Escritos y discursos de Lyndon LaRouche

 

Diálogo con LaRouche:
Un líder le dice a la gente qué hacer

El economista y ex candidato presidencial estadounidense Lyndon H. LaRouche sostuvo un diálogo con jóvenes, miembros de su Movimiento de Juventudes Larouchistas (LYM), sindicalistas, expertos en energía y otros el 15 de junio, sobre el futuro de la energía nuclear en las Américas. El intercambio tuvo lugar luego de la presentación inicial que hizo LaRouche desde Estados Unidos, vía internet, “Un plan para la transición a un nuevo orden económico de tecnología avanzada”, en la videoconferencia internacional “El papel del petróleo en la transición a la energía nuclear”, que organizó el LYM de forma simultánea en la Ciudad de México y en Buenos Aires, Argentina, en colaboración con EIR. La moderadora de la sesión fue la dirigente del LYM, Ingrid Torres, desde México (ver la primera parte de este reportaje en Resumen ejecutivo de la 1a quincena de junio de 2006).

Torres: Señor LaRouche, quisiéramos agradecerle muchísimo. Vamos a pasar al período de preguntas. Primero tomaremos una pregunta de aquí de la Ciudad de México, y luego habrá una pregunta de Argentina.

Lo que falta es liderato

Pregunta: Tengo más o menos 12 o 14 años de respetarlo y conocerlo por Resumen ejecutivo. Mi pregunta es sobre el proceso electoral en México. Sabemos que el PAN es un partido sinarquista. Y he llegado últimamente a apoyar la campaña de López Obrador, no tanto porque crea que él tiene la solución, sino porque siento que al tratar de contribuir a apoyar a LaRouche aquí en México, que no son del PAN ni sinarquistas, podemos contribuir al trabajo que está haciendo usted allá en Estados Unidos en contra de[l presidente estadounidense George] Bush y [su padrino George] Shultz, en cuanto a tratar de cambiar el modo de pensar de la gente y de tratar de [enfrentar] el sinarquismo a nivel internacional. ¿Qué piensa usted de eso?

LaRouche: El liderato mediocre, que es su problema con López Obrador, no será adecuado para bregar ahora con la amenaza contra la civilización. Por ejemplo, en EU, en el Partido Demócrata, es decir, entre los funcionarios elegidos del Partido Demócrata y los activistas del partido, tanto del Republicano como del Demócrata combinados, tenemos una base suficiente para derrocar las políticas del Gobierno de George Bush. Entonces, ¿cuál es el problema? ¿Por qué los demócratas, que a veces cooperan conmigo e incluso en ocasiones aceptan mi liderato, de pronto parecen irse de bruces y no hacen nada? ¿Por qué López Obrador, cuyas reformas en la Ciudad de México y algunas de sus políticas fueron excelentes, al menos en parte, de repente parece debilitarse en la recta final de las elecciones? ¿Por qué vemos esto en todo el mundo? ¿Por qué vemos lo que en realidad es una impotencia entre la gente que representa el electorado o el liderato del electorado, que estaría dispuesta a resolver el problema?

Yo conozco muy bien este problema; el problema del liderato. A veces la idea de la democracia, la forma en que se difunde, es enemiga de la libertad. Porque la libertad siempre se da, y siempre se ha dado en la historia, gracias a líderes que tienen una comprensión de lo que necesita hacerse, y la valentía de presentarla con claridad y de movilizar a la gente en torno a ella.

Es lo mismo que comandar una guerra: un gran pueblo puede perder una guerra por falta de liderato. En el caso de EU, que había sido un país terrible en los 1920 con [Calvin] Coolidge y [Herbert] Hoover, ¡Roosevelt salvó a EU con su liderato! No fue sólo su conducción personal; no era un dictador. Fue Presidente de EU, y tenía consigo a personas que eran líderes y, juntos, trabajaron y organizaron, y en un período de menos de diez años transformaron a un EU quebrado en la economía más poderosa, en la nación más poderosa de este planeta, ¡al más que duplicar su fuerza! Y sin lo que hizo EU con Franklin Roosevelt, Hitler hubiera regido al mundo. Fue la sola intervención de EU lo que evitó una dominación nazi del mundo, ¡mucho antes de 1945! Sin lo que hizo Roosevelt, Hitler hubiera ganado la guerra para 1943. Definitivamente.

Así, el problema que enfrentan es uno de liderato. Y el problema que tenemos en EU es una falta del mismo. Ésa es mi función: presentar una imagen de lo que representa el liderato, para presionar a la gente de influencia.

En México es el mismo caso. Si no tienes un dirigente fuerte que de verdad proporcione liderato, una perspectiva de construcción de la nación, no sólo como un reformador que hará algo bueno, que es una persona buena, entonces, contra una oposición determinada, una oposición poderosa, ¡te aplastarán! Porque el problema en México es que la presión viene de EU y de algunas otras fuentes; la presión de hacerle a México lo que piensan hacerle a México. Y el problema que la gente en México ve, es que hay un liderato que, en términos populistas, es decente, que resistiría algunas de las peores cosas, [pero,] ¿puede ofrecerle a la población entera un sentido de conducción, que la movilizaría para defenderse ella misma?

El gran problema en todo el mundo hoy es que el 80% de las familias de menores ingresos, las familias adultas del mundo, carece del sentido de ser parte del gobierno. No tienen un sentido de sí mismos en el que se les trata como ciudadanos. Se consideran como personas que están tratando de chantajear al gobierno con huelgas, manifestaciones o de otra manera, o de escoger la dirigencia de entre sus enemigos.

