Otros artículos importantes

El primer 'éxito' de Sachs
Cómo se volvió adicta a la cocaína la economía de Bolivia

por Dennis Small
(R.E. 15 de enero de 1992)

Las naciones de Eurasia que se han liberado recientemente del comunismo se ven ahora amenazadas por una nueva y más perversa forma de esclavitud. La casta gobernante angloamericana les dice que, si quieren resolver sus problemas económicos, deben adherirse al sistema económico "libre" de Occidente y que esto significa adoptar las condiciones de austeridad del Fondo Monetario Internacional y las "reformas de libre mercado" del enfant terrible de la Universidad de Harvard, el economista Jeffrey Sachs.

Hasta ahora, el programa de Sachs se ha aplicado en Polonia. Sachs es asesor del gobierno de Eslovenia. Sus ideas penetran al gobierno de Hungría por las sucursales de Budapest de compañías de asesoría privadas como Arthur D. Little y Arthur Anderson. Sachs ha recorrido varias repúblicas de la desaparecida Unión Soviética dando conferencias. Según su curriculum vitae oficial, es "asesor económico de varios gobiernos de América Latina y Europa del Este", aunque su oficina se niega a decir cuáles.

El presunto mérito de Jeffrey Sachs es que demostró su genio erradicando la inflación en Bolivia entre 1985 y 1987, su primer "gran éxito". La inflación boliviana bajó de una tasa anual de más de 20.000 por ciento en 1985 a cerca del 11 por ciento en 1987.

Eso es cierto, como se ve en la gráfica 1.

Sólo que Sachs detuvo la inflación destruyendo lo poco que había de productivo en la economía de Bolivia y abriendo de par en par las puertas al narcotráfico internacional para que viniera a llenar el vacío que él había ayudado a crear y consolidara su dominio mortal de la economía. De hecho, la "victoria" de Sachs sobre la inflación boliviana es como la del doctor que, para "curar" al paciente de su presión sanguínea elevada, lo mata.

Veamos los rasgos sobresalientes de lo que el demente doctor de Harvard le hizo en realidad a Bolivia a mediados de los ochenta.

Terapia de choque

En septiembre de 1985, Víctor Paz Estenssoro se posesionó del cargo de presidente de Bolivia. A las tres semanas comenzó a aplicar el programa económico radical que le elaboró Sachs. De hecho, Sachs dirigió todo el programa directamente, en persona. Para citar la introducción del ensayo de 1988 de Sachs Bolivia: 1952–1986: "me volví el asesor cotidiano de la aplicación del programa por un período de dos años".

Con admiración, el gurú económico liberal Arnold C. Harberger catalogó el programa de Sachs para Bolivia como el "esfuerzo de estabilización más impresionante en la historia de América Latina". ¿De qué se componía?

Primero, el sistema financiero boliviano fue efectivamente "dolarizado". Esto significó:

* ligar al peso boliviano, de manera forzada, al dólar estadounidense, con una cotización fija;

* devaluar el peso 93 por ciento de la noche a la mañana;

* convertir el dólar de hecho en la unidad de cuenta monetaria (para precios, etcétera) de la economía boliviana; y, lo más importante;

* renunciar a la facultad soberana de generar el crédito interno, lo que puso al país a merced del dólar (y de la junta directiva de la Reserva Federal de los Estados Unidos).

Segundo, se redujo drásticamente el déficit presupuestario del gobierno. Lo cual se logró por medio de:

* la "mejora de los precios del sector público", en palabras de Sachs, lo cual quiere decir que los precios de los bienes y servicios del gobierno se fueron a las nubes (por ejemplo, el precio de los combustibles aumentó diez veces);

* la "reducción del empleo en las empresas estatales ... y cuantía menor de los pagos reales". Lo cual quiere decir, traducido de la lengua de Sachs, que se despidió hasta dos tercios de los trabajadores de las compañías del petróleo y del estaño, y que el salario real de los que siguieron empleados se redujo radicalmente; y

* la suspensión tajante de la inversión gubernamental.

Tercero, se instituyó la liberación comercial: se eliminaron los aranceles, con lo que se dejó sin protección alguna a la industria local.

Y cuarto, se adoptó una medida peculiar en cuanto a la deuda externa de Bolivia, medida que Sachs denomina "incumplimiento consensual". En otras palabras, Sachs elaboró un acuerdo de Bolivia con el Fondo Monetario Internacional y los bancos acreedores, por el cual esos organismos aceptaron la suspension total de los pagos del servicio de la deuda por varios años, a cambio de la adopción de todas las medidas de Sachs.

Según Sachs, esto fue necesario por una consideración política decisiva:

"En la medida en que el público creyera que la reducción del presupuesto se hacía en interés de los bancos extranjeros y de la economía nacional, dicha reducción estaba condenada a provocar una tormenta política aún peor que la fiera oposición normal a los recortes presupuestarios. Este riesgo se exacerbó por el hecho de que la austeridad presupuestaria estaba ligada a un programa del FMI, lo que hacía aún más obvio el vínculo, tan delicado políticamente, entre los recortes del presupuesto y los pagos de la deuda externa... [Con la negociación de un incumplimiento temporal] en la parte política, el gobierno pudo tomar medidas severas de ajuste sin enfrentar la acusación de estar al servicio de los acreedores externos".

