta que la responsabilidad no es únicamente [lo] que viene de afuera. . . ¡No! Acá estuvo el narcotráfico. Ha estado incluido con la corrupción, directamente. Entonces, al proporcinarles, reitero, esta información a nivel internacional, usted nos desestabiliza como país. Nos da una señal contradictoria, y yo como ciudadano peruano no puedo aceptarlo. Ese es mi campo central en el cual yo creo que no he sido respondido.

Gracias.

LaRouche: Yo no escribí eso. Yo sé lo que he dicho y lo digo: esos son los hechos.

Alejandro Indacochea: ¿Podría hacer una pregunta? Muy breve, muy breve.

Luis Vásquez Medina: Me permites. . .

Alejandro Indacochea: ¡No! ¡no! Perdón, un momentito. Es que estoy totalmente impactado porque es un centro académico y que me lo diga por decreto, porque esto es un decreto. Me está callando. No me da los argumentos. Me siento frustrado, preocupado.

Luis Vásquez Medina: Creo que te puedo aclarar el asunto. Puedo aclararle a los demás de lo que se está tratando.

Me parece que tú tienes el derecho de presentar eso. Pero por favor, lee bien de lo que estás hablando. Porque lo que tú estás leyendo es parte de una declaración mía, personal. Al final del escrito vas a ver mi nombre: Luis Alberto Vásquez Medina, del Movimiento Solidaridad Iberoamericana, del grupo de LaRouche, que comparte sus ideas. Pero yo soy tan ciudadano peruano como tú, y asumo totalmente los alcances de esa declaración que has leido parcialmente, y que no dice obviamente el espíritu global de la misma.

Lo que yo digo ahí —y todo el mundo lo tiene porque gentilmente [se] nos han permitido repartir estos documentos. Que no son obra de LaRouche, es una opinión personal mía y de mi movimiento sobre un asunto peruano—, es precisamente que en ese momento estabamos viendo que el cambio de escenario en Perú era fundamentalmente producido por depresiones internacionales, fundamentalmente por los Estados Unidos, y protestábamos contra eso. Y decíamos que lo que se venía es precisamente un escenario, como parece que ya se está visualizando, donde va a haber el diálogo con los terroristas, una política, digamos muy condescendiente, como la del modelo colombiano. Y a eso es a lo que nos oponíamos ahí.

Yo creo que para ser justos, y para ser verídicos. Y para no amargarse [la vida] por gusto, lea bien el documento señor Indacochea simplemente, y no atribuya a LaRouche lo que yo he escrito en un momento determinado.

Alejandro Indacochea: Muy breve. En segundo lugar, quisiera señalarle al señor LaRouche, mi invocación a que cambie a su representante en el Perú, para que le dé una información que sea fidedigna. . . Leí evidentemente que era el ingeniero Luís Vásquez que estaba señalando que hay una narcodemocracia del 1 por ciento. Mi invocación desde acá es que el señor LaRouche —al que lo he estado siguiendo por muchos años—, cambie de representante en el país.

El sistema financiero estadounidense, a punto de reventar

Luis Vásquez Medina: Mi pregunta señor LaRouche, para dejar los comentarios a los comentaristas, es la siguiente: tres o cuatro décadas de desregulación además de todas estas ideologías de [postindustrialización], indudablemente han reducido a la economía estadounidense a un estado lamentable. Se ha desindustrializado a los Estados Unidos. Los Estados Unidos, que antaño era el granero del mundo, hoy está importando alimentos, incluso de países que pasan hambre como México, Brasil, etc. Usted ha denominado esto como el importador de último recurso y ha presentado cifras de desbalance comercial histórico.[FIGURE 3]

¿Cómo va a repercutir en esta situación la caída de la tasa de interés desde hace más o menos unos dos años, a partir de las medidas impuestas por Greenspan? Los Estados Unidos para resolver el problema de déficit en su comercio exterior atrae el capital con altas tasas de interés. Los capitales que entran a los Estados Unidos han caído con estas tasas de interés que ya no son tan atractivas. Por otro lado, los inversionistas, los capitalistas obviamente buscan monedas más o menos fuertes y los Estados Unidos en este momento, dada toda esta política de prácticamente de hiperinflación, ¿va a dejar de ser el dólar una moneda más o menos estable?

