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Cómo detener una guerra que ya comenzó


El vicepresidente Dick Cheney (der.), insiste que hay que ir a la guerra contra Iraq, porque ésta tiene armas químicas y biológicas, sin decir que EU le dio esas armas a Iraq.


por Jeffrey Steinberg

La mayoría de los 1.000 asistentes a la presentación magistral de Lyndon LaRouche en la conferencia conjunta del Instituto Schiller y la Junta Internacional de Comités Laborales, el 31 de agosto de 2002, regresó para las presentaciones de la tarde de Jeffrey Steinberg, acerca de cómo detener la amenaza de guerra contra Iraq, y de Dennis Small, sobre el factor LaRouche en la solución al actual derrumbe económico y a la crisis en Iberoamérica, a la luz de la historia del papel de Lyndon LaRouche en el continente durante los últimos 20 años. A continuación, la presentación inicial de Steinberg.

Quiero darle la bienvenida al público y a aquellos que participan a través del internet en esta conferencia. Quiero alentarlos a participar haciéndonos llegar sus preguntas.

El tema de esta tarde es el trabajo de organización a nivel internacional, específicamente, nuestro trabajo organizativo internacional para detener la guerra y el genocidio en marcha, en particular, el genocidio que se lleva a cabo en este hemisferio. Yo seré uno de los expositores de esta tarde, junto con Dennis Small, quien es el director de EIR para Iberoamérica y miembro del Comité Ejecutivo Nacional y del Comité Ejecutivo Iberoamericano de la Junta Internacional de Comités Laborales. Queremos dedicar la exposición de esta tarde a la memoria de la vida y obra de nuestro colega Carlos Cota, quien falleció en marzo de este año. Él era miembro del ejecutivo de la organización iberoamericana, e hizo grandes aportes a nuestro trabajo organizativo, y al trabajo en general sobre las políticas de integración latinoamericana, que ahora, más que nunca, son necesarias.

El titulo de mi presentación es, "La creciente resistencia a la guerra contra Iraq", pero me gustaría proponer el cambiarlo por, "Cómo detener una guerra que ya comenzó". Ya en este instante, obviamente, todo mundo de inmediato se centra en el peligro inminente de que el gobierno de Bush, contra todo consejo internacional cuerdo, lance una nueva guerra contra Iraq. Y gran parte de lo que ustedes ven y oyen en los noticieros de televisión y en los periódicos todos los días —el debate que hay— gira en torno a la cuestión de si empezará una nueva guerra en Iraq.

Esa guerra bien podría ya haber comenzado —y no hubiera sido una guerra contra Iraq, sino una guerra a escala mundial del tipo de la "Guerra de los 30 Años", comenzando por el Oriente Medio, pero esparciéndose con rapidez a cada rincón del globo—, y la única razón por la que no ha empezado, es la iniciativa que este movimiento político internacional comenzó hace unas 5 semanas (no creo que nadie piense que Brent Scowcroft y James Parker III podrían ser los responsables de detener esta guerra).

Hace unas 5 semanas, Lyndon LaRouche lanzó una iniciativa, en la que toda persona en esta sala jugó un papel importante para relizarla. Esa iniciativa [anunciada por LaRouche en un programa de radio el 27 de julio] era distribuir 5 millones de volantes por todos los Estados Unidos. Hubo una versión inicial del volante que se enfocó en [los senadores de la facción de la guerra contra Iraq,] Lieberman y McCain; pero después, la segunda versión del volante, del que se distribuyeron 4 millones de copias, se llamó "LaRouche puede salir elegido" y presentaba todos los asuntos críticos en sólo un par de paginas: cuáles son los asuntos importantes de la historia estadounidense y la importancia de la institución presidencial, y las mentiras y falsedades acerca de que LaRouche no es elegible, cuando sus enemigos han gastado miles de millones de dólares para evitar su elección. Su capacidad para seguir así se debilita con rapidez; pierden su dinero y surge como un momento en que todos voltean a ver a LaRouche y sus políticas como la solución a la crisis.