¿Cómo manejó el gobierno boliviano la oposición política que de todos modos provocó el programa de Sachs y que incluyó el llamado de huelga general que hizo la principal organización sindical del país? "Se declaró el estado de sitio temporal de acuerdo con la Constitución y la huelga se rompió con rapidez", dice Sachs, como si nada.

Es fácil ver que las medidas de choque aplicadas en Bolivia son prácticamente idénticas a las medidas económicas liberales aplicadas ahora, cinco años después, en toda Iberoamérica bajo la tutela del FMI. Son las mismas medidas que ahora se exigen a todas y cada una de las naciones de Eurasia recién liberadas. Y tendrán las mismas consecuencias que tuvieron en Bolivia hace cinco años.

El efecto en la economía boliviana

Las medidas de Sachs provocaron la bancarrota deflacionaria casi instantánea de la economía boliviana. Por ejemplo, la gráfica 2 muestra que el producto nacional bruto (PNB) per cápita disminuyó significativamente en los cinco años siguientes a la terapia de choque de Sachs, cierto que como continuación de un proceso iniciado años antes. Más directamente relacionada está la forma en que el programa de Sach destruyó la inversión interna neta per cápita, la cual venía creciendo hasta 1985, para luego desplomarse en casi 50 por ciento como resultado de los métodos de tumba y quema de Sachs.

Pero no todo se derrumbó con la terapia de Sachs. Por ejemplo, prosperó la producción de la hoja de coca, que empezó a crecer a un ritmo aún más rápido que a comienzos de los ochentas. De hecho, la cosecha total de coca creció en casi 125 por ciento entre 1985 y 1990. En la actualidad, la cocaína obtenida de la coca de Bolivia representa cerca del 37 por ciento de la cocaína que se vende en las calles de los Estados Unidos. Su precio al menudeo es de unos 50.000 millones de dolares anuales, o sea, unas 10 veces el producto nacional bruto legal del país.

¿Cómo logró esto Sachs? Un aspecto clave fueron los cambios forzados que hubo en el empleo. Como parte de su frenética reducción del presupuesto, Sachs impuso una reducción del total de trabajadores de Comibol, la compañía estatal de estaño, de 30.000 en 1985 a 7.000 dos años después: una reducción de 77 por ciento. También logró una reducción similar de 45 por ciento en la fuerza de trabajo de la compañía estatal petrolera YPFB. El número de trabajadores de las compañías mineras del sector privado se redujo en cerca de 20.000 durante el régimen de Sachs.

Debe subrayarse que no se trata de áreas secundarias o menores de la economía boliviana: el estaño y el gas natural son los dos principales productos de exportación legal del país y lo han sido por décadas. Tienen un amplio efecto multiplicador en el empleo del resto de la economía. De hecho, se le puede atribuir a los resultados directos e indirectos del programa de Sachs un total de cerca de 150.000 despidos.

Muchos de estos desempleados se vieron obligados a buscar trabajo en las regiones productoras de coca, ya que ésta era la única actividad económica en boga. Como resultado, el número de trabajadores empleados en la producción de hoja de coca y su procesamiento se elevó súbitamente de 350.000 (17 por ciento de la fuerza laboral) antes de que Sachs aplicara su magia, a cerca de 700.000: un tercio de la fuerza laboral (gráfica 3).

Genocidio deliberado

¿Fue todo esto un error desafortunado, un error de cálculo de parte del bien intencionado chico maravilla de Harvard y sus patrocinadores de la casta gobernante? Nada de eso. La ruina de la economía productiva de Bolivia y el aumento galopante de su comercio de drogas fue el resultado deliberado y consciente de las medidas de Sachs.

Lo mejor es ver lo que el mismo Sachs declaró descaradamente en su ensayo de 1988 Bolivia: 1952–1986:

"Para conservar el equilibrio fiscal, el gobierno tuvo que emprender una batalla brutal para reducir la nómina de Comibol y YPFB. Aunque fiscalmente necesarios, los resultados fueron sorprendentes y ciertamente reflejan una tragedia social. Comibol redujo su nómina de cerca de 30.000 trabajadores en 1985 a sólo 7.000 en 1987. Muchos de estos trabajadores están desempleados todavía, empleados parcialmente o se fueron a buscar trabajo a las regiones productoras de coca. Los pueblos mineros mismos quedaron diezmados".

Armado con esta información de lo que fue realmente la "gran victoria" de la Bolivia de Jeffrey Sachs, no le será difícil al lector imaginarse lo que le sucederá a las naciones de Europa central y oriental y de la difunta Unión Soviética, de ser tan tontas de adoptar las medidas liberales de Sachs y el Fondo Monetario Internacional.


"Para conservar el equilibrio fiscal, el gobierno tuvo que emprender una batalla brutal para reducir la nómina de Comibol y YPFB... Comibol redujo su nómina de cerca de 30.000 trabajadores en 1985 a sólo 7.000 en 1987. Muchos de estos trabajadores están desempleados todavía, empleados parcialmente o se fueron a buscar trabajo a las regiones productoras de coca..."

<<Página Anterior