¿Como va a afectar a corto plazo esta política de hiperinflación, fundamentalmente usando la caída de las tasas de interés?

LaRouche: Tiene que darse cuenta. No estamos hablando de meses, estamos hablando de un período muy breve. En las últimas semanas Alan Greespan y la Reserva Federal estadounidense han entrado [a un estado de] pánico total. La política monetaria y financiera estadounidense está en un estado de pánico absoluto. Hay soluciones, pero no hay la voluntad política de emprenderlas. Y sin voluntad política [para aplicar] las medidas que conduzcan a la solución, habrá cada vez mayor pánico. Ese pánico llegará a un nivel explosivo inmediato. Lo que a mi me preocupa es que existe la tendencia, de cierta gente en el gobierno de los Estados Unidos, a pasar a medidas de "manejo de crisis" para tratar de distraer la atención de la crisis misma. Lo que está haciendo Alan Greespan es locura total. No es una medida, simplemente es pura desesperación.

Lo que ocurrió fue que a mediados del año pasado la tasa —o el ritmo con que se imprimía el circulante para tratar de refinanciar los saldos de la deuda existente—, llegó al momento en que excedía al saldo mismo de la deuda que se pretendía refinanciar. Eso ocurrió en Alemania en el verano de 1923. Después de un período de imprimir circulante para tratar de pagar la deuda de reparación de guerra, la tasa de impresión de moneda en Alemania llegó a tal extremo que la cantidad de dinero impreso excedía [el monto de] la deuda que pretendían refinanciar.

Se llegó a ese mismo punto en los Estados Unidos a mediados del año pasado, en ese momento decidieron tratar de mantener a flote al menos hasta las elecciones de noviembre del año 2000. Así es que se inyectaron selectivamente grandes cantidades de circulante nuevo para evitar la explosión hiperinflacionaria pero al mismo tiempo evitando que el sistema se desplomara. Hubo hiperinflación, ya han visto la explosión de los precios de combustible, los precios de la energía,los precios de insumos para las manufacturas, etc. Ya hay un alto índice de inflación. El índice promedio de inflación ya está llegando al 10 por ciento hacia el fin del año y ahora está aumentando con el desplome de sectores enteros de la economía. Está aumentando el ritmo de inflación. Por ejemplo, Alan Greespan seguramente gastó 4.500 millones de dólares tratando de rescatar al NASDAQ para impedir que caiga abajo de los 2.000 puntos.

Estamos en una situación en la que vemos una posible explosión financiera a corto plazo. No en meses, sino en semanas. Esto significa que estamos llegando ya al momento de tener que tomar decisiones en los Estados Unidos sobre lo que se va a hacer. Esa es la dimensión del problema. No va a seguir así simplemente. Pronto llegaremos a un momento en que o hay guerras en el Oriente Medio, o cosas parecidas para distraer la atención de la opinión pública sobre el problema real, luego habrá medidas de emergencia que se emprendan en los Estados Unidos para controlar la situación política. O, habrá una solución sensata en que los Estados Unidos decidan abandonar la política actual y pasar al tipo de medidas que puedan hacer frente a la situación. Estamos ya al final. Se acabaron las opciones.

Como dije al principio en mis comentarios, no podemos predecir lo que va a suceder, podemos definir los parámetros de la crisis y cuáles deben ser las opciones, qué rumbo hay que tomar, pero qué va a suceder sólo lo pueden determinar las reacciones de fuerzas poderosas a estas crisis, especialmente los Estados Unidos y esa es la única manera de interpretar la situación. Se trata de un momento de toma de decisiones a muy corto plazo.

¡Prohibir la privatización!

