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Cómo la oligarquía creó el sinarquismo

por Jeffrey Steinberg

En 1922 el conde Richard Coudenhove–Kalergi lanzó la Unión Paneuropea en una convención que tuvo lugar en Viena, ante más de 6.000 delegados. Despotricando contra la "amenaza bolchevique" en Rusia, el conde veneciano pidió la disolución de todos los Estados nacionales de Europa Occidental y la formación de un solo Estado feudal europeo, bajó el modelo de los imperios Romano y de Napoleón. "Hay europeos", advirtió Coudenhove–Kalergi, "lo suficientemente ingenuos como para creer que la oposición entre la Unión Soviética y Europa puede superarse con la inclusión de la Unión Soviética en los Estados Unidos de Europa. Estos europeos sólo necesitan echar un vistazo al mapa para convencerse de que la Unión Soviética, en su inmensidad, con la ayuda de la Tercera Internacional [Comunista], puede prevalecer muy rápidamente sobre la pequeña Europa. Recibir este caballo de Troya en la unión europea llevaría a una guerra civil perpetua y al exterminio de la cultura europea. Por tanto, mientras subsista en Europa alguna voluntad de sobrevivir, debe rechazarse la idea de vincular a la Unión Soviética con Paneuropa. No representaría menos que el suicidio de Europa".

Coudenhove–Kalergi dondequiera se hacía eco de los escritos contemporáneos de los fanáticos de la Mesa Redonda fabiana británica H.G. Wells y lord Bertrand Russell, manifestando: "Esta guerra eterna sólo puede terminar con la constitución de una república mundial. . . Parece que el único camino que queda para salvar la paz es una política de fortaleza pacífica, en base al modelo del Imperio Romano, que logró tener el período de paz más largo en Occidente gracias a la supremacía de sus legiones".

El lanzamiento de la Unión Paneuropea lo financió la familia bancaria europea de origen veneciano de los Warburg. Max Warburg, heredero de la rama alemana de la familia, le dio a Coudenhove–Kalergi 60.000 marcos de oro para realizar la convención de fundación. Más aún, en el primer mitin de masas de la Unión Paneuropea en Berlín, en el Reichstag, habló Hjalmar Schacht, más tarde presidente del Reichsbank, ministro de Economía y principal arquitecto del golpe de Hitler. Una década más tarde, en octubre de 1932, Schacht dio otro importante discurso en otro acto de la Unión Paneuropea, en el cual le aseguró a Coudenhove–Kalergi y a los demás que, "en tres meses, Hitler estará en poder. . . Hitler creará la Paneuropa. Sólo Hitler puede crear la Paneuropa".

Según documentos históricos, el dictador fascista de Italia, Benito Mussolini, al principio estaba escéptico sobre la idea de Paneuropa, pero el proyecto lo convenció luego de una reunión con Coudenhove–Kalergi, en la cual, en palabras del conde, "le di toda una cosecha de citas de Nietzsche a favor de los Estados Unidos de Europa. . . Mi visita significó un viraje en la conducta de Mussolini hacia Paneuropa. Su oposición desapareció".

En el congreso fundador de la Unión Paneuropea en Viena, adornaron el telón de fondo tras el podio con retratos de los principales símbolos intelectuales del movimiento: Immanuel Kant, Napoleón Bonaparte, Giuseppe Mazzini y Friedrich Nietzsche.

El fascismo de los banqueros

El papel central de Schacht en el golpe de Hitler y en la Unión Paneuropea, pone de relieve una dimensión decisiva del proyecto fascista universal: el papel dominante del "mundo supremo" de las finanzas y sus tecnócratas bancarios. Según todos los recuentos históricos, Schacht fue el arquitecto, en 1930, de la creación del Banco de Pagos Internacionales (BPI), junto con Montagu Norman del Banco de Inglaterra. El historiador Carroll Quigley, en su libro épico Tragedy and Hope—A History of the World in Our Time (Tragedia y esperanza; una historia del mundo actual), describe el proyecto del BPI para establecer una dictadura sobre el mundo de las finanzas:

