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Al aprobar una resolución propuesta por Tom Lantos
Demócratas ayudan a los duros del Likud a sabotear el plan de paz

Nada prueba más la urgencia de acabar con el llamado Consejo de Liderato Demócrata (DLC, siglas en inglés) que lo que hizo la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos el 25 de junio, cuando por una votación de 399 a 5, aprobó una resolución apoyando la política de "asesinatos preventivos" de Israel, propuesta por Tom Lantos, un demócrata por el estado de California.

Los fanáticos en Washington y Tel Aviv están empecinados en descarrilar el cronograma para lograr la paz en el Oriente Medio mediante el establecimiento de un Estado de Palestina en coexistencia pacífica con Israel. El voto descabellado se dio cuando el proceso de paz entraba en una fase crítica. La asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca, Condoleezza Rice, viajaba a Israel a reunirse con Ariel Sharon, el Primer Ministro de Israel, y con Abu Mazen (Mahmoud Abbas), el Primer Ministro de la Autoridad Palestina; los israelíes habían acordado retirarse de ciertas áreas de la Franja de Gaza; y Colin Powell, el Secretario de Estado de los EU, no sólo condenó a los israelíes por el asesinato de un dirigente de Hamas, sino que los instó a retirar sus fuerzas de ocupación de todos los pueblos de Cisjordania.

Ese fue el momento que Lantos escogió para hacer de las suyas, alcahueteado por sus colegas demócratas, temerosos de las represalias que pudieran lloverle del DLC y otros intereses de no apoyar a Lantos, quien le hacía el trabajo sucio a Tom Delay, vicepresidente de la bancada republicana en el Congreso. La resolución culpa a los palestinos de toda la violencia ocurrida en la región desde que las partes aceptaron la llamada "Carta de Rutas" en la reunión cumbre que sostuvieron el presidente George W. Bush, Sharon y Mazen, el 4 de junio en Aqaba. También exige el repudio del concepto del "ciclo de violencia" porque implica una equivalencia moral entre los palestinos que mueren a manos de los israelíes con los israelíes muertos por palestinos. Además, respalda todas las medidas tomadas por Israel "en defensa propia".

En los 22 días comprendidos desde la reunión cumbre y el 25 de junio, cuando el Congreso aprobó la resolución, los israelíes asesinaron a 64 palestinos, de los cuales menos de un tercio eran "militantes"; el resto de las víctimas eran civiles inocentes, entre ellos mujeres, niños y ancianos. La resolución de Lantos alega falsamente que la dirigencia palestina rehusa acabar con el terrorismo, y señala los 24 israelíes que los palestinos mataron desde el 4 de junio, pero no menciona ni uno de los 64 palestinos asesinados por los israelíes en el mismo lapso.

Judíos y musulmanes que quieren la paz condenaron la resolución, entre ellos el Foro de Política de Israel, y los Musulmanes de EU por Jerusalén.

En cuanto a Delay, es un harmagedonista que constantemente cita supuestas profecías de la Biblia al efecto de que un Estado palestino contravendría "la ley de Dios". Entre sus aliados en Israel, están el ministro de Finanzas y ex primer ministro Benjamín Netanyahu, y el ministro de Turismo Benny Alon, quien viajó a los EU en mayo para impulsar el "traslado"(léase, la expulsión) de los palestinos de Cisjordania. Según el Washington Post del 10 de junio, cuando Bush expresó molestia por el atentado israelí contra el dirigente de Hamas Abdel Aziz Rantisi, DeLay se reunió con él y amenazó con presentar una resolución apoyando los asesinatos ante el Congreso.

Otro de sus copensadores, Uzi Landau, miembro del gabinete de Sharon, dijo en una conferencia de prensa que sostuvo en Washington el 26 de junio, que Israel no cumpliría con el plan de paz, a no ser que se destruyera a Hamas "en una semana a diez días". Landau ya había condenado el plan como "una victoria del terrorismo. La Carta de Rutas es el documento más peligroso jamás encarado por Israel. La tragedia de Oslo no será nada en comparación con la catástrofe de la Carta de Rutas". Esa fue la ideología que llevó al asesinato del primer ministro de la paz Isaac Rabín. ¿Están estos fanáticos listos a matar de nuevo? Semejante tragedia no sólo sería catastrófica para el Oriente Medio, sino para el mundo entero. De allí que acabar con el DLC, y con los demócratas como Lantos que le sirven de alcahuetes a los gallinazos estadounidenses y a los línea dura de Israel, no es un asunto interno de los EU, sino que nos compete a todos ayudar a LaRouche a lograrlo.

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