Hay guerra en el Oriente Medio desde 1974

De no ser por el hecho de que tomamos las calles de los EU y emprendimos un gran diálogo político con el pueblo estadounidense sobre asuntos como la guerra y el genocidio, ya estaríamos en guerra.

Esta tarde, repasaremos el tema un poco más para asegurarnos que todo mundo este bien afilado, porque la siguiente fase de nuestra campaña será aún más intensa, con una movilización mayor en las calles entre hoy y noviembre. Y si hacemos bien nuestro trabajo, venceremos esta guerra.

Para los nuevos, quiero hablar de la guerra verdadera que luchamos por detener.

Como dije, es una guerra que ya comenzó; y no se trata de Iraq ni con Saddam Hussein. Así que olvídense de todo lo que se ha dicho en cualquier órgano de comunicación, sea a favor o en contra de la guerra. Es irrelevante a la cuestión, como debemos entenderla, y como tenemos que salir de esta sala listos para organizar y vencer a aquellos que promueven la guerra.

La guerra de la que hablo —la guerra de la que habla LaRouche—, podría decirse que comenzó en 1974. Ese año, sucedieron varias cosas indispensables para el lanzamiento de la "guerra perpetua" que ha azotado a toda la región del Oriente Medio y más allá, por más de 25 años.

Ese fue el año en que Henry Kissinger promulgó el Memorándum de Seguridad Nacional 200 (NSSM-200), que un año después firmara el presidente Gerald Ford, y que ha sido la doctrina de seguridad nacional de los EU desde entonces. El propósito fundamental del NSSM-200 es que el desarrollo económico y el crecimiento poblacional en los países en vías de desarrollo es una amenaza a la seguridad nacional de los EU, y debe detenerse a cualquier costo. El argumento era, simplemente, que en aras de los intereses de seguridad nacional de los EU, se requiere con urgencia de la totalidad de los recursos naturales estratégicos del planeta. Esto sucedió durante la Guerra Fría, y por supuesto, todo se definía en términos de la lucha entre Occidente y el Imperio Soviético.[FIGURE 41]

Pero, básicamente, el concepto de Kissinger —una clásica idea maltusiana genicida— era que los EU y sus aliados anglófonos deben controlar toda la riqueza de materias primas estratégicas de África, toda la riqueza de Iberoamérica; todas las reservas estratégicas de petróleo y gas natural del golfo Pérsico; y, a cualquier precio, no puede permitírse el surgimiento, o la existencia, de ningún Estado nacional moderno, en cualquiera de estas partes del mundo.

El Oriente Medio era de particular importancia por dos razones. Primero, la riqueza petrolera de la región, la cual es una materia prima vital muy particular para el abasto de energía para la economía mundial. Segundo, el Oriente Medio es una fundamental entre Europa y Asia, y entre Eurasia y África; y, por tanto, el crear una guerra perpetua en esa parte del mundo garantiza que no pueda haber ningún desarrollo económico efectivo en Eurasia y África.

Lo segundo que sucedió en 1974, es que la oligarquía británica desplegó a uno de sus principales agentes del departamento árabe de inteligencia, Bernard Lewis, a los EU para dirigir esta política. En lo fundamental, como una especie de gauleiter (jefe de distrito durante el Tercer Reich en Alemania—ndr.) colonial, Recuerden que años más tarde, en una conferencia en Londres en 1982, Henry Kissinger se jactaría de que todo lo que hizo, lo hizo en nombre de la monarquía y la inteligencia británicas, y que nunca le fue leal a nada de los EU; en particular, no a la tradición de Franklin Roosvelt. Kissinger, un agente británico, promulgó una política que se remonta a los días de la Compañía de las Indias Orientales; y al veterano arabista británico Dr. Bernard Lewis, lo enviaron a los EU, se estableció en Princeton, Nueva Jersey, y se convirtió en el principal asesor de política exterior y de seguridad nacional del gobierno de Zbigniew Brzezinski, cuando subió al poder en 1977.