"Las potencias del capital financiero tenían otro objetivo de largo alcance, nada menos que crear un sistema mundial de control financiero en manos privadas, capaz de dominar el sistema político de cada país y la economía del mundo entero. Este sistema lo controlarían los bancos centrales del mundo al estilo feudal, actuando en concierto mediante acuerdos secretos a los que llegarían en frecuentes reuniones y conferencias privadas. El ápice del sistema sería el Banco de Pagos Interncionales de Basilea, Suiza, un banco privado propiedad y controlafdo por los bancos centrales del mundo, que también serían firmas privadas. Cada banco central, en manos de hombres como Montagu Norman del Banco de Inglaterra, Benjamin Strong del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, Charles Rist del Banco de Francia y Hjalmar Schacht del Reichsbank, procuraba dominar a su gobierno mediante su capacidad para controlar los préstamos de Hacienda, manipular los tipos de cambio, influir en el nivel de la actividad económica del país e influir en políticos cooperadores mediante recompensas económicas subsecuentes en el mundo de los negocios".

Quigley destaca el papel del aliado más cercano de Schacht en el proyecto del BPI, Montagu Norman, quien presidió esa institución privada británica por 24 años (1920– 1944), algo sin precedentes. "Norman era un hombre extraño", señala Quigley, "cuyo estado mental era uno de histeria suprimida con éxito, e incluso paranoia. Los gobiernos le parecían inútiles y le temía a la democracia. Creía que eran amenazas para la banca privada y, por tanto, para todo lo apropiado y apreciado de la vida humana. De voluntad férrea, incansable y cruel, veía su vida como una especie de lucha a capa y espada contra las fuerzas del dinero inestable, aliadas con la anarquía y el comunismo".

Montagu Norman y Hjalmar Schacht personificaban al mundo supremo de la banca, que financió e instaló a Hitler y a los nazis en el poder en la consecusión de su proyecto fascista universal más amplio.

Los perfiles de Schacht y Norman, así como su papel en el proyecto Hitler, son más concluyentes en The Hitler Book (El libro sobre Hitler), elaborado por un equipo de investigadores del Instituto Schiller, dirigido por Helga Zepp–LaRouche:

"El BPI, nominalmente establecido luego de la desintegración de las relaciones financieras internacionales `normales', a fin de impedir una caída en espiral de los pagos internacionales, de hecho acabó con la desafortunada República de Weimar, por su inflexible negativa a ayudar a una Alemania prácticamente en bancarrota en el decisivo verano de 1931, luego de que el desplome del Danat Bank puso de rodillas a toda la nación. Schacht, quien fue miembro del equipo inicial del BPI, y que regresaría a su directorio de 1933 a 1938, hizo campaña desde su renuncia como presidente del Reichsbank en 1930 en busca del apoyo angloamericano para la toma del poder del NSDAP [el Partido Nacionalsocialista] y de su líder, herr Hitler. Había renunciado el 7 de marzo de 1930, y el BPI se estableció formalmente en junio. En septiembre fue a Londres y a los EU para `vender' la opción nazi al liderato angloamericano, en particular al gobernador del Banco de Inglaterra y director del BPI Montagu Norman, y a los ya influyentes hermanos Dulles del bufete de abogados Sullivan & Cromwell, uno de los más importantes de los EU, abogados de la IG Farben y de muchas otras grandes empresas alemanas, así como de Gobiernos provinciales. El amigo y colega de Schacht en Hamburgo, el patricio nazi Gerhard Westrick, dirigía el bufete jurídico correspondiente de Dulles en Alemania".

El 16 de marzo de 1933 Hitler, agradecido, trajo de nuevo a Schacht a la presidencia del Reichsbank, explica The Hitler Book. Un año después, nombró a Schacht ministro de Economía. "Ahora el BPI ayudaría al Tercer Reich; para 1939 tenía no menos de varios cientos de millones de francos de oro suizos invertidos en Alemania. En el directorio del BPI estaban el barón Kurt von Schröder, para entonces general de la SS en la Brigada Calavera; el doctor Hermann Schmitz de IG Farben, a quien Schacht adiestró en el Ministerio Imperial de Economía desde 1915; y, después, dos miembros designados personalmente por Hitler, Walter Funk y Emil Puhl del Reichsbank".

