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Jorge Castañeda, el hombre del narcolegalizador Soros en México


El megaespeculador y narcolegalizador George Soros

por Rubén Cota Meza

"La fundación Soros todavía no opera en México. Pronto lo hará y estará encabezada por el ex secretario de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda", escribió el 5 de febrero pasado, en el periódico Milenio de la ciudad de México, Federico Arreola, vicepresidente ejecutivo del Grupo Editorial Multimedios, que edita también diarios en Monterrey y Guadalajara. Según Arreola, Castañeda usará los fondos del "célebre especulador" George Soros para su "carrera de la sucesión presidencial que, por supuesto, arrancará en cuanto concluyan las elecciones intermedias del próximo verano".

Aunque lo que dice Arreola no se ha oficializado, ni Castañeda ni Soros lo han negado. Y no es de extrañar, dadas las estrechas relaciones de tiempo atrás entre ellos y sus propósitos comunes de acabar con México como Estado nacional y de legalizar el narcotráfico.

En octubre de 1998, en la víspera de la sesión especial de la Asamblea General de la ONU sobre drogas, Soros, el megaespeculador pro legalización de las drogas a nivel mundial, pagó un desplegado a página entera en el periódico New York Times, en el que alega que la guerra a las drogas ha provocado más daño que el consumo mismo de estupefacientes prohibidos, por lo cual debe legalizarse su producción, tráfico y consumo. El responsable de dicha publicación es Ethan Nadelmann, durante muchos años director ejecutivo del Centro Lindesmith y actualmente director ejecutivo de la Alianza para la Política de Drogas de Estados Unidos, organizaciones financiadas, ambas, por Soros. Entre las decenas de firmantes del desplegado que se adhieren a la postura de Soros, se encuentra Mariclaire Acosta, entonces presidenta de la Academia Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos de México.

Dos años después, Castañeda, como secretario de Relaciones Exteriores del presidente Vicente Fox, crearía dos nuevas subsecretarías para impulsar, desde México, el plan narcolegalizador de Soros. En la subsecretaría especial de "Derechos Humanos", Castañeda puso a Mariclaire Acosta, y en la de "Asuntos Globales", a Patricia Olamendi, a cuyo cargo estaría la revisión de la política de la ONU sobre drogas que se acordó en la sesión especial de octubre de 1998. Según informó Narco News, el servicio informativo sobre la legalización de las drogas, el 3 de noviembre de 2002, Ethan Nadelmann "pasó dos días en reuniones privadas en la cancillería mexicana" antes de presentarse en una conferencia pública en el Centro de Información y Docencia Económica (CIDE), donde expuso que "la legalización se está volviendo cada vez más aceptada como una opción" y "resaltó los severos cambios que han ocurrido desde que comenzó a visitar México" a partir de 1988, invitado por El Colegio de México. Con dinero de Soros, Nadelmann patrocina los "premios" de la Fundación Tides con los que los narcolegalizadores financian sus actividades; y Narco News es uno de los "premiados".

Pero, ¿qué fue lo que Nadelmann, el hombre de Soros para la legalización del narcotráfico, discutió en reuniones privadas con Castañeda? Desde luego que la Cancillería mexicana no informó de tales discusiones, pero es de suponerse que Nadelmann vino al menos a supervisar la revisión de la política de drogas de la ONU con Castañeda, Acosta y Olamendi, para orientarla conforme los deseos de su patrón.

Los "severos cambios" a favor de la legalización del narcotráfico que refirió Nadelmann en el CIDE, donde lo acompañaron los académicos Jorge Chabat y Bruce Bagley, son, precisamente, que lograron colocar a Castañeda en tan alta posición. La postura del futuro director de la Fundación Soros en México, Jorge Castañeda, a favor de la legalización y su relación personal con Soros, viene de años atrás.

