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LaRouche en Turquía:
'A mí me toca sacar a Cheney del poder'


Lyndon LaRouche recibe el 'Atatür de Oror' otorgado por La Cámara
de Comercio de Ankara (Turquía, junio 2003)

por Muriel Mirak y Nancy Spannaus

Cuando el secretario de Defensa de los Estados Unidos Paul Wolfowitz y sus compinches gallinazis trataron a Turquía con desdén, y le exigieron pedir "disculpas" por rehusarse a respaldar la guerra ilícita de los EU contra Iraq, los dirigentes políticos, militares y de los órganos informativos de turquía no se limitaron simplemente a lamentarse. Más bien, la actitud imperial ofendió en lo más profundo a los turcos, quienes, no obstante los firmes lazos de alianza que por medio siglo los han unido a los EU, sienten mucho orgullo por su independencia y soberanía, protegidas principalmente por sus militares.

De allí que los dirigentes turcos respondieran con fuerza política, invitando a Lyndon H. LaRouche, aspirante a la candidatura del Partido Demócrata a la Presidencia de los EU en las elecciones del 2004, a visitar su país para hablar precisamente sobre los asuntos por los que Turquía ha chocado con Wolfowitz y compañía. La visita de LaRouche, quien sostuvo varios encuentros con las élites turcas del 13 al 18 de junio, cambió el estado anímico de Turquía, del pesimismo, a la esperanza de que puedan repararse las relaciones turco–estadounidenses, no porque Ankara capitule a los dictados imperiales, sino por el cambio fundamental en los EU que impulsa la campaña de LaRouche.

La invitación a LaRouche, el candidato que lleva la delantera en popularidad a sus contricantes demócratas, y a su esposa, Helga Zepp–LaRouche, vino de la revista turca Yarin, un mensuario que favorece el desarrollo de Eurasia, y el cual ha publicado varios escritos de LaRouche en los últimos 18 meses. Yarin concertó para que LaRouche fuera el orador de fondo en una conferencia que tuvo lugar en Estambul, bajo el copatrocinio del departamento de asuntos culturales del municipio de esa ciudad, titulada "Eurasia: Una nueva llave para el desarrollo mundial y la paz", y también de otra sobre el mismo tema que tuvo lugar el 16 de junio en Ankara, la capital turca, patrocinada por la Cámara de Comercio. Además, LaRouche sostuvo varias conferencias de prensa y concedió muchas entrevistas, lo que redundó en una amplia cobertura en los órganos de difusión.


Lyndon y Helga LaRouche en una reunión privada con el ex-ministro
turco Necmettin Erbakan

Desde su primer encuentro con los periodistas que le dieron la bienvenida a su llegada al aeropuerto internacional de Estambul, donde sostuvo una breve conferencia de prensa, LaRouche sentó la pauta. En una entrevista con la cadena de televisión CNN-Turca esa misma noche, LaRouche dijo que la política del actual Gobierno de los EU la elaboró el vicepresidente Dick Cheney en los 1990, pero que sólo pudo ponerse en práctica por los efectos de los sucesos del 11 de septiembre. Subrayó que la política imperial la impulsa una pequeña camarilla de fascistas, que se valen de la amenaza de que están dispuestos a recurrir a las armas nucleares, y entre cuyos miembros se cuentan el secretario de Defensa Donald Rumsfeld; el subsecretario Wolfowitz; Richard Perle, de la Junta de Asesoría de Política de Defensa del Pentágono; Lewis "Scooter" Libby, oficial mayor del despacho del vicepresidente Cheney; y unos cuantos otros.


Lyndon LaRouche durante una entrevista para la CNN en Turquía

LaRouche dijo que su cometido es encabezar la lucha para procesar a Cheney, el líder de la "junta" golpista, y sacarlo a él y a sus compinches del poder. Aunque reconoció la importancia de la gran oposición internacional que hay contra la guerra de Iraq y la política imperial, LaRouche recalcó que, dado que los EU son una potencia nuclear, el resto del mundo no puede ponerle alto por sí solo. "Es necesario que nosotros, que estamos dentro de los EU, movamos los hilos", dijo LaRouche en una entrevista con el canal 7 de television. Ahora empieza a suceder, dijo, como muestra el hecho de que otras figuras políticas tales como Brent Scowcroft, quien fuera asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca en el Gobierno de Bush padre; John Dean, alto funcionario en el Gobierno de Richard Nixon; el ex secretario de Estado en funciones Lawrence Eagleburger; y dirigentes del Congreso han entrado en la lucha contra Cheney y Cía.