El sinarquismo nazi–comunista

Las figuras diplomáticas, militares y de inteligencia más destacadas de la época de Franklin Roosevelt, que mantenían exhaustivos archivos bajo titulos tales como "Sinarquismo nazi–comunista", conocían muy bien el proyecto fascista universal más amplio, en el cual ajustaba el "proyecto Hitler" de Norman y Schacht.[FIGURE 21]

Los archivos del Gobierno estadounidense de la época de Franklin Roosevelt, de los archivos del Departamento de Estado, de la inteligencia del Ejército y la Armada, de la Coordinación de Información (COI), y de su sucesora, la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS, siglas en inglés), a los que tuvieron acceso los investigadores de EIR, ofrecen extensos informes de inteligencia sobre las conjuras fascistas internacionales. Estos archivos tienen una pertinencia inmediata hoy día, dado el golpe de Estado en marcha en Washington por los discípulos de Leo Strauss, Alexandre Kojève y Carl Schmitt al interior del Gobierno de George W. Bush. Kojève y Schmitt fueron figuras destacadas de la conspiración "sinarquista" de la época de la guerra mundial, y personificaron la perpetuación de ese plan fascista universal y su aparato durante el período de la posguerra.

A la zaga de EIR, importantes periódicos estadounidenses y europeos han identificado a golpistas tales como Paul Wolfowitz, Abram Shulsky, William Kristol, John Ashcroft, Steve Cambone y Gary Schmitt, como la descendencia del finado profesor Leo Strauss de la Universidad de Chicago. Strauss, a su vez, fue colaborador y promotor de toda la vida del jurista nazi Carl Schmitt, del filósofo oficial de los nazis y predicador de Nietzsche, Martin Heidegger, y del sinarquista francés Alexandre Kojève, todos descarados defensores de la tiranía como la única forma apropiada de gobierno. Aunque la edición del domingo 4 de mayo del New York Times de pronto menciona a Kojève como colega de Strauss, sin mayor identificación, todas las noticias de los órganos de difusión importantes salen al público esterilizadas de cualquier mención de los orígenes abiertamente fascistas sinarquistas del credo straussiano.[FIGURE 22]

No obstante, cada vez hay más indicios de que algunos elementos al interior de las instituciones políticas estadounidenses —en particular en las fuerzas armadas y la comunidad de inteligencia, que constituyen una parte importante de lo que Lyndon LaRouche refiere como "la institución de la Presidencia estadounidense"— despiertan ahora a la dura realidad de que un pequeño grupo de fascistas universales ha tomado las riendas del poder, y guían a un inepto presidente George W. Bush, a los EU y al resto del mundo hacia un remolino de guerra perpetua y caos.

Por tanto, requerimos una revisión oportuna de la historia de los sinarquistas del siglo 20, para poner en acción a los ahora pasmados círculos políticos, hacerlos entender la naturaleza del enemigo, y que exploten la mayor debilidad de estos straussianos aspirantes a golpistas: su adopción abierta del fascismo universal, también conocido como "sinarquismo".

El estudio Langer

En 1947, el veterano de la OSS y profesor de Harvard William L. Langer reunió la historia oficial de los tratos del Gobierno de Roosevelt con la Francia de Vichy. El estudio Our Vichy Gamble (Nuestra aventura en Vichy) se basó en una revisión minuciosa de los archivos de la época de la guerra, reforzado con entrevistas con altos funcionarios estadounidenses, como el jefe de la OSS, el general William Donovan, y el propio presidente Franklin Roosevelt.

Langer no escatima palabras para hablar de los círculos sinarquistas de la Francia de Vichy. En referencia al almirante Jean François Darlan, quien junto con Pierre Laval fue uno de los más notorios colaboracionistas de la Francia de Vichy con los nazis, Langer escribió: "Los secuaces de Darlan no se limitaban a la flota naval. Su política de colaboración con Alemania podía contar con más que suficientes partidarios ansiosos entre los intereses industriales y bancarios franceses; en breve, entre aquéllos que incluso antes de la guerra se volcaron a favor de la Alemania nazi y vieron en Hitler al salvador de Europa contra el comunismo. . . Esas personas eran tan buenos fascistas como cualquiera en Europa. . . Muchos de ellos tenían largas e íntimas relaciones de negocios con intereses alemanes, y seguían soñando con un nuevo sistema de `sinarquía', lo que significaba que una hermandad internacional de financieros e industriales gobernara a Europa en base a principios facistas".