Después del triunfo electoral de Vicente Fox el 2 de julio del 2000, Castañeda, entonces miembro del "equipo de transición", elaboró unos "Apuntes de política exterior para el gobierno de Vicente Fox: 2000–2006". Los "apuntes" de Castañeda se publicaron como un capítulo del libro "Chile–México, dos transiciones frente a frente", que editó el embajador de Chile en México, Luis Maira. Ahí, Castañeda define "seis desafíos" para las relaciones exteriores de México, de los que uno es "la despenalización a largo plazo de ciertas sustancias actualmente ilícitas" y la "utilización de mecanismos de mercado para aminorar los estragos procedentes del carácter prohibido del comercio de estupefacientes".[FIGURE 1]

El 28 de noviembre de 2000, en su primera entrevista con el periódico La Jornada, ya como secretario de Relaciones Exteriores, le preguntaron a Castañeda: "En cuestión de drogas, plantean negociar un nuevo enfoque. . . incluso hablan de legalización de las drogas". A lo que respondió: "Esto último lo expuse en foros estadounidenses, incluso con personalidades muy conservadoras como Milton Friedman, George Soros: hay que ver internamente estos elementos de manera más flexible, moderna y actualizada".

Soros, hacedor de presidentes

Alejandro Toledo llegó a la presidencia de Perú tras el golpe de Estado que promovió Wall Street y el Departamento de Estado contra Alberto Fujimori, echando mano del movimiento Perú Posible de Toledo. En el transcurso de su campaña electoral, Toledo admitió públicamente haber recibido un millón de dólares de parte de Soros.

Otra fuerte inversión de Soros en la región andina proviene de Human Rights Watch/Américas, el frente de Soros para defender los "derechos humanos" de los narcoterroristas en la región. Soros también actúa a través de la Comisión Andina de Juristas (CAJ) que funciona, de hecho, como sucursal de Human Rights Watch. Diego García Sayán fue director ejecutivo de la CAJ, hasta que lo nombraron ministro de Justicia del gobierno de transición de Javier Paniagua, y luego canciller del gobierno de Toledo. García Sayán seguido se reúne con Ethan Nedelmann, con quien comparte la defensa de la legalización de las drogas.

Con la CAJ trabaja estrechamente el Consejo Andino de Productores de Hoja de Coca (CAPHC) y su dirigente Evo Morales. Hace poco, el CAPHC amplió sus actividades por medio del Movimiento al Socialismo de Bolivia, hoy en una rebelión que pretende llevar a la Presidencia de Bolivia al propio Evo Morales usando la violencia. Los días 13 y 14 de marzo de 1996, la CAJ y el CAPHC celebraron una conferencia conjunta por la legalización de la producción de coca, en la que participó uno de los socios británicos de Nadelmann. Otro de los dirigentes de los "cocaleros" bolivianos, Felipe Quispe, estuvo el pasado 14 de febrero en Mérida, Yucatán, para participar en la conferencia internacional, "Terminando con la prohibición de las drogas en el siglo 21", al lado del ex procurador general de Colombia y ex embajador de ese país en México, Gustavo De Greiff; del italiano Marco Perduca, embajador ante la ONU del Partido Radical Trasnacional; David Boren, director ejecutivo de la Red Coordinadora para la Reforma de las Drogas en EU; y el diputado federal mexicano por el PRD, Gregorio Díaz Germán.

Ese mismo día, Castañeda hizo su primera aparición pública en México ante estudiantes del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) de la Compañía de Jesús, cuyo rector y ex presidente del organismo de "derechos humanos" de los jesuitas, el sacerdote David Fernández, es otro de los partidarios de la legalización de las drogas.

Por último, el nuevo partido político mexicano México Posible —que copia el nombre del partido de Toledo y García Sayán en Perú—, impulsado por el activista de los "derechos humanos", agente del National Endowment for Democracy en México y catedrático de El Colegio de México, Sergio Aguayo Quezada, inició su proselitismo político para las próximas elecciones para diputados federales pronunciándose por la legalización de la marihuana. A México Posible también se le conoce como el "Partido de Jorge Castañeda".

Todo indica que Castañeda y Soros "ya se fumaron la pipa de la paz".

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