Escritos y discursos de Lyndon LaRouche

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‘Proyecto Espacio:’

La tesis

por Lyndon H. LaRouche, Jr.

9 de septiembre de 2013


Con el asesinato del presidente John F. Kennedy, la economía de Estados Unidos había entrado en un estancamiento neto o, más tarde, en condiciones reiteradamente peores en sus esfuerzos por progresar. Se añadieron algunas cosas nuevas útiles, tales como algunos diseños y procesos específicos; pero el efecto neto en las sumas y restas había sido, hasta ahora, el establecimiento del estancamiento, seguido de una tendencia a aumentar el deterioro neto, y luego, recientemente, una peor catástrofe nacional que continúa, que se introdujo desde la elección de la desgraciada selección del desdichado George W. Bush, Jr. en 2001 y, de ahí, hasta la fecha actual.[1] Por lo general, hoy se debe decir lo mismo respecto a prácticamente toda la región transatlántica de nuestro planeta, hasta la fecha. Si el nuevo proyecto al que me referiré de aquí en adelante en este informe, procediese de la manera deseada, pondrá un gran énfasis en lo que ha de aplicarse en las regiones transpacíficas del planeta: un poder suministrado dentro de esa región que también impulsará la economía del planeta, en su conjunto, para disfrutar de beneficios más que comparables. Presagia el logro más grande que se hubiere logrado en una perspectiva actual de las más grandes acciones en la historia de la humanidad que se habrán logrado entonces hasta hoy.

Ese proyecto, al que ahora me refiero aquí, es uno cuyas raíces e intención se encuentran en el espíritu de la obra realizada durante el gobierno del presidente John F. Kennedy: un proyecto que se había basado entonces en las implicaciones de las grandes mejoras en el desarrollo de los recursos hídricos que se había pretendido y además planificado, como un programa para realizarse en Norteamérica. Esto había incluido, de manera implícita, un solo proyecto, denominado NAWAPA, que incluía participaciones dentro de las regiones de Canadá, Estados Unidos y el norte de México. Todavía está en espera de que se ponga en plena operación, que ahora esperamos que se realice pronto.[2]

El proyecto aún más nuevo, que las investigaciones de mis colaboradores inmediatos han estimulado ahora, se ha de construir sobre lo que en realidad es la "piedra angular" del diseño del NAWAPA original; pero esta vez con algunas mejoras y ampliaciones notables, y con un alcance verdaderamente glorioso en sus beneficios centrales y colaterales combinados para nuestro planeta en su conjunto. Si realmente se lanzase como compromiso ahora, se habrá convertido pronto en el mayor proyecto de ingeniería de toda la humanidad hasta la fecha. Lo mejor de todo: es una oportunidad factible para las acciones de investigación que se requieren ahora y que se pueden lanzar durante el futuro relativamente inmediato.

El alcance del proyecto:

El alcance inmediatamente deseado del núcleo de la obra recién proyectada, abarca principalmente desde el área inmediatamente al oeste del Misisipí hasta el Pacífico, y al norte hasta el Ártico; pero también conduce hacia grandes regiones internas de Asia oriental. El alcance y el efecto de este desarrollo se habilitará, no para la guerra, sino, mediante los usos pacíficos del conjunto de programas concebidos de fusión termonuclear que implícitamente habían estado esperando, desde aproximadamente los 1970, algo como esta empresa actual. El resultado incluirá el logro más grande y beneficioso en la expresión de grandes obras que la humanidad jamás haya logrado en el planeta Tierra hasta ahora.

Durante las semanas recientes previas a la presente publicación, mis asociados más inmediatos en esta empresa, que a menudo comúnmente se les identifica, entre nosotros, como "el grupo del sótano", habían estado realizando una reexaminación de la historia económica de la economía de EU, que se había presentado, originalmente, a nombre de la consumación propuesta de la realización, largamente pospuesta, del gran sistema hidráulico de Estados Unidos llamado "NAWAPA" (Alianza Hidráulica y Energética de América del Norte). Esa intención, que se había emprendido en una forma actualizada de lo que habían sido las intenciones originales de mediados de los 1960, se expresa ahora como un proyecto recién renacido presentado en un diseño actualizado bajo el liderato de nuestro asociado Michael Kirsch. El trabajo de Michael Kirsch, que se había ocupado varios años recientes en ese proyecto, había sido un esfuerzo minucioso que nuestro equipo y futuros asociados, habrán de extender, a su debido tiempo, a una forma de realización en modo termonuclear que se extienda al otro lado del Pacífico, en cooperación anticipada con la participación de los gobiernos allá.

Este proyecto planeado incluirá un tratamiento sistémico del diseño para una representación sistémicamente actualizada de una construcción planificada, lo cual devino así una campaña cuya intención es llevar un diseño de un sistema operativo ilustrado a un sistema cuyo planteamiento actualizado del diseño original entra en temas de la profundidad histórica y de los antecedentes políticos de la cualidad de logro que representa el establecimiento de medidas que trascenderán la historia de la oposición, trascendiendo los antecesores de un futuro logro tan grande, no solo para Norteamérica sino, a su debido momento, para toda la humanidad.

La "crisis de desintegración" económica de la economía estadounidense (entre otras), que actualmente se nos viene encima de manera relativamente inmediata, nos ha motivado ahora a reconocer la urgencia de adoptar y extender, para nuestro planeta, el desarrollo de un proyecto transpacífico, orientado en torno a la fusión termonuclear, desde aproximadamente la región que abarca al oeste del río Misisipí, y se extiende al otro lado del Océano Pacífico y el Estrecho de Bering, y de ahí hasta lo profundo de algunas regiones relativamente grandes del este de Asia. El rasgo decisivo del proyecto que hoy se propone es la movilización de las capacidades para una campaña por la fusión termonuclear de carácter pacífico, una campaña que será indispensable para garantizar la ayuda necesaria de un gran proyecto de desarrollo hidráulico, que se requiere urgentemente ahora para la seguridad de la humanidad, globalmente incluso. Llegará a ser un proyecto que producirá beneficios mejorados continuamente, de calidad y cantidad suficientes para satisfacer las necesidades del desafío de la población mundial actual y la población mayor durante el lapso de tiempo que se estima en más de lo que queda de este siglo aún joven.