EIR cuenta con muchos de los documentos que Langer revisó mientras preparba Our Vichy Gamble. Los mismos ofrecen un estudio profundo de un aparato fascista cuyos tentáculos europeos se extendieron a Francia, Alemania, Gran Bretaña, España, Italia y los Países Bajos, y, cruzando el Atlántico, a los EU. La estrategia sinarquista hacia Inglaterra y América es el centro de un documento particularmente revelador, elaborado por la COI en noviembre de 1940. El nombre del documento era "Sinarquía y la política del grupo Banque Worms".

El autor, cuyo nombre no menciona el documento, comienza: "En informes recientes han surgido varias referencias al creciente poder político del grupo Banque Worms en Francia, que incluye entre sus miembros a colaboracionistas fervientes como Pucheu, Benoist–Mechin, Leroy–Ladurie, Bouthillier, y a representantes de grandes organizaciones industriales francesas". Bajo el subtítulo, "Similitud de objetivos de la `sinarquía' y el Banque Worms", el informe dice: "El movimiento reaccionario conocido como `sinarquía' ha existido en Francia por casi un siglo. Su objetivo siempre ha sido emprender una revolución no sangrienta, inspirada por las clases superiores y orientada a producir una forma de gobierno de `técnicos', bajo el cual la política nacional y exterior se subordinaría a la economía internacional. Los objetivos del grupo Banque Worms son los mismos que los de la `sinarquía', y los líderes de los dos grupos son, en muchos casos, los mismos".

El grupo Banque Worms era un aliado cercano de los intereses bancarios Lazard en París, Londres y Nueva York, y de Henri Deterding de la Royal Dutch Shell. Hippolyte Worms, fundador del banco, fue uno de los 12 miembros iniciales del Movimiento Sinarquista del Imperio (MSI), según otros informes de inteligencia y de la policía francesa.

El informe especifica los objetivos de los sinarquistas en agosto de 1940: "frenar cualquier proyecto social que pudiera tender a debilitar el poder de los financieros e industriales internacionales; obrar por que las finanzas y la industria internacionales controlen por completo y de forma definitiva toda la industria; proteger los intereses judíos y anglosajones;. . . aprovechar la colaboración francoalemana para concluir una serie de acuerdos con las industrias alemanas, estableciendo así una sólida comunidad de intereses entre los industriales franceses y alemanes, la cual tenderá a fortalecer los intereses de las finanzas y la industria internacionales;. . . fusionarse con la industria anglosajona después de la guerra".

El autor del estudio del COI informaba que "hay motivos para pensar que tanto [Hermann] Göring como el doctor [Walther] Funk simpatizan con estas aspiraciones", y que "hay avances en asegurar la adhesión de la gran industria estadounidense al movimiento".

Beaverbrook y Hoare

La sección del estudio del COI sobre las "Disposiciones para la Gran Bretaña", detalla el siguiente plan sinarquista: "Provocar la caída del Gobierno de Churchill, creando la creencia en el país de que es necesario un gobierno más enérgico para proseguir con la guerra; se reconoce que un medio efectivo para crear sospecha sobre la eficiencia del gobierno sería provocar la renuncia de lord Beaverbrook; formar un nuevo gobierno que incluya a sir Samuel Hoare, lord Beaverbrook y al señor Hore–Belisha (la fuente agrega que el grupo Worms cree que los círculos en Gran Bretaña más favorables a su plan son los más adversos a Churchill, lord Halifax y al capitán Margesson—ndr.); por medio de sir Samuel Hoare, crear un acuerdo entre la industria británica y el `bloque' francogermano; proteger los intereses anglosajones en el continente; lograr un acuerdo para el cese de los bombardeos recíprocos a los centros industriales (la fuente agrega que es sabido que Göring manifestó su total aprobación de este proyecto—ndr.)".