Una vez que caiga esta junta, dijo LaRouche, puede meterse en cintura al presidente George W. Bush y cambiar su política de forma radical. En cuanto al Oriente Medio, dijo que esto significaría darle media vuelta al daño causado por la guerra de Iraq, poniendo en práctica el cronograma de paz de la llamada "Carta de Rutas", "aun si eso significa tumbar al Gobierno de Sharon, lo que los EU pueden hacer de ser necesario".

Turquía y el Puente Terrestre

Una vez restablecido el orden constitucional en Washington, dijo LaRouche, lo importante será encarar la crisis económica con alternativas al caos en ciernes. A este respecto, además de la reforma monetaria mundial, es necesaria la cooperación en Eurasia. Al preguntarle el entrevistador del canal 7 sobre las posibilidades de restablecer la colaboración estratégica entre Turquía y los EU, LaRouche dijo que era asunto de "juntar a la comunidad de naciones en torno a un acuerdo sobre principios comunes, y no al poder imperial".

Turquía, en el marco de grupos de naciones definidas geográficamente, "es una nación clave", lo que queda claro cuando uno le echa un vistazo al mapa: es el puente entre los Balcanes (región que hay que reconstruir) y el resto de Europa, por una parte; y por otra, es el puente entre Europa y Asia. "Debía conectarse a Turquía, a Irán y a Malasia por vía férrea, a través de la `ruta sureña' del Puente Terrestre Eurasiático", dijo. Además, Turquía tendrá un papel decisivo en resolver la crisis de escasez de agua que agobia a toda la región, un problema cuya solución es una condición previa para la paz del Oriente Medio".

En sus varias presentaciones y discusiones LaRouche ahondó en cuanto al papel que le toca desempeñar a Turquía ahora y sobre su historia. La identidad de Turquía en tanto nación, dijo, se forjó de la combinación de su legado de la tradición otomana, caracterizada por la coexistencia de varias nacionalidades, religiones y grupos étnicos, y el papel desempeñado por Mustafá Kemal (Atatürk), el fundador de la Turquía moderna.


LaRouche es entrevistado en el programa Ceviz Kabagu
transmitido por A-TV de Turquía

El efecto de la visita de LaRouche a Turquía fue inmediato y profundo. Fue entrevistado el 14 de junio por Hulki Cevizoglu, el popular conductor del programa semanal Ceviz Kabagu que transmite A-TV. El programa, que tiene la mayor sintonía entre los programas de entrevistas en Turquía, se transmite internacionalmente por satélite, y es muy popular entre los turcos que viven en Europa y los EU. A lo largo de las tres horas que duró la entrevista, LaRouche pudo ahondar sobre varios de los temas que trató durante su visita. Su presentación causó mucho entusiasmo en las colonias turcas de estos países. Asimismo, la prensa turca, tanto en el país como en el extranjero, publicó varios reportajes sobre la gira. De manera que, para cuando al precandidato llegó a Ankara para dictar su segunda gran charla en el país, ante la Cámara de Comercio de Ankara el 16 de junio, ya pudo referirse a la reacción internacional a su visita. Posteriormente, cuando se le preguntó que opinaba de la demanda de Wolfowitz, de que Turquía debía disculparse por no unirse a los EU en la guerra contra Iraq, LaRouche respondió: "Desde que llegué a Turquía puedo asegurarle que el Gobierno de los EU, a todo sus niveles, sabe lo que he dicho aquí". En Washington "hay berrinches, o hay risa" por la visita, dijo. "Los militares están riéndose".

En cuanto a la disculpa, dijo, "yo no creo que Turquía tenga que decir nada". Añadió que su política debía ser la de los EU. "Lo que hizo Wolfowitz", dijo, "fue vergonzoso, embarazoso para los EU".

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