El `arco de crisis'

Lewis desarrollo una política que se conoció, a fines de los setenta, como el Plan Bernard Lewis, el cual se conmemoró en la portada de la revista Time de enero de 1979, como el "arco de crisis". Lo que Lewis básicamente planteaba, es que vamos a desestabilizar a todo el mundo musulmán, a toda la región del golfo Pérsico, porque colinda con el sur de la Unión Soviética. Vamos a crear un desastre islámico, un caos, guerras de insurgencia, a lo largo de la frontera sur de la Unión Soviética; y así es como vamos a destruirla.

De modo que, al típico estilo británico y angloamericano, el Shah de Irán fue el primer aliado estadounidense al que se traicionó y derrocó, en 1979. El efecto neto de esto fue que se preparó el terreno para una guerra de ocho años en el golfo Pérsico. El régimen de Khomeini subió al poder en Teherán; y en cosa de meses, Irán e Iraq se enfrascaron en una guerra que duraría ocho años.

Ahora bien, Zbigniew Brzezinski, en una discusión privada con el Shah de Irán, poco antes o poco después de que lo destituyeran, le presentó el NSSM-200 en una forma muy expedita. Simplemente le dijo al Shah, "no habrá otro nuevo Japón en el golfo Pérsico, y no habrá nuevos Japones al sur del Río Bravo". La política era muy clara: guerras perpetuas, caos, destrucción.

Como parte de la guerra de ocho años manipulada entre Irán e Iraq, se nos dijo que había un comité permanente dentro del gobierno de los EU, que, en esencia, regulaba el suministro de armas a ambos bandos para asegurar que la guerra durara tanto como fuera posible; y en particular, diezmaron a Iraq, que había repuntado como nación con una economía industrial moderna, una fuerza laboral altamente calificada, un sistema de educación de alto nivel, y con la capacidad de refutar la tesis de Kissinger y Brzezinski de que no habría nuevos Japones en el mundo árabe o en el golfo Pérsico. El propósito de esta guerra de ocho años era diezmar a ambos, a Iraq y a Irán. Y así, tuvimos la famosa línea de abasto de armas del Irán-Contra de Oliver North, y todo tipo de cosas que la gente comoce muy bien.[FIGURE 42]

El propósito de esa guerra era desatar el genocidio y el desastre en toda la región.

Sucedió que Iraq tenía una gran desventaja en la guerra, en el sentido de que Irán tenía una población mucho más grande. Entonces, entre las cosa que hicieron los EU, la Gran Bretaña e Israel para "emparejar las cosas" y mantener la guerra tanto como fuera posible, estuvo el proveer a Saddam Hussein de armas químicas y biológicas de los EU; por varios gobiernos estadounidenses sucesivos. De modo que hay algo un poco extraño cuando el presidente Bush y el vicepresidente Cheney se levantan y dicen, "Tenemos la obligación de ir a la guerra contra Iraq, porque Iraq tiene armas químicas y biológicas". ¿De dónde las sacaron? No sólo ya no las tienen, sino que, mientras las tuvieron, se las proveyeron los EU, la Gran Bretaña e Israel para mantener esta guerra perpetúa.

La siguiente fase de esta misma guerra fue la guerra de Afganistán contra la Unión Soviética, otra parte del Plan Bernard Lewis. Comenzó en 1979 bajo la tutela de Brzezinski, y continúo por más de una década. Y en el transcurso de esta guerra se reclutó a decenas de miles de jóvenes desesperadamente pobres —en realidad niños— de todo el mundo musulmán, el norte de África, el Oriente Medio, partes de Asia, las Filipinas, Brooklyn, de donde se les ocurra, como carne de cañón en esta operación muyahidin financiada por los EU, Inglaterra e Israel, creando un tráfico a gran escala de opio y heroína desde Afganistán y parte de Pakistán.

Así que, de nuevo, la política fue una sucesión de guerras que nunca tuvieran final. Y si observan la situación en Afganistán hoy, eso es precisamente lo que pasa, como nos advirtió de forma única Lyndon LaRouche el 11 de septiembre, y repetidas veces en los días y semanas que siguieron al inicio de los bombardeos en Afganistán, esta es una guerra que no podemos ganar.