No hay nada, en principio, que sea propiamente un obstáculo en el camino de un proyecto tan grande, a no ser por algo como la amenazada interferencia viciosa de lo que se debería considerar como lo que deberían ser las casi irrelevantes, pero no obstante criminales viles, oligarquías angloholandesas y semejantes. Con lo dicho me refiero a los oponentes, asociados al plan global actual a favor del genocidio que exige la presente reina de Inglaterra con su insistencia en reducir con premura la población humana, rápidamente, una reducción desde el límite superior reciente de siete mil millones de personas, a mil millones, bajo la influencia de la reina, desde una región del mundo que ahora ya se desploma rápidamente. Recuérdese: la meta explícita de la reina para el período de la historia futura a la vista, ha sido, y sigue siendo según las versiones más recientes, una meta temprana de unas mil millones de personas mundialmente, en vez de mantener incluso las aproximadamente siete mil millones actuales.

Los medios para la urgentemente necesaria alternativa contraria al plan de genocidio de la reina, mediante nuestras medidas en realidad factibles, si bien quizás aparentemente imposibles, para un éxito aparentemente milagroso del nuevo enfoque indicado de esta versión ahora más amplia de NAWAPA, se pueden lograr, de hecho. Esta meta se puede lograr, como mediante la inclusión de los métodos disponibles conocidos como el principio ya existente (desde hace décadas) de "la fusión termonuclear".

I.

Los grandes principios

Lo que se conoce efectivamente como la historia documentada de las sociedades de la humanidad, ha estado dominada, hasta el momento actual, por la impronta de lo que se ha considerar como los resultados de la influencia imperiosa de lo que todavía es preponderante como forma dominante y también ruinosa de las principales direcciones de la sociedad, políticamente motivadas, en este planeta en general, un proyecto cuyo nombre correcto es "el principio oligárquico". Ése ha sido el esquema que estaba representado en ejemplos tales como la crueldad de tanto los imperios romanos del pasado, así como también los imperios angloholandeses de tiempo presente, aún hoy día.

Sin embargo, a pesar de los controles aún reinantes que ejercen "de arriba para abajo" en la sociedad las prácticas oligárquicas de las tendencias hoy reinantes en las políticas de práctica en la región transatlántica, han habido alternativas excelentes que se han presentado en oposición, una vez que se le quiten de la "espalda" a la sociedad en general las variedades angloamericanas hoy reinantes de círculos oligárquicos.

Por ejemplo, el asentamiento en Nueva Inglaterra en el siglo 17, hasta la década de 1660, y la posterior fundación de nuestro Estados Unidos en el siglo siguiente, habían sido diseños más o menos exitosos de alternativas que son contrarias a la opresión extendida que continúa bajo el alcance global de la tiranía angloholandesa, esta última una tiranía cruel diseñada para el período de tiempo de la existencia continuada de ese régimen, como una fuerza específicamente contraria a la verdadera decencia.

El cambio que ha de realizarse ahora, de manera urgente, tiene que ser uno que se exprese en una fraternidad compuesta en la forma de Estados nacionales realmente soberanos, cada uno basado en ser, intrínsecamente, una alternativa de la que debió haber dependido todo el progreso de los pueblos libres y sus naciones, compartiendo éstas implícitamente el progreso en la condición de la humanidad, cuándo y dónde tal punto de diferencia positiva de dirección ha prevalecido realmente, y hecho de modo que convergieran las tendencias que sirven a la humanidad como saltos de progreso, en sus efectos.

Esta alternativa que ahora introduzco para consideración en este informe, en realidad ha dependido, primero que nada, de un verdadero concepto de un principio universal de vida, a diferencia y en oposición a toda forma de lo que no es una expresión del progreso bajo el principio de la vida per se. Sin embargo, la vida específicamente humana es profundamente distinta, en sus características, de todas las otras formas de vida que se conocen en la actualidad; es distinta de todas esas otras formas de vida conocidas en este planeta que no son específicamente humanas. La distinción esencial de la vida humana, de otras expresiones de vida en la Tierra, se ubica en el principio específico del potencial intrínseco del hombre para acceder a una presciencia a voluntad del futuro.

La práctica informada del hombre de nuestro acceso, al principio de acceso tanto al conocimiento en el presente y la presciencia del futuro, constituye el más esencial de los principios conocidos que distinguen la aptitud característica del individuo que se da de manera natural. Ésa es una aptitud tanto para poseer el conocimiento que se deriva del futuro, como tal, como para actuar sobre el mismo; y de ahí la oportunidad de cambiar ese futuro para el bien, de manera intencional. Por ejemplo: cada caso de un descubrimiento humano válido nos presenta una demostración de la capacidad del individuo por lograr una verdadera experiencia de presciencia del futuro; eso se hace como práctica de la voluntad humana, que nunca se puede lograr por métodos de deducción simple, sino que más bien solo se puede lograr mediante la perspicacia activa sobre lo que algunos de nosotros hemos experimentado de manera repetida como labrar el futuro por medio de la voluntad específicamente humana, como se da, en particular, en las iniciativas de Max Planck y Albert Einstein desde los años de 1890 adelante, en contra de las pestilencias oligárquicas realmente malvadas del tipo que ejemplifica la influencia de Bertrand Russell.[3]

