Escritos y discursos de Lyndon LaRouche

LaRouche al MJL australiano:
'Este sistema monetario mundial va camino al cementerio

'LaRouche y el banquero de Lazard Frères Félix Rohatyn (izq.) se pelean el Partido Demócrata, sobre si la respuesta de éste al derrumbe será rooseveltiana, al mando de LaRouche, o schachtiana fascista. "No sólo el fenómeno neoconservador de Bush está en aprietos —y quizá gran parte de la culpa por mucho del sufrimiento del grupo de Bush y otros deba achacárseme a mí—, sino que lo que se ve es que la derecha de Bush en realidad no funcionará. Y, por tanto, la derecha importante ahora mismo en EU se ubica en el Partido Demócrata".

El precandidato presidencial estadounidense Lyndon H. LaRouche conversó, vía telefónica, con 40 reclutas australianos de su Movimiento de Juventudes Larouchistas (MJL) internacional el 5 de marzo, en una "escuela de cuadros" cerca de Melbourne, Australia.

Bueno, ahora tenemos un día muy interesante, hoy, en Europa y Estados Unidos. Venía acumulándose en los últimos días, pero golpeó hoy, el que a raíz del "súper martes", que fue la semana pasada, en las elecciones primarias, hubo un cambio de fase significativo, no sólo en el proceso electoral de EU donde John Kerry, el senador, y yo, somos los únicos candidatos principales que aún están en la contienda. Hay otros que están ahí por los delegados, no por la candidatura.

También hay un tremendo alboroto por otros asuntos. Por ejemplo, consideren el caso tan comentado en Alemania: tienen al director del FMI, que está sentado encima de los pobres argentinos, y de repente lo mandaron llamar, en cierto sentido, a Alemania. O sea, le notificaron que fue nombrado Presidente de Alemania, en remplazo del actual presidente. Y el tipo se montó en su avión y salió de ahí, dejó el FMI, dejó su puesto en el FMI, y ¡regresó a Alemania! El comentario en Alemania es que ¡Horst Köhler se salió del FMI cuando la cosa estaba poniéndose buena!

Tenemos cosas parecidas como esa. Se dice que Greenspan está en la cuerda floja; que Bush quiere despedirlo. Se señala a Gordon Brown, del Reino Unido, como posible sucesor de Köhler; y cosas como esa están en marcha.

Lo que tienen es un alboroto general en todo el mundo, que indica que estamos al borde de un cambio de fase. Tienen los giros en la relación entre el valor del dólar y el euro, y otras cosas como esa. En términos de mi propia experiencia, la respuesta hacia mí de pronto ha mejorado enormemente en EU, en la prensa, etc., en términos de contactos, gente con la que hablo, y esa clase de cosas.

Así que hay un cambio de fase en los asuntos mundiales. Y esto obviamente refleja una cosa, entre otras, y es que este asunto, este sistema monetario mundial actual, va camino al cementerio. Exactamente qué dirección tomará, a dónde lo llevarán los enterradores y demás, todavía es incierto. Pero es obvio que es un cambio de fase.

¿Harán a un lado a los neoconservadores?

Dos cosas están sucediendo en lo político a nivel internacional, en especial en EU, pero no sólo ahí. tenemos a los neoconservadores —estos son los animales de la extrema derecha, como Richard Perle y demás—, y contrario a las declaraciones de algunos, de que Richard Perle no está fuera, el que dejara su puesto en el Gobierno de Bush es parte del mismo proceso del retiro de Conrad Black —el hombre que era la fuente de dinero de muchos neoconservadores—, quien tiene problemas por todas partes, porque están cansados de esta clase de financiamiento a los neoconservadores.

Esto coincide con algo más. No sólo el fenómeno neoconservador de Bush está en aprietos —y quizá gran parte de la culpa por mucho del sufrimiento del grupo de Bush y otros deba achacárseme a mí—, sino que lo que se ve es que la derecha de Bush en realidad no funcionará. No se "llevará el día", por así decirlo. Y, por tanto, la derecha importante ahora mismo en EU se ubica en el Partido Demócrata, ¡del lado demócrata!