Necesitamos dirigentes que inspiren a las grandes masas de gente a valerse por sí mismas. Cuando la gente cree que tiene líderes que de veras identificarán y resolverán los problemas vitales que padecen, en momentos de crisis, la gente se va a movilizar. Y es precisamente una falta de esa clase de liderato la que vemos hoy en EU, la que vemos en Europa hoy, y también la vemos en partes del Hemisferio. La falta de confianza de los dirigentes para encabezar las luchas, la falta de confianza del pueblo en sus dirigentes. Hay indicios buenos en Argentina, por ejemplo, donde vemos que un sentido de buen liderato ha fortalecido al país y ha sido muy útil en tratar de unir a los Estados miembros de Sudamérica en la cooperación, no de manera perfecta, pero se están juntando. Tenemos un proceso en Sudamérica que, por lo que se ve, es muy prometedor. No es lo bastante fuerte como para cambiar la situación mundial, pero si nosotros en EU cooperáramos, cambiáramos nuestras políticas y cooperásemos con lo que está emergiendo ahora en Sudamérica, tendríamos un cambio en el Hemisferio, habría un cambio en el mundo.

Lo que se necesita son líderes con una comprensión clara de lo que tiene que hacerse, y que aborden la política como lo haría un general en el campo de batalla; es decir, no con la idea de matar gente, sino para prestar la clase de liderato que moviliza a una población a actuar con eficacia en su propio interés. Y ahí está el problema.

Mi pelea en EU es encontrar un liderato verdadero entre las capas dirigentes del país, y un posible remplazo, un remplazo presidencial para el presidente actual ¡pronto, rápido!, para sacar a Bush de ahí, y sacar a Cheney primero. Sin esto, la civilización peligra, para todos nosotros.

Me estoy volviendo un poco viejo ahora. Cumpliré 84 años en septiembre, y las posibilidades de que conduzca a EU, digamos, por ocho años, no son muy buenas en lo biológico, aunque a lo mejor siga por aquí los próximos ocho años. Pero sé lo que necesita hacerse. Estoy tratando de encontrar, y de educar y alentar a gente en el sistema de EU, que tendría oportunidad de ser elegida presidente o de desempeñar otras funciones de liderato político; y de reunir a un grupo en EU que representará el liderato que responderá a los retos de estos tiempos, y a las responsabilidades de EU, no sólo con su propio pueblo, sino a la responsabilidad histórica de EU con los pueblos de las Américas y con los pueblos del mundo. Tenemos que proporcionar la chispa que aliente al mundo a creer que puede hacer algo para resolver sus problemas. Y ahí está el problema.

La cuestión es que el populismo es siempre un problema, como en México. La idea de ser populista no es mala; es mejor que la alternativa. Pero en tiempos de crisis, no es un liderato adecuado. El liderato adecuado significa tomar medidas drásticas, movilizar a la gente en apoyo de medidas drásticas de reforma, en especial de reforma económica hoy. Tenemos que dar empleo en masa en la industria productiva, en la agricultura, en las manufacturas, en la tecnología. Tenemos que introducir una norma superior de educación y de disponibilidad de la educación universitaria. Tenemos que construir infraestructura, recursos hidráulicos, de energía. Tenemos que desarrollar la agricultura de vuelta a un nivel más alto de fortaleza. ¡Tenemos que hacer todo esto! Y tenemos que contar con un liderato que actúe con valentía y le diga a la gente: “Si están de acuerdo, haremos lo siguiente; si están de acuerdo, haremos lo siguiente; si están de acuerdo, haremos esto”. Y movilizar a la propia gente, para que se mueva en su propio interés.

Es del mismo modo que movilizas a un ejército: lo movilizas para que defienda sus propios intereses nacionales. Uno moviliza a la población en tiempos de paz para que pelee por sus propios intereses nacionales. Pero tienes que comunicarles con mucha claridad la clase de acciones que ellos y otros tienen que emprender para librar su situación. Si te sientas y dices, “Bueno, te voy a dar esto, te voy a dar aquello, te voy a dar lo otro”, eso no es liderato. El liderato es movilizar a la población a actuar en su propio interés. Díganle: “Tienes permiso para actuar en tu propio interés. Tienes nuestro apoyo para hacerlo”.

Y la gente responderá a eso. Lo hicieron con Roosevelt. Yo lo vi. Yo vivía, cuando era joven, en los 1920, y vi a los Gobiernos de Hoover y Coolidge, en particular al de Hoover. Vi lo que pasó con Roosevelt: el pueblo de EU cambió en respuesta al liderato de Franklin Roosevelt. Y lo que hizo no fue lo que él le dijo que hiciera —aunque sí lo hizo—, sino que lo hizo porque estaba actuando en su propio interés para salir de la Depresión, y en su propio interés para evitar que Hitler tomara el mundo.

De modo que requerimos líderes que tengan el coraje, la penetración intelectual para hacer una evaluación precisa de la situación, que comparta esa evaluación con la gente, ¡que le diga a la gente lo que la gente tiene que hacer! No lo que le van a prometer al pueblo, sino lo que la gente misma tiene que hacer para cambiar la situación. Y ahí es donde está la debilidad.

Yo esperaría que la gente en las Américas, en base a lo que veo con la tendencia hacia la unificación sobre los intereses comunes, entre los Estados del Sudamérica en particular, esperaría que eso se viera como una fuerza que puede usarse para conformar el surgimiento de un liderato apropiado entre las naciones de Sudamérica, para abrir la gran oportunidad allí.