El primer llamado de Lewis al `choque de civilizaciones'

De forma que esta es la guerra que enfrentamos. Ahora bien, todo mundo habla de al Qáeda, de Osama bin Laden y de la amenaza de los llamados fundamentalistas musulmanes, como otra razón que la gente dentro y alrededor del gobierno de Bush promueve para iniciar la guerra contra Iraq. Israel quería que empezara la primavera pasada; hay quienes presionan para que empiece mañana temprano, y muy bien pudiera suceder. Pero el argumento es tan falso como los de otros tipos de justificaciones para el genocidio que sale que porpone esta gente. El hecho es que se instó por primera vez a esta guerra de choque de civilizaciones que ahora se promueve ahora, por el Dr. Bernard Lewis en 1990, en un artículo de la revista Atlantic Monthly, llamado "Las raíces de la ira musulmana". Esto es tres años antes de que Huntington escribiera su artículo en la revista Foreign Affairs instando a una guerra contra el Islam y contra el mundo confuciano también.

Así que Huntington quiere una guerra contra 1.400 millones de musulmanes y alrededor de 1.500 millones de chinos, al mismo tiempo. Pueden percatarse de que esta gente esta totalmente zafada.

De manera que se instigó a una guerra de choque civilizaciones desde 1990. Ese mismo año, Osama bin Laden era muy conocido entre los círculos de inteligencia británicos y estadounidenses como el "Tom Marriot de Peshawar". Él trabajaba para nosotros, y prácticamente dirigía un chalet que daba la bienvenida a todos los reclutas; los muchachitos de 15 y 16 años de todo el mundo que reclutaban y enviaban a Afganistán para esta guerra perpetua. Estaban en nuestra nomina, usando en esencia el dinero de su familia para montar, tal cual, un chalet para recibir a las tropas que llegaban.

Entonces, un año después, en 1991, estalló la guerra del golfo Pérsico, y, de nuevo, es Bernard Lewis quien aparece, a principios de 1992, en un artículo en Foreign Affairs, y dice que el propósito principal de la guerra del golfo Pérsico era acabar, de una vez por todas, con todo concepto de Estado nacional, de nacionalidad y de nacionalismo en el mundo árabe y musulmán. Se acabó. Manipulamos a Siria y a otros países árabes para ir a la guerra en alianza con los EU, contra Iraq. El nacionalismo árabe ha muerto. Lo único que quede será esta nueva forma virulenta de fundamentalismo proveniente de toda estas personas que ahora regresan a sus hogares de la guerra patrocinada por los estadounidenses, británicos e israelíes en Afganistán, para armar operaciones de desestabilización de los gobiernos en sus propios países.

Ahora, desde Afganistán se difunde esta política de guerra perpetua hacia el norte de África, las Filipinas y a cada país del Oriente Medio. Es un completo desastre.

Hemos llegado al punto que, en particular después a los sucesos de la desintegración total de 1997–1998 del sistema monetario internacional posterior a Bretton Woods, entramos en la nueva fase de la guerra.

Dos cosas motivan la nueva fase. Número uno: después del derrumbe de la Unión Soviética en 1990, cuando Bernard Lewis anunció por primera vez el lanzamiento del choque de civilizaciones, ya no había un imperio que compitiera por la dominación mundial total capaz de desafiar al imperio angloamericano. Durante la Guerra Fría, fue un poco más difícil moverse a todo vapor para aplicar el NSSM-200. Con la Unión Soviética fuera del camino, eso representó la luz verde para su despliegue total. Y así, el NSSM-200 recibió el nuevo nombre de "choque de civilizaciones" de Bernard Lewis.

De manera que, al inicio de 1990, habíamos tenido una sucesión de guerras en la región, comenzando con la guerra del golfo Pérsico, la Operación Tormenta del Desierto, y ahora tenemos los preparativos para lanzar un fenómeno tipo "Guerra de los Treinta Años" mucho más impresionante y mortal en el Oriente Medio, para terminar el proceso de aplastar al Estado nacional. O, como dijo Henry Kissinger en un libro publicado hace poco más de un año, para terminar de forma permanente con el sistema del tratado de Westfalia, el sistema de los estados nacionales.

Un presidente incompetente

Esta es la guerra que enfrentamos. No tiene nada que ver con Saddam Hussein. No tiene nada que ver con Iraq; y sí todo que ver con el hecho de que un puñado de lunáticos en los EU, la Gran Bretaña, Australia, y por doquier, quieren provocar este choque de civilizaciones.