La mención de lord Beaverbrook y sir Samuel Hoare, dos figuras prominentes del grupo de la Mesa Redonda británica, como colaboradores sinarquistas, es de suma importancia, porque indica que la inteligencia estadounidense, cuando menos desde 1940, seguía la pista de la participación británica de alto nivel en el proyecto para la posguerra de una "Europa de los oligarcas" fascista universal, precisamente según los planteamientos del Manifiesto Sinarquista del conde Coudenhove–Kalergi en la fundación de la Unión Paneuropea. De hecho, otros documentos de la inteligencia estadounidense de la época de la guerra identificaban a la Unión Paneuropea como un proyecto de la secreta hermandad Sinarquista Europea. El MSI, según diversas versiones de los archivos estadounidenses de la época, se fundó en 1917 o 1922, y los dos primeros "proyectos" importantes de los sinarquistas fueron la marcha sobre Roma de Mussolini y el lanzamiento del movimiento de la Paneuropa.

En el frente británico, sir Samuel Hoare fue una figura prominente de la inteligencia británica estacionado en Rusia durante el período de la revolución bolchevique, donde tuvo una intervención personal en el asesinato de Grigori Rasputín, luego de que éste advirtiera que la participación rusa en la Primera Guerra Mundial seguramente llevaría a la caída de los Romanov. Hoare era el principal funcionario de la inteligencia militar británica a cargo de instigar el derrocamiento del zar y la Revolución Rusa. Personificaba los escalones superiores de lo que los archivos de inteligencia estadounidenses caracterizaban como el grupo "sinarquista nazi–comunista". En 1935, en su capacidad como secretario de Relaciones Exteriores, negoció el acuerdo Hoare–Laval mediante el cual Gran Bretaña y Francia aceptaron que Mussolini conquistara e invadiera Abisinia, un importante acto de apaciguamiento. Después trabajó como embajador británico en la España de Francisco Franco y, según varios relatos biográficos, permaneció en secreto en la nómina de lord Beaverbrook como asesor político. Hoare, quien se convirtió luego en "lord Templewood", también era un destacado promotor de Frank Buchman y del Movimiento por el Rearme Moral, el antecedente de la Iglesia de la Unificación del reverendo Sun Myung Moon.[FIGURE 24]

El caso de lord Beaverbrook (Max Aitken) tiene implicaciones más profundas y duraderas, pues dos de los más destacados propagandistas político–financieros de la revolucíon neoconservadora en Washington hoy —los magantes de la prensa lord Conrad Black y Rupert Murdoch— son protegidos de Beaverbrook. El australiano Murdoch, tras graduarse de Oxford, hizo su pasantía en el diario londinense Daily Express de Beaverbrook, al cual Murdoch se refiere afectuosamente como "el burdel de Beaverbrook".

En cuanto a Black, el nexo es más profundo, desde el alto mando de la inteligencia secreta británica durante la guerra. El padre de Conrad Black, George Montagu Black, trabajó directamente bajo la cadena de mando de Beaverbrook en la Segunda Guerra Mundial, cuando este último era ministro de Producción de Aeronaves, mientras que Black y Edward Plunkett Taylor dirigían la empresa canadiense fantasma War Supplies, Ltd., desde el Hotel Willard en Washington, para coordinar todos los arreglos sobre adquisiciónes militares entre Gran Bretaña, EU y Canadá. Los 1.300 millones de dólares que reunieron Taylor y Black de sus negocios "privados" con armas durante la guerra, le proporcionaron a G.M. Black la inversión inicial para crear después la Argus Corp., misma que hoy constituye el cartel de los órganos de difusión de la Hollinger Corp. de Conrad Black.

