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El principio de veracidad
Juventud rusa: 'LaRouche es la conciencia de EU'


La juventud rusa recibió alegre el mensaje de optimismo de LaRouche.

por Rachel Douglas

Lyndon LaRouche, el precandidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, quien es famoso en Rusia como economista, estratega, filósofo y —como dice un comunicado de prensa de sus amigos de Moscú— "la conciencia de Estados Unidos", fue el primer orador de la conferencia "La ciencia y nuestro futuro: ideas para cambiar al mundo", realizada del 14 al 16 de abril en Moscú. La conferencia, que tuvo lugar en el Museo Geológico Estatal Vernadsky (MGEV) de la Academia de Ciencias de Rusia, fue copatrocinada por el MGEV, el Instituto Schiller y varias empresas. El día 14 LaRouche participó en el programa "Tardes estudiantiles" de la prestigiosa Universidad Estatal de Moscú (UEM).

En la UEM LaRouche habló del surgimiento del Movimiento de Juventudes Larouchistas en todo el mundo, y de la importancia de esta próxima generación de líderes para que la humanidad pueda tener una próxima generación en lo absoluto. En una sala abarrotada, LaRouche conversó por dos horas y media con unos 100 estudiantes.

El acto en la UEM se anunció en el sitio electrónico de los estudiantes, con una excelente biografía de LaRouche y de su labor política y científica. El anuncio finalizaba: "La actividad de LaRouche y la posición cívica que adopta, que provocan la hostilidad extrema de la oligarquía mundial, son de una importancia extraordinaria en la política mundial. Al recordarles a los estadounidenses y al mundo los principios sobre los cuales se fundó originalmente la política de EU, en particular con George Washington, Abraham Lincoln y, después, con Franklin Roosevelt, Lyndon LaRouche personifica la conciencia de Estados Unidos. Reconociendo la genialidad de los científicos rusos, LaRouche habla de la misión de Rusia con un pasmoso optimismo histórico, del cual carecen tanto nuestros propios compatriotas. Sus análisis, pronósticos e iniciativas tienen un valor único. . . para las personas que piensan en las perspectivas de la historia mundial y en el papel estratégico que Rusia debe desempeñar en la resolución de las contradicciones del mundo".

A LaRouche lo presentó el profesor Andrei Kobyakov, maestro de economía en la UEM y director de la revista Russky Predprinimatel (Empresario Ruso), quien ha escrito sobre el proceso de la burbuja financiera en la economía mundial y es autor de una crítica devastadora contra los neoconservadores en el Gobierno estadounidense. Kobyakov dijo que la primera visita de LaRouche a la UEM representó un hito histórico, que acercó a la universidad a una personalidad histórica única de nuestro tiempo, a un pensador universal como Leonardo da Vinci.

LaRouche detalló el papel potencial que Rusia puede tener a diferentes niveles. Los centros de población asiáticos necesitan corredores de transporte modernos y están hambrientos de materias primas. Rusia y Kazajstán poseen importantes reservas de materias primas en zonas subdesarrolladas y poco pobladas. En el período soviético había una perspectiva de desarrollo de la parte asiática de Rusia, misma que debe renovarse. En otro nivel, sin embargo, los recursos minerales son finitos. Así, surge la pregunta de cómo crear nuevos recursos. La humanidad podría desarrollar formas de transmutar elementos y crear materiales sintéticos. Aquí, la función única de Rusia está arraigada en la tradición de Pedro el Grande, Leibniz y la Academia de Ciencias, Mendeléiev, y Vernadsky ("mi héroe para Rusia", dijo LaRouche).

LaRouche le dijo a los estudiantes moscovitas que la juventud en todo el mundo está planteándole la siguiente pregunta a la generación de sus padres: "¿Qué clase de mundo nos han dejado?" Como pajaritos a los que han botado del nido, los jóvenes universitarios ven el mundo al que han ingresado, y lo que ven es la semilla de un conflicto grave entre generaciones.

LaRouche finalizó con una discusión personal sobre la inmortalidad y la importancia que tiene el dedicarse a una misión en la vida. Desafió a la juventud rusa a ser optimista y a encontrar el significado de la vida en hacer algo bueno.

Los estudiantes rusos le preguntaron a LaRouche sobre los conflictos religiosos y culturales entre naciones, a lo que respondió con el ejemplo de cómo él, como Presidente de EU, bregaría con el asunto religioso centrándose en la diferencia fundamental que hay entre el hombre y la bestia, en tanto asunto ecuménico. Cuando le preguntaron de la guerra en Iraq y la política estadounidense, LaRouche habló del sinarquismo: "Ellos son mis enemigos", afirmó. Los sinarquistas llevaron a los nazis al poder. Luego, tras la Segunda Guerra Mundial, se incorporó a elementos nazis al aparato de la inteligencia angloamericana. De allí proviene el vicepresidente estadounidense Dick Cheney, y LaRouche encabeza la lucha para sacarlos.