Y yo, por supuesto, en lo inmediato, automáticamente, estoy aliado con cualquiera que sea ese liderato, con cualquiera que demuestre serlo, porque eso es lo que necesitamos en las Américas en su conjunto. El problema aquí es la falta de un sentido de liderato entre los políticos; una falta, una pérdida del entendimiento entre los partidos políticos de lo que es el liderato; un falso concepto de democracia, que significa que le das a la gente las cosas como caridad, en vez de lograr que se ponga en pie, como seres humanos, y que tome lo que es suyo al actuar en favor de las medidas que tienen que tomar, con el apoyo y la ayuda de su gobierno, para cambiar su situación.

Corremos el peligro de que el dólar se desplome

Torres: ¿Tenemos alguna pregunta de Argentina? Adelante, Argentina.

Pregunta: ¿Qué opina del anuncio de Irán sobre la creación de una bolsa de cotizaciones del petróleo en euros?

LaRouche: No creo que sea muy significativo, no creo que tenga mucha importancia. Tenemos un proceso en marcha ahora, que en realidad aceleró con la reunión de la Organización de Cooperación de Shanghai esta semana. El problema yace en la secuela de la intención de Dick Cheney y otros en EU, de emprender un probable ataque aéreo total contra Irán de tres días desde la flota estadounidense combinada; es decir, los portaaviones —tres de ellos—, bombarderos B–2, B–52 y demás, y proyectiles, en Irán.

El problema aquí es que la gente no lo entiende, porque lo ve de una manera demasiado estrecha, desde la perspectiva de la prensa. Dicen que el problema es que hay un conflicto entre EU e Irán. Bueno, sí hay un conflicto entre EU e Irán, ¡porque el primero amenaza con atacar al segundo! Ése es un conflicto.

Pero la causa del problema no tiene nada que ver con Irán. No tuvo nada que ver con Iraq; no tuvo nada que ver con Afganistán. No había motivos para meterse en Iraq; no había razón para regresar a Afganistán. No hay razón alguna para meterse en Irán. Y éstos no son los únicos blancos; entre los blancos de esta política están ¡China, Rusia y otros países! También incluye a países de África.

Así que lo que tenemos es un grupo angloamericano, con una alianza francesa sinarquista, que busca imponer un imperio mundial. Y lo que están haciendo es escoger blancos que piensan que pueden manejar, para provocar el caos en este planeta y crear un imperio sinarquista del tipo que los amigos de Hitler querían allá en los 1930.

Así que tenemos una ofensiva imperial de los intereses financieros internacionales que encubre el Gobierno de Bush y el Gobierno de [Tony] Blair, por ejemplo, y de otros lados; también de algunos en Francia. Procuran el conflicto. Entre sus objetivos está la destrucción de China, la destrucción de Rusia, la de otras partes del mundo.

Irán no fue la causa; la existencia de Irán o de una condición en Irán no fue la causa de la crisis. Irán tiene problemas, hay problemas con Irán, como los hay en la mayor parte del mundo entre la mayoría de los países por uno u otro motivo. Éstas no son necesariamente las razones para un conflicto militar de importancia o relacionado. Hemos entrado a un período en que ha de preferirse la negociación y la diplomacia a la guerra. Y la cuestión del euro, de denominar la moneda de Irán en euros y no en dólares, es consecuencia de un desplome del dólar. Y un temido hundimiento del dólar y el cambio de algunos europeos, como los franceses en particular, para tratar de armar un eurobloque monetario para cualquier bien que pueda encontrarse en el mundo.

Sin embargo, el problema, la cuestión del petróleo iraní, es una de si podemos llegar a un acuerdo con Irán, del tipo que Rusia y China están preparándose para ofrecer y que Alemania está interesada en ofrecer. De establecerse este acuerdo, no hay problema. Pero luego tenemos un problema del dólar, no del euro. El euro no durará mucho. El euro está porque lo quiebren de cualquier manera. Es un fracaso. ¡Es una mala idea a la que le llegó su fin! Lo que se necesita es enfrentar el problema del dólar. El dólar está ahora prácticamente en bancarrota. Yo podría bregar con el problema si fuera presidente o si la gente en EU hiciera lo que les digo que tenemos que hacer. Podemos bregar con ello; no es un problema real.

Verán, el problema en EU hoy con el dólar es que los intereses que encabezan los sinarquistas franceses están empeñados en estos momentos en destruir la industria automotriz estadounidense arruinándola, y en destruir la competencia de EU para tener una capacidad de máquinas–herramienta. En ese momento, de darse, EU se convertiría en una burla. De cerrar la industria automotriz, como Félix Rohatyn y otros están decididos a lograr —el sinarquista Félix Rohatyn—, entonces el dólar no vale nada. Si los derrotamos, si se salva el sector automotriz con su capacidad de máquinas–herramienta, y si se realizan otras reformas congruentes con eso, el dólar será la [moneda] más fuerte del planeta.

Porque. . . Bueno, vean: ¿qué tienen los chinos? Activos en dólares. ¿Qué tienen en otras partes del mundo? Activos en dólares. Si el dólar se devalúa, ¿qué pasa con esas economías que tienen activos en dólares o cuyas deudas están denominadas en dólares? ¿Qué les pasa? ¿Qué pasa con aquellos que dependen del mercado que representa el dólar en el mundo, el crédito fundado en el dólar?

Así que el problema hoy es el dólar; no el euro, no Irán. El problema hoy es que tenemos a gente como Cheney y sus amos, que están empeñados en hundir al mundo en la guerra. El problema hoy es la falta de liderato para actuar con la comprensión de que éste es el problema. Tenemos cada vez más gente en el mundo que reconoce que éste es el problema. Pero no tenemos bastante de esa gente que reconoce el problema, que está dispuesta a actuar y a jugarse el pellejo a ese respecto: ¡Eso es lo que estoy haciendo! Yo me juego el pellejo. De cuando en cuando me meto en problemas, como han de saber, y me meto en problemas porque soy una amenaza política para mis enemigos, o para los enemigos que han decidido ser mis enemigos. Y ése es el problema.

