Escritos y discursos de Lyndon LaRouche

Hoy, Israel, bajo el régimen desquiciado de Sharon, es la única nación que genuinamente encaja con la definición de un "estado forajido"
LaRouche dice que Bush debe rechazar el chantaje nuclear de Israel


18 de septiembre de 2002(EIRNS)—En una declaración que emitió hoy a través de "LaRouche in 2004", su comité de campaña, el aspirante a la candidatura presidencial del Partido Demócrata para las elecciones del 2004, Lyndon LaRouche, dijo que "Bush debe decirle 'no' al chantaje nuclear de Israel". La declaración reza textualmente:

Estoy advirtiéndoles al presidente George W. Bush y a los líderes de Europa: si los inspectores de armamentos regresan a Iraq, conjurando así lo que de otra forma sería una nueva guerra segura de los Estados Unidos en el Oriente Medio, centrada en Iraq, los gobiernos de los EU y Europa Occidental deben estar preparados para intervenir de forma enérgica, para prevenir que el régimen cada vez más desesperado y psicótico de Ariel Sharon, que posee armas nucleares en Israel, y representa la tercera potencia en términos de armas nucleares estratégicas, haga estallar a toda la región del Oriente Medio y al mundo con esas armas.

Por tanto, he emitido la siguiente declaración en aras de mi campaña por la candidatura presidencial del Partido Demócrata en el 2004.

En un discurso que pronuncié ante un público en Washington el 11 de septiembre de 2002, y que se difundió a nivel internacional por internet, señalé que habría que superar tres obstáculos para evitar una guerra en Iraq, que podría provocar un "choque de civilizaciones" perpetuo de conflictos religiosos y una nueva edad de tinieblas. Primero, el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas tenía que convertirse en el foro para bregar con la situación de Iraq, y había que elaborar un proyecto de resolución razonable con el que estuviera de acuerdo el presidente Bush, obviando al "partido guerrerista" influido por Sharon en los niveles más altos de su propio gobierno. Segundo, dicha resolución tendría que contar con la aceptación de Saddam Hussein de Iraq, además del presidente Bush. De cumplirse esas dos condiciones, advirtió LaRouche, todavía quedaría por conjurar el peligro, aún más grave, de una furiosa maniobra por parte de Sharon en Israel para sabotear una resolución pacífica, y hacer estallar a la región.

Fue el peligro de un ataque nuclear israelí contra Iraq en 1991, lo que chantajeó al gobierno de Bush padre a desatar la Operación Tormenta del Desierto. Hoy, Israel, bajo el régimen desquiciado de Sharon, es la única nación que genuinamente encaja con la definición de un "estado forajido", armado hasta los dientes con "armas de enorme capacidad destructiva". Israel tiene el tercer arsenal de armas nucleares más grande del mundo, y posee la tríada de sistemas de lanzamiento desde submarinos, proyectiles y bombarderos, capaces de arrasar con todo el golfo Pérsico. Recientemente, científicos de Israel han amenazado que ahora tienen la capacidad de lanzar un proyectil balístico intercontinental, lo que significa que ninguna parte del mundo —incluso los Estados Unidos— está a salvo de un ataque nuclear preventivo israelí. LaRouche le pregunta a usted: ¿Se atreve a descartar esta amenaza de Sharon?

¿Ha mirado usted al interior de la mente de un fascista universal seguidor de Jabotinsky como Sharon o Netanyahu? Estos hombres son la continuación del fascista declarado Vladimir Jabotinksy, un compinche de Mussolini, quien no sólo se autodescribió como un fascista, sino que se ofreció a hacer un trato con el dictador nazi Adolfo Hitler, aunque no le resultó. Estos seguidores de Jabotinsky lograron el poder que detentan en Israel ahora, a través del asesinato en 1995 del primer ministro Yitzhak Rabín, quien tuvo el coraje de buscar con afán una "paz de los bravos" con los palestinos.

Desde que la Gran Bretaña, Francia e Israel atacaron a Egipto en 1956, hasta la desintegración del poderío soviético en 1989-1991, el acceso de Israel a las armas nucleares ya había hecho de este país la tercera potencia capaz de "inclinar la balanza" en la ecuación estratégica mundial.

Ya en 1956, se requirió a un militar experimentado, el presidente Dwight Eisenhower, para forzar a Israel a echarse atrás en la invasión del Suez, después de que tanto la Gran Bretaña como Francia habían batido la retirada por la presión estadonidense. Eisenhower no sólo amenazó con cortarle toda ayuda militar y civil de los EU a Israel; también amenazó con revocar la exención tributaria de todas las organizaciones estadounidenses que le prestaban ayuda a Israel. Ahora se requiere una acción aún más resuelta de un presidente Bush menos calificado, para evitar que Sharon, ya sea lleve a cabo un ataque terrorista "islámico" simulado contra un blanco estadounidense, o un ataque nuclear contra Iraq o Irán. Esto es algo muy serio, y su participación personal en el esfuerzo para evitarlo es vital.