Sed por las ideas de LaRouche

La visita de LaRouche y su esposa Helga Zepp–LaRouche, fundadora del Instituto Schiller, tuvo lugar en momentos en que los analistas políticos y científicos rusos tienen gran interés en sus evaluaciones, ideas y propuestas, y coincidió con el décimo aniversario de su primera visita a Rusia, a invitación del finado Pobisk G. Kuznetsov. Desde entonces, su influencia en Rusia ha crecido a un ritmo cada vez mayor.

El director del MGEV le dio la bienvenida a la conferencia a más de 70 científicos, estudiantes y reporteros. Antes de la conferencia se publicó un artículo en el suplemento de Nauka (ciencia) del periódico Izvestia, e Itar–TASS emitió un cable, ambos mencionando la participación de LaRouche y su colega Jonathan Tennenbaum.

En su exposición de apertura de la conferencia, titulada "El ingreso a la economía de la noosfera", LaRouche retomó un tema central de su discusión con miembros de la intelectualidad rusa en los últimos quince años: la misión de Rusia en tanto la "economía angular de Eurasia", de darle salida a la humanidad de una inminente nueva Era de Tinieblas. Esta misión se concreta en el proyecto del Puente Terrestre Eurasiático, con la construcción de corredores de denso desarrollo de la economía física. La identidad de Rusia que encaja con semejante misión histórica la define, no sólo la geografía, sino una tradición nacional de genios científicos, cuyos mejores exponentes fueron el químico y economista Dmitri Mendeléiev en el siglo 19, y el biogeoquímico rusoucraniano Vladimir Vernadsky en el 20. Es en la noosfera de Vernadsky, el ámbito de la acción mental creativa del hombre, que se encuentra el potencial de desarrollar nuevas clases de recursos y, con el tiempo, de controlar el sistema solar. De hecho, LaRouche escribió un libro que se titula The Economics of the Noösphere (La economía de la noosfera).

En contraste con el poder ilimitado del trabajo científico y el desarrollo económico, LaRouche contrapuso a esto el peligro de la mentalidad de "pecera", que atrapa a la gente en sus supuestos axiomáticos, condenándola a su destrucción. Esa fue una polémica oportuna en Moscú, a sólo días de que el presidente Vladimir Putin recibiera en el Kremlin a un grupo de promotores de las peores medidas fracasadas: los economistas de la Sociedad Mont Pelerin de la escuela neoliberal de Friedrich von Hayek, apóstoles del libre comercio, la globalización, el egoísmo brutal y la codicia.

Tras el discurso de LaRouche, un representante de la Unión Europea habló de la importancia de instrumentar programas que apoyen a científicos jóvenes. Dmitri V. Rundkvist, principal científico del MGEV, habló de fomentar ideas nuevas y la creatividad intelectual, y de la necesidad de estudiar "las leyes del desarrollo de la biosfera y la noosfera", el ámbito de los recursos mentales infinitos del hombre. LaRouche también visitó el 15 de abril la Academia de Finanzas y Derecho de Moscú, donde habló de las fases de desplome posteriores a 1971 en las esferas interrelacionadas de las finanzas globales y la economía física, y de la alternativa de su Nuevo Bretton Woods.

El principio de veracidad

La conferencia concluyó el 16 de abril con una mesa redonda de los participantes más destacados. Allí, LaRouche planteó el concepto de educación que constituye el principio central del Movimiento de Juventudes Larouchistas. Se trata de un principio de veracidad, afirmó, que distingue entre el conocimiento y la mera opinión. Los jóvenes que se acercan a LaRouche en busca de la educación verdadera que no han encontrado en las universidades, dominan el trabajo de Carl Friedrich Gauss de 1799, El teorema fundamental de álgebra, que puede servirles como criterio de veracidad en su estudio de la historia, y para comprometerse con la historia actual.

Encendiendo una ola de emoción por el descubrimiento científico entre los jóvenes, afirmó LaRouche, puede revitalizarse a toda la sociedad. "Ustedes recuerden esta calidad de emoción", le dijo a los científicos rusos presentes, es lo que puede revivir la ciencia y darle una misión a la generación que ahora tiene entre 18 y 25 años de edad, que es la clave del futuro de la humanidad.

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