En el Partido Demócrata tenemos un gran conflicto entre dos perspectivas, en el que la mía está ahí, en algún lado. Tienen una perspectiva de la que son típicos los círculos alrededor del ex secretario del Tesoro Robert Rubin, quien reconoce la gravedad de la actual crisis financiero–monetaria internacional como muy pocos de esa generación. (Oh, él en realidad no es un sesentiochero; es un poco viejo para eso). Pero luego tienen, del otro lado, al grupo en torno a Lazard Frères, que tiene una posición pro schachtiana. Y si no les han dicho esto ya, Hjalmar Schacht fue el hombre que puso a Hitler en el poder en Alemania en 1933 para el jefe del Banco de Inglaterra; y es famoso, no sólo por eso, sino como ministro de Economía del sistema nazi; y sus medidas, sus medidas de austeridad económica, son las que se asocian con el nazismo del modo que Hitler llegó al poder. Esas políticas, no sólo son populares con los fascistas descarados, o los fascistas obvios, como los neoconservadores en torno al grupo de Bush, como los Richard Perle y los Conrad Black, etc.

También hay otra variedad de fascista, como la del período del auge fascista en Europa en 1922–1945. Estos son los fascistas izquierdistas, y los representa la turba de Lazard Frères, que de veras fue muy fascista en ese período de la historia europea. Es una organización sinarquista hasta el tuétano. La expresión típica de ese grupo en EU es Félix Rohatyn, un alumno de la Middlebury College en Vermont, donde tuve una experiencia divertida hace unos meses. Y él representa la política económica pro fascista en EU. Su grupo dentro del Partido Demócrata está moviéndose para remplazar a George Bush como presidente, porque dicen que está desahuciado. Pero ellos tienen su propia clase de fascismo, y su cometido es mantenerme fuera a toda costa.

Lo que ha ocurrido ahora es que hay un viraje en la situación, y algunos en Europa lo han planteado como sigue: la turba de Félix Rohatyn es incompetente. Lo que pretenden hacer, lo que están dispuestos a hacer, no funcionará bajo las condiciones de la actual crisis financiera internacional. Simplemente no funcionará. Por ejemplo, algo contra lo que se lanzarán a muerte Rohatyn y demás, es el control de capitales. Ahora, lo que sucederá, por supuesto, en tanto la crisis golpea con toda su fuerza. . . Y eso puede ser en días; estamos al borde de eso ahora, pueden ser semanas, pueden ser días, hasta pueden ser un par de meses o más, pero estamos al borde ahora. Ocurrirá. Lo que mantiene con vida al sistema es una burbuja hiperinflacionaria de impresión de dinero. En otras palabras, lo que mantiene a la burbuja es un proceso hiperinflacionario, en tanto el sistema siga aceptando el flujo de esta masa de dinero, en especial de dólares.

La amenaza schachtiana

Se vendrá abajo, y cuando lo haga, y si el mundo no se va "a la playa", por así decirlo, entonces tendrá que haber algunos cambios. Primero que nada, tendremos que someter al sistema del FMI a una reorganización por bancarrota. Esto es, los gobiernos tendrán que intervenir, como lo hicieron en el período inmediato de la posguerra, con la fundación del sistema de Bretton Woods original; los gobiernos intervinieron y los bancos tuvieron que comportarse en esa época. Luego, hasta 1989, hubo cambios. El sistema de Bretton Woods se eliminó en 1971–72. Y en 1992 Europa básicamente renunció a la cordura —por los acuerdos de Maastricht y demás—, en términos de política monetaria.

Pero tendremos que regresar a eso. Tendremos que regresar a lo que se cambió. Tendremos que declarar en quiebra al sistema del FMI. El sistema del FMI está en bancarrota. Tendrá que intervenirse a los sistemas de banca central, someterlos a una reorganización por bancarrota. Los gobiernos tendrán que tomar las riendas del negocio de generar y gestionar el crédito, crédito de los Estados. En estas circunstancias, tendremos que regresar a un sistema regulado de comercio y finanzas internacionales. Tendremos que recurrir al control de capitales; esto es, los gobiernos se harán responsables de las prioridades legítimas en el flujo de capitales y de qué es permisible en el movimiento de los mismos. Porque en una crisis tenemos que administrar del modo que lo haces en cualquier bancarrota.