Así que, sí, hay desorden, un sentido de desorden en esta idea del mercado del euro para el petróleo iraní, pero en realidad no es gran problema. El problema importante es el hecho de que sobre el dólar se cierne la amenaza de un gran desplome.

Uno tiene que darse cuenta de que estamos en un momento, de aquí a septiembre, ¡en que enfrentamos el peligro de un colapso del dólar! Un colapso trágico del dólar, que será trágico para todas las naciones del mundo; dará inicio a un desplome general mucho más allá de lo que experimentamos entre 1928 y 1933. Ése es el peligro.

La energía nuclear y el ambiente en la Ciudad de México

Pregunta: Vengo de la Universidad de Guadalajara. Uno de los principales problemas que tiene la Ciudad de México es el factor ambiental, y quisiera saber. . . Su intervención nuclear, ¿qué tanto afectaría en sí a la nación, ya no digamos en sí en el ámbito ecológico?

LaRouche: Bueno, hay tres problemas relacionados con esto en el caso de México. Número uno: la Ciudad de México está sobrepoblada. Si ven toda la región, tiene ciertas características; y tiene la neblina que se despierta en la mañana, y que envuelve y ahoga a la población durante el transcurso del día. Y quienes están en los niveles más altos de los rascacielos tienen menos problemas para respirar. ¡Es una situación horrible!

Los jefes de Estado de la OCS

Los grandes complejos agroindustriales basados en fuentes de energía avanzada son esenciales para el desarrollo de México en general. Los reactores nucleares —de forma óptima, reactores de alta temperatura enfriados por gas— y los generadores de energía magnetohidrodinámica proporcionarán el cimiento para establecer plantas de fertilizantes, siderúrgicas, desaladoras y redes eléctricas.

Este mapa lo publicaron por primera vez los colaboradores de Lyndon LaRouche en la Fundación de Energía de Fusión y en la Asociación Mexicana de Energía de Fusión en 1981, cuando la política del presidente mexicano José López Portillo era construir 20 centrales nucleares para industrializar a México.

Es una situación sobrepoblada. Es típico del colonialismo, donde tienes a naciones enteras en las que el territorio está muy poco desarrollado, fuera de una o dos capitales principales. Y hay grandes congestiones en los arrabales y una gran pobreza en una capital principal.

El problema de México ha sido, primero que nada, la destrucción del sistema ferroviario. México necesita un sistema ferroviario de alta velocidad, tanto de carga como de pasajeros. Necesita el desarrollo de industrias mexicanas, que le den a parte de la población de la Ciudad de México nuevas oportunidades de desarrollo dentro del propio territorio mexicano. Esto es imposible si el problema del agua no ve mejoras.

Por tanto, lo primero que deben tener es mucha. . . Necesitan desalación [de agua]. En parte, hay formas de llevar algo de los recursos hidráulicos del sur de México al norte, ya sea a través de las montañas o a lo largo de la costa, como con el funcionamiento del PLHINO [Plan Hiudráulico del Noroeste] en el norte de México. Pero, en general, sin agua y sin transporte, el problema de la Ciudad de México tenderá a empeorar y no a mejorar. Por ende, todos los problemas de la Ciudad de México requieren descentralizar a México en un grado significativo.

Ahora bien, ustedes tenían una política allá en 1982, de construir 20 plantas nucleares —plantes nucleares importantes— en México. Veinte plantas nucleares grandes hubieran significado 20 centros de desarrollo, hubiera significado volver a desarrollar el sistema ferroviario, que en México lo habían destruido. Porque necesitan un sistema ferroviario moderno y muy eficiente en México mismo para desarrollar el territorio. Necesitan gestión de aguas en grandes cantidades, para tomar territorio que es árido, tomar la región norte del país entre las dos sierras madres, y desarrollarla; se necesita agua. La única forma que podemos obtener una cantidad suficiente de agua es con la desalación nuclear.

De modo que, para resolver los problemas de México, tenemos que adoptar una perspectiva de mediano a largo plazo. Tenemos que adoptar ciertos objetivos, tenemos que construir un sistema de transporte, para que podamos construir nuevos centros de población, nuevos centros de población de alta tecnología por todo el territorio mexicano, en los lugares apropiados.

Tenemos que mejorar las condiciones de la agricultura, en particular en el norte de México. ¡Tenemos que hacerlo! Porque si no aumentamos la productividad de la agricultura, no podemos resolver algunos de los problemas. Por ejemplo, la emigración a EU es un reflejo de este problema: tenemos familias a las que se está dividiendo y enviando a la miseria en EU, como la alternativa a la falta de empleo o la miseria en México.

Y la Ciudad de México es la capital de México. Por consiguiente, tiene que considerársele como una parte funcional del país. Pero, como ven, en muchos países que han estado en el subdesarrollo o en economías coloniales los grandes centros metropolitanos ocupan a la población y la provincia está en la miseria, y ése es el problema. A México lo han tratado como una nación colonial, no como una república.

Y esto ha empeorado mucho desde 1982. En 1982 todavía había aspiraciones de cambiar esto; todavía había impulsos, cuando el PRI [Partido Revolucionario Institucional] estaba en el poder entonces, de cambiar el rumbo en México, en esta dirección. Yo me reuní con muchos dirigentes en México durante ese período y antes, que pensaban en este sentido. En los 1970 había la idea de traer empresas acereras nuevas a México, la idea era cambiar muchas cosas. A estas cosas las han hecho a un lado. México tenía entonces un sistema bancario nacional, que era controlado por mexicanos; ya no lo controla México.