En cualquier práctica apropiada entre los miembros de la especia humana, toda práctica humana específicamente creativa ha dependido y depende de la noción y la práctica únicas de actos de lo que es literal y verdaderamente un descubrimiento creativo de principios nuevos y superiores que jamás se habían conocido antes. Así, el requisito correcto para el desempeño de cada generación de la especie humana, es el requisito de realizar tales descubrimientos únicos como los que se habrán de realizar como contribuciones adicionales al progreso neto de las revoluciones intelectuales de la humanidad, que son revoluciones que se expresan en gran medida como la obra de nuevas generaciones que se añade no solo a los logros continuos en lo que se denomina la "densidad de flujo energético", sino que eso se habrá de hacer respecto a volver a explorar las revoluciones de las generaciones anteriores. A manera de contraste: "la deducción simplemente práctica" ha sido, principalmente, una práctica de fracasos sistémicos al respecto, fracasos contrarios al verdadero principio que distingue a la especie humana, que es el principio que representa el compromiso a la previsión continua, siempre revolucionaria, de la generación, por parte del futuro, del progreso sistémico de nuestra especie humana, que continúa siempre en el futuro, siempre en el avance de las generaciones presentes a las venideras.

Esa distinción es el gran principio que de verdad define el significado esencial de la práctica de lo que es la expresión de la vida humana: una capacidad específicamente única de la especie humana. Ése es también el verdadero principio moral que existe, por lo tanto, como la verdadera definición tanto del significado único como la misión y el propósito futuro, que define el verdadero principio de la vida humana.[4]

Por lo tanto, hay que enfatizar la incidencia de los descubrimientos de principios físicos por Max Planck y Albert Einstein, como una suerte de ejemplos excelentes de ejemplos modernos de importancia decisiva, de descubrimientos que satisfacen esa pauta específica de un verdadero descubrimiento de principio: como, por ejemplo, los descubrimientos de las capacidades termonucleares en la actualidad y, luego, más adelante, aquellos fines que se han propuesto bajo el nombre de materia-antimateria, como hoy se indica para algún momento en tiempos futuros.

Esto que acabo de afirmar inmediatamente arriba, es también a lo que regresaré de manera repetida, como sigue a continuación.

Las insuficiencias de la humanidad hoy

Para nuestro conocimiento actual, lo que representa a la humanidad es únicamente una sola cierta especie muy específica, y su principio: la humanidad, portadora del fuego.

Algunos entre nosotros, incluso a menudo muchas personas talentosas en la actualidad, no están a la altura de esa pauta requerida en el desempeño humano; pero siguen teniendo el derecho natural de que se les otorgue la opción presente implícita de participar en ese potencial. Por lo tanto, a quienes no están lisiados en su actual práctica inmediata, se les debe presentar ahora las pruebas requeridas para remediar el hecho de los fracasos, el hecho de que existe una porción relativamente grande de la población humana total a la que, desafortunadamente, no se le ha dado aún en realidad los medios para desarrollar en la práctica lo que son, manifiestamente, tales capacidades verdaderamente creativas necesarias.

La práctica de la esclavitud humana sigue siendo solo un ejemplo de entre los casos de privación popular de "la voluntad para saber"; pero en la sociedad humana moderna hasta la fecha, una clase relativamente grande de personas ha sido más o menos privada de la capacidad desarrollada para reconocer el papel esencial de la misma creatividad que han ejemplificado en la práctica los más grandes científicos, poetas y artistas clásicos en general. Se puede atribuir la falta de tales habilidades al impacto de las implicaciones de tendencias corruptas y corruptoras en conformar las culturas practicadas por los pueblos; condición que se tiene que cambiar para derrotar la hoy monstruosa crisis mundial, dirigida por los angloholandeses, del mundo en general.

Hay que definir de nuevo la conducta verdaderamente humana como el poder creativo para generar cualidades cognoscibles de productos de creatividad genuina, productos que se limitan al conocimiento logrado al experimentar un descubrimiento cuando se había conocido como si se hubiera recibido como conocimiento desde el futuro. Hasta la fecha, este conocimiento del futuro se ha dado a conocer principalmente por los verdaderos científicos y artistas clásicos, tales como los antes mencionados Max Planck y Albert Einstein, a quienes me he referido al respecto arriba, y también a los grandes poetas, músicos clásicos [5] y dramaturgos clásicos.

Las distinciones que acabo de plantear inmediatamente arriba, son las que expresan la distinción de individuos plenamente capaces, de los que en alguna medida son representativos de la clase de súbditos seleccionados para servir bajo el dominio de una clase malévola dentro de la sociedad que se ha de identificar como tal por su participación en la tiranía, como la de los actuales tipos de Wall Street y sus cómplices.

Experimentar de verdad el futuro

La cualidad específica del "genio humano" se identifica adecuadamente, de otra manera, solo al crear lo que previamente se había considerado como la deducción imposible: nace como una experiencia que ocurre solo en la experiencia de lo que ya había llegado a ser previsto como el futuro presente del pasado.

Como he advertido reiteradamente a lo largo de décadas, en el transcurso de mi carrera como economista físico en la tradición basada en principios del economista fundador de Estados Unidos, Alejandro Hamilton: el mayor de todos los males se podría definir correctamente, en su significado esencial, como aceptar "lo que a uno le enseñaron en la escuela y la universidad bajo la proposición: 'Aprende lo que te digo' ". La víctima de esa necedad común y corriente particular cree en el equivalente de la afirmación de que lo que el maestro (o la institución educativa como tal) acepte es "La Verdad". Lo que es todavía peor es el interés cultivado del estudiante en un tipo de creencia que quizás se podría haber identificado mejor como "los argumentos a priori que al estudiante se le prohíbe cuestionar". En principio, tal práctica en la enseñanza es, por lo tanto, educación intrínsecamente fraudulenta. El "no hace falta cuestionar" deviene, en la práctica, lo intrínsecamente mentiroso y, por lo tanto, lo que ha de considerarse propiamente como sin sentido o peor.