Ahora bien, la turba de Félix Rohatyn, los de la calaña de Lazard Frères y similares, están a muerte en contra del control de capitales, o de cualquier cosa por el estilo. Se oponen a muerte a las medidas proteccionistas. Y las medidas proteccionistas son absolutamente indispensables para salir de la crisis que ahora se nos viene.

Yo represento eso. Pero otra gente reconoce que esta clase de medidas que yo represento tienen que usarse; puede que no estén de acuerdo con el modo en que quiero usarlas, o el modo que quiero hacerlo, pero están de acuerdo en que tienen que usarse en las condiciones de esta clase de crisis. Y ellos pueden ver que esta clase de crisis viene ahora, y que la magnitud del estallido potencial rebasa con mucho cualquier cosa que pudiera permitirle a las medidas de Félix Rohatyn aplicarse a la situación presente.

Por ejemplo, de aplicarse las medidas de Schacht —y eso es lo que ven, en términos de la operación de cobro de la deuda contra Argentina—, esto es fascismo puro en materia de política económica. El FMI practica fascismo puro en su apoyo a estas políticas de cobro.

Pero, ¡ese es el plan que se aplicaría en cada país del mundo! —incluso Australia, por supuesto— de seguirse con esas políticas. Son políticas schachtianas pro nazis. Quizá no las llamen "pro nazis", pero eso es lo que son.

De modo que hay una gran pelea sobre eso. Y la opinión general entre la gente informada es que las medidas de corte nazi, las medidas schachtianas inherentes a las propuestas de Félix Rohatyn, no funcionarán en este período, a menos que quieran tener un desplome general de la civilización mundial, una nueva Era de Tienieblas.

Así que hoy, en los últimos dos días, pero en especial hoy, hay un retumbar, un retumbar como el que precede a un terremoto. Y eso es lo que experimenté en el transcurso del día y por la noche. Viene un cambio grande. Y no sé lo que viene. Creo que los monotremas de Australia sobrevivirán, pero me pregunto si algunos de los animales aún más primitivos, como su raza local de neoconservadores, saldrán también intactos de esto.

Esa es la naturaleza de la situación.

Contra la sociedad 'sin futuro', un movimiento de juventudes

Ahora, en cuanto al asunto del movimiento de juventudes. Lo fundamental para entender este fenómeno del movimiento de juventudes. . . Y esto es algo que se hizo empíricamente significativo por todo el mundo, como en EU, en los últimos cuatro años. Hace unos 40 años en EU y el Reino Unido, tras el asesinato del presidente John F. Kennedy y la salida de Harold Macmillan como Primer Ministro del Reino Unido —que fue un golpe de Estado—, con la llegada del primer Gobierno de Harold Wilson en el Reino Unido poco después de la salida de Macmillan, y lo que sucedió con EU después de que asesinaron a Kennedy y el presidente Lyndon Johnson se aterró (al menos en estas cuestiones), nos metimos en la guerra de Vietnam, la guerra en Indochina.

En ese momento había un cambio de paradigma cultural en la generación en edad universitaria, en particular entre los que iban a la universidad entonces. Esto representó un cambio de paradigma cultural alejado de la idea de una sociedad productora —de la cual EU había sido el ejemplo más destacado hasta ese momento— y contra la tecnología, un movimiento antitecnológico posindustrial, del cual la forma más pintoresca fue la contracultura del rock, las drogas y el sexo. Pero esta contracultura fue sólo la forma más extrema, más radical, más carnavalesca de este proceso de cambio cultural.

En los últimos 40 años la cultura de EU ha cambiado, y la del Reino Unido. Y esto se ha extendido a la Europa continental, en especial con los sesentiocheros. Se extendió por América Central y del Sur. Así que en esta parte del mundo, y en otras, a la generación que ahora anda en sus 50 o empezando sus 60, a la mentada generación del 68, en todo el mundo, la domina un fenómeno generacional. En otras palabras, aunque no fumen marihuana ni tengan sexo con animales raros, siguen siendo sesentiocheros, en el sentido de que la mayoría de ellos acepta los valores que son comunes de esa generación. Y los valores comunes de esa generación son la aceptación del papel decisivo desempeñado por los cambios de orientación cultural que ocurrieron en este período de 40 años.