La transformación de Beaverbrook, de promotor destacado de una alianza anglogermana después del ascenso de Hitler al poder, a un importante funcionario del gabinete de guerra tras el ataque de Hitler contra la Gran Bretaña, fue no menos que milagroso. En 1935, cuando Hoare conducía las negociaciones secretas con Laval, Beaverbrook acompañó al Secretario del Exterior en el viaje y realizó su propia operación tras bambalinas para garantizar informes noticiosos positivos en la prensa inglesa y francesa sobre el acuerdo. Ese mismo año Beaverbrook viajó a Roma y a Berlín para reunirse con Mussolini y Hitler. Un año después Beaverbrook fue huésped del ministro de Relaciones Exteriores de Hitler, Joachim von Ribbentrop, en los Juegos Olímpicos de Múnich.

Pero el papel más famoso que desempeñó Beaverbrook en la saga de Hitler tuvo que ver con el incendio del Reichstag en 1933 —el ataque incendiario contra el edificio del Parlamento de la República de Weimar—, que consolidó el dominio mortal de Hitler sobre el poder absoluto. Beaverbrook había delegado a un asistente de su confianza, Sefton Delmer, a la oficina de prensa de su Daily Express en Berlín; incluso llegó a ser confidente de Hitler y lo acompañó en su gira de campaña en las elecciones de 1933. Delmer fue uno de los primeros "periodistas" que llegaron al incendio del Reichstag, y su despacho desde el lugar de la escena —complementado con entrevistas exclusivas con Hitler, Göring, y otros— estableció el pretexto para encubrir a los verdaderos autores nazis del ataque terrorista que afianzó la dictadura de Hitler. En un artículo de Delmer de 1939, donde relata el incidente, sostiene su cuento de culpar a los comunistas y no a los nazis, contradiciendo a la mayoría de la prensa mundial.

Beaverbrook —aun después de su "conversión vía Damasco" a ministro del gabinete de guerra— mantuvo sus vínculos con la maquinaria nazi. Cuando el líder nazi Rudolph Hess cayó en paracaídas en Escocia, en un último y vano intento por mantener la alianza anglonazi contra la Unión Soviética, Beaverbrook dispuso una entrevista privada en la prisión con Hess. Los detalles de la sesión aún son incompletos, pero una de las citas de la reunión fue la de Hess diciéndole a Beaverbrook: "Hitler lo estima mucho".

La definición de sinarquismo

Entre los miles de documentos que EIR obtuvo de los archivos estadounidenses de la época de la guerra, está un informe de 18 páginas de la inteligencia militar francesa, de julio de 1941, que resume un informe más largo, de 100 páginas, sobre los grupos sinarquistas franceses. El informe trata sobre el Movimiento Sinarquista del Imperio, la Convención Revolucionaria Sinarquista y el Comité Secreto de Acción Revolucionaria, el liderato del brazo militar del MSI, también conocido como los "Cagoulards" (los "encapuchados").

El informe hace un breve recuento: "El movimiento sinarquista es uno de carácter internacional, nacido después del Tratado de Versalles, y financiado y dirigido por ciertos grupos financieros pertenecientes a lo más selecto de la comunidad bancaria internacional. Su objetivo consiste esencialmente en derrocar en todo país, donde existan, los regímenes parlamentarios, considerados insuficientemente dedicados a los intereses de estos grupos y, por tanto, muy difíciles de controlar por el número de personas requeridas para hacerlo.

"Así, el MSI propone sustituirlos por regímenes autoritarios, más dóciles y fáciles de manipular. El poder habría de concentrarse en los ejecutivos industriales y en representantes designados por los grupos bancarios para cada país. En una palabra, la idea es darle a cada país una constitución política y una estructura económica nacional apropiada, organizada para los siguientes fines: 1) poner el poder político directamente en manos de la gente seleccionada y eliminar a todos los intermediarios; 2) establecer una concentración máxima de industrias y suprimir la competencia injustificada; 3) establecer un control absoluto de los precios de todos los bienes (materias primas, y bienes acabados o semiacabados); 4) crear instituciones judiciales y sociales que impidan toda acción extrema".

El informe señala que, tras las insurrecciones fracasadas de los Cagoulard en 1934 y 1937, el MSI infiltró el ministerio de economía y otros relacionados del gobierno francés, haciendo sabotaje desde el interior del régimen y sentando las bases para el gobierno de Vichy de 1940, el cual lo dominaban, verticalmente, miembros de la sociedad secreta sinarquista. El informe menciona a 40 altos funcionarios del gobierno del mariscal Henri Philippe Pétain como miembros del MSI.

