Escritos y discursos de Lyndon LaRouche

LaRouche en Radio ABC de la Ciudad de México

La gente que desconoce la historia de México y EU puede cometer errores

Lyndon LaRouche le concedió la siguiente entrevista telefónica a Jorge Saldaña, de Radio ABC de la Ciudad de México, el 18 de abril. Dennis Small medió como intérprete.

Jorge Saldaña:

¿Cómo está usted señor LaRouche? Mucho gusto en saludarlo.

LaRouche: Yo estoy en muy buena condicion, pero el mundo está en una muy mala condición.

Saldaña:

¡Vaya! ¡Qué bueno por usted! Porque el señor LaRouche es un —no se si le moleste que lo diga—, pero es un hombre... Nuestro programa es un poco hecho por personas en la tercera edad; yo mismo soy de la tercera edad, ya casi en la cuarta, aunque el señor LaRouche me aventaja por unos meses. Adelante.

LaRouche: Bueno, muchas gracias.

Saldaña:

Muy bien, señor LaRouche, usted dijo que lo que se trataba de hacer en México era piratización, en vez de privatización. A ver, ¿cómo explica eso, por favor?

LaRouche: Lo que pasa es que tenemos una situación internacional en la que lo que tenemos ahora es una situación de desintegración planetaria. Y lo que está emergiendo de Londres es un resurgimiento del imperialismo. Aunque hay mucha gente dentro de los Estados Unidos que está colaborando con Londres en este sentido, los propios Estados Unidos son una de las principales victimas de esta misma operación, porque Londres está comprometido con la idea de acabar con los últimos remanentes de la influencia de Franklin Delano Roosevelt, y eso se evidencia en la actual campaña presidencial estadounidense. Además, porque hemos estado en una situación de desintegración del sistema financiero internacional desde julio del año pasado. Es decir, ésta no es una recesión, sino una desintegración general del sistema financiero internacional.

Saldaña:

Permítame un segundo. Es que el señor LaRouche trae a cuento, a la escena, un nuevo elemento, que es Londres. Nosotros teníamos pensado que todo se cocinaba en Washington, pero ahora nos dice que también viene de Londres. Entonces, debo decir, nunca las cosas están tan mal como para que no puedan ponerse peor, ¿no?

LaRouche: Lo que pasa es que, desde la muerte de Franklin Delano Roosevelt, tuvimos un cambio de política en los Estados Unidos, hacia la política del presidente Harry Truman. Como usted sabe, Roosevelt se oponía al imperialismo y tenía la intención de destruir el sistema colonial, mientras que Truman respaldó a Churchill en defender y apoyar el sistema colonial británico. Y, desde la presidencia de Nixon, los Estados Unidos han sido destruidos desde dentro, además de destruidos desde afuera. Si examina la situación, cuando usted era joven y yo era joven, y compara la situación después de la posguerra y la situación hoy en día, hasta el asesinato de Kennedy, éramos todavía un Estados Unidos más o menos bueno...

Saldaña:

A ver, perdón, yo quiero concretar algo: para nosotros, desde la expropiación petrolera para acá, siempre ha habido una presencia dominante de los Estados Unidos; eso es lo que concretamente una gran parte de México detecta. Ahora eso se recrudece, cuando todo parece ser que está ordenado estratégicamente para que pertenezcamos, en alguna parte, en cierta parte de nosotros, a Estados Unidos. Una de esas partes fundamentales es el petróleo, que es el motivo de nuestra conversación.

LaRouche: Eagle Petroleum. Considere la alianza de Roosevelt con el Presidente Cárdenas en contra de la familia Buckley y Eagle Petroleum (Petróleo Águila), y la gente dentro de los Estados Unidos que estaba en contra de Roosevelt es la misma facción que hoy día quiere robarse el petróleo de México. Entonces, tenemos que regresar a nuestra juventud para encontrar los comienzos de lo que está pasando ahora acá.

Saldaña:

¿Oí bien —pregunto—, escuché bien cuando el señor LaRouche dijo que alguien quiere robarnos nuestro petróleo? ¿Si esto es así, debo entender que, por lógica, él está diciendo que quienes quieren robarle el petróleo a México tienen dentro de México cómplices?