Se debería considerar como alarmante que, bajo la influencia del régimen bajo el gobierno del Presidente Obama de Estados Unidos, los cambios que hoy continúan en la influencia pública sobre la educación de los estudiantes de primaria y secundaria, y también de una porción grande y creciente de los actuales graduados universitarios, se debería reconocer como cautiva del proceso de reduccionismo pedante del tipo que otrora ya se conocía en los tiempos de mi propia madre, ya hace más de un siglo, durante su trabajo como maestra en Ohio en sus propios tiempos preuniversitarios, cuando había estado trabajando, en esos tiempos, para ayudar en la reforma de aquellas "escuelas de parloteo paisa hillbilly" de Kentucky ubicadas en las colinas empinadas ocupadas por los pobres. No debería ser ningún misterio el hecho de que el presidente Obama, en su práctica, es un mero títere de la actual reina imperial británica, una reina que no muestra ningún signo de vergüenza respecto a jactarse de sus esfuerzos por reducir rápidamente la población humana del Planeta Tierra de siete mil millones de seres humanos hoy (o que ya disminuye, según los últimos informes), a una taza acelerada de descenso temprano a más o menos mil millones, y dirigido hacia un número significativamente menor —quizás, tomando en cuenta todos los factores pertinentes, a cero.

No es una coincidencia que ese adulador ostensible de la reina, el Presidente Barack Obama, hubiese resultado haber sido cómplice en fomentar la aceleración de la "pestilencia verde" genocida, lo cual efectivamente requiere que se dé marcha atrás en el desplome ya acelerado de la norma actualmente falsa tanto de moralidad como de subsistencia humana, un cambio de rumbo a esa campaña en marcha de destrucción de mentes humanas, un cambio de rumbo a esas prácticas actualmente destructivas bajo tales como el régimen del presidente Obama, una corrección que se requeriría para la esperanza para el futuro de las naciones. Ha de reconocerse que el mismo efecto es algo común entre personas que profesan tales opiniones fraudulentas como: "Para mí, no; yo soy práctico". La continuación de la existencia de la especie humana exige el liderazgo de quienes producen descubrimientos revolucionarios de principios universales en los dominios de composiciones artísticas clásicas y la ciencia física.

Por ejemplo, la asignación de la hechura de lo que pasa por conocimiento entre los círculos dirigentes de las naciones ahora, a menudo conduce en la actualidad en la dirección de un desplome de la calidad de vida de las sociedades, incluso la probabilidad de la extinción de la gente de algunas naciones, exactamente de la manera en que nosotros en las regiones transatlánticas ahora nos vemos amenazados por la influencia de las políticas actuales de las políticas de genocidio angloholandesas de la reina británica.

Considera la siguiente sección de este informe; las siguientes secciones incluyen, inevitablemente, algunos puntos modestos que había señalado hace poco, en una publicación reciente titulada Ahora regresa al futuro.[6] Los requerimientos de la función de este informe, en tanto planteamiento de tesis, exigieron una modesta cantidad de duplicación en las siguientes secciones de este informe. La intención se debe considerar como algo que se explica a sí misma.

II.

La decepción sensorial

Recuerda: La experiencia sensorial humana se divide principalmente entre lo que, en un caso, son meramente "percepciones sensoriales" ordinarias, tales como lo que literalmente son esas deducciones que se han de contrastar con verdaderos descubrimientos de principio como tal, principios cuyos verdaderos descubrimientos no se han de tratar como si fueran meramente deducciones que uno experimenta.

En el caso de la comunicación humana ordinaria, incluidas las experiencias sensoriales ordinarias como tales, el mensaje se ha expresado como la intención de representarlo como una tendencia persistente de enfatizar "el contenido literal" de la comunicación como tal, como residuo que se le deja al público para tratarlo como una intención meramente literal de la comunicación en sí, en vez de tratarlo como contenido fiable respecto al tema de las ideas verdaderas.

De presentarse el verdadero tema de la comunicación, de manera eficaz, como equivalente al acto de un descubrimiento de un verdadero principio científico, o un principio equivalente, el tema no se corresponde a un simple "planteamiento literal de intención"; más bien, ahora se expresa como una discontinuidad en el campo de las comunicaciones como tales, intenciones que se tienen que "interpretar" como algo que ocurre en la comunicación ordinaria, pero solo como una discontinuidad que se entromete en los campos de los significados ordinarios de la conversación.

Los métodos científicos y los de temas clásicos de las experiencias deben remplazar las formas asignables de formas meramente literales de "significados" comunes y corrientes.

Podemos decir justamente que afirmaciones arraigadas en experiencias ordinarias de la percepción sensorial (es decir, "percepciones sensoriales" particulares) son "meramente" percepciones subjetivas en su naturaleza; mientras que los significados asignables de principios científicos válidos, o de discontinuidades clásicas propias de las composiciones artísticas como tales, no se pueden tratar correctamente de esa manera. Estos últimos casos, los llamados casos "alineales", se tienen que tratar como temas en si mismos y de si mismos, independientemente de las nociones simples de percepción sensorial, como ahora sostengo en el contenido siguiente de este capítulo.[7]

El miembro de la especie humana había parecido necesariamente haber empezado la vida como miembro de su especie en esa categoría, aparentemente como si se le considerara como un tanto —pero solo un tanto— parecido a un "hombre mono" en lo intelectual; pero en su debido momento queda demostrado que las cosas estaban obligadas a ser concertadas y descritas de otra manera. "Él" o "ella" habían iniciado una vida apreciada, como algunos de nosotros sabemos, como algo que parecía asemejarse a la de un simio superior; pero la evidencia de que el hombre no era ningún simio se demostró, de manera práctica, probablemente muy temprano, en base a la evidencia de la distinción del uso singular que hacía el individuo humano de formas de fuego o sus equivalentes, la misma noción del "uso del fuego por parte del hombre" que ha definido a la humanidad como algo que "no es simio" desde entonces.