De manera que éstos son los problemas. Y lo que ven en la Ciudad de México como crisis, es reflejo de la crisis de México entero. Y la forma de ver esto es observarlo y decir: “Vamos a resolver el problema de la Ciudad de México al resolver el problema de México en su totalidad”. Y lo primero es el transporte colectivo de alta velocidad, tanto de carga como de pasajeros; el desarrollo de ciudades nuevas, probablemente 20 centros nuevos en México, en base a la selección de ciertas industrias o combinaciones naturales de ellas; el mejoramiento de la agricultura, al abastacerla de energía y agua en particular, y otra ayuda para los agricultores mexicanos, a fin de de empezar a construir todo el territorio, de modo que tengan un nivel de productividad más alto por kilómetro cuadrado en todo el territorio de México.

Hagan eso, y el problema de la Ciudad de México se resolverá solo.

La energía nuclear es de un ‘orden superior’

Pregunta: Señor LaRouche, ¿podría explicar brevemente su concepto de densidad de flujo energético, para que podamos entender con mayor claridad por qué la energía nuclear es cualitativamente diferente de otras fuentes de energía, y por qué es indispensable para la fase de crecimiento acelerado que la humanidad necesita para asegurar su supervivencia?

LaRouche: Es cuestión de física. La idea de que puedes medir la energía en vatios o calorías y definir los temas energéticos en esos términos, es un cuento que circula con amplitud, pero que es absolutamente incompetente en lo científico.

La medida más competente y mejor, en tanto medida somera de lo que debemos llamar “poder” —no usen la palabra “energía”, es un término malo; usen el término “poder”—, es en términos de vatios por centímetro cuadrado de territorio. Ahora bien, lo que eso significa es, por ejemplo, que tenemos tres niveles de reacción común en la física ordinaria, que es la física básica; no los procesos vivos, sino la física básica. Primero tienes las reacciones química, que son las moleculares. Luego tienes un orden superior, que se llama reacciones atómicas, la relación entre electrones y protones en la combinación de moléculas y cosas por el estilo. Luego tienes otro nivel más alto todavía, que es el de las fuerzas nucleares. En otras palabras, tienes las fuerzas químicas, que tienen cierto poder limitado. Cuando pasas al poder de la combinación, de la acción atómica, llegas a un orden superior; es decir, las fuerzas que mantienen unidos a los electrones y a su núcleo central, eso es un orden superior de poder. Ése es el poder nuclear, lo que llamamos energía nuclear. Luego tenemos también los procesos termonucleares, que tienen que ver con las fuerzas dentro del núcleo del átomo, el centro del núcleo del átomo, las fuerzas intranucleares.

Estas fuerzas, estas densidades, o lo que podríamos llamar densidades de poder, reflejan la capacidad y eficiencia de acción en el universo. Por ejemplo, si quieres desalar agua con eficacia, puedes hacerlo; las plantas lo hacen bastante bien, en términos de lo que hacen, en términos de convertir la luz solar en atmósfera.

Está la combustión de madera, la combustión de carbón, reacciones químicas típicas de las fuentes de poder. La combustión de petróleo, de gas natural, son fuentes químicas de poder típicas. Entonces llegas a una capa que es el poder nuclear, la fisión nuclear. Luego llegas al grado que consigues la fusión nuclear, la fusión termonuclear. Éstos son órdenes de magnitudes de poder relativamente superiores.

Y a la inversa, si quieres hacer algo, y hacerlo de manera eficiente en el universo, tienes que pasar a órdenes superiores de poder. Por tanto, la desalación de agua a gran escala requiere el poder nuclear. Los procesos químicos ordinarios no pueden lograr eso de modo eficiente a gran escala. Como excepción, quizás podrías usar plantas para hacer cosas como ésa, pero no lo harías de forma eficiente. Si quieres lograr cambios en un orden de poder aun superior, tienes que recurrir a la fusión termonuclear. Por ejemplo, estamos llegando al momento en el planeta, en el que el ritmo al que consumimos la riqueza de recursos naturales, los recursos minerales, está superando el abasto disponible, o sea, el disponible ahora. Por tanto, o el costo de producción aumentará de manera catastrófica, lo que reducirá la productividad per cápita, o tenemos que encontrar un modo de mejorar el abasto de materias primas de manera artificial. Eso lo podemos lograr con la ayuda de la fusión termonuclear.

Tenemos ahora una población de más de 6 mil millones de personas en el planeta. Esto pronto aumentará a 8 mil millones, a menos que haya una nueva Era de Tinieblas. En ese momento, estaremos usando los recursos más ricos disponibles, recursos accesibles en lo inmediato, con los métodos actuales, con más rapidez de lo que podemos remplazarlos. Por consiguiente, tenemos que pensar en la administración de las llamadas materias primas, lo cual significa que requerimos de los procesos de la fusión termonuclear para enfrentar este reto.

Cualquiera que le preocupe la raza humana necesita ahora de la energía nuclear como la fuente primaria de energía. Veamos el caso del petróleo. Lo que haremos es dejar de usarlo como combustible para la electricidad, gradualmente, y en cierto sentido el gas natural. Usaremos una forma de gas natural sintético para combustibles en los motores de combustión. El gas natural sintético se conoce como combustible de hidrógeno. El combustible de hidrógeno puede producirse a gran escala con reactores nucleares de los modelos de alta temperatura enfriados por gas, en el orden de magnitud de los 800 megavatios. Por tanto, pasaremos de enviar petróleo a varias partes del mundo para generar poder, al uso del poder nuclear para generar combustibles de hidrógeno a nivel local. Si tenemos una economía nuclear en la que la fuente primaria de energía de las economías locales es la fuerza atómica, como en las ciudades, entonces generaremos los combustibles de hidrógeno que son más eficientes —incluso más que el llamado gas natural o que el mejor gas natural— que el petróleo. Así que en gran medida usaremos el petróleo, el gas natural y otras cosas como fuentes de insumo para fertilizantes y cosas así, para productos químicos.