LaRouche: Sí, eso es cierto. Pero hay que reconocer que los cómplices a veces son gente consciente y saben lo que hacen, y a veces son simplemente necios y tontos que ellos están manipulando. Como usted se acordará, el presidente mexicano [José] López Portillo y yo éramos amigos y aliados, y la gente que lo acompañaba a él en ese entonces son héroes. Esa generación ya no está en el poder en México, y la gente actual no entiende lo que gente como López Portillo entendía en ese entonces. Así es que la gente que desconoce la historia de México y los Estados Unidos puede cometer errores honestos en base a su desconocimiento de lo que es esa historia. Por eso dudo un poco en hablar de conspiradores y cómplices, porque a veces es simplemente ignorancia.

Saldaña:

Muy bien. Oiga usted, ¿encontraría una salida para que México guardara la verdadera propiedad, sin solamente palabras de privatizar, que él cataloga de piratizar? Pero, entonces, el señor LaRouche declara que sí hay una tendencia, una voluntad de robar el petróleo, con cómplices inteligentes o con cómplices ingenuos, ¿verdad?

LaRouche: Sí, correcto. El problema básico es la [fabricante de armas británica] BAE y Londres. Porque acuérdese de que Arabia Saudita tiene un acuerdo con Londres, que es un acuerdo muy peligroso. Éste es el centro de todas las manipulaciones en torno al petróleo en todo el mundo, y ésa es la fuente del ataque en contra de México hoy en día.

Saldaña:

¿Debemos intuir, entonces, que cuando se quiere privatizar el petróleo aquí en México, cuando nos dicen a nosotros "Vamos a privatizar", "Queremos privatizar", esto está obedeciendo, no a causas internas, sino a causas externas? Ya involucró el señor LaRouche a Washington, a Londres, a Arabia; en realidad es algo internacional. Si nosotros, México, es decir, tú, el Gobierno de México, estás tratando de obedecer esos intereses... Es una pregunta.

LaRouche: Yo creo que hablar de presiones internacionales es la manera correcta de analizar la situación. Como usted sabe, las presiones internacionales son enormes. Ninguna nación relativamente pequeña tiene el poder para poder resistir estas fuerzas a cuenta propia. Entonces, mi preocupación, por lo tanto, es encontrar una combinación de potencias principales para derrotar a estos depredadores.

Saldaña:

¡Claro! Pues si ya lo había dicho mucha gente. Por eso es muy importante el Banco del Sur. Ese mismo programa solicitó amablemente que se unieran Brasil, Venezuela y México, tres potencias petroleras, y ya después Hugo Chávez dijo: "Unámonos, México". Pero si hay que tener fuerzas de contrapeso, lo ideal sería el Banco del Sur... Telesur, importantísimo Telesur. Y luego la unión petrolera de Brasil, Venezuela y México. Estoy echando a andar la fantasía, desde luego. Adelante.

LaRouche: La idea del Banco del Sur es una muy buena idea, pero lo que pasa es que algunos de los que participan en eso no tienen una idea muy clara de cómo echar a andar esa propuesta. Quizás se acordará, cuando López Portillo era presidente en el verano de 1982, de que yo relaté una propuesta en ese entonces que el presidente López Portillo adoptó para la defensa de México. Entonces, López Portillo buscó aliados en Río, en Brasil, y en Argentina, para su propuesta. Y ellos, bajo presión, lo abandonaron, y es por eso que le ocurrió lo que le ocurrió a Mexico en septiembre y octubre de 1982. Una cooperación bien concebida entre las naciones es algo esencial en condiciones como éstas. Yo esperaría que, si Hillary Clinton sale electa como Presidente de los Estados Unidos, podríamos regresar a este tipo de cooperación de nuevo.

Saldaña:

Ojalá y así sea. Dígale (dirigiéndose a Dennis Small—Ndr.) al señor LaRouche que mucho gusto, que le agradezco muchísimo, que hemos leído su biografía y todo, las andanzas ideológicas y políticas de él, y que hay grandes reservas en cuanto a que él ha sido, no sé, sinarquista, comunista... en fin. Nosotros tenemos en México a alguien que ha tenido muchas ideologías; se llama Porfirio Muñoz Ledo. No sé si él sepa y acepte que es un hombre que proviene de muchas ideas. Adelante.

LaRouche: No, no, yo no he tenido estas variaciones ideológicas. No acepto esa definición. Yo siempre he sido simpatizante de las ideas de Franklin Delano Roosevelt en contra de las ideas de Truman. Ése ha sido mi punto de vista desde los tiempos de mi servicio militar en la Segunda Guerra Mundial.

Saldaña:

¿Entonces la internet miente?

LaRouche: ¡Claro que miente! ¿Qué tiene de nuevo? Por supuesto que miente.

Saldaña:

Bueno, mucho gusto señor LaRouche, que esté muy bien en México, ¿eh?

LaRouche: Muchas gracias.