Patricio Ricketts: Buenas noches señor LaRouche. Estoy muy complacido de participar en esta conversación con usted. . .

Se habla todos los días aquí, y esto no ahora sino desde hace mucho tiempo, del riesgo país. Y a mi juicio se habla con una cierta confusión, porque cada uno aplica el criterio que no solamente más le viene bien, sino que yo diría más le conviene en muchos casos. Por ejemplo se señala que los factores de la coyuntura política del momento, la declaración de alguien, una frase inoportuna en los periodicos, etc, puede alterar todo el flujo de las inversiones extranjeras.

Se dice por ejemplo, persistentemente, que uno de las situaciones que está dañando y creando riesgo país, es la de detener la privatización. Detener la privatización es algo que afecta gravemente, en el concepto de muchos economistas o personas que hablan con esta autoridad, que esto es un elemento disuasivo de la inversión extranjera. Naturalmente, en un momento de depresión todos comprendemos que la venta de activos del Estado va a hacerse en pésimas condiciones, y que refleja un cierto interés en personas en comprar barato en esas circunstancias. Pero se aplica este concepto a riesgo país. Y así sucesivamente.

Yo me pregunto y le pregunto a usted señor LaRouche, ¿en qué medida el riesgo país puede estudiarse aisladamente del riesgo mundo y concretamente del riesgo para los Estados Unidos mismos? ¿Cómo se articula nuestro riesgo, en cuanto a inversión extranjera, con lo que viene pasando en otros mercados? Porque todos nos damos cuenta, que, por ejemplo, la fuga de 3.000 millones de dólares de hace tres o cuatro años no se debió a ningún efecto, a ninguna situación nacional, sino que se debió simplemente a la succión de esto porque era un efecto de la crisis rusa fundamentalmente. Había una recuperación de capitales mundiales a los cuales nosotros tuvimos que aportar 3.000 millones de dólares. Esto ha creado una crisis de la que hasta ahora no salimos

Entonces en esta confusión, yo le quisiera preguntar a usted que nos dé su visión, desde el riesgo país visto así, con factores internos, en relación en este momento con el riesgo mundo, en relación con la inversión extranjera y ciertamente con las leyes de los Estados Unidos. Viendo, como vemos todos que Wall Street empieza a desplomarse.

Entonces si usted fuese un ministro de economía peruano, ¿cómo vería desde aquí éste problema?

LaRouche: Suponiendo que yo fuese Secretario de Hacienda de los Estados Unidos, y alguien me preguntara ¿cuáles son los factores de riesgo país del Perú? Yo le diría que abandonaran el programa de privatización para reducir el riesgo país porque si usted privatiza, [nada más] mire la desregulación en los Estados Unidos en el sector energía. Tenemos un desastre total en los Estados Unidos como resultado de la desregulación, que en realidad es un proceso de privatización. En estos momentos tenemos un creciente clamor en los Estados Unidos en el movimiento sindical, y otros sectores, gente [que piden] deshacernos de esta desregulación y regresar a la regulación. Si vemos la crisis energética que ha causado la desregulación, este es el principal factor que ha convertido los Estados Unidos en un país de mayor riesgo. Por lo tanto la forma de reducir el riesgo país de los Estados Unidos. sería prohibir la privatización. No es que estemos en contra de la empresa privada, sino que hay ciertas áreas de la economía, de la inversión —que son fundamentalmente la infraestructura, que son áreas reguladas.

Hay ciertas áreas, por ejemplo, de los servicios públicos que son propiedad del gobierno, o [que han sido] creados por el gobierno, o administraba el gobierno en el sentido de regulación aunque la propiedad de esa entidad estaba en manos privadas, pero era un sistema regulado. Si se desestabiliza la infraestructura, se aumenta el riesgo país.

¿Por qué? Porque si se va a invertir en un país, ¿qué es lo primero que se quiere saber? Uno quiere saber: qué es lo que puede obtener en transporte, qué hay disponible en términos de suministro energético para mantener a la industria, qué hay en términos de administración hidraúlica, qué hay en términos de infraestructura urbana, qué es lo que hay en términos de hospitales, en términos de escuelas y demás. Estos todos son factores que toma en cuenta un inversionista privado o una empresa privada para determinar si quiere invertir o no en un pais dado.