De modo que el cambio es en el concepto de cuál es nuestro abasto de energía. Queremos pasar de una fuente de poder de una densidad relativamente baja, a una de alta densidad. Lo cual significa ir más allá de las simples reacciones químicas, a las reacciones nucleares, y a las reacciones termonucleares. Y ésa es la vía que ha de seguir la raza humana, si es que hemos de cumplir los requisitos de un nivel de vida decente para el ser humano en el futuro.

Cómo reanudar el desarrollo nuclear

Pregunta: Soy de la Universidad Hispano Mexicana en Polanco, y estoy en la licenciatura de Relaciones Internacionales. Probablemente se pueda pensar que una estudiante de relaciones internacionales no tiene mucho interés en la energía nuclear. Sin embargo, quiero decirles que es muy importante para mí, ya que es la base de la economía y del internacionalismo. Mi pregunta es, retomando el tema acerca de México en 1982, cuando había una inversión en la energía nuclear en México y luego se le dio marcha atrás a eso, ¿cómo se podría emplear más fácilmente la energía nuclear en México? ¿Cómo podríamos, de la manera más fácil, pues, aplicar la energía nuclear para el mejoramiento del país? Si tiene de trasfondo al Gobierno de Bush, lamentablemene, creo que es muy importante un desarrollo nuclear, ya que el petróleo se está acabando.

LaRouche: Probablemente lo que debemos hacer es lo que muchos expertos mexicanos piensan que hay que hacer a este respecto. Primero que nada, debemos tener una recuperación de la política petrolera que existía en 1982, antes del cambio. Porque hay otras cosas para las que podemos usar el petróleo, además de la energía, además de su combustión para generar energía. El petróleo puede usarse también como un insumo en los fertilizantes, la petroquímica y cosas así.

Así que querremos recuperar la industria. Esto quizás necesite entre siete y diez años para recuperar el potencial completo que existía en México con Pemex allá en 1982. Ése es un cálculo justo. Pero al mismo tiempo queremos desarrollar y regresar con rapidez a la idea de cuando menos 20 nucleoeléctricas para México, y ubicarlas en lugares que se convertirán en los centros de producción, de energía para la agricultura y cosas por el estilo. Ésa es la primera orientación.

Y en esto, el petróleo cambiará su función de consumirse como fuente de energía, a un insumo químico para varias clases de productos. Ése es el camino a seguir; usar el petróleo de la mejor manera que se pueda, donde sea más eficiente. Y el petróleo, al igual que el gas natural, es muy bueno como insumo químico para la producción de fertilizantes, plásticos y toda clase de cosas.

Entonces, hagan eso; construyan sus industrias. De modo que la idea de desarrollar el petróleo mexicano no sea contradictoria con la necesidad de la energía nuclear, sino todo lo contrario; ambos van juntas. Vean el petróleo como un insumo para su industria química, y donde tengan petróleo pueden usarlo por mientras como combustible, hasta que tengan su sistema de energía atómica andando. Pero su objetivo de largo plazo es usarlo como insumo químico para varias cosas, al tiempo que edifican un marco nuclear como una fuente básica de poder para la economía.

La energía nuclear la paga el ingreso futuro

Pregunta: Buenas tardes, señor LaRouche. Soy de la Ciudad de México, y soy representante de una empresa de ventas. Mi pregunta es en relación a lo que representa el costo de la inversión para implementar lo que es la energía nuclear. Y hablo en relación a que se tuviese que invertir en México a través de esta tecnología. Obviamente, se tiene que cubrir en dólares. Y si hablamos del inminente desplome del dólar, ¿qué posibilidad hay o qué fortalecimiento tendríamos a través de hacerlo con la implementación de nuestra moneda, que se quiere hacer aquí en México, de la plata?

LaRouche: No, no funcionaría. La idea de una unidad monetaria como el oro o la plata no funciona como base para definir el sistema crediticio de una nación. Ésa es una idea europea, no una idea americana. Pero, por desgracia, la influencia británica en todo el mundo —o la influencia del Imperio Británico, digamos— es tal, que la idea de sistemas monetarios de ese tipo prevalece, así como los conceptos medievales falsos de la función del oro y la plata.

Pero ahora no debiéramos estar en una sociedad medieval en la que se considera al oro y la plata como la base de una moneda. Podemos considerarlos como un patrón de reserva para las relaciones monetarias internacionales, pero jamás los consideraríamos, una economía inteligente hoy jamás consideraría una unidad monetaria en metálico como la base del valor de una moneda. Se usaría el oro como una forma de regular las relaciones entre diferentes monedas, pero jamás usarías una unidad monetaria como la base del valor en una economía. Porque no es la base del valor, salvo en una economía esclavista. Pero en una economía humana, el oro y la plata en tanto unidades monetarias son conceptos arcaicos que no pertenecen a la civilización moderna.

El fundamento de la civilización es el sistema estadounidense, como lo prescribe su Constitución. La Constitución estadounidense prescribe que el gobierno federal tiene el monopolio de la emisión de circulante, con el permiso del Congreso; ése es nuestro sistema. En EU no puede emitirse moneda, salvo por una ley del Congreso que autoriza al gobierno federal para emitir dólares. Cualquier otro sistema es una locura.