El informe recalca repetidamente que el MSI francés era sólo un componente de un aparato sinarquista internacional, "organizado y financiado en todos los países por ciertos elementos de las gerencias ejecutivas industriales y de encumbrados círculos bancarios. Su objetivo en el ámbito internacional es el de subvertir todos los regímenes democráticos del mundo, y sustituirlos por gobiernos más fuertes, y más dóciles, cuyo liderato al mando en cada nación lo concentre un número de afiliados pertenecientes a los grandes negocios y a los intereses bancarios internacionales que coordinan sus actividades en todo el mundo". En Francia, durante el régimen de Vichy, señala el informe, "las principales instituciones rectoras del país se han convertido en filiales del Banco Worms, cuyo consejo directivo controla a todos los altos administradores del estado".

Los sinarquistas no concentraron todos sus esfuerzos en infiltrar y controlar al régimen de Vichy. Un informe de la inteligencia militar estadounidense, con fecha del 27 de julio de 1944, del agregado militar en Argel, advertía de la penetración sinarquista en los escalones superiores del gobierno de la Francia Libre del general Charles de Gaulle, con centro de operaciones en Argelia. "Algunos de los más antiguos y otrora leales partidarios del general De Gaulle están preocupados por lo que llaman una tendencia a dejar que el `sinarquismo' penetre hasta las clases más altas del gobierno de Argel", dice el informe. "Se cree que el general De Gaulle hasta hace poco se oponía al sinarquismo, que es un movimiento muy reaccionario, financiado por el Haute Banque. Incluso ha ordenado un estudio confidencial sobre el tema y funcionarios estadounidenses han visto una copia del mismo". El informe concluye que, "de ser cierto que muchos individuos en posiciones de importancia en el gabinete y en el entorno inmediato del general De Gaulle están asociados muy de cerca con ideas políticas ajenas al programa que éste y su gobierno respaldan públicamente, entonces pueden sacarse conclusiones políticas de mucho alcance". Por supuesto, diez años más tarde, el destacado "gaullista" de la época de la guerra, Jacques Soustelle, formaría la Organización Ejército Secreto (OES), la cual sería responsable de varios intentos de asesinato contra De Gaulle y estaría implicada en la empresa Permindex, relacionada con el asesinato al presidente John F. Kennedy.[FIGURE 25]

Aunque no es seguro que Soustelle era miembro del complot sinarquista durante la guerra, si es cierto, a partir de los archivos de los Gobiernos de Francia y los EU, que uno de los operativos sinarquistas más destacados que se infiltró en la Francia Libre de De Gaulle fue Robert Marjolin, uno de los mejores alumnos y protegidos de Alexandre Kojève en sus cursos sobe Friedrich Hegel, Nietzche y sobre el "fin de la historia", de 1933–1939. Marjolin llegó a ser ministro de Economía en el primer gobierno de la posguerra, con De Gaulle, y de inmediato llevó a Kojève al Ministerio.

El culto a Napoleón

En esencia, la internacional sinarquista —como su frente, la Unión Paneuropea— buscaba crear una tiranía unimundista modelada en el reinado de Napoleón Bonaparte. El primer texto "sinarquista" lo escribió en los 1860 Joseph Alexandre Saint–Yves d'Alveydre (1842–1909), un ocultista y seguidor del asesor místico de Napoleón Bonaparte, Antoine Fabre d'Olivet (1767–1825). Fabre d'Olivet empezó como miembro destacado de los jacobinos, y participó personalmente en el frustrado complot para asesinar al rey Luis XVI en 1789. Más tarde, fue un alto funcionario de los ministerios del Interior y de Guerra con Napoleón Bonaparte. Saint–Yves d'Alveydre, quien lanzó la idea del sinarquismo para contrarrestar la anarquía que había desestabilizado a toda Europa desde 1648, adoptó los escritos ocultistas de d'Olivet sobre la "violencia catártica" y la "voluntad de poder"; antecedentes de las obras de Nietzsche.