Por tanto, el primer paso para hacer a un país menos riesgoso, el riesgo país, es eliminar la privatización. Lo que están haciendo con esta cuestión de la globalización es saquear al país. Toman al sistema de transporte, con la privatización, toman el sistema de energéticos, toman otras instalaciones y las saquean. Las toman.

Tomen, por ejemplo, el caso de lo que ocurrió bajo Jimmy Carter, es decir, la desregulación del transporte. En 1977 los Estados Unidos tenían un sistema de transporte muy bueno. Bajo las reglas de comercio interestatal teníamos ciertas tarifas fijas. Fuera de ciertas ciudades, uno tenía ciertas industrias en las comunidades y esa comunidad podía recibir servicio de carga a ciertos precios con ciertas regularidades que era competitiva con una gran ciudad. Bajo la desregulación el efecto inmediato fue de que las tarifas subieron de una forma tremenda, y el servicio se redujo, o se eliminó, en las áreas marginales. El resultado fue la desintegración del sistema del transporte de los Estados Unidos. Comunidades enteras que habían sido prósperas se destruyeron como consecuencia de esta reacción en cadena de la desregulación. La privatización no es algo recomendable para aumentar el riesgo país. Si alguien le dice que privatice, quiere decir que esa persona no representa su mejor interés.

Patricio Ricketts: Más que una pregunta, señor LaRouche, es una ampliación de otro campo. Si estamos pensando en el riesgo país del Perú de hoy ¿diría usted que el elemento del narcotráfico es un factor decisivo? ¿O sea que el narcotráfico en el Perú de hoy, va a ser potencialmente un gran disuasivo de la inversión extranjera?

LaRouche: Bueno yo diría muy sencillamente, si se tiene un problema de narcotráfico, existe un problema de riesgo de seguridad. Indudablemente que sí hay un riesgo. . . Por ejemplo, miren el caso extremo ahora en Colombia. Vean el riesgo. ¿Qué les parece a ustedes Colombia, en la categoría de riesgo país? ¿Es deseable poner una empresa en un lugar en donde hay un grave problema de seguridad, que afecta a sus empleados, donde hay secuestros, donde sus ejecutivos pueden ser secuestrados? ¡No!

Este tipo de cosas son importantes no solamente porque la droga tiene un efecto de destrucción en la gente ya sea la gente del país que lo produce o la gente del país que lo consume, sino porque se da un elemento criminal, un efecto de inseguridad a cualquier tipo de actividad legítima. La agricultura, por ejemplo, es la primera en verse amenazada. En Perú desde luego el desarrollo de la agricultura debiera ser importante, pero si el ámbito rural no está seguro ¿cómo se va a desarrollar la agricultura? Los agricultores no se van a quedar, o van a pasar otras cosas. Si quieren que haya industria, si quieren que haya un sistema industrial funcional se tiene que garantizar la seguridad, seguridad para los empleados, seguridad para la compañía. El tema es simplemente de seguridad nacional, interna, el problema del narcotráfico amenaza a la seguridad tanto de la gente como de las empresas. Vean lo que pasó en Colombia. Colombia es el ejemplo clásico de un país, muy importante, con inmensos recursos. Claro está que tiene el problema de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que son legado del comunismo, un problema endémico de la violencia. Una virtual guerra civil que se remonta a año trás año, pero ya cuando esto se convirtió en problema del terrorismo y cuando países extranjeros, incluído el gobierno de los Estados Unidos se hicieron simpatizantes de la idea de legalizar las operaciones de drogas en el país. Destruyeron a este país. Ya no funciona. Ya no tiene una economía funcional.

Roberto Alva Sánchez: Queremos darle las gracias al señor LaRouche y a los distinguidos panelistas que participaron en este foro.

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