¿Está dispuesto usted a dejar que el régimen de Sharon en Israel chantajee de nuevo a un Presidente de los Estados Unidos a iniciar una guerra en el golfo Pérsico, por temor de que Israel use sus armas de gran poder destructivo para atacar a Iraq? ¿Tiene usted alguna idea de las consecuencias que tendría para la economía de los Estados Unidos y del mundo, si ahora se desata una nueva guerra en el golfo Pérsico, que le costaría a los contribuyentes estadounidenses entre 2 y 3 billones de dólares, bajo las presentes condiciones de una economía estadounidense que se derrumba y un de sistema financiero mundial en quiebra total?

Yo advertí que la tolerancia para con la ciénaga de agentes de Sharon dentro del gobierno de Bush es otro impedimento grave para que el presidente Bush tome las acciones que se necesitan con urgencia, en concierto con nuestros aliados de Europa y Rusia, para impedir que Sharon provoque esta guerra perpetua. En un reciente comunicado emitido por LaRouche in 2004, "El caso Pollard nunca concluyó", di a conocer los nombres de los principales sharonistas al interior del Pentágono y del Departamento de Estado de Bush —Paul Wolfowitz, Richard Perle, Doug Feith, David Wurmser—, algunos de los cuales literalmente prepararon la doctrina de relaciones exteriores de guerra perpetua en julio de 1996 para Benjamín Netanyahu, a la sazón primer ministro de Israel. Estos agentes del Likud de Netanyahu y Sharon al interior del aparato de relaciones exteriores y de seguridad nacional del gobierno de Bush, todavía son sospechosos, y ahora con mayores elementos probatorios, de complicidad con el espía convicto israelí de origen estadounidense, Jonathan Pollard.

Desde la publicación y circulación de más de un millón de copias de ese documento de campaña, "El caso Pollard nunca concluyó", han salido a relucir nuevos elementos de prueba aún más contudentes. Por tanto, tengo que intensificar mi demanda para que se lleve a cabo una investigación de seguridad nacional a fondo de algunos miembros claves del personal del despacho del vicepresidente Dick Cheney, empezando con su jefe de personal y asesor en materia de seguridad nacional, I. Lewis "Scooter" Libby.

Libby, protegido por el subsecretario de Defensa Paul Wolfowitz durante los últimos 30 años, ha establecido un "consejo de seguridad nacional" paralelo en el despacho vicepresidencial, que ha protegido al nido de agentes israelíes dentro del Pentágono y el Departamento de Estado, y que ha bloqueado la purga tan urgentemente necesaria de esos likudnitas del gobierno de los EU. Libby tiene sus propios lazos profundos de larga data con los círculos de Sharon, incluyendo la red de espionaje de Pollard.

Cuando estuvo fuera del gobierno, Libby trabajó de 1985 al 2000 como el abogado personal del estafador fugitivo Marc Rich. El Departamento de Justicia de los EU abrió una causa penal contra Rich en 1983 por evasión fiscal y por comerciar con el enemigo, y éste huyó de los Estados Unidos, estableciendo una lujosa guarida en Zug, Suiza.

Hoy, según fuentes de Israel, a Rich se le investiga por darle contribuciones ilícitas a la última campaña política de Sharon. Ha estado involucrado en operaciones de la mafia rusa en África, y a través de su Fundación Marc Rich, ha financiado abiertamente operaciones internacionales de la Mossad, el servicio de espionaje israelí. Leonard Garment, socio legal y mentor de Libby, desempeñó un papel clave en los esfuerzos del gobierno de Israel para contener el daño, luego del arresto de Pollard en noviembre de 1985, y fue el abogado del coronel Aviem Sella, de la Fuerza Aérea de Israel, el hombre que reclutó y desplegó a Jonathan Pollard.

Ahora, el régimen de Ariel Sharon se empecina en provocar una guerra regional en el Oriente Medio, una guerra que arrancaría con un ataque preventivo de Israel contra Iraq. La amenaza es que si el presidente Bush virtualmente no extermina a Iraq, y a los países vecinos también, Israel lo hará. Esto significa el uso probable de armas nucleares, biológicas o químicas. Mientras tanto, los agentes de Sharon en Washington operan a la sombra del Vicepresidente y del Secretario de Defensa de los Estados Unidos. Si ha de impedirse que Sharon provoque la Tercera Guerra Mundial en el Oriente Medio, tendrá que investigarse a fondo, poner al descubierto y purgar del gobierno a todo este aparato de la retaguardia de Pollard, ¡ahora mismo! Este es el momento de sacar a puntapiés a todos estos agentes y espías israelíes, y de que el gobierno de Israel desista de su chantaje nuclear. Yo lo exigo. No creo que ningún estadounidense cuerdo y patriótico no me respalde "100%" en esta cuestión específica.

Deme su apoyo activo en esta causa. Si toma en serio la seguridad de nuestra nación y su pueblo, yo debería poder contar con usted.

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