Ellos consideran que, en particular en el periodo de 1997–98, ha habido un progreso substancial en organizar a los principales círculos políticos de toda Eurasia, para que apoyen y avancen en la aplicación de la propuesta de LaRouche del Puente Terrestre Eurasiático. La ofensiva de guerra se hizo más apremiante a fines de 1998, cuando el entonces primer ministro de Rusia, Yevgeni Primakov, fue a Nueva Delhi y anunció que apoyaba la idea de una asociación estratégica entre Rusia, China e India. Esta fue la señal para que los principales gobiernos de Eurasia comenzaran a organizarse tras la convocatoria de Lyndon LaRouche para este Puente Terrestre Eurasiático, o "Nueva Ruta de la Seda".

Entonces, esta área del mundo, con mayor razón, debía señalarse para su destrucción total a través de la guerra perpetua.

Lo otro que le quedó muy claro a la gente que promueve esta política del choque de civilizaciones, era que tenían que asegurar en las elecciones presidenciales del 2000 en los EU, primero, que no se le presentara ninguna de estas ideas al pueblo estadounidenses para debatirse; y segundo, que el próximo presidente de los EU sería distinto en un sólo sentido, a saber, en su total incompetencia para el cargo. Eso era. Sólo había una pregunta en el examen. Jim Lehrer la presentó en el primer debate entre Gore y Bush: "¿Qué haría en caso de un derrumbe financiero?" Y ambos leyeron el mismo apuntador electrónico, y dijeron, "Acudiríamos a Wall Street y a Alan Greenspan para que nos dijeran que hacer".

"Perfecto, cualquiera de ustedes califica para el empleo".

Esto significa que enfrentamos un reto muy difícil. No estamos en una situación como en la de 1993 en adelante, cuando teníamos a un verdadero patriota en la Presidencia. Tenemos limpiar la Casa Blanca, la oficina oval, y llevar a cabo lo que LaRouche ha discutido en semanas recientes como un golpe constitucional en los EU. Necesitamos que la Presidencia sea una institución fuerte, y este montón de lunáticos pendencieros, consejeros del Presidente en este momento, tendrá que irse. Tendremos que con romper el chantaje que ejercen sobre el Presidente y poner de cabeza a los EU para crear las condiciones necesarias para que la política de LaRouche, y la persona de Lyndon LaRouche, formen parte del círculo cercano del Presidente. tendremos que romper el apuntador electrónico y sobrevivir lo que de otro modo es un periodo de dos años imposible de sobrevivir.

Cuando LaRouche anunció por primera vez esta política de repartir 5 millones de folletos, la gente le hizo todo tipo de preguntas: ¿Debemos enfocarnos en Washington? Todo tipo de ideas. Y respondió, "Miren, no importa donde los repartan. La acción de poner a miles de personas en las calles todos los días para involucrar al pueblo estadounidense en una discusión que se muere de ganas de tener —a saber, una discusión sobre las cuestiones reales, la depresión, la guerra, ese tipo de cosas— creará una sacudida política".

Y puedo decirles que esto tiene aturdido a Washington. Tenemos respuestas todo el tiempo. No hay otra figura política en los EU capaz de hacer esto. Un importante funcionario del Partido Demócrata dijo, "LaRouche debiera declararse a sí mismo el candidato puntero, porque no hay ningún payaso del montón que pueda sacar a la calle a miles de personas, sin mencionar que tenga el nivel intelectual necesario para siquiera escribir algo como [el documento] `LaRouche puede salir elegido' ".

La forma de detener la guerra es reclutando, organizando en grande, involucrando a la población estadounidense en un diálogo socrático riguroso.

