Otros artículos importantes

Documentación: Informe de gobierno de 1982

'México vivirá'

Extractos del sexto informe de gobierno de José López Portillo el 1 de septiembre de 1982, en el que explica su decreto de nacionalización de la banca.

La estructura productiva mundial se vio crecientemente sujetada por una estructura financiera injusta y obsoleta que clamaba como único remedio a la crisis creciente, la restricción y el desempleo [. . .]

Ciertamente, la falta de concordancia entre un adelanto industrial cuya tecnología avanza a saltos cada vez más impresionantes y una estructura financiera mundial que sólo ha respondido al reto tecnológico con el impulso primario de tratar de detenerlo, se hace cada vez más aparente. [. . .]

La peste financiera hace estragos crecientes en todo el orbe. Como en el medievo, arrasa país tras país. La transmiten las ratas y su saldo es desempleo y miseria, quiebra industrial y enriquecimiento especulativo. El remedio de los curanderos es privar al paciente de alimentos, someterlo a descanso forzoso. [. . .]

Con lo que no pudimos, fue con la pérdida de confianza en nuestro peso, alentada por quienes adentro y afuera, pudieron manejar las expectativas y causar lo que anunciaban, con el sólo anuncio. . . Contra esto ya no pudo el vigor de nuestra economía. [. . .]

Una de las determinaciones inaplazables que el nuevo orden económico mundial debe establecer, antes de que se derrumbe el actual en forma inconveniente y quizá catastrófica, es la de formalizar un sistema compensatorio para que los países de los que se fuga el capital tengan acceso a un tipo de crédito originado en los recursos relativos, mediante algún vínculo especial de reciclaje. [. . .]

Podemos afirmar, en consecuencia, que de la economía mexicana han salido ya, en los dos o tres últimos años, por lo menos 22 mil millones de dólares; y se ha generado una deuda privada no registrada para liquidar hipotecas, pagar mantenimiento e impuestos, por más de 20 mil millones de dólares, que se adicionan a la deuda externa del país. Estas cantidades, sumadas a los 12 mil millones de mexdólares, es decir, 54 mil millones de dólares equivalen a la mitad de los pasivos totales con que cuenta en estos momentos el Sistema Bancario Mexicano en su conjunto y alrededor de dos tercios de la deuda pública y privada documentada del país.

Puedo añadir, igualmente, que los rentistas mexicanos en los últimos años, han hecho mayores inversiones en Estados Unidos, que toda la inversión extranjera en México en toda la historia. Esta inversión, en libros, tiene un valor aproximado de 11 mil millones de dólares, 70% de la cual es norteamericana. El ingreso neto hacia nuestro país en 1982, fue de mil 700 millones de dólares, suma ridícula frente a la que de aquí salió. [. . .]

Ha sido un grupo de mexicanos. . . encabezado, aconsejado y apoyado por los bancos privados, el que ha sacado más dinero del país, que los imperios que nos han explotado desde el principio de nuestra historia. [. . .]

La cuestión de fondo, la alternativa vital, se establece entre una economía progresivamente dominada por el ausentismo, por la especulación y el rentismo, y otra vigorosamente orientada a la producción y al empleo.

La especulación y el rentismo se traducen en una multiplicación de la riqueza de unos pocos sin producir nada, y proviene necesariamente del simple despojo de los que producen. A la larga conduce inevitablemente a la ruina.

En efecto, nuestro país, dadas sus carencias acumuladas y su dinamismo social, no tiene margen para permitir el desarrollo de las actividades especulativas. Tiene el imperativo de destinar la totalidad de sus recursos a la producción. . . México, al llegar al extremo que significa la actual crisis, no puede permitir que la especulación financiera domine su economía sin traicionar la esencia misma del sistema establecido por la Constitución: la democracia como constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo. [. . .]

Tenemos que organizarnos para salvar nuestra estructura productiva y proporcionarle los recursos financieros para seguir adelante. [. . .]

Para responder a ellas he expedido, en consecuencia, dos decretos: uno que nacionaliza los bancos privados del país, y otro que establece el control generalizado de cambios. . . Es ahora o nunca. Ya nos saquearon. México no se ha acabado. No nos volverán a saquear. [. . .]

A nosotros nos gustaría discutirlo con el sistema financiero de los Estados Unidos, entre otras razones para convencer a su generoso pueblo, de que, en la solución relativa de nuestros problemas, no tratamos de afectar a sus contribuyentes, sino hacer accesible a México el crédito significado por cuantiosos recursos mexicanos que han salido del país en forma que nos crea problemas de salud económica y comercial a ambos lados de la frontera. [. . .]

El Estado mexicano nunca ha expropiado por expropiar, sino por utilidad pública. La que ahora resolvemos, libra, del libertinaje del cambio, a la libre iniciativa y al libre impulso productivo de los mexicanos, que la camisa de fuerza que un sistema parasitario les ha colocado. [. . .]

Que la alegría y el ánimo de la lucha se mantenga en cada hogar mexicano. [. . .]

Ya cerramos la fuga [de capitales]. [. . .]

México ha vivido.

México vive.

México vivirá.

¡Viva México!

<<Página Anterior