Con este sistema, cuando el Gobierno de EU emite o pone en circulación moneda, ese circulante puede distribuirse de inmediato en los bancos o puede ponerse en cuentas de reserva a través del sistema bancario, como crédito. El gobierno puede gastar ese dinero como inversión en la infraestructuras económica básica, como por ejemplo ¡plantas nucleares! Ahora bien, la emisión, cuando el gobierno hace eso, al crear crédito, o lo usa como préstamos para el gasto del gobierno o como préstamos a través de la banca privada. Esto es capital, crédito que se usa como capital.

Tomemos el caso de una planta nuclear. Hoy la energía nuclear es tan eficiente, mucho más eficiente, si se se usa correctamente, que cualquier otra fuente de energía; no tienes problemas. Si necesitas energía, usa poder nuclear; es superior a cualquier otra fuente de poder, en términos de lo que requiere la humanidad. La idea de que no lo es, era simplemente un arreglo artificial para evitar su proliferación. Pero la necesitamos.

La inversión que haces en la energía atómica, es una inversión de capital de 30 a 40 años en una planta nuclear. Eso significa que vas a amortizar el capital que pones por delante para esta planta a lo largo de un período de 25 a 30 años, lo que implica que ¡no tienes que adoptar un régimen de pagos con cargo a los ingresos corrientes para comprar energía nuclear! Si México tiene un sistema crediticio, y es parte de un sistema crediticio ligado a un EU que ha regresado al sistema de crédito estadounidense, entonces México no tiene ningún problema. Si está en el interés de EU que México tenga centrales nucleares propias, entonces puede usar su poder como instrumento de crédito para ayudar a México a aumentar, a través de su propio sistema bancario, el crédito nacional suficiente para financiar la construcción de plantas nucleares, o cualquier otra cosa que se requiera: sistemas ferroviarios, obviamente, en el caso de México en particular.

Van a requerir inversiones de largo plazo en sistemas ferroviarios, sistemas eléctricos, de gestión de aguas. Éstas con inversiones a entre 30 y 50 años; algunas hasta más, como en los grandes sistemas hidráulicos. Por tanto, necesitan realizarse. Tiene que juntarse el capital para construir estas instalaciones. El gobierno tiene que regular esto; el sistema bancario tiene que regularse para que pueda hacerse.

De modo que no tienes que pagar las inversiones de capital con el ingreso corriente. ¡Tienes que poder saldar las inversiones de capital con el ingreso futuro! Ése es un sistema crédito, ése es el sistema constitucional estadounidense, ésa es la manera en que vamos a reconstruir al mundo, para sacarlo del desastre económico en el que está sumido en la actualidad.

Tendremos que congelar los sistemas monetarios vigentes, que están quebrados sin remedio. No puede salvárseles. Tenemos que hacer que los gobiernos intervengan los sistemas bancarios. Tenemos que contar con la cooperación entre gobiernos en la creación de crédito internacional para el desarrollo de todas las naciones participantes. Y, por consiguiente, tendrán una situación en las Américas en la que sus Estados probablemente reorganizarán sus deudas mediante la cooperación entre los gobiernos miembros del Continente. Este crédito se usará luego para ayudar a los gobiernos miembros a conseguir financiamiento de capital, a bajas tasas de interés de 1 o 2%, en un sistema de tipos de cambio fijos.

En esas condiciones, no hay límite a lo que podamos proporcionar en inversiones dentro de lo que podemos hacer físicamente. Y, dado que México lo necesita, es más barato ayudarlo a que tenga energía nuclear, y desarrollo agrícola, hidrúlico y ferroviario ahora, a esperar y ver a la población irse por el caño por la falta de desarrollo.

¡Uno invierte en el futuro! ¡Inviertes en la riqueza que crearás en el futuro! Inviertes en el poder de la mente humana para hacer inventos, para hacer mejoras que aumentarán las facultades productivas del trabajo. Uno fomenta eso. Ése es el Sistema Americano. Ése es el sistema según la Constitución de EU. Ése es el modelo que usaron muchos países de América Central y del Sur en varios momentos del último siglo más o menos, en especial desde mediados del siglo 19. La mayoría de los círculos patriotas en lugares como Argentina, y luego México y otros lugares, entendieron el Sistema Americano de economía política como el modelo a imitar. Y había la esperanza de que EU, en tanto nación, sería amiga de estos países y cooperaría con ellos en el ejercicio de su derecho a adoptar esta clase de sistema. Y así es como debe ser hoy.

Los sindicatos deben combatir al enemigo: la globalización

Torres: El diputado Agustín Rodríguez acaba de llamar para disculparse públicamente porque no va a poder asistir.

Tenemos una pregunta de la Ciudad de México.

Pregunta: Muy buenas noches, habla el secretario general de un sindicato en la ciudad aquí en México. Mi pregunta es, doctor LaRouche, ¿qué piensa, cuál es su punto de vista de lo que son las organizaciones sindicales ante la globalización? Nosotros que estamos viendo aquí en México un cierto retroceso, parálisis, en cuanto a las conquistas laborales, ¿cuál es su punto de vista? ¿Nos estamos actualizando, o es en base a la globalización y eso nos hace como organizaciones estancarnos? O, ¿realmente cuál sería nuestra posición como dirigentes ante esta crisis? Gracias.

LaRouche: Yo diría que, primero que nada, uno empieza con una sola palabra: “pelear”. Y luego hay que ver la situación que enfrentamos en lo estratégico.

Hoy la tendencia ha sido, desde 1971–72, hacia la eliminación del Estado nacional soberano en tanto institución, y al establecimiento de una nueva forma de imperio llamada globalización. El modelo de esta forma de imperio es, en un sentido amplio, por supuesto, el Imperio Romano. Pero también es, de manera más particular, la suerte de imperio que se estableció entre el 1000 d.C. y el 1400 d.C., es decir, un imperio controlado por la oligarquía veneciana con el apoyo de un puñado de bandidos conocidos como la caballería normanda, que dirigió las cruzadas, que fueron sistemas de genocidio, ¡de un genocidio de odio contra los musulmanes y los judíos! Y estos sistemas son el modelo de lo que la internacional sinarquista pretende hacer hoy.