Si han pasado por la experiencia de tratar con Lyndon LaRouche, saben que uno de los aspectos más importantes de un dialogo socrático es el humor. En Washington, tenemos un problema grave con la calidad del aire, porque la mayoría de las personas que deambulan alrededor de Washington se inflan mucho ellas mismas, y más que nada con aire muy caliente. John McCain deambula con unos electrodos que echan chispas por todos lados; y la combinación de este aire enrarecido y John McCain a punto de desatar una tormenta eléctrica en cualquier momento —en especial desde que empezó a salir este volante— quizá sea la razón por la que hemos tenido un clima tan malo en Washington en los últimos dos meses.[FIGURE 43]

Los gallinazos

El asunto es este: no busquen a estas personas como si fueran omniscientes y omnipotentes. No es así. Allá en los cincuenta, había un concepto entre los niños en edad escolar —no sé si exista en las generaciones posteriores— un fenómeno llamado "piojos". De verdad querías alejarte de cualquiera que te dijeran que tenía "piojos". Una de las cosas que queremos hacer, es darle a todo este montón de fulanos del partido guerrerista una buena dosis del fenómenos de los "piojos", para que cuando caminen por la calle, las personas cambien de acera para que no las asocien ni en lo más remoto con ellos. Y como con todos los enemigos de LaRouche, por usar una versión un poco modificada de su lenguaje, que es más fuerte, decir, "Todos mis enemigos son unos hijos de perra".

En particular, entre los principales proponentes de una guerra perpetua en el Oriente Medio, hay un grupo de funcionarios del gobierno de Bush a los que antes de las elecciones se les llamaba los Vulcanos, y después de la elección se les conoció como la cábala de Perle y Wolfowitz. Hay algo muy interesante sobre estos tipos. Mientras que todos los militares de más alto rango en los EU se han opuesto con firmeza a esta siguiente fase propuesta de guerra perpetua, desde el jefe de Estado Mayor, hasta el general [Anthony] Zinni, quien fuera jefe del Comando Central hasta hace un año, y que ahora es asesor político de Colin Powell, Powell, quien era jefe del Estado Mayor Conjunto y el [general Brent] Scowcroft; todas estas personas se oponen a la guerra porque saben que desatará este tipo de guerra religiosa, de choque de civilizaciones, que llevará una Era de Tinieblas. No es una guerra que pueda ganarse.

Y todos los que se proclaman los halcones de la guerra, nunca han tenido en sus vidas nada de experiencia militar. alguna otra gente, a partir de la intervención que hicimos contra McCain, Lieberman, y todo este aparato de la facción de la guerra, tiene la idea de que hay algo cómico en esto, que es un arma muy poderosa.

Así que los trapitos que empezaron a salir al sol hace unas semanas, son que, si escrutinas las carreras —los currículos vitae— de todos estos altos funcionarios del Pentágono, funcionarios del Departamento de Estado, asesores de seguridad nacional, incluso el vicepresidente Dick Cheney, ninguno ha prestado servicio militar alguno. Así que los han rebautizado, ya no como los Vulcanos, ni como la cábala de Wolfowitz y Perle, sino como "los Gallinazos".

Veamdos algunos de estos tipos.

Paul Wolfowitz: subsecretario de Defensa, uno de los principales aspirantes a imperialista, recibió una serie de exenciones universitarias y nunca prestó un sólo día de servicio militar.

Richard Perle: el "príncipe de las tinieblas", un espía israelí de motu propio, amigo de Ariel Sharon, recibió una serie de aplazamientos a su reclutamiento, y nunca prestó servicio militar.

Doug Feith: un tipo interesante, su padre, junto con otros, fundó el movimiento de Jabotinsky, es un radical likudnita de segunda generación, un verdadero halcón guerrero, pero nunca prestó servicio militar.

David Wurmser: ahora trabaja en el Departamento de Estado bajo la supervisión de John Bolton, otro de los superhalcones y superlikudnitas, tampoco prestó nunca un sólo día de servicio activo, y no sabe absolutamente nada de asuntos de guerra.

Meyrav Wurmser: esposa de David, a lo mejor estuvo en las Fuerzas de Defensa de Israel; no tenemos una biografía completa de ella. Pero sabemos que acaba de recibir su doctorado de la Universidad George Washington, por un perfil biográfico de Vladimir Jabotinsky. Entonces, ella misma se ubica en el realme de los fascistas autodeclarados.

Vicepresidente Cheney: aun él tiene una serie de aplazamientos universitarios, y nunca prestó servicio militar.