Lo que ha ocurrido como resultado de esto, por 40 años, es que la cultura de Europa, Australia, Nueva Zelandia y EU, de las Américas en general, ha cambiado a una orientación posindustrial. Como resultado de ese cambio, y de lo que conlleva, ¡el actual sistema económico financiero–monetario está acabado! Se fue, al punto que no puede sostenerse por sí mismo. Está por caerse.

Los más jóvenes, quienes entraron a la vida adulta en los últimos cuatro años —o sea, que pasaron de la adolescencia a la adultez—, vieron a su alrededor y dijeron: "Por lo que pasamos es por una sociedad sin futuro. Es decir, lo que la generación de nuestros padres nos ha hecho es darnos una sociedad sin futuro para vivir, y no para vivirla muy bien, y, quizás, nada en lo absoluto". De ahí que tuvimos un conflicto entre jóvenes adultos, o sea, gente joven, pero que piensa como adulta; no piensan como adolescentes o niños. Piensan en su responsabilidad como "mamá" y "papá"; no en ser los niños de la casa, sino los padres del hogar, o que piensan en ese sentido. De modo que tienden a ser algo independientes, y dicen: "Bueno, no lo aceptaré. ¡Yo no me voy al infierno! No me importa lo que mis padres me digan que haga, allá no voy. No quiero el lugar. Cambiaré las cosas, si es posible. No aceptaré una perspectiva sin futuro".

Lo que hay, por tanto, es que tenemos un conflicto entre la generación de los padres y la más joven, la de los jóvenes adultos. No es un conflicto de prejuicios; es un conflicto de realidad. La generación mayor aún se aferra a esos valores y hábitos de conducta y creencia que significan que la humanidad no tiene futuro. El conflicto de la generación más joven con la de sus padres no es lo usual, de jóvenes peleando con los padres. No es el "salir del cascarón", como se dice. Esto es real.

La generación más joven representa una generación potencialmente saludable, que aparta a la sociedad de una perspectiva sin futuro. En tanto que la generación mayor encarna hábitos, formas de pensar, prejuicios, reacciones instintivas, reflejos emocionales, todas estas cosas que pudieran negarle el futuro a la generación más joven, y a su descendencia. Esta es la naturaleza del conflicto.

Así, en estas circunstancias, lo que se necesita es que la generación más joven, aunque puede no saber todo lo que necesita, de forma instintiva tiene razón en sentir que los valores de la generación de sus padres —la gente en sus 50 y entrando a sus 60— son erróneos. Puede que no sepan exactamente por qué son erróneos, pero saben que lo son, porque la generación de los padres vive una fantasía sin futuro. Y saben que tienen que encontrar su salida de este juego sin futuro. Esa es la naturaleza del conflicto.

Por consiguiente, en este momento, la suerte de movimiento de juventudes que organizamos en EU se extendió a Europa, y tenemos algunas semillas ahí en Australia; eso es absolutamente esencial, pero no para escenificar una lucha generacional per se. El problema es que la generación mayor está acostumbrada a esos hábitos, a esos modos de conducta que implican una sociedad sin futuro. Y, por tanto, los jóvenes tienen que tener la independencia, lo cual constituye su independencia de la ideología sesentiochera. Porque si no liberamos al mundo de las garras de la ideología sesentiochera, no la librará, excepto hundiéndose en una nueva Era de Tinieblas. Así, el desarrollo de una generación joven, que sacará a la de sus padres de la locura, es la clave para la civilización.