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No olviden que la internacional sinarquista es un grupo de financieros privados, que es la que puso a Hitler en el poder en Alemania, que metió a los sinarquistas en México y Sudamérica, etc.; que fueron los autores de lo que tuvieron en Chile con Pinochet, la misma cosa. Estos tipos son fascistas, son los autores del fascismo, y su intención, de la que es típica Félix Rohatyn en EU, quien en realidad, aunque es ciudadano estadounidense, es un agente sinarquista francés, de los mismos sinarquistas franceses que llevaron a Hitler al poder en Alemania, ¡y en Francia! Y esta gente está decidida a tener un sistema global en el que los Estados nacionales ya no existan en tanto Estados nacionales soberanos. De existir, que sean meros títeres de los banqueros internacionales, de los banqueros de la estirpe sinarquista, como Lazard Frères y bancos de ese tipo.

Eso es lo que se le ha hecho a México. A México lo han privado de sus bancos nacionales, y lo controlan bancos extranjeros que tienen sucursales en México. Y esto controla al sistema bancario mexicano. ¡Ése es el problema! EU, que fue cómplice de esta operación, consiente y aprueba esto. También tenemos, por ejemplo, al Imperio Británico en Sudamérica: el Imperio Británico, por medio del Royal Bank of Scotland, controla al Banco Bilbao y al Banco Santander [ambos españoles], que están implicados en el dominio de gran parte del abasto de materias primas y demás en Sudamérica.

Así que desde 1971 tenemos el fortalecimiento gradual, en especial mediante el sistema monetario de tipos de cambio flotantes, de un modelo depredador que ha saqueado a las Américas, que ha saqueado a Sudamérica, que ha saqueado a Centroamérica. La crisis de 1982, por ejemplo, en Argentina y México, ¡la causó esta gente! Yo los conozco; ¡han sido mis enemigos por mucho tiempo! Creo que me odian más que nadie.

Éste es el enemigo. Por tanto, tenemos que pelear. Lo primero por lo que tenemos que pelear es por la defensa del Estado nacional soberano, como lo hizo un famoso presidente mexicano allá en los 1930, en contra de los sinarquistas de entonces. Tienen que preservar y defender al Estado nacional soberano en tanto soberanía verdadera, y tienen que subordinar la autoridad de los sistemas bancarios para que obedezcan las leyes y regulaciones que fijen los gobiernos, los gobiernos soberanos.

Ahora bien, si no acceden a eso, si no están de acuerdo con eso, ¡no tienen soberanía! Y si no tienen soberanía, ellos aplastarán a los sindicatos como a moscas. Es lo que le están haciendo a EU en la actualidad. ¡Vean lo que está pasando con General Motors! Vean lo que está pasando con Ford, lo que está pasando con Chrysler. Las están aplastando; las están saqueando. ¿Quién? Bueno, lo tenemos por escrito: ¡Félix Rohatyn! Félix Rohatyn, representante de la internacional nazi, de la que es típico Lazard Frères, del cual Félix Rohatin es un agente, ¡está saqueando y destruyendo a EU, y aplastando a los sindicatos estadounidenses en esos sectores! ¡Ése es el sino de los sindicatos! Mientras estos banqueros estén en control, ¡aplastarán a los sindicatos! Por ende, el interés de los sindicatos es ser instituciones patriotas, que defienden el principio de la soberanía nacional de su país y negocian dentro del marco de un Estado nacional soberano, para conseguir las condiciones y mejoras que requieren para su gente, en tanto representantes de su gente; de modo que la población tenga un instrumento en lo económico, así como en la urna electoral, para controlar a su propio gobierno. Y ésa es la función.

Tenemos que defender a los sindicatos, aun cuando a veces se vuelvan corruptos, como lo hacemos en EU, porque es necesario tener instituciones que representen al trabajador y a su familia, que pelean por sus intereses especiales, en las condiciones especiales en las que viven. Y esto tiene que reconocerlo el gobierno. Y el gobierno tiene que alentar las negociaciones entre patrones y empleados, negociaciones que se tornen racionales y que correspondan al interés nacional. Y ayudar a informar a los patrones, a los sindicatos, cuáles son los intereses nacionales percibidos, y reunirse con ellos y armar planes conjuntos entre los patrones, los sindicatos y el gobierno, de manera que tengamos un sistema estable.

Por ejemplo, la clave que introdujo Roosevelt en EU, fue el sistema del Seguro Social. Ahora ningún empleador privado puede garantizar en realidad seguridad, seguridad social, atención médica y demás para la gente. Alguien tiene que estar allí para respaldar a los patrones y el empleo, para asegurar que un sistema como el del Seguro Social se mantenga en EU; para mantener que un sistema de salud que sea viable para la población asegure que tengan derecho al servicio médico; ellos tienen derecho a esas necesidades. Y, por consiguiente, esto también forma parte esencial del interés de los sindicatos, para defender los sistemas de seguridad social; para buscar sistemas de seguridad social nacionales, a diferencia de los meramente privados; para procurar disposiciones nacionales de salud, en términos de sistemas hospitalarios y otros, en lugar de los sólo privados.

Es así que el sindicato tiene una función esencial dentro de un sistema de Estados nacionales soberanos, como un órgano integral dentro de la forma institucional del Estado nacional soberano. Y tiene que ser una función activa; es una función política, es una función no gubernamental, pero es una función esencial, como lo demuestra nuestra experiencia en la sociedad moderna.

 

 

 

 

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