El sucesor de Saint–Yves, Gerard Vincent Encausse ("Papus"), fundó la Escuela de Ciencias Ocultas Saint–Yves y realizó una campaña de reclutamiento para integrar una sociedad secreta, a la que llamó Gobierno de la Sinarquía. En su libro de 1894 Anarchie, Indolence & Synarchie (Anarquía, indolencia y sinarquía), Papus detalla un ambicioso proyecto para reclutar a todos los líderes de la industria, el comercio, las finanzas y de la academia a un sólo plan de poder, encaminado a destruir "el microbio interno" de la sociedad, la anarquía.

Tanto Saint–Yves como Papus imaginaban un imperio sinarquista global, dividido en cinco áreas geográficas: 1) el imperio Británico; 2) Euráfrica; 3) Eurasia; 4) Panamérica; y, 5) Asia. De hecho, algunas fuentes rusas identifican a Alexandre Kojève como líder de los dizque "eurasiáticos", un grupo de emigrados rusos en el Berlín y París de los 1920, dirigido por el Guchkov de sir Samuel Hoare, y vinculado al proyecto del servicio secreto soviético llamado "el Trust". Los "eurasiáticos" recibieron con beneplácito la Revolución Rusa, como fuerza catártica para barrer con la corrupta civilización Occidental. La cosmología de Kojève de los grandes tiranos consideraba a José Stalin y a Adolfo Hitler como los segundos, después de Napoleón, en alcanzar la meta del "fin de la historia", una verdadera tiranía global.

Strauss, Kojève, Schmitt y Schacht

Aunque ninguno de los documentos de los archivos estadounidenses revisados hasta la fecha por EIR identifican al jurista nazi Carl Schmitt como sinarquista, la evidencia circunstancial apunta a esa conclusión. Schmitt sirvió como emisario en España, Portugal, Francia e Italia en la cúspide del fascismo, produciendo una serie de documentos jurídicos para justificar esas tiranías militares. Schmitt era un agente protegido de Göring, la figura sinarquista más destacada de la Alemania nazi. Como el banquero Hjalmar Schacht, los Tribunales de Nurembergo exoneraron a Schmitt de los cargos de criminal de guerra.

En efecto, como The Hitler Book documenta, Schacht chantajeó al tribunal afirmando agresivamente que él, en su encarnación como alto funcionario nazi, sólo actuaba a nombre de los círculos financieros internacionales que representaba el Banco de Pagos Internacionales. Amenazó con proporcionar pruebas sobre la camarilla financiera internacional que estaba tras el "proyecto Hitler" si lo presionaban demasiado. Así, absolvieron a Schacht a pesar de las vigorosas objeciones de los jueces estadounidenses y soviéticos.

En efecto, a los perpetradores del holocausto nazi los llevaron ante la justicia en Nuremburgo, mientras que a los arquitectos del plan sinarquista más amplio, como Schacht y el mentor de Leo Strauss, Carl Schmitt, les dieron un salvoconducto y, mediante los esfuerzos de figuras de la ocupación de posguerra como John J. McCloy y el general William Draper, los reservaron para un futuro servicio.

Como nota final, Schmitt sostuvo correspondencia con Kojève en 1955, y arregló que el emigrado ruso ubicado en París diese un discurso ante la asociación de industriales de Düsseldorf —que había sido un foco de la colaboración "sinarquista" francogermana entre el gobierno nazi y el de Vichy— y se reuniera, en esa visita, con el amigo íntimo de Schmitt, Schacht.

Kojève mantuvo la más estrecha colaboración con Leo Strauss, y promovió sus teorías de la violencia catártica y tiranía universal con discípulos de Strauss como Allan Bloom (el mentor del subsecretario de Defensa Paul Wolfowitz) y Francis Fukuyama. Esta mezcolanza sinarquista sigue siendo la "conexión francesa" de la pandilla del vicepresidente Dick Cheney.

—Al y Rachel Douglas, Katherine Kantor, Pierre e Irene Beaudry, Anton Chaitkin, Stephanie Ezrol, Helga Zepp–LaRouche y Barbara Boyd contribuyeron con investigaciones vitales para la elaboración de este artículo.

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