Ahora debe ser conocimiento general de las sociedades modernas civilizadas que, desde aquel tiempo "cuáan antiguo" en adelante, la evolución esencial del hombre ha seguido siendo siempre la relación cambiante del hombre a una sucesión de órdenes ontológicamente superiores de la cualidad de expresiones de lo que podemos denominar, de manera categórica, el equivalente de "fuego": "fuego" definido desde una perspectiva general de la química de esos estados ascendentes de densidad relativa de flujo energético, que a su vez conducen hacia aumentos sucesivos de modalidades físico-químicas relativas del uso del hombre del orden sucesivamente ascendente de las categorías de equivalentes sucesivos del "fuego" (por ejemplo, 'las temperaturas superiores"). Ese proceso ya extendido de evolución de la sociedad humana, ahora ha llevado a nuestra especie al punto del uso de la fusión termonuclear, y a su utilización, medio que ahora sirve como la modalidad de la cual depende la necesariamente requerida existencia actual y condición futura de la humanidad en este planeta. La noción misma de la historia de la humanidad, en este sentido, apunta hacia un futuro posible de lo que Albert Einstein había previsto como la posibilidad de alcanzar la posibilidad prevista del logro de una condición de procesos "materia-antimateria".

Ahora repito, esta vez para hacer el énfasis debido que se requiere: Que la noción de una definición de la diferencia que define a la especie humana, en tanto especie, concuerda con un sentido de dirección que conduce hacia las implicaciones de esa noción que abarca desde las tecnologías termonucleares y va en la dirección de los conceptos de una noción hipotetizada de tecnologías "materia-antimateria". En el mismo sentido de ordenamiento, notamos que la escala ascendente de expresión humana de tazas de crecimiento del poder per cápita de la especie humana, impulsadas por la densidad de flujo energético, es un requerimiento aparentemente irreversible aun para solo sostener la existencia continua de esa especie humana. Ese proceso de cambio progresivo ascendente, en tanto concepto múltiple, es lo que se debe preferir como la deseada noción ascendente del destino de la especie humana, tal y como nosotros en la Tierra hemos conocido sus experiencias hasta la fecha: como "la virtual ley de la supervivencia de la humanidad como especie". Este cuerpo de lo que son simplemente verdades, es directamente lo opuesto de las demandas de los sentimientos de la actual reina, Isabel II, de la Gran Bretaña "angloholandesa".

Esa distinción resulta de los hechos conocidos de las historias, no solo de la humanidad en general, sino a través de una consideración de las variedades específicas de expresiones de las intenciones brutánicas de los "grandes imperios" del pasado, imperios como los que han dominado conjuntos enormes de hasta poblaciones muy numerosas que se han mantenido como súbditos de los imperios: casos como el de la antigua Roma, o de las varias víctimas del imperio angloholandés-saudí del momento actual, que implícitamente abarca el planeta, lo domina y es completamente malvado.

Eso, como una consideración mía que acabo de plantear aquí, involucra algo más profundo que el tema ordinario de la opresión de los pueblos subyugados por imperios.

El impacto de los imperios

El efecto principal de los imperios, como el caso del imperio "británico" angloholandés de hoy, es la tendencia actual hacia el "verdadero desbridamiento" de la cualidad sistémicamente humana de las condiciones intelectuales de vida, como se ha llevado a cabo esa depravación por medio de la supresión del progreso verdaderamente científico, supresión ocasionada por intereses imperiales y sus agentes subordinados de sistemas imperialistas, tal como el orden brutánicamente vicioso de los imperialistas angloholandeses que está vigente en la mayor parte del mundo de hoy. Al fin y al cabo, es el desarrollo progresivo de los poderes intelectuales noéticos de la especie humana, del que ahora depende la llamada existencia "sustentable" de nuestra especie humana.

El caso de África hoy, considerada correctamente, es paradigmático precisamente en este sentido: respecto al principio real de maldad asesina al que el hombre ha estado sujeto entre muchos, sino la mayoría, de los pueblos de la humanidad. Mientras tanto, la imposición por parte del imperio angloholandés de una reducción intrínsecamente genocida y también pasmosa del nivel de densidad de flujo energético per cápita eficiente, ahora se está difundiendo aun entre esas naciones que antes habían buscado algún aumento significativo de la productividad de la humanidad, pero que ahora han sido lanzados cuesta abajo al desplome actual que no es más que la misma práctica genocida de reducción de la población propuesta de la humanidad misma, como lo exige, entre otros, la actual reina de Inglaterra, la mismísima Isabel II.

La misión a Marte, por ejemplo

El tema de la fusión nuclear ha sido prácticamente una realidad disponible por no menos de cuatro décadas. Es en ese contexto como tal que más recientemente nos hemos sentido provocados a considerar la posibilidad de traer a Marte mucho más cerca (en el sentido de prácticamente), de hecho y también en efecto, que por una tentativa de métodos requeridos para la posibilidad actualmente pobre de un sistema viable de viajes espaciales humanos.

Felizmente, el logro de aterrizajes en Marte de aparatos funcionales lanzados por el hombre (sin un viaje real adjunto del hombre) se ha logrado en principio; y la mera aceleración del proceso por medio de modos termonucleares, mejora esa condición, hasta de manera crucial, pero no lo cambia de otra manera. Respecto al futuro de una introducción del hombre a Marte, o casos comparables, lo que puede llegar a ser apropiado en esa dirección para, posiblemente, el último cuarto de este siglo nuestro, no se debe imponer a la agenda actualmente. El hombre no está para derrocharlo meramente en fantasías reduccionistas, cuando se necesitan de manera urgente misiones espaciales preciosas y más urgentes para la humanidad. En cuanto a Marte mismo, se debe hacer hincapié en la aceleración del desarrollo de programas robóticos y casi robóticos ahí, o en casos comparables, como una misión casi urgente y en expansión.

Por lo tanto, debemos estar advertidos que comentaristas de las generaciones actuales recientes han tenido la tendencia de sobrevalorar por mucho la idea de un aterrizaje humano real en Marte. El ejercicio de ciertas formas de influencia sobre lo que el hombre, operando desde la Tierra, puede hacer directa o indirectamente en Marte para los propósitos de la Tierra, de hecho es lo que es propiamente típico de lo que tiene importancia crucial inmediata como prioridades para el hombre en la Tierra en el momento actual.

Solo un explorador pobre con rango de aficionado podría suponer que los intentos del hombre por controlar de manera directa los desarrollos introducidos a los planetas o asteroides "relativamente cercanos" es "ciencia" en serio en el momento actual. Aterrizajes específicamente humanos directamente para operaciones que se propone que el hombre realice personalmente para residir muy brevemente en Marte (como se hizo y se hace correctamente para la Luna, de manera breve, por ejemplo), como patrón de práctica empleado de manera excepcional, es algo que sería mejor posponer hasta algún momento mucho más tarde en este siglo. Mientras tanto, hay empresas viables basadas en mejoras en la robótica dirigida por el hombre para colocarse en Marte, como en el caso de ocuparse de los asteroides que serían opciones más probables (en lo práctico) de misiones. La Luna de nuestra Tierra es obviamente el lugar de encuentro singularmente apropiado para definir un programa general para desarrollar una interfaz activa entre el hombre y la robótica orientada al espacio. Aun el hecho de que la gravedad en la superficie de Marte es preferible a la de la Luna como tal, no nos da un pretexto para "promover un aterrizaje tripulado en Marte".

La ilustración más conveniente de ese hecho se nos presenta como el asunto sumamente práctico de la necesidad de prevenir una destrucción real, o aún meramente parcial de la vida humana en la Tierra debido a los impactos de los asteroides, medida que sería provocada al prevenir impactos de asteroides desde dentro de cualquier cinturón para la defensa de la Tierra que se podría llegar a definir en la actualidad, o también para Marte, que está en proceso de volverse, "en cuanto a función", un valor cada vez más importante que participa en la defensa de la Tierra en contra de tales amenazas como "ataques de asteroides". Algunos asteroides amenazantes se podrían desviar de esa trayectoria; pero eso no es suficiente. El objetivo inmediato de nuestro desarrollo de los procesos controlados que se depositan en Marte para funcionar, es extender las varias defensas del hombre de "regiones colonizadas" dentro de las opciones cada vez más amplias que tiene la Tierra, de "vecindarios" dentro del sistema solar.

Cómo planear el futuro en el espacio

Yo propondría que estimemos que los pasos del conteo regresivo para las posibilidades futuras probables del hombre, en cuanto a proyectos espaciales dentro de este siglo actual, deberían dividir el siglo actual en lapsos de tiempo de cuatro "generaciones", definiendo cada vida así vivida, como de aproximadamente 25 años de edad: los lapsos de 25 años de las vidas personales de individuos que se requerirían como lo que representa el requerimiento nominal para producir un doctorado exitoso en la capacidad de la ciencia física para generar un especialista egresado de las cualidades de profesional egresado que participe en las tareas de la "ingeniería espacial" de los "terrícolas" durante el lapso de este siglo actual. Contrasta esa consideración con el hecho de que durante el curso del siglo actual, hasta ahora, la taza neta de progreso se ha vuelto hoy negativa y, hasta ahora, se "acelera" en esa misma dirección miserable "hacia atrás". Podríamos haber esperado haber derribado esa tendencia antes del 2050 (si somos afortunados); pero solo un proyecto del tipo específico que he propuesto como un ejemplo en este informe, prometería el tipo de ilustraciones de los resultados que he indicado aquí.

El problema con la percepción sensorial

Tomemos cuatro variedades de casos que, de manera intrínseca, alertan adecuadamente a personas correctamente bien educadas en contra de las nociones de la confianza "autoevidente" en la percepción sensorial. Mientras tanto, si prefieres disfrutar el dolor, la percepción sensorial es un modo eficiente para tu elección de práctica. Lo considero altamente pertinente que interrumpamos la discusión adicional de los límites que se acaban de plantear, con una pausa, haciendo eso para que podamos detenernos a considerar el siguiente razonamiento probablemente penoso, pero necesario.

No obstante, el error de considerar la mera percepción sensorial como un determinante de "la veracidad en general", parece haber sido desde siempre no solo un error de opinión realmente mayúsculo para cualquier diseño de la práctica humana, sino también meramente un truco que se utiliza para degradar al ignorante para que se someta a un verdadero estado de algo que amenaza convertirse en esclavitud real: en otras palabras, un estado a veces llamado "sentido común" que se ha desarrollado y sostenido como algo construido como una trampa del captor para la variedad de desvalidos incautos de la misma especie humana.

Pero: solo los embaucados confían en la percepción sensorial

Las estimaciones que se hacen de la utilidad de la percepción sensorial para la experiencia ordinaria del individuo, adolecen del inconveniente de que, "al fin y al cabo", esa experiencia es meramente un asunto de la percepción sensorial; toda la evidencia del mundo nunca podría presentar honestamente la percepción sensorial como la pauta requerida, honestamente, para medir el más crucial entre los hechos posibles que tenemos que llegar a conocer.

A partir de esa preocupación, debemos que tomar en cuenta casos como el que representan los Preludios y fugas de Johann Sebastián Bach.

Empecemos esta parte de la discusión centrando la atención en los esfuerzos relacionados de los grandes líderes del Renacimiento Filippo Brunelleschi y el cardenal Nicolás de Cusa, quienes fueron los antecesores del papel más que crucial de la obra de Johannes Kepler en el proceso de la fundación de la ciencia física moderna. Nótense, con énfasis especial, los precedentes como la elaboración del domo de la catedral de Florencia y la tesis propia de Cusa en la De docta ignorantia que suministró la base esencial para los aportes indispensables de Kepler a la fundación de la ciencia física moderna. Considera la importancia particular de las contribuciones de Nicolás de Cusa y la interrelación crucial pero poco comprendida de Kepler, entre sus nociones de hipótesis vicaria y la noción de metáfora que yo había tratado aquí anteriormente en mi Nicolás de Cusa, Kepler y Shakespeare del 21 de junio [de 2013]. Ninguno de estos tres casos corresponde, en principio, al uso común de las formas asociadas con el lenguaje que se habla ordinariamente. En varias ocasiones he puesto de relieve las características intrínsecamente "alineales" de los principios verdaderamente físicos (salvo para fines de simplificaciones relativamente burdas seleccionadas para consideración como imposiciones forzadas de correlativos lineales escogidas de manera arbitraria).

Considera la cuestión de la vida humana. Muéstrame cómo eliges medir la diferencia en principio entre lo que llamamos un estado de vida y lo que llamaremos un estado de muerte. ¿Cómo medirías la acción que genera esa diferencia? Obviamente ambos casos corresponden a un objeto que no encuentra medición lineal que pueda representar tal sistema de "conexión". "Alineal" no sirve como término de acción en tales casos. Los intentos de interpretar esas categorías singulares de mera descripción son intrínsecamente absurdos cuando se les considera como cualquier cosa mejor que ilustraciones de uso útil de aproximaciones burdas. En tales casos nos vemos obligados, por lo tanto, a descartar todos los intentos de definiciones meramente lineales; sin embargo, esos fenómenos son reales en tanto meros fenómenos, mientras que las expresiones populares de "descripción científica" son en realidad intrínsecamente absurdos. "Alineal" no es adecuado ante el concepto real a considerar: no se puede cargar una "cubeta de vida", aunque el concepto real controla las acciones medibles que quizás sean selecciones que se puedan experimentar, como si fuese en el dominio de la percepción sensorial.

Hay indicios de la solución a esta paradoja aparente: Los aforismos atribuidos al Heráclito de la antigua Grecia clásica, tales como que el agua no fluye por el mismo río dos veces, están relacionados a la denuncia, todavía muy requerida, del fraude perpetrado a nombre del timador Euclides. Explico el problema.

El fraude de 'Euclides'

La naturaleza fraudulenta de la forma de dogma radicalmente reduccionista del notorio Euclides era algo que claramente se entendía y se afirmaba de manera apropiada entre estudiosos cristianos y judíos, de manera más notable durante los tiempos del Imperio Romano. La noción de un sistema basado en la esclavitud ha sido una característica de mucho tiempo de las prácticas de dominio oligarca basadas en la esclavitud, como en el sistema angloholandés-saudí de verdadera esclavitud que aún se practica hoy. Euclides y Aristóteles, al igual que Euclides, han sido emblemáticos del irracionalismo fanático de los sistemas de esclavitud o cuasi esclavitud hasta el momento actual, como ejemplifican los saudíes tales "creencias" fraudulentas aún hoy.

El predominio de tales sistemas de creencia fraudulentas perdura, aún hoy. Éstos son indicadores de las prácticas de tradiciones asociadas a las tradiciones profundamente arraigadas de sistemas de esclavitud que han sido inherentes a la existencia de lo que ha de clasificarse aún hoy como "el sistema oligárquico", el mismo fraude oligárquico que se enseña en las escuelas hoy, que la antigua Roma comparte con el actual imperio mundial conocido como el imperio angloholandés (por ejemplo, "británico") de hoy.

Es necesario examinar esa conexión que se traza desde el sitio de Troya al legado de sistemas de gobierno actuales desde entonces, que se refleja hoy como eco del pasado antiguo

III.

¿No solo cuándo, sino por qué debe el hombre entrar al espacio solar?

Ya no te dejes engañar tontamente por las ilusiones que acechan en una creencia continua de que la percepción sensorial es la base para la evidencia de la verdad. La percepción sensorial tiene sus usos prácticos que no hay que desatender, pero también son solo formas limitadas de utilidad para personas cuyas mentes, así como sus cuerpos están confinados a experimentar la vida humana en la Tierra. Una vez que el hombre intenta definir la vida como el hombre la experimenta "normalmente", pero también trabaja para definir la existencia del hombre en términos del sistema solar más allá, el aficionado dentro de la persona tiende a rechazar, aun con desesperación, lo que él o ella tiende a considerar "imposible", y a aferrarse a ese mito popular con la desesperación de una persona engañada para que en verdad adore como religión a una "certeza de la percepción sensorial en sí".

Hasta algunos estudiantes importantes de la ciencia caen en la misma ilusión con cierto grado de frenesí. Considera, por ejemplo, la ración importante de estudiantes de ciencias físicas incluso, que tenderán a depender de la percepción sensorial como su preferencia de una pauta para medir las relaciones de la gravedad en el "espacio vacío". La raíz del problema, en tales casos, son los consuelos de creer que la percepción sensorial dentro de los límites de las habitaciones de la Tierra es la "métrica" para "medir" la existencia dentro de los campos de la gravedad que ellos "sienten" o aun "huelen" que han experimentado aquí en la Tierra. En lugar de tales "certezas" equivocadas, tenemos que insistir que todo en la Tierra y dentro del sistema solar, o la galaxia y así por el estilo, es el recipiente de lo que posiblemente sea cierto incluso en la Tierra.

El único universal verdadero conocible por el hombre es la universalidad de todo aquello que contiene la vida humana en la Tierra. Existen ideas contrarias, pero en el lapso mayor de las cosas que importan, son solo caprichos infantiles que se pierden con la edad, en el transcurso de cualquier progreso verdadero de la humanidad, ya sea en la Tierra o más allá de ella. En otras palabras, no se puede permitir que las personas que creen en certezas simples con respecto a la existencia en la Tierra, establezcan pautas para lo que afecta a la vida en la Tierra.

La fuente de esa necedad que acabo de identificar no es inherente a la especie humana como tal, pero pertenece principalmente a la naturaleza de una creencia religiosa de tipo necio que el Creador real rechazaría. En ese sentido, el Testamento cristiano sería una mejor manera de enfocar la ciencia que la del lastimoso dizque "ateo práctico". La más cercana de las comprensiones ampliamente difundidas relativamente en la dirección correcta, es la actitud de devoción a lo que en realidad se puede descubrir de "las fuerzas de la naturaleza" que el hombre en la Tierra puede experimentar en base a enfoques experimentales respecto a descubrir cómo reacciona el sistema solar a la existencia de la humanidad en la Tierra. Nicolás de Cusa y su seguidor Johannes Kepler ejemplifican el entusiasmo por tal conocimiento, en sus roles para introducir las bases de una ciencia moderna competente, a pesar del legado de los enemigos de Cusa, tales como la escuela reduccionista de necios como el bobo de Isaac Newton y los sucesores angloholandeses de los gobernantes puramente malvados del Imperio Romano.

El compromiso de Cusa a una sociedad más allá de los grandes océanos fuera de Europa, creó lo que llegó a ser Estados Unidos, y que continúa la resistencia contra las influencias perversas que han dominado tales regiones como aquéllas hacia las que Nicolás de Cusa había apuntado, al crear las bases del desarrollo de un sistema antioligárquico, opuesto a aquello que todavía domina la Europa dominada por el imperialismo.

La búsqueda por el futuro que existe en nuestro sistema solar, y más allá, es la búsqueda por la verdad que existe en el universo, tanto como la que por otro lado existe en la Tierra. Los verdaderos héroes y también, pienso yo, todos los verdaderos científicos, poetas y compositores musicales clásicos, reúnen los requisitos en común como los potenciales inmediatamente manifiestos del papel que conocemos, de nuestra experiencia de descubrimientos, como la verdad que buscamos cuando buscamos la experiencia del sistema solar, y más allá. La búsqueda de la verdad, no obstante todos los imperios, actuales o aspirantes, es la única fuente de la verdad respecto a nuestro universo.

En todo lo que he compuesto respecto a tales asuntos, este concepto que acabo de destacar aquí es la única fuente de verdad que la humanidad puede llegar a conocer a través de la ampliación de nuestra propia experiencia del universo hasta ahora. Cuando nosotros, como necios, dependemos de los hábitos de la experiencia común de la percepción sensorial del hombre como tal, como una prueba de validez, a menudo nos hemos impuesto nuestra propia destrucción. La verdad reside en su búsqueda por su propia identidad.

Lo que acabo de prescribir aquí ahora tiene que remplazar aquellas dizque tradiciones del imperialismo y similares, que se centran en la actualidad en el principio oligárquico del imperio angloholandés-saudí, "británico" y también "brutánico", que está arruinando la vida de la humanidad, y ahora amenaza lo peor aún en este planeta.

Por ejemplo:

La historia de la existencia de la humanidad como algo que podríamos reconocer como tal, es finita respecto a la práctica conocida. Somos una especie única, única porque expresamos —por lo menos algunos entre nosotros— un compromiso con lo que consideramos como la humanidad, que se define de manera única por la capacidad de prever la existencia del futuro real.

Nosotros, precisamente por esa razón, nos distinguimos esencialmente de todos los otros casos conocidos hasta la fecha, por haber sido una especie viviente con esa distinción específica. Sin embargo, dentro de ese contexto que acabo de plantear, compartimos un futuro siempre relativo, hasta ahora, de quienes trabajaron hacia la meta de ocasionar tal progreso, como yo lo he hecho hasta ahora, al acercarme, tarde o temprano, al final de esta experiencia. Mientras tanto, ahora tengo que seguir buscando no tanto haber realizado pasos disponibles del progreso futuro, lo cual evidentemente he hecho, sino vivir habiendo tenido la devoción, incesantemente, a ciertos cambios para el bien en la categoría específica de una eternidad del progreso humano —resulte lo que resulte haber sido el progreso humano en varias etapas de un propósito continuo.

El cambio esencial que debo enfatizar aquí y ahora, es ése. En ese sentido, enfaticé el futuro, en esos términos, en vez de buscar recompensas en cuanto a placeres de este lado del futuro de la humanidad. Mi motivo esencial ha sido ése, y probablemente continuará mientras sigan existiendo mis facultades y pasiones. Eso —¡precisamente eso!— es la expresión adecuada de vivir una vida apropiadamente humana. No existe ninguna muerte en tales asuntos, solo una continuación de ese progreso del que debería depender el significado de la vida humana, para todos.

Ahora rondamos la amenaza, o el escape de la consecuencia terrible de lo que algunas naciones que actualmente reinan podrían, o no, imponerse ahora a ellas mismas.

Se podría decir más, pero al mirar al futuro posible, como he indicado anteriormente aquí, se debe reconocer como una devoción continua al proceso de alcanzar, desde nuestro hábitat terrestre, aquellos momentos maravillosos que ya he experimentado hasta ahora.

 

Notas