Encaramos una era de tinieblas

Esto no es del todo inusual en la historia de la humanidad. Seguido las culturas caen, no porque no tuvieran el elíxir mágico o algo parecido, sino porque adquirieron hábitos culturales que, en la práctica, llevaron a un derrumbe de la civilización, o a aceptarlo. El Imperio Romano es un ejemplo de un largo proceso de decadencia. La sociedad europea medieval, la mentada "sociedad ultramontana" de la facción güelfa y gente parecida, es un ejemplo de eso, de que estas tendencias culturales destruyen la civilización. Quizá no destruyan a todos en ella, pero nos meten en una era de tinieblas o una era de tinieblas relativa, una y otra vez.

De modo que, cuando llegas a una era de tinieblas, el problema no es que ésta sea natural —excepto por accidentes, accidentes naturales más allá de nuestro alcance—, toda catástrofe que la humanidad enfrenta, la impone la propia humanidad. Por lo general no la imponen uno o dos líderes; rara vez pasa. Se impone por el hecho de que la mayoría de la población se hizo adicta en lo cultural a hábitos de conducta y pensamiento que la han llevado, con el paso del tiempo, a un derrumbe de la civilización.

Eso es lo que enfrentamos ahora, una crisis de derrumbe de la civilización; no un error que deba corregirse, no un artilugio. No vas a la tienda y compras un traje nuevo para resolver este problema. Tienes que ir a una tienda y ¡conseguir una mente nueva!, una mente libre de estos hábitos culturales que se desarrollaron con la generación del 68, como la ideología posindustrial de la sociedad del placer, que vino a dominar en Europa y las Américas en el período reciente. Y, por supuesto, no tuvo efectos agradables en las posibilidades para Australia.

Así, la generación más joven. . . Aquellos de nosotros que somos lo bastante sabios, apoyaremos los esfuerzos de la generación joven para salir de este embrollo, y para llevar a la generación de sus padres y a otros, bajo la presión de la crisis, de regreso a ideas que funcionaron; y para construir el futuro, regresando a la bifurcación del camino donde dieron la vuelta equivocada, y esta vez tomar el camino correcto, y hacer que la renuente generación de sus padres continúe el viaje. En esas circunstancias, no hay razón por la cual no debamos salir de esta crisis bien parados, con un poco de sufrimiento y trabajo arduo. Pero si no hacemos ese cambio, no hay posibilidad.

En momentos como éste, es a veces una generación de jóvenes adultos la que da la vuelta. Consideren el caso de la historia de EU. Si ven la edad de las personas que se convirtieron en los líderes de EU —los que hicieron la Declaración de Indepedencia, los que crearon la Constitución y demás—, esta gente se reclutó en torno a un amigo, un científico, un científico destacado en el mundo de la época, Benjamín Franklin, quien recibió la influencia de Europa. Recibió la influencia, en parte, de gente como Joseph Priestley de Inglaterra; James Watt, reclutado por Franklin y Priestley, quien desarrolló la famosa máquina de vapor Watt en Francia; con ayuda de un gran francés, Antoine Laurent de Lavoisier, quien fue asesinado por la Revolución Francesa; y de forma directa de Godofredo Leibniz, mediante sus escritos.

Los secretos de la reconstrucción de naciones

De modo que estos jóvenes en torno a las mejores ideas de Europa, agrupados alrededor de Franklin, desde mediados de los 1770, se convirtieron en el liderato que creó a EU. Con pocas excepciones, fueron un movimiento de juventudes. George Washington no era precisamente un joven en ese entonces; ni Franklin, por supuesto, quien murió a una edad madura. Pero estos amigos, los Hamilton, los Madison, los Jefferson y demás, fueron parte de un movimiento de juventudes.

Ahora bien, ustedes tienen que considerarse hoy como representates de la juventud que está haciendo este viraje. Deben considerarse gente que busca descubrir los llamados secretos de la sociedad —a veces, los secretos perdidos de la sociedad— necesarios para reconstruir naciones, para reconstruir la civilización. Y ustedes actúan de ese modo, y a ese grado, como la conciencia de su nación, y la de la civilización, para regresar al mundo a donde dimos la vuelta equivocada, en especial la vuelta equivocada de los 1960. Así, saldremos bien librados; no perfectamente, pero bien.

Y eso, creo yo, es lo que implícitamente están haciendo.

Gracias.

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