Ya le sacamos sangre al frente de Lieberman y McCain. Hemos llegado al punto en que ellos ya no pueden ir agarrados de la mano por los pasillos del edificio del Senado. Se han vuelto un perjuicio el uno para el otro por todo lo que hemos hecho, con los volantes y la distribución en grande de EIR. Sabíamos que ellos no representaban nada bueno, que eran unos mafiosos, que estaban en manos del crimen organizado. Pero la verdad los subestimamos, hasta que los pusimos bajo la lupa.

John McCain: prestó servicio militar. Y su carrera militar es quizás uno de los asuntos más controvertidos que hay. Lo hicieron prisionero de guerra en Vietnam del Norte por varios años. Hay muchas versiones diferentes de lo en realidad sucedió ahí. Lo que sabemos, es que cuando regresó sus colegas en el Congreso, y más tarde en el Senado, lo reconocieron como el tipo que es un verdadero candidato manchuriano. No está muy completo, tiene electrodos en donde debería haber neuronas.

La amenaza tipo 11 de septiembre

La idea es ridiculizar a estos tipos.

Déjenme decirles un secreto. Yo estaba en la universidad durante le periodo de la Guerra de Vietnam, y cuando se realizó el sorteo de reclutamiento en 1969, no me sentí triste por haber sacado un numero bajo, y porque no iba a ser reclutado. Por otro lado, no pretendo pararme frente a ustedes aquí y decir que soy el más grande estratega militar desde los tiempos de Douglas MacArthur; este es el tipo de locura que promueven estos tipos. Si tuvieras un problema de salud grave, de seguro preferirías ir con un doctor, que con un charlatán; y eso es lo que enfrentamos aquí.

Esta banda de lunáticos pretenden crear una guerra que nno puede ganarse ni detenerse. Ese es el tipo de guerra que quieren. Y ellos mismos no son competentes ni para entender esto; pero quienes los promueven y despliegan, sí.

Aquí es donde estamos. Podemos enfrentar, de forma inminente, un nuevo ataque terrorista del tipo del 11 de septiembre; no proveniente de una baticueva en Afganistán, sino de la misma gente que perpetró el primer ataque del 11 de septiembre; personas dentro del mundo oscuro de nuestro propio estrato militar. Existe la pregunta siempre presente de exactamente qué papel jugaron todos esos "estudiantes de arte" israelíes que rondaban por los EU, antes, durante, y después del ataque del 11 de septiembre. Hay una buena razón para creer que Ariel Sharon considera algún tipo de ataque encubierto como terrorista en los EU, o contra algún objetivo estadounidense, en donde encontraremos un rastro de migajas de pan que conducirá a algún suburbio de Bagdad. Esto, para forzar la erosión de cualquier resistencia que todavía haya dentro del gobierno de Bush, y poder iniciar esta guerra en cuestión de horas, días o semanas.

Tenemos una tarea encomendada a nosotros. Pero como el señor LaRouche señaló, continuaremos con esta movilización, durante el periodo entre hoy y noviembre, cuando todo político de los EU en campaña, esté, en un sentido, en una posición cautiva. Quieren ganar, tendrán que salir a la campaña, y nosotros estaremos ahí, circulando este material, continuando las denuncias. Ese es el único factor que representa un obstáculo para que esta guerra pase a su próxima fase, más mortal. Lo que hemos visto, entre 1974 y ahora, han sido las fases preparatorias. Esta gente está loca y lo suficientemente desesperada, ahora mismo, como para irrumpir y lanzarse a una "Guerra de los Treinta Años" global de choque de civilizaciones.

Podemos detenerlos. Pero nuestra única arma es el proceso organizativo a gran escala, aquí en los EU, y en el resto del mundo. Si lo hacemos, no sólo detendremos la guerra, sino que mandaremos a toda esta parvada de gallinazos de regreso a las universidades y centros de intelectuales con la cola entre las patas, completamente desacreditados. Y entonces, estaremos en posición de poner un equipo diferente de gente dentro y alrededor de este gobierno, para asegurar que se siga el programa de LaRouche, en vez del